“Esa candidatura era una más de las que se presentaban en cada nación europea, bajo el patrocinio del multimillonario irlandés Declan Ganley. Se trataba de llevar al Parlamento Europeo un grupo o lobby pro-vida y eso indica el oportunismo proverbial de Albert Rivera que entonces presentaba a Ciudadanos, en tiempos de vientos menos favorables, como de centro-izquierda y llevaba en su programa una clara postura favorable al aborto y a la eutanasia. Declan Ganley había puesto en marcha Libertas como movimiento para impulsar el “no” irlandés en el referéndum sobre el Tratado de Lisboa en 2008”.
“Declan Ganley hizo su fortuna, tras la caída del Muro de Berlín, con negocios con Letonia: importación de aluminio siberiano y explotación de la riqueza maderera de la república báltica. De ahí, fue expandiendo un imperio –Ganley Group of Companies y Rivada Networks- con relación con el mundo de la comunicación a través de cable (…) Es un multimillonario que se propuso llevar al Parlamento Europeo a un grupo euroescéptico y con una postura clara a favor del derecho a la vida”.
“En España, Julio Ariza consiguió ser el hombre de Ganley. Lo hizo haciendo valer su condición de católico, su militancia provida y presentándose como el propietario de un influyente grupo de comunicación, que aseguraba la obtención de representación. La candidatura fue el pacto de Julio Ariza y Albert Rivera, más un pequeño partido, Unión del Pueblo Salmantino, que tenía una treintena de concejales en pueblos pequeños. Albert Rivera obtenía, a cambio, un trato de favor mediático por parte de Intereconomía, cuestión que entonces le era fundamental”.
¿Cómo llegaron a tener tanta afinidad Ariza y Rivera?
“Ambos son exmilitantes del PP de Cataluña. Julio Ariza fue el número dos de Alejo Vidal-Quadras, el secretario general del PP catalán. Cuando, a petición de Jordi Pujol, José María Aznar descabezó al PP catalán, Vidal-Quadras y Ariza encargaron una encuesta para conocer las expectativas de voto en el caso de que rompieran con el PP y se presentaran con unas siglas enfrentadas con el nacionalismo. Las expectativas no eran malas: 4 diputados autonómicos. Pero Vidal-Quadras prefirió pactar una sinecura en FAES y un puesto ulterior en la Eurocámara, y también estaba en proceso de divorcio, así que quería poner tierra de por medio. Vidal Quadras y Ariza abandonaron Cataluña rumbo a Madrid, pero frente al poder tortuoso y esterilizante de los Fernández dejaron un foco de resistencia en Nuevas Generaciones.
“Sí. Julio Ariza siempre pactaba este tipo de operaciones con el PP, y específicamente con Mariano Rajoy, a quien vendió la operación como una forma de frenar a UPyD, que en aquellos años iba con velocidad de crucero, aunque había cometido el error de descuidar el flanco catalán, centrada en Madrid, que es donde se atisbaba negocio y botín electoral. De esa manera, Julio Ariza no se enfrentaba con el PP y podía participar en una operación europea.
“Dinero hubo. Y no poco (…) La clave es que iba a haber dinero, mucho dinero, que Declan Ganley, el irlandés, como se le denominaba, con alborozo esperanzado, en los pasillos del Grupo Intereconomía, era inmensamente rico. Eso iba a catapultar a Intereconomía”.
“Miembros del equipo de investigación de Intereconomía, según numerosas fuentes directas y solventes, viajaron a Dublín para recogerlo (he contado este episodio en mi libro Dando caña).
“Para encabezar la lista, Julio Ariza fichó a su amigo y abogado, Miguel Durán, expresidente de la ONCE, con terminales periodísticas dentro del Grupo, y, desde luego, no la mejor imagen para una oferta regeneracionista, como la que se decía pretender”.
“Fue Albert Rivera quien fichó, directa y personalmente, a Miguel Durán como cabeza de lista de la candidatura Libertas-Ciudadanos a las elecciones europeas de 2009. El presidente de Intereconomía, Julio Ariza, actuó de mediador, los puso en contacto. La operación terminó por concretarse en el restaurante Príncipe y Serrano, de la capital de España, del Grupo Arturo, propiedad del expresidente de CEIM, Arturo Fernández.
“Miguel Durán lideró Tele 5 en su etapa más chabacana, la Tele 5 de las Mama Chicho. Y luego había sido imputado por el juez Baltasar Garzón, aunque el sumario terminó archivándose. Miguel Durán fue presidente de Tele 5 y Onda Cero, como proyección de su cargo de presidente de la ONCE y en calidad de hombre de Silvio Berlusconi. Durán fue relevado en 1996 por cambio del accionariado. Fue imputado en 1998 por Baltasar Garzón y acusado por el fiscal Anticorrupción, Carlos Castresana, quien le imputaba tres delitos continuados contra la Hacienda pública, falsedad, otorgamiento de contrato simulado y administración desleal, y pedía 14 años de cárcel y 133 millones de euros. Fue absuelto por la Audiencia el 19 de abril de 2007. Durán siempre argumentó que el objetivo era Silvio Berlusconi, cuya imputación tuvo que dejarse en suspenso al acceder a la presidencia de Italia. Pero aquello dejó una sombra de duda en la biografía de Miguel Durán. Sus polémicas como presidente de la ONCE y luego en la oposición habían sido agrias. Algunas de las más sucias artimañas se habían canalizado a través de Intereconomía. Actualmente, Miguel Durán es el abogado de Julio Ariza en el sumario por los ataques informáticos a la web PrNoticias, de Pedro Aparicio. No era Durán un personaje sin aristas y mucho menos una personalidad que sugiriera algo así, por alguna de sus costuras, como regeneración”.
“Miguel Durán ejerció, en aquel tiempo, de militante, dirigente y portavoz de Ciudadanos, de hombre fuerte de Albert Rivera. No fue un personaje accesorio, sino que tomó parte activa en la formación, que vivía un momento sumamente delicado, puesto que tenía tres diputados en el Parlament, además de Albert Rivera, estaban José Domingo y Antonio Robles, que abogaban por la integración en UPyD, formación entonces mucho más fuerte. Albert Rivera se negaba. Años después, se volverían las tornas”.
“Miguel Durán se quejaba, de continuo, de carencia de medios. Es posible, y así lo apuntan las fuentes, que Julio Ariza considerara que ese dinero (el aportado por Ganley), un millón de euros, era el mínimo pago a la publicidad dada a la candidatura, con la presencia continua de Miguel Durán en los programas de debate, y también con la proyección de Albert Rivera, que pasó a ser un habitual, en su calidad de aliado tácito del PP frente al ascenso de UPyD”.
“Fue un completo fracaso: obtuvo 22.903 votos, el 0,15 de los emitidos. Los mejores resultados los obtuvo en Cataluña: Barcelona (0,41%), Tarragona (0,28), Lérida (0,21), Gerona (0,20) y Salamanca (0,37). Es un cadáver en el armario de Albert Rivera, que debe aclarar, con pelos y señales, si quiere tener credibilidad en su reconversión de galán centrista. Sería necesario que se hicieran públicas las finanzas de aquella operación y que Albert Rivera, tan pulcro, en apariencia, aclare su participación. Podría citarse, en la comisión de investigación necesaria, a declarar a Declan Gauley y a quienes viajaron a Dublín. Y, por supuesto, a Julio Ariza, Miguel Durán y Albert Rivera”.





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