Con ese objetivo se pedía la eliminación del Cuadro de Honores “de decenas de nombres que lo hacen hoy impresentable ante cualquier demócrata, tal y como llamamos desde ámbitos memorialistas y democráticos desde que se descubrieron tales menciones”.
“No entendemos que primero se ningunease a las personas y entidades en las primeras reclamaciones; se ninguneó también a la oposición en su conjunto quitándole toda autoridad al respecto cuando se exigió que cualquier nombre denunciado viniese soportado por un informe jurídico emitido por una entidad competente. Aun así, el GRMH estuvo presente en el proceso asumiendo pasar por unos trámites cuyo final estaba claro”, continúa Alonso.
Recuerda: “acudimos también a la Universitat de Valencia como fuente de todo el saber, entendiendo que Rita Barberá reconocería su prestigio… sin embargo los dictámenes de la facultad de Historia y la de Derecho fueron a su vez sometidos a un contrainforme de los servicios Jurídicos de Rita Barberá, cuyo contenido acabamos de conocer”.
“Ahora resulta que para el servicio jurídico, como están muertos, los franquistas que aún figuran en el Cuadro de Honores ya no los tienen… exactamente la misma triquiñuela jurídica con que Rita Barberá y el PP valenciano pretendió sortear la retirada del título de Alcalde Honorífico a Franco”, explica el coordinador del GRMHV.
En su opinión, “si tan muerto está Franco, si esas distinciones ya no son efectivas, con un mero trámite, ordenar a un funcionario que confeccione un nuevo Cuadro de Honores sin los personajes que lo hacen impresentable, el asunto estaría zanjado; sin embargo, esa orden no se produce y se buscan razones jurídicas de encargo para oponerse al espíritu mismo de la Ley de la Memoria, razones para decir que Franco no era franquista”. Se refiere a un párrafo del informe en el que los servicios jurídicos afirman que la ley exige que la distinción sea conmemorativa de exaltación personal o colectiva de la sublevación militar, de la guerra civil y de la represión dictadura.
“Pensamos que nos encontramos ante la enésima batalla a muerte contra la muerte, la que representan esos personajes que Rita no quiere borrar de su Cuadro de Honores; Franco sigue detentando sobre el papel la Medalla de Oro de valencia, al igual que Aranda, que la ocupó militarmente es aún hijo adoptivo, o el Barón de Cárcer, primer alcalde oficial secuestró la alcaldía “por al amor de la Virgen y por la gracia de Dios” como fundamento además del dedazo que lo designó tiene su calle particular…o el delator Marco Merenciano”.
Denuncia Alonso que “Rita Barberá exige a la oposición que sea ella la que aporte más documentación que diga que tales distinciones se hicieron o no por haber participado en la sublevación o en la dictadura… otra triquiñuela dilatoria puesto que nadie está obligado a aportar a ninguna Administración la documentación que ya tiene”.
La actitud de la alcaldesa es en su opinión “de un cinismo extraordinario cuando esos legajos están perfectamente localizados en el Archivo Histórico del Palacio de Cervelló o en otras dependencias municipales. Deberían ser sus abogados los que buscasen los motivos para seguir retrasando la orden de limpieza del Cuadro de Honores”.
“El GRMH no acepta en modo alguno estas argumentaciones que denotan que si el Ayuntamiento de Rita Barberá entra en temas de Memoria Democrática sólo es para maquinar en contra, en una actitud de total insumisión al espíritu de una ley vigente como es la de la Memoria”, dice el coordinador.
Matías Alonso deja claro que el GRMH “sigue apoyando la vía política abierta por el Grupo Municipal Socialista y secundada por el de IU y el de Compromís”. Alerta también “sobre la posible intención de Rita Barberá de profundizar en la vía del enfrentamiento para atraer más voto ultraderechista por su defensa de las menciones honoríficas a personajes y conceptos impresentables para cualquier demócrata”.
Tres años llevan ya en Valencia con este asunto. En concreto a raíz de una moción presentada por los concejales socialistas a finales de 2012 para que se dejaran sin efecto los nombramientos del Cuadro de Honores del Ayuntamiento valenciano en base a su vinculación con el franquismo.
Tras realizar un exhaustivo estudio de cada personaje, los ediles populares que conforman el equipo de gobierno plantaron que “en aras a conseguir un mayor rigor histórico (…) , se aporten al expediente que se instruya los estudios y dictámenes previos, caso por caso, en aras a garantizar al máximo el principio de seguridad jurídica”. Estos estudios son lo que se han rechazado “como era de esperar”, ironiza Alonso.
Concluye el coordinador del GRMHV que esta actitud “nos recuerda mucho a otro caso, el de Teófilo Alcorisa. (Se refiere al ciudadano ejecutado en 1947 y sepultado en una fosa cuyo cuerpo reclaman sus hijos y cuya exhumación niega el consistorio valenciano). Cada vez se demuestra más que la única Memoria que cuidan Rita Barberá y sus concejales motu proprio y sin mandato judicial es la Memoria franquista y nacionalcatólica; si cuidan la Memoria Democrática no es por “imperativo legal” (no aplican la Ley de la Memoria) sino judicial”.
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