Nunca tuvo coche, ni teléfono, ni lujos, pero salvó más vidas que muchos hospitales. El doctor Muhammad Mashali, conocido como el médico de los pobres, es una verdadera leyenda de la medicina en Egipto. Durante más de 50 años caminó hasta su modesta clínica, donde atendía gratuitamente a los más necesitados, recibiendo hasta 50 pacientes diarios. Su consulta, ubicada en Tanta, una ciudad del Delta del Nilo, costaba el equivalente a menos de un dólar, y muchas veces ni siquiera cobraba. Graduado con honores en 1967, su vocación surgió de una promesa hecha a Dios tras conocer los sacrificios que su padre hizo para que pudiera estudiar medicina: jamás cobraría a los pobres. Incluso cuando un millonario del Golfo le regaló 20.000 dólares, un coche y un apartamento, los vendió para comprar equipos médicos y seguir ayudando a su comunidad. Musulmanes, cristianos coptos, nadie era rechazado. Trabajaba más de 10 horas diarias, y cuando no podía curar con medicinas, lo hacía con humanidad. También solía dar dinero a sus pacientes para que pudieran comprar sus tratamientos en farmacias. Murió en 2020 a los 76 años, dejando un legado imborrable de compasión, sacrificio y amor al prójimo. Un héroe sin capa, pero con un alma inmensa.
Créditos Ronald Analiza Tv
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