Política, religión, actualidad, cine, opinión, sociedad, humor, cultura, fotogalerías.....corrupción, corruptores, justicia, robos, fraudes, atracos, preferentes, rescate bancario, hambre, paro, miseria, desahucios, hipocresía, la verdad, mentiras y mas mentiras...crisis, ricos, pobres, muy pobres, muy ricos, miseria, niños hambrientos, familias que no pueden llegar a fin de mes, trabajadores esclavos...Santa Pederastia, Sagrada Pedofilia....
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sábado, 23 de septiembre de 2017
Cardenal Cañizares presidió una vigilia de oración "Por España y su unidad" (¿Quién se atrevería a decir que a la Iglesia le es ajena la situación tan delicada que atravesamos?)
Cuando
Rajoy aplaudía a Rouco por pedir que se rece por la Unidad de España
El ahora presidente, junto a
Aznar, acudieron en 2006 a su nombramiento de Honoris Causa, donde criticó
"la destrucción de los nacionalismos"
ElPlural
Vie, 22 Sep
2017
Hubo un tiempo en el que la Iglesia Católica en España tenía muchas
preocupaciones más allá de la religión. Era una época en la que el
independentismo catalán copaba titulares y portadas de periódicos, y parecía
que los cardenales Antonio Cañizares y Rouco Varela, tenían mucho que
aportar a la cuestión catalana.
Aprovechaban
sus sermones y homilías por toda España
para velar por la unidad de nuestro país, preocupados por una situación
política en la que la religión y la fe cristiana parecían ser la
solución.
Corría el año 2006 con el primer Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero,
cuando Rouco Varela fue nombrado doctor honoris causa por la
Universidad San Pablo-CEU en una jornada con invitados tan ilustres
como José María Aznar y el entonces líder de la oposición, Mariano Rajoy. Fue
allí cuando Rouco afirmó que solo si España "vuelve a sus raíces
cristianas" y renuncia a la "dictadura del relativismo
ético" el Estado de derecho dejará de estar en "máximo riesgo".
Quedaba claro que por aquel entonces la Iglesia y la plana mayor en el PP
estaban intranquilos por lo que denominaban "la semilla de la
destrucción de los nacionalismos". Fue entonces cuando, ante tal peligro,
la asamblea de la Conferencia Episcopal recogió en un borrador a
petición de sus fieles, que recen por la unidad de la nación.
Ese fue el detonante que generó conflicto dentro de la entidad, entre su
entonces presidente, Antonio Cañizares, y el obispo de Bilbao en aquella
época, Ricardo Blázquez que se opuso a la publicación del documento. Gran
parte de la comunidad católica -incluidos una treintena de obispos catalanes,
vascos y andaluces, e incluso algunos políticos conservadores apoyaban al
obispo de Bilbao porque creían que si la Conferencia aprobaba ese escrito, la
Iglesia se metía en temas que no la incumbían.
Las personalidades que firmaban esa petición, tal vez nos resulten
familiares más de diez años después: Artur Mas, Josep Antoni Duran, el obispo
emérito de Gerona, Jaume Camprodon; el exabad de Montserrat Sebasti
Bardolet; y la expresidenta de Cáritas, Núria de Gispert.
Cañizares:
“Dios quiere esto. Unidad”
Más cerca en el tiempo, cuando Cañizares se
puso al frente de la archidiócesis de Valencia en 2015, quedó
constancia de cuál sería su gran desafío: la unión del país y de su Iglesia.
Fue en esta homilía en la catedral de
la ciudad del Turia, cuando Cañizares presidió una vigilia de oración "Por
España y su unidad". “¿Quién se atrevería a decir que a
la Iglesia le es ajena, la situación tan delicada que atravesamos?”, dice
Cañizares en su sermón. “Verdaderamente son situaciones muy humanas, y con tantísimas
repercusiones y graves consecuencias humanas, que afectan tan directamente a lo
más serio del hombre que son las relaciones con los otros, la convivencia o
como es la historia de un pueblo común de hace siglos. Esto no puede olvidarlo
nuestra Madre”
Cañizares continuaba su discurso preocupado
por la situación de España: “No es un acto político en el que estamos
participando. Es un acto estrictamente de fe en dios. Acto profundamente
cristiano, acto religioso de adoración a Dios, en quien confiamos plenamente, y
de quien esperamos la salvación”.
Todo por la unidad de España
El por aquel entonces presidente
de la Conferencia Espiscopal, Antonio María Roucco Varela también
consideró importante que la religión se posicionara frente el conflicto
catalán.“La unidad de la nación española es una parte principal del bien común
de nuestra sociedad que ha de ser tratada con responsabilidad moral”.
"Esta responsabilidad pertenece necesariamente al respeto de las normas
básicas de la convivencia, como es la Constitución Española, por parte de
quienes llevan adelante la acción política”
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