Concesiones de contratos públicos adjudicadas o prolongadas en dudosas circunstancias, deudas por pagar, proyectos a medio hacer y entes públicos dependientes del consistorio en la bancarrota. Estas son, también, algunas muestras de la herencia que Barberá dejó en Valencia.
A principios de este año, Generalitat y Ayuntamiento anunciaron que redactarán un nuevo convenio para “desbloquear” la situación tras ocho años a vueltas con el estacionamiento. Finalmente, será el consistorio quien asuma los 13 millones a los que ascienden las obrasy se hará una nueva licitación para finalizar el proyecto y su explotación.
Casualmente, el director general de Transvía Tours, que explota el Bus Turístic de Valencia desde 1999, es el empresario detenido a principios de esta semana junto al exvicealcalde de Valencia, ambos sospechosos (sobornador y sobornado) de un delito de cohecho relacionado, precisamente, con las adjudicaciones de contratos del consistorio.
Según los cálculos a la baja de la actual concejalía de Movilidad Sostenible, el Ayuntamiento de Valencia ha dejado de ingresar al menos siete millones desde 1999 (medio millón al año) por esta “autorización gratuita” para gestionar el bus turístico que consideran un “trato de favor” al no contemplar que la empresa adjudicataria debería pagar un canon por la utilización del dominio público.
Feria Valencia es también el ente que regalaba periódicamente –tal y como ella misma reconoció, diciendo que era una “costumbre habitual”- a Barberá bolsos, pañuelos, bolígrafos y guantes de diferentes marcas de lujo durante los años más duros de la crisis. Solo entre 2007 y 2009, la exalcaldesa recibió obsequios por valor de 7.600 que Anticorrupción también investiga.
Además, a pesar de que el contrato de licitación solo permitía un aumento del abono anual de 18 euros iniciales a 20, dejando cualquier subida posterior a un acuerdo entre concesionaria y Ayuntamiento, el equipo de Barberá aprobó su incremento hasta los 29,21 euros actuales. A cambio de ese beneficio empresarial, no ha habido contraprestación alguna los usuarios, aunque las peticiones de más estaciones en los barrios y mejor servicio no cesan. Ahora ese precio solo se podrá bajar si la empresa lo permite.