Antonio Román Romero·

20 de octubre de 1940. Se celebró en Las Ventas una corrida en honor de Himmler.

El 19 de octubre de 1940, el Reichsführer SS Heinrich Himmler llegaba a España para organizar el viaje del Führer a Hendaya. A la mañana siguiente, Himmler se entrevistó con el Franco en el Palacio de El Pardo. Ya por la tarde, la comitiva acudió a presenciar una corrida de toros en la madrileña Plaza de las Ventas.El cartel lo componían Marcial Lalanda, Rafael Ortega 'Gallito' y Pepe Luis Vázquez (que confirmaba alternativa), en un paseillo en un coso insólitamente engalanado con cruces gramadas y banderas nazis.

Los toros de Bernardo Escudero y Manuel Arranz protagonizaron junto a la lluvia una corrida que marcó al dirigente nazi, el cual quedó atormentado ante un espectáculo que no llegaba a comprender.

Tras la corrida corrida, los diestros suben al palco presidencial para cumplimentar al Reichsführer, quien los condecoró con sendas medallas alemanas.

– ¿Qué le parece la medalla, maestro? –pregunta un subalterno a Marcial Lalanda.

– Está bien, pero donde se pongan dos orejas, un rabo y salir a hombros por la puerta grande... ¡las medallas pa la Virgen!

El jefe de la SS, Heinrich Himmler

Supervisor de campos nazis, pero muy sensible a la sangre

Himmler -ver para creer- no podía presenciar ningún tipo de ejecución ya que por todos era conocida su animadversión a la sangre, tanto es así, que al parecer, en más de una ocasión cayó desplomado ante la presencia de ejecuciones políticas.

Ya en Alemania, el máximo responsable de las SS, que también fue supervisor de los campos de concentración nazis, calificó los toros como "un espectáculo deleznable y extremadamente sangriento". Lo dice un nazi.

Los animales por encima de las personas, especialmente los judíos

Curiosamente, Hitler fue el primero en promulgar leyes que penaban el maltrato animal desde la época del antiguo Imperio Romano. Al parecer, lo de Auschwitz le debía parecer razonable, y los judíos seres vivos con menos derechos que los animales.

Himmler había creado, junto a al genetista Richard Walter Darré y Herman Wirth, Deutsches Ahnenerbe (Herencia Ancestral Alemana), para estudiar la historia primigenia del espíritu ario. Himmler, estaba convencido de que los arios provenían de la Atlántida, donde habían fundado una magnífica civilización prematuramente frustrada por un tsunami.

Además, pensaba, su camino evolutivo había sido diferente, y sin duda más refinado, que el del homo sapiens estándar.