Estos son los mayores escándalos de abusos sexuales en la Iglesia católica
A partir del jueves se
desarrolla en el Vaticano una cumbre sobre los casos de abusos cometidos por
religiosos. La reunión genera expectativa mundial
martes, 19
de febrero de 2019
Por Deutsche Welle
elnuevodia.com
Se trata de una cumbre como no la ha
habido nunca, al menos en esa forma: el papa Francisco ha invitado a los dirigentes de las
conferencias episcopales de todo el mundo para afrontar el tema de los abusos
sexuales en el seno de la Iglesia católica. "¡Por fin!”. "¡Demasiado
tarde!”. Las reacciones que se han visto hasta ahora han sido inequívocas.
Igualmente, algo es seguro: hay mucho de qué hablar.
Lo
último en entrar en el foco mediático fue el abuso sexual a monjas. El papa
Francisco reconoció que hubo eclesiásticos que cometieron abusos. Pero esta
controversia no es un problema únicamente del jerarca. Aquí, una
panorámica de los escándalos contemporáneos que han llenado los titulares.
Estados Unidos:
Ya en julio de 2018, el papa Francisco despidió a Theodore McCarrick del puesto de cardenal.
Ahora, la Congregación para la Doctrina de la Fe ha declarado culpable a
este antiguo clérigo estrella. El órgano de mayor jerarquía de la Iglesia
católica, que se ocupa de los delitos contra la fe, y que, además, es
responsable de tratar los casos de abusos sexuales, le recrimina a este
religioso, que ahora tiene 88 años, comportamientos sexuales ilícitos contra
menores y adultos, junto con abuso de poder. Pocos días antes de la cumbre
sobre los abusos, el papa Francisco también le retiró el sacerdocio. Esta es la
mayor pena que contempla el Derecho Canónico.
El caso de McCarrick, quien entre 1970 y 1990 indujo a novicios tener
relaciones sexuales y habría abusado al menos de dos menores, es solo uno entre
cientos. Los expertos sostienen que la cifra de víctimas en EE.UU. está por
encima de las 100,000 personas. Solo en el estado federado de Pennsylvania,
más de 300 sacerdotes habrían abusado de menores. Los niños abusados en los
setenta se contarían por miles. También el sucesor de McCarrick en el
arzobispado de Washington, Donald Wuerl, tuvo que dimitir en 2018. Wuerl
habría sabido de los crímenes de McCarrick, pero no hizo nada al respecto.
Chile:
En Chile, la justicia lleva alrededor de un año ocupada con el escándalo de abusos en la Iglesia católica. Se están investigando 148 casos contra trabajadores de
la Iglesia, según informan medios locales citando a fuentes de la fiscalía. Y
habría más de 250 víctimas. También habría sacerdotes implicados en el
escándalo. Las víctimas acusan al cardenal Ricardo Ezzati de haber
conocido los abusos y haberlos encubierto.
El religioso, de 77
años, niega las acusaciones y pidió ser sobreseído, pero la Justicia chilena
rechazó el sobreseimiento. Las investigaciones aún no se han cerrado, según el
juez.
Otro caso de este país sudamericano
lleva a Alemania: el antiguo arzobispo Francisco Cox Huneeus
lleva tiempo enfrentando acusaciones de abusos sexuales a menores. El chileno
de 85 años se había retirado a la Congregación de los Padres de Schönstatt, en
el estado federado alemán de Renania-Palatinado. Sin embargo, en 2004 habría
abusado de un joven de 17 años en Alemania, aunque la narración de los hechos
no pudo cimentar una querella. El papa Francisco lo expulsó del sacerdocio el
pasado mes de octubre por abusos sexuales. A mediados de este mes de febrero,
Huneeus volvió a Chile para comparecer ante los investigadores.
Alemania:
En Baviera,
el tribunal de Deggendorf condenó hace aproximadamente un año a un sacerdote a ocho
años y medios de prisión, tras los que tendrá que ingresar en un
psiquiátrico. El tribunal estaba convencido de que el hombre habría cometido
graves abusos sexuales contra cinco jóvenes en más de 100 ocasiones desde
mediados de la década de los noventa. El hombre, que se ganaba la confianza de
los menores como "padre Thomas”, estuvo ya en
prisión entre 2003 y 2009 por delitos sexuales. En 2008 le fue retirado el
sacerdocio.
Pero este caso no
es ninguna excepción en Alemania. Un estudio de la
Conferencia de Obispos reveló que, entre 1946 y 2014, al menos 1,670 clérigos
habrían abusado de 3,600 menores. En 2010, el escándalo del Colegio Canisio de Berlín
acaparó una enorme atención. Un jesuita hizo públicos casos de abusos sexuales,
lo cual llevó a que víctimas de todas Alemania alzasen la voz.
Irlanda:
Sacerdotes y
hermanas religiosas maltrataron y abusaron de niños y mujeres durante décadas.
Numerosos obispos tuvieron que dimitir en un país tan católico como Irlanda. El
mismo papa Francisco pidió perdón a las víctimas durante su visita a la isla el
año pasado.
En los años noventa se dieron a conocer
las primeras informaciones sobre casos de abusos
en territorio irlandés. En 2009, una
comisión establecida por el gobierno publicó un amplio informe (conocido
como "informe Ryan”). Entre otras cosas, el
documento revelaba cómo los menores habían vivido como prisioneros y esclavos
en instalaciones religiosas.
Francia:
En Lyon, el arzobisto Philippe
Barbarin y otros seis religiosos están en pleno juicio, acusados de no haber
denunciado abusos que tuvieron lugar durante los setenta. El
veredicto debería llegar a principios del próximo mes de marzo, si bien la
Fiscalía se pronunció en enero contra una condena de este cardenal de 68 años.
"Una parte de los delitos han prescrito, y para los que no han prescrito
no se puede verificar el delito”, fue citada una fiscal. La prescripción de los
crímenes es uno de los principales problemas con los que se encuentran las
víctimas. Por eso, a menudo solo pueden confiar en un tribunal religioso.
Australia:
Los expertos calculan que
la cifra de víctimas de abusos sexuales cometidos en el seno de la Iglesia
católica australiana asciende a 60,000. No solo en instalaciones
religiosas, también en colegios o en organizaciones deportivas. Sin embargo,
las informaciones sobre los procesos abiertos contra religiosos escasean en
Australia. La razón: está en vigor un bloqueo mediático dentro del territorio
australiano. El objetivo de este embargo es evitar que las informaciones
periodísticas influyan en el veredicto del jurado. Los periodistas que, pese a
esto, informen sobre estos casos pueden ser perseguidos por la ley.
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