La vida
de Miguel Blesa en fotos
19/07/2017
ElHuffPost
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HuffPost Redacción El HuffPost
En 1996 Blesa fue nombrado presidente de Caja Madrid a la llegada de José
María Aznar a la Moncloa, pese a no tener ninguna experiencia en el sector
financiero. Dejó Caja Madrid en 2009, cuando la crisis financiera ya había
azotado a España y comenzaban las investigaciones sobre la transparencia y la
morosidad de las entidades financieras. Finalmente, en 2017, la Audiencia
Nacional juzgó y condenó a Blesa a seis años de cárcel por el uso abusivo de
las tarjetas black.
El banquero ha muerto teniendo otros frentes judiciales pendientes: el de
los sobresueldos que se abonaron a la cúpula de Caja Madrid durante su mandato
y la colocación de 3.000 millones de euros de participaciones preferentes entre
clientes minoristas.
Estos son algunos de los episodios más importantes de su vida.
Miguel Blesa llegó a la presidencia de Caja
Madrid en 1996, gracias a su estrecha relación con José María Aznar, con quien se sacó la
oposición. Aznar acababa de llegar a La Moncloa y nombró a Blesa al frente
de la entidad financiera, pese a que éste no tenía experiencia en este
sector.
Blesa fue nombrado presidente del Consejo de
Administración de Caja Madrid con el apoyo de los consejeros del PP, de IU y de
CCOO.
Ocupó la presidencia de Caja Madrid hasta
2009. También ocupó otros cargos en varios Consejos de Administración.
Hacia 2008, Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz Gallardón libraron
una batalla por el control de Caja Madrid.
Ella trató de echar a Blesa y colocar a
Ignacio González. Mientras, en el otro lado, Alberto Ruiz-Gallardón
lo defendía. El asunto llegó a los tribunales.
Finalmente, se llegó a un acuerdo y se
destituyó a Blesa, nombrando a Rodrigo Rato presidente de la Caja en
2010.
Esperanza Aguirre afirmó entonces que habían tenido
"la suerte" de quitarle el puesto a un "hijoputa".
En 2013 se inició una investigación judicial
contra Blesa por posibles irregularidades durante la gestión de Caja Madrid,
como la concesión de créditos al Grupo Marsans, la venta de preferentes y la
compra del City National Bank of Florida en 2008.
Blesa se convirtió así en el primer banquero
de la crisis financiera que pisó la cárcel. Fue en 2013 y estuvo en prisión dos veces por
este caso: un día en mayo y quince días en junio.
La emisión de acciones preferentes por parte de Caja
Madrid durante el mandato de Blesa es posiblemente una de las
mayores estafas bancarias de España. Se hizo con falta de transparencia y se
vendieron exclusivamente a particulares (la mayoría de ellos, jubilados).
Miles de personas —muchas de las cuales han
perdido todos los ahorros de su vida con esta estafa— salieron a la calle a
manifestarse por la estafa de las preferentes. Blesa y Rato fueron objeto de
abucheos y pitidos en más de una ocasión.
En 2014, otra investigación salpica a Blesa.
Se trata del posible uso entre 2003 y 2012 de las tarjetas black, unas tarjetas
de crédito empresariales opacas para gastos personales por parte de los
consejeros directivos de Caja Madrid.
Tras el juicio que tuvo lugar en la Audiencia
Nacional, la sentencia estimó que Blesa gastó 436.700 euros con su tarjeta
black.
En un primer momento, en octubre de
2014, se le impuso una fianza de 16.000 euros tras declarar ante el juez
Andreu.
En febrero de este año, y tras ser declarado
culpable en el juicio de las tarjetas black —que se celebró tras dos años
de diligencias—, fue condenado a seis años de prisión por apropiación indebida.
Blesa recurrió y se encontraba esperando la decisión del Supremo cuando
falleció.
Viajes, restaurantes, vinos, hoteles y
caprichos varios. Y todo de lujo. Ese era el tren de vida habitual de Miguel Blesa
mientras se encontraba al frente de Caja Madrid. Unos gastos financiados
gracias a su tarjeta black con la que, según la
sentencia, gastó 436.700 euros.
Facturas de viajes de hasta 13.000 euros, de hoteles
como el Ritz de 12.000 euros o 19.999 euros gastados en licores y caldos.
Además, salieron a la luz safaris a 20.000
euros por persona o 4.000 euros fundidos en Louis Vuitton.
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