Política, religión, actualidad, cine, opinión, sociedad, humor, cultura, fotogalerías.....corrupción, corruptores, justicia, robos, fraudes, atracos, preferentes, rescate bancario, hambre, paro, miseria, desahucios, hipocresía, la verdad, mentiras y mas mentiras...crisis, ricos, pobres, muy pobres, muy ricos, miseria, niños hambrientos, familias que no pueden llegar a fin de mes, trabajadores esclavos...Santa Pederastia, Sagrada Pedofilia....
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martes, 29 de noviembre de 2016
El matrimonio homosexual, línea roja del Vaticano. (Hemeroteca)
Ante el empuje de nuevas religiones más tolerantes con la vida privada, para el Vaticano hay dos países estratégicos donde era necesario frenar el avance laico y mucho más el progresista: España y Polonia. No olvidemos que el otro gran país europeo católico, Francia, es un Estado Laico en toda su dimensión en el que además la influencia de la religión en la política es mucho menor. Si España legalizaba el matrimonio gay caía un símbolo estratégico para el Vaticano, especialmente por su repercusión en Latinoamérica.
Para la curia vaticana la intención de Zapatero era muy peligrosa, era necesario pararla a toda costa. Suponía acabar con la imagen internacional de una España católica, conservadora y machista. Y si esa España se atrevía ¿por qué no iban a hacerlo otros países? Era también un atrevimiento porque, cuando Zapatero aprobó la Ley del matrimonio homosexual sólo estaba reconocido en dos países.
Por afinidad ideológica y de creencias, la Iglesia contaba con un aliado político poderoso, el principal partido de la oposición, el Partido Popular. Aunque algunas voces como el alcalde de Vitoria o Alberto Ruiz-Gallardón defendían el matrimonio homosexual, eran muy minoritarias y Rajoy apostó plenamente por la línea dura. Se movilizó como nunca al ultracatólico “Foro de la Familia” y se presentó el recurso ante el Tribunal Constitucional.
La Conferencia Episcopal española, con el visto bueno del Vaticano,