Los posicionamientos anticonstitucionales y la defensa a ultranza del dictador Francisco Franco por parte de altos mandos socios de la AME no suele traspasar el contexto militar. Y ello a pesar de que esta asociación integra desde 2016 el Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas (Coperfas). Este órgano oficial del Ministerio de Defensa reúne a las asociaciones de militares (la figura más cercana al sindicato disponible para ellos, pero con numerosos derechos recortados) con los generales encargados de la dirección de personal. Coperfas está presidido por el subsecretario de Defensa y su función es mejorar las condiciones laborales y vitales de los soldados a través de la interlocución directa con el Ministerio.
"Son de la vieja guardia, están metidos en su reducto", revela otro militar sobre sus encuentros con miembros de la AME en otra institución oficial, el Observatorio de la Vida Militar. "Han entrado a los órganos del Ministerio, pero sin renunciar a sus valores anticonstitucionales. ¿Cómo puede ser que una asociación que defiende esos valores participe en órganos oficiales?", denuncia una fuente presente en las reuniones del Coperfas. Todos los militares consultados piden mantener el anonimato debido a la potestad de sus mandos para sancionarles y arrestarles por "hacer declaraciones contrarias a la disciplina" en la prensa.
Apología de la dictadura
Aunque la AME sea una desconocida fuera del
contexto castrense, no se cuida demasiado de esconder sus posicionamientos. La
asociación edita la revista Militares, donde vuelca su ideología ultra.
En el número de este mes de julio, sin ir más lejos, varios artículos cargan
contra la Ley de Memoria Histórica y defienden la figura de Franco. Además de
la contraportada que encabeza este artículo, numerosos textos atacan la
revisión democrática del franquismo. Su director, Leopoldo Muñoz, coronel retirado, escribe sobre la retirada de símbolos de la dictadura: "Quienes han tenido la temeridad de promulgar ese cambio, esa desaparición, no han caído, ni caen, en la cuenta de que, precisamente porque el más denostado de todos, el laureado y mundialmente prestigioso general Francisco Franco Bahamonde, tomó el mando de las tropas que, en representación de, al menos, la mitad perseguida y maltratada de la sociedad española de entonces, decidieron poner fin al período sangriento que supuso el final de la Segunda República".
Pero no es todo: no deja de recordar Domínguez que el general Mola avisó a los civiles 19 días antes del fatal bombardeo: "Si vuestra rendición no es inmediata, arrasaré Vizcaya".
En la revista, mensual de 50 páginas, son frecuentes los repasos a los recuerdos de la Guerra Civil de los miembros del bando golpista, o la defensa de que la cúpula militar retirada debería ser escuchada por los mandos actuales por su "sabiduría". El humor denigrante para la mujer (incluso con la propia ministra, María Dolores de Cospedal, como objetivo) o los intentos de desacreditar el movimiento feminista son también constantes.
Apoyo oficial
Este medio ha cursado una petición oficial de
información al Ministerio de Defensa preguntando si la AME recibe subvenciones
por su carácter asociativo o para la edición de su revista, que todavía no ha
recibido respuesta. Algunas asociaciones militares han utilizado el
procedimiento interno del Ministerio, así como el portal de transparencia, con
el mismo objetivo. Público se ha puesto en contacto con la AME. Su presidente, Leopoldo Muñoz, se ha negado a contestar las preguntas de este medio sobre las subvenciones públicas de su asociación o el número de socios. "No me gustan este tipo de investigaciones en absoluto", sentencia: "Eso es para la Policía. Yo no investigo a Público". Señala el coronel que "toda esa información es pública" y se puede encontrar en el Boletín Oficial de Defensa. Lo que no tiene en cuenta el militar retirado es que dicho documento es restringido y sólo tienen acceso a él militares y miembros del Ministerio de Defensa.
Casos aislados
Uno de los militares que más duramente ha
cargado contra los altos mandos de ideología ultra como
los que integran la AME es el ex teniente Luis Gonzalo Segura. "No son
cuatro y un amigo, tienen más de 3.000 asociados. Aunque en su mayor parte
estén retirados, es equivalente a las mayores asociaciones", revela
Segura, expulsado del Ejército por colaborar con este y otros medios de
comunicación: "Teniendo en cuenta que en activo hay 19.000 oficiales, se
puede ver que estos pensamientos no son ni mucho menos minoritarios en la
cúpula militar".Para apoyar este argumento, el ex teniente cita los casos del ex Jefe del Ejército del Aire, Eduardo González-Gallarza, que pidió ilegalizar Podemos; del teniente general Mena, que siendo capitán general de Sevilla y jefe de la Fuerza Terrestre amenazó con utilizar al Ejército si el Gobierno del entonces presidente Zapatero aprobaba el Estatut catalán; al teniente general que comparó el asociacionismo con el yihadismo; o la charla del historiador Stanley Payne en la que ensalzó la figura de Franco en dependencias oficiales del Ministerio de Defensa.
"Todas las manifestaciones son en el mismo sentido, todas, lo que deja muy claro que se trata de algo mayoritario", denuncia Segura, que estos días se encuentra en Bruselas recibiendo el apoyo de eurodiputados y organizaciones de la sociedad civil en su lucha en los tribunales para impugnar su expulsión del Ejército. Llevará la defensa de su libertad de expresión al Tribunal Europeo de Derechos Humanos y al Tribunal Superior de Justicia de la UE, siendo el primer militar español que acude a esta última sala internacional.
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