Decimos que esa fortuna se “estima” ya que no conocemos los activos de la estirpe en paraísos fiscales como Suiza. Sin embargo, aquí haremos un repaso del patrimonio que se le conoce a los descendientes del dictador pese a que desde sus inicios ya se escondía en entramados de empresas utilizando la figura de los testaferros mediante personalidades de la dictadura como José María Sanchís, Luís Gómez y otros empresarios del régimen.
Esta anómala situación, impensable tras las dictaduras en otros países europeos o latinoamericanos, se hace posible en España gracias a una transición dirigida preeminentemente por altos cargos y exministros franquistas y que, aún hoy, se materializa en los cuadros de la derecha española donde encontramos a numerosos descendientes de la aristocracia del régimen.
De hecho, este fue uno de los costes de la modélica transición española, que vetó la investigación sobre el patrimonio familiar por parte de Hacienda. También han contribuido las amnistías fiscales, como la del Gobierno de Mariano Rajoy en 2012 con la que la familia regularizó 7,5 millones de euros sacando a la luz apartamentos y chalets a lo largo y ancho de la geografía española a través de Sociedades como Comercial Flores S.A.
La periodista Carmen Enriquez relata en su libro “Carmen polo, señora de El Pardo” como los joyeros de Madrid acordaron costear de forma conjunta estos obligados regalos. Aquella obsesión de la primera dama de Estado, lejos de ocultarse, se exhibía con multitud de collares de perlas de varias vueltas,pendientes a juego, sortijas, tiaras, broches o bolsos de pedrería. Igualmente se temían sus visitas a Oviedo, donde se escondían los objetos de plata en los lugares que la esperaban por temor a que se encaprichase de alguno.
Las propiedades
La esposa de Franco se hizo con una casa noble en el centro de A Coruña al encapricharse de las residencias de sus aristócratas amigas coruñesas. Consiguió el deseado palacio de Cornide mediante la falsificación de una subasta pública con un solo comprador que, posteriormente, cedió las escrituras a Carmen Polo.
Valorado a la baja, la finca de verano del dictador se tasó en 75 millones de pesetas. Sin embargo, actualmente intentan deshacerse de ella por 7 millones de euros ante la intención del parlamento gallego de recobrar la titularidad pública del pazo tras la investigación sobre la adjudicación fraudulenta con la que el dictador la consiguió a modo de “regalo”.
Siete plantas que suman 4.807m2 en pleno barrio de Serrano, una de las zonas más lujosas de la capital. Es tan solo uno de sus numerosos inmuebles con los que cuentan, pero es el que eligieron la mujer y la hija de Franco para instalarse tras su muerte.
Cuenta con numerosos elementos de alto valor como muchas obras de arte que los hijos intentaron tasar a la muerte de Carmen Franco. Al igual que con el Pazo de Meirás, los descendientes están intentando venderla actualmente.
Era una casa de fin de semana del generalísimo. Se utilizaba como trastero para no destruir los regalos de los no ricos. En 1988 vendieron la propiedad por 5,3 millones de euros.
A 25km de la Puerta del Sol, es una de las fincas de caza del dictador y la que supuso el mayor pelotazo para la familia. Ocupa diez millones de metros cuadrados, de los cuales se recalificaron 3,3m2, en un tiempo récord de apenas tres meses en 1999. Al albor de la burbuja inmobiliaria, los terrenos dejaron de ser rústicos para permitir la construcción de 2700 viviendas y dos polígonos industriales junto al constructor Fidel Sanromán. La venta de esta finca habría supuesto unos ingresos aproximados de 35 millones de euros para los herederos.
Los parking de Madrid
Son el principal origen de sus ingresos actuales. La familia ve antes que nadie la rentabilidad de estos negocios y se hacen con algunos en las zonas más estratégicas. Poseen aparcamientos en zonas tan céntricas como Ríos Rosas, Princesa, Atocha, Alcalá, Ponzano o Lavapiés. Estos negocios se gestionan gracias a dos empresas: Estacionamientos Urme SL y Aparcamientos Atocha 70. valoradas entre dos y tres millones de euros.
El periodista Jimmy Giménez-Arnau, exmarido de María del Mar Martínez-Bordiú y Franco, aseguró en el programa En el punto de mira: La herencia de los Franco que la familia disponía de importantes propiedades en cada provincia de España. Afirmó que, el actual titular de la herencia, Francis Franco, tiene miedo a las inspecciones de Hacienda a pesar de que nunca le han hecho una.
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