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martes, 28 de enero de 2020

El Voto de Castidad se lo pasan por el Arco de Triunfo de la Entrepierna


El Vaticano admite abusos sexuales a monjas y explotación por parte de sus superiores en todo el mundo 

El prefecto de Vida Religiosa de la Santa Sede, Joao Braz de Aviz, reconoce que muchas de estas mujeres han abandonado las congregaciones, quedando en la calle
"Ha habido casos en los que ex religiosas han tenido que prostituirse para poder sobrevivir", señala
La investigación de la Santa Sede detalla abusos sexuales por parte de formadores a monjas y novicias, y también "entre monjas"


24/01/20

eldiario.es

Monjas que trabajan a destajo al servicio de obispos o sacerdotes, limpiando suelos, sirviendo comidas, ejerciendo de 'chicas para todo'. Sin derecho al descanso, ni vacaciones (¿puede tener vacaciones una monja?). En los peores casos, sufriendo mobbing e, incluso, novicias que padecen, en silencio, abusos sexuales por parte de sus formadores. Es el nuevo escándalo que sacude el Vaticano, tras el drama de la pederastia clerical: el #MeToo de las monjas ha llegado para quedarse.

En esta ocasión, Roma parece dispuesta a actuar. El mismísimo prefecto para la Vida Religiosa (el 'jefe' de frailes y monjas), el brasileño Joao Braz de Aviz, ha admitido que la Santa Sede está investigando casos de abusos sexuales por parte de formadores a monjas y novicias, pero también "abusos sexuales entre monjas". En una entrevista que publicará en febrero 'Donna Chiesa Mondo', el suplemento femenino de L'Osservatore Romano, el cardenal revela cómo "sólo en una congregación se han denunciado nueve casos" de abusos sexuales y de poder.

La situación llega a límites insospechados hasta ahora, y que el Vaticano ha reconocido de forma cruda. "Ha habido casos en los que ex religiosas han tenido que prostituirse en la calle para poder sobrevivir", señala Braz de Aviz. Una realidad que no se vive en África o Asia sino en la mismísima Roma, hasta el punto de que el Papa Francisco ordenó la creación de una casa de acogida para ex religiosas que viven en situación de indigencia, y ha instado a la investigación, caso por caso, para delimitar las responsabilidades civiles, y penales, de las congregaciones que las abandonaron a su suerte.

El centro, gestionado por las Misioneras Scalabrinas, pretende "acoger a algunas monjas enviadas por nosotros, o por las superioras, especialmente si son extranjeras". Muchas de ellas fueron despojadas de sus pasaportes y, en los casos más extremos, tuvieron que salir a la calle para mantenerse.


"Un fenómeno hasta ahora oculto"


"Nos enfrentamos a personas heridas con las que tenemos que reconstruir la confianza; debemos cambiar la actitud de rechazo, la tentación de ignorar a estas personas, de decir 'ya no es nuestro problema", denuncia Braz de Aviz. "Hay casos muy duros –añade el cardenal– en los que las superioras conservan los documentos de las monjas que quieren salir del convento o que son enviadas lejos. Estas personas entraron en el convento como monjas y se encuentran en estas condiciones". En cualquier caso, las declaraciones del prefecto parecen la punta de un iceberg del que empezará a saberse mucho más a partir de ahora. "Es un fenómeno que hasta ahora estaba oculto, pero que tendrá que salir a la luz", concluye Braz de Aviz.

¿Y en nuestro país? En España, la Conferencia de Religiosos asume que "ha habido casos de abusos sexuales de formadores a novicias", y de "abusos de poder" entre religiosas, especialmente en el caso de monjas que llegan de países lejanos, como India. Sin dar nombres ni datos específicos, sí reconocen que, en "algunos casos" se ha llegado a una suerte de explotación laboral de novicias que, al no soportarlo y solicitar salir del convento, no han podido hacerlo o han sido expulsadas sin sus papeles, lo que las convertía automáticamente en ilegales...

El único caso que, hasta el momento, ha saltado a la opinión pública sucedió hace cuatro años en un monasterio mercedario de Santiago de Compostela. Una exreligiosa denunció que varias de sus compañeras, todas procedentes de India, estaban retenidas en contra de su voluntad. Tras la investigación policial, dos de ellas manifestaron su voluntad de volver a la congregación, pero las otras tres optaron por no regresar.

El juzgado abrió diligencias por tres presuntos delitos: contra la integridad moral, detención ilegal y coacciones. En todos ellos el magistrado consideró que no hay indicios ni ninguna prueba que permita continuar con la instrucción del asunto.


Las voces que denuncian


Desde hace años, tanto la Unión de Superioras Generales (UISG) –organismo que aglutina a la vida religiosa femenina en el mundo– y la organización Voices of Faith, creada por las ex religiosas Doris Wagner (violada por un sacerdote que acabó trabajando en la curia romana) y Rocío Figueroa están dando voz a religiosas y exreligiosas que denuncian la violencia ejercida por parte de curas y obispos.

También ha sido un hito la tesis doctoral de Makamtine Lembo, una monja togolesa que hizo la primera investigación que demostraba abusos sexuales de curas a monjas en varios países del África subsahariana, y que defendió en la mismísima Universidad Gregoriana de Roma. Cuatro de cada diez religiosas, según Voices of Faith, han sufrido abusos de poder y de otro tipo –también sexuales– a manos de sus superiores varones. También, como confirmó el cardenal Braz de Aviz, "entre monjas".

Desde la unión de religiosas, además, se ha establecido una comisión de "cuidado personal" que, durante los tres próximos años, analizará las condiciones de explotación, abusos de poder y sexuales que sufren religiosas en todo el mundo. Una de sus expertas, la monja australiana (y psicóloga) Maryanne Lounghry, ha analizado el síndrome de 'burnout' de las monjas, y reclama que se establezcan "líneas de actuación" para que se conozcan las obligaciones, pero también los derechos de las religiosas en sus lugares de trabajo, así como algo que se parezca a un contrato de trabajo.

"Cada religiosa tiene que tener una especie de código de conducta, una carta de acuerdo con el obispo o el párroco para poder decirle: 'Sabe, trabajé 38 horas esta semana o no puedo trabajar el domingo y vuelvo el lunes, necesito un día libre'. Un contrato de negociación te hace más fuerte", añade Lounghry.

Lounghry agrega que sería necesario también "invertir en el bienestar de las monjas" y por ejemplo concederles "dos semanas de vacaciones, una paga, una situación de vivienda digna, acceso a internet" o "incluso un año sabático después de cinco años de trabajo".

Lo cierto es que las estadísticas no mienten. El número de religiosas bajó en casi 100.000 en la última década. Los últimos datos oficiales del Anuario Pontificio, de 2018, contabilizan 659.445 religiosas, mientras que hace 10 años eran 743.400. En muchos casos estas mujeres abandonan por "problemas emocionales, historias personales llenas de heridas" relacionadas con la vida tras la ordenación, como admite el prefecto de la congregación para la vida religiosa del Vaticano.

"Cuando la autoridad se interpreta como poder y no como servicio se puede llegar a situaciones dolorosas. Creo que las personas que desempeñan funciones de liderazgo también deberían aprender a compartir la vida y todas las necesidades con la comunidad como cocinar o limpiar", culmina Braz de Aviz, citando al Papa Francisco.

Toda la información en www.religiondigital.org


lunes, 27 de enero de 2020

Se cumplen 75 años de la liberación del campo de Auschwitz


27/01/2020

Guía para negacionistas: las pruebas del horror de la Shoa

Cuando se cumplen 75 años de la liberación del campo de Auschwitz, todavía hay quien sostiene que el Holocausto es un cuento de los aliados y de Israel



Redacción El HuffPost

“De cualquier manera que termine esta guerra, la guerra contra vosotros la hemos ganado; ninguno de vosotros quedará para contarlo, pero incluso si alguno lograra escapar, el mundo no lo creería. Tal vez haya sospechas, discusiones, investigaciones de los historiadores, pero no podrá haber ninguna certidumbre, porque con vosotros serán destruidas las pruebas. (...) La gente dirá que los hechos que contáis son demasiado monstruosos para ser creídos: dirá que son exageraciones de la propaganda aliada, y nos creerá a nosotros, que lo negaremos todo. No a vosotros”.
Por si no fuera suficiente con lo que les hacían, los miembros de las SS avisaban a sus prisioneros (judíos, gitanos, discapacitados, republicanos españoles...) de que, por mucho que contaran lo que pasaba en los campos, nadie les iba a hacer caso. Lo dejó escrito Simon Wiesenthal, apresado en Mauthausen, superviviente reconvertido en cazanazis. Aún hoy, 75 años después del horror, de la liberación del icónico campo de Auschwitz, hay quien niega la mayor: aquello no pasó, no es creíble, no es posible, no hay pruebas, es todo una exageración de los aliados para demonizar a Alemania o un relato bien montado para defender el Estado de Israel


Los nazis trabajaron a fondo para borrar sus huellas: enterramientos masivos bien ocultos, cuerpos quemados, edificios y campos de labor encima de los que habían sido campos de exterminio... Los muertos no hablan, los apresados nunca fueron censados, y eso complicaban las cosas. También la escasez de documentos oficiales que dejaron a su espalda y en los que las cosas se llamaban por otro nombre: no se hablaba de gaseamiento, exterminio, genocidio, fusilamientos, hambruna, cámaras de gas ni nada por el estilo, sino de “muerte piadosa”, “solución final”, “tratamiento especial”, “evacuación”, “eutanasia”, “acción especial”... Cualquier eufemismo valía frente al exterminio masivo de seres humanos que llevaban a cabo. 

Pero, pese a quien pese, hay datos, hay documentos, hay restos, hay supervivientes, hay fotografías e imágenes en movimiento, hay informes de las inteligencias occidentales (esas que sabían desde hacía mucho y no actuaron tan pronto como hubieran debido) que constatan que la Shoa pasó, que no fue una mentira. Es genocidio que acabó con la vida de seis millones de judíos, siete millones de civiles soviéticos (1,3 judíos), tres millones de prisioneros rusos (50.000 judíos), 1,8 millones de civiles polacos no judíos, 312.000 civiles serbios, 250.000 discapacitados, 220.000 gitanos, 70.000 asociales, homosexuales y delincuentes y 1.900 testigos de Jehová. Son datos del Museo del Holocausto de Washington.


Lo que ellos mismos dejaron por escrito

Los nazis buscaban la perfección de la raza, del ser ario, por eso exterminaron a todos aquellos que, a su forma de ver, degeneraban a la raza alemana. Dentro de esos “degenerados”, estaban los judíos.



Ya en 1935 se dictaron las leyes de Núremberg, en las cuales se decía que una persona era alemana si tenía cuatro abuelos alemanes, y judío si tenía cuatro abuelos judíos, quedaba el intermedio de mestizo (Mischling) si tenía al menos un abuelo judío. Así comenzó a prohibirse por ley, toda unión entre los alemanes verdaderos y los judíos. Estos últimos tampoco fueron reconocidos como ciudadanos.

Pero la “solución final al problema judío” ya venía de antes: Adolf Hitler había escrito su primer documento político contra los judíos en 1919. Ya allí decía que debían ser removidos de toda Europa de una forma eficiente. El 9 de noviembre de 1938 empezó la persecución real, durante la Noche de los cristales rotos, cuando fueron deportados 30 mil judíos a campos de concentración en Sachsenhausen, Buchenwald y Dachau.
Así se los aisló totalmente de la sociedad alemana, para luego echarlos del país. Pero tras la invasión de Polonia en 1939, la segregación se volvió cada vez más maligna, al tener un plan detallado para aniquilarlos por completo. Todos los judíos fueron deportados a los guetos del país. Pero paralelamente había fusilamientos y matanzas de comunidades enteras en los países ocupados como la Unión Soviética y otros países del este de Europa. Había escuadrones especializados llamados Einsatzgruppen, que se ocupaban de estos temas.
También las SS organizaban fusilamientos, y también se valían de camiones de gas, conocidos como camiones fantasma. Furgonetas totalmente cerradas que se valían del monóxido de carbono que sale del caño de escape del auto para asfixiar y matar a quienes iban en su interior. De todo esto hay material gráfico. 


Ya en 1940 se usaban para exterminar a los enfermos mentales, y luego se aplicaron a los judíos. Pero Rudolf Hess, figura clave en la Alemania nazi, cuenta en sus memorias -de primera mano- que este método se consideraba muy caro y complicado, por lo que se buscó uno más barato y sencillo. 
Así comenzaron a usar un gas producido industrialmente por los laboratorios Degesch yTesch, bajo licencia de IG-Farben (Bayer). Se trataba del Zyklon B, un ácido cianhídrico que mató a millones de personas en los campos de exterminio de Auschwitz-Birkenau y Majdanek. Hay pruebas de que Tesch proporcionaba 2000 kilos de este gas al mes, y Degesch 750 kilos.

Durante la Conferencia de Wannsee, el 20 de enero de 1942, la cúpula nazi decidió acelerar la Solución Final. Adolf Eichmann, encargado de la logística de la Solución Final, confesó en 1961 que en esta conferencia se estudió a fondo el mejor método para exterminar a los judíos de Europa de la forma más rápida posible.


Se tomaron varias medidas, la más “benéfica” fue deportar a miles de judíos a los frentes para que realizaran trabajos forzados. Pero la idea era que trabajasen hasta morir, literalmente.

En esa conferencia evaluaron que habría unos 11 millones de judíos en Europa, y pergeñaron los métodos para poder deportarlos a todos hacia los campos de exterminio. Todo lo que se habló en esta reunión quedó por escrito, y fue descubierto y utilizado en los juicios de Núremberg contra los jerarcas nazis.


Para el exterminio en masa, conocido como Operación Reinhard, se crearon los campos polacos de Belzec, Sobibor y Treblinka, donde también se utilizó el Zyklon B. Sobre todo esto hay pruebas, muchas pruebas. 3.000 toneladas de documentos escritos oficiales de los nazis, autobiografías, memorias y testimonios de nazis como Josef Goebbels, Rudolf Hoess y Hermann Goering. Miles fotografías, material filmado, miles y miles de testimonios de sobrevivientes judíos, que no se acabaron ni se perdieron con el fin de la guerra ni con los bombardeos aliados, como sostienen algunos llamados historiadores. Y miles de cuerpos de las víctimas que no fueron cremadas.

Ahora queda recordar la verdad y no olvidarla, para no repetirla. 



domingo, 26 de enero de 2020

El collar de perlas de la egregia Ana Botella


Ana Botella, la insigne, egregia, ilustre y brillante alcaldesa de Madrid, Licenciada en Derecho (según argumentaba el inefable fascista Francisco “Paco”  Marhuenda), esposa del nefasto, hipócrita, mentiroso, ególatra ex presidente del gobierno, José María Aznar cuando dijo lo de “Bilbado” no se refería a ningún pescado de la familia del “bacalado” sino a la capital  de la provincia y territorio histórico de Vizcaya, en la comunidad autónoma del País Vasco.

Cerveza...¡muy fría!!!!!


Prohibido orinar


¡Ayyy señor....señor....!


Salida


Pablo Married


"No va a venir ningún socialista ni comunista a decir cómo tengo que educar a mis hijos”. 


En lo más profundo de su alma: “Prefiero el fascismo puro y duro del Nacinalcatolicismo.”

sábado, 18 de enero de 2020

No es un pecado...es delito!!!!


Víctimas de abusos sexuales de la Iglesia en Navarra se concentran frente al Arzobispado: "No es pecado, es delito"

Al grito de "arzobispo encubridor" y rompiendo y tirando "las denuncias de abusos sexuales de la Iglesia a la basura", los convocantes han denunciado que "el arzobispo sigue sin asumir ninguna responsabilidad"
"Hoy sufrimos las secuelas personales, psicológicas y sociales de aquellos abusos que no son pecados como afirman, son delitos graves que la Justicia se niega a reconocer y perseguir", han censurado


18/01/2020

eldiario.es

Imagen de los convocantes durante la manifestación que ha tenido lugar frente al Arzobispado de Pamplona Eldiario.es Navarra

Alrededor de 200 personas se han concentrado este sábado frente a la sede del Arzobispado de Pamplona para denunciar que el arzobispo, Francisco Pérez –quien se encontraba en Madrid durante la manifestación–, "sigue sin asumir ninguna responsabilidad en los abusos de pederastia producidos en su Archidiócesis".

Al grito de "arzobispo encubridor" y creando una performance en la que han roto y tirado "las denuncias de abusos sexuales de la Iglesia a la basura", los manifestantes han denunciado el caso omiso que se realiza a las denuncias sobre abusos sexuales si el suceso ocurre en el ámbito de la Iglesia. De esta manera, los convocantes han portado una pancarta con el lema 'Abusados, Silenciados, Ignorados'. Durante la manifestación se han coreado cánticos como 'No es un pecado, es delito', 'Concordato abolición', 'Fuimos abusados, ahora silenciados' o 'Con la prescripción no hay reparación'.
"Para que tiren nuestras denuncias a la papelera ya lo hacemos nosotros. Esta es la confianza que tenemos en la justicia canónica", ha manifestado Marcos Leyún, miembro de la Asociación de Víctimas de Abusos en Navarra que, junto con Mikel Eciolaza, han leído en castellano y euskera un comunicado en el que han criticado que, en sus reuniones con el Arzobispado para reclamar "verdad, justicia y reparación, no hemos encontrado ninguna de las tres cosas". "Sentimos que nuestro relato no les importa, que nuestro dolor no les afecta. No quieren pedir perdón porque eso supondría reconocer un delito", han censurado.


"Nosotros sufrimos las consecuencias de los abusos enmarcados en un nacionalcatolicismo franquista que no ha cambiado lo suficiente; sufrimos abusos de pederastia siendo niños inocentes, no sabíamos ni entendíamos lo que nos sucedía", han manifestado los convocantes. "Hemos permanecido en silencio por ignorancia, por ser niños inocentes, por vergüenza incomprensible y por miedo", han explicado. "Hemos decidido denunciar porque la vergüenza la tienen que tener nuestros abusadores pederastas, no nosotros sus víctimas", han resaltado.



Dos de los denunciantes de abusos sexuales rompiendo y tirando sus propias denuncias a la basura Eldiario.es Navarra


"Hoy sufrimos las secuelas personales, psicológicas y sociales de aquellos abusos que no son pecados como afirman, son delitos graves que la Justicia se niega a reconocer y perseguir", han censurado.
Han lamentado que "el inicialmente esperanzador mensaje del papa Francisco contra la pederastia y los abusos sexuales de los miembros del clero no cala en ellos" y han criticado que el arzobispo de Pamplona, Francisco Pérez, "elude la culpa a pesar de ser directo responsable del Colegio Diocesano del Puy de Estella, donde se produjeron múltiples abusos". "Para ello se ampara en la prescripción del delito y en el fallecimiento del director del colegio" y "en los casos producidos y denunciados en otros cinco colegios religiosos afirma no tener autoridad alguna porque estos tienen independencia canónica", han reprochado.

Asimismo, han desconfiado de las palabras del presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez, quien afirmó en un congreso en la Universidad de Navarra "que se había terminado la impunidad con la pederastia en la Iglesia Católica" y "que el protocolo que desarrollan será implacable con los abusos a niños". "No piensan mover un dedo con los abusos a niños", han asegurado desde la asociación, para manifestar que "aquí estamos y estaremos denunciando". "No somos pocos los abusados, somos la punta del iceberg", han subrayado.

En esta concentración, Marcos Leyún ha anunciado que el próximo 14 de febrero, la Asociación de Víctimas de Abusos con la colaboración de la UPNA, va a celebrar una jornada sobre la pederastia en la Iglesia en Navarra, con la presencia de catedráticos de diferentes universidades que abordarán el tema desde el punto de vista judicial y psicológico. Al respecto, ha pedido una ayuda económica a los asistentes para que se publique el contenido íntegro de esta jornada que "será el primer documento publicado en España sobre esta cuestión.

Geroa Bai propone que los delitos de abusos a menores no prescriban


Esta manifestación se produce la misma semana que Geroa Bai ha registrado en el Parlamento foral una moción en la que insta al Gobierno de Sánchez a modificar el Código Penal para que los delitos de abusos sexuales a menores, tal y como sucede actualmente con otros delitos, no prescriban o, en su defecto, a que aumenten "considerablemente" los plazos máximos que permiten su prescripción.

"Actualmente, se produce una grave discrepancia entre la opinión de los expertos, que afirman que lo habitual es que transcurran bastantes años hasta que los niños abusados sean conscientes de los abusos que sufrieron y más todavía hasta que sean capaces de denunciarlos, y el actual Código Penal español, que señala una prescripción que se ha demostrado excesivamente temprana", ha afirmado en una nota el parlamentario Jabi Arakama, proponente de la moción.

Una sociedad mal informada debilita la democracia


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