Esto
es lo que tienen que saber las personas que nunca han tenido un
orgasmo
Paciencia,
disfruta mientras exploras y pruebas cosas nuevas. Recuerda que es un
viaje, no una carrera.
Por
Caroline
Bologna
03/09/2022
Si
nunca has tenido un orgasmo, es fácil que pienses que tu cuerpo es
defectuoso, pero la realidad es que hay muchas cosas que pueden
provocar la incapacidad de llegar al orgasmo y también muchas formas
de solucionarlo.
Según Sadie
Allison,
sexóloga, escritora y fundadora de la tienda de juguetes
sexuales TickleKitty,
ser anorgásmica puede
deberse a “inhibiciones en el dormitorio, creencias culturales o
religiosas que dificultan la relajación mental, problemas médicos,
ciertos medicamentos, malas experiencias pasadas y problemas en la
relación”.
Los
traumas del pasado, la sensación subconsciente de vergüenza o
miedo, la incomodidad con tu cuerpo, la ansiedad o incluso el simple
desconocimiento de tu anatomía también pueden ser factores de
anorgasmia.
“Una
de las principales razones es la falta de educación sobre la
anatomía sexual, la excitación, el placer y el clítoris”, añade
Allison. “Desgraciadamente, estas cosas no se enseñan en la
escuela. La buena noticia es que se pueden practicar y aprender”.
Pero,
¿cómo aprender y practicar si nunca has tenido un orgasmo? A
continuación, Allison y otros terapeutas sexuales comparten sus
consejos.
No
hay nada “roto” en ti
Si
nunca has tenido un orgasmo, es importante que entiendas que no estás
sola y que no hay nada defectuoso en ti. Se trata de una experiencia
frecuente, especialmente para las personas con vulva.
De
hecho, los estudios sugieren que aproximadamente el 10%
de las mujeres no
han tenido nunca un
orgasmo, y el 50% no
suele experimentar
orgasmos durante las relaciones sexuales.
“No
estás rota”, afirma Kate
Balestrieri,
terapeuta sexual y fundadora de Modern
Intimacy.
“Los orgasmos y el placer pueden ser complejos, tienen múltiples
niveles y son imprevisibles, especialmente si tienes menos
experiencia de la que te gustaría con los orgasmos. Abstente de
juzgarte o avergonzarte a ti misma si aún no has sentido un
orgasmo”.
Intenta
conocer tu cuerpo
“La
mayoría de las personas alcanzan su primer orgasmo con la
masturbación y no en pareja”, asegura Keeley
Rankin,
asesora sexual y de relaciones. “Estar con una nueva pareja supone
una dinámica nueva y compleja. Y aunque es sexy y divertido, para la
gente que busca un orgasmo, suele ser más estresante”.
En
vez de empezar a investigar en pareja, empieza con tu propio cuerpo,
por ti misma. Explora qué zonas son tus puntos débiles y ponte
cómoda para masturbarte.
“Elige
un lugar donde tengas intimidad y ponte cómoda”, aconseja Nazanin
Moali,
terapeuta sexual y presentadora del podcast Sexology.
Moali
recomienda empezar generando excitación psicológica leyendo o
escuchando contenido sexualmente explícito o romántico, lo que más
te excite.
“Cuando
te sientas excitada, te recomiendo que anotes todas las sensaciones
de tu cuerpo, de la cabeza a los pies”, dice Moali.
También
puedes frotarte aceite de masaje por todo el cuerpo. Respira hondo
lentamente para liberar cualquier tensión.
“Empieza
tocándote y acariciándote la cara y el cuello y prueba con
diferentes tipos de caricias”, aconseja. “El objetivo de las
primeras veces es conocer las diferentes sensaciones que te puede dar
tu cuerpo. Hazlo simplemente con la intención de conocer tu cuerpo y
explorarlo, sin presiones. Cuando estés preparada, pasa lentamente a
la zona genital y presta atención a los tipos de caricias que te
hacen sentir bien”.
Puedes
utilizar los dedos, las palmas, un vibrador o cualquier otro juguete
sexual. Familiarízate con las diferentes sensaciones.
No
pienses en el orgasmo como objetivo
“Al
principio, descarto el orgasmo como objetivo”, dice la terapeuta
sexual y psicóloga Megan
Fleming.
“El objetivo es volver a los fundamentos de dar y recibir placer.
La presión de tener un orgasmo suele ser gran parte del problema que
inhibe la excitación”.
En
lugar de concentrarte en tener un orgasmo, intenta centrarte en el
placer de la excitación, la conexión con tu cuerpo o con el de tu
pareja, la creatividad y el goce general.
“Replantéate
tus expectativas sexuales”, recomienda Balestrieri. “Muchas
personas organizan el sexo en torno a la penetración y piensan en el
orgasmo como la cúspide y el modo de alcanzar el placer, pero eso
invalida las innumerables formas de placer que pueden aumentar la
probabilidad de llegar al orgasmo. Sustituir el objetivo de tener un
orgasmo por el de experimentar placer y diversión puede,
paradójicamente, hacer que los orgasmos sean más alcanzables”.
Préstale
atención al clítoris
“Los
encuentros sexuales que vemos en las películas muestran sobre todo
sexo con penetración”, dice Zoë Ligon, educadora sexual y
fundadora de Spectrum
Boutique.
“Y aunque algunas mujeres pueden llegar al orgasmo solo con la
penetración, la gran mayoría necesita estimulación externa o
estimulación externa e interna para llegar al orgasmo. Nuestra
cultura a menudo ignora la estimulación del clítoris, así como el
tiempo que se necesita para generar la excitación necesaria para
alcanzar el orgasmo”.
Ligon
espera que la sociedad siga distanciándose del coito con penetración
como forma estándar del “sexo” y trata de enseñarles a las
personas con vulva y a sus parejas la importancia del clítoris para
alcanzar el orgasmo.
“Préstale
atención al clítoris”, coincide Allison. “Si todavía estás
aprendiendo dónde está el clítoris o cómo darle placer, este es
un buen punto de partida. El clítoris tiene unas 8.000 terminaciones
nerviosas y es el principal responsable de la creación de orgasmos.
Aunque hay otros tipos de orgasmos como el del punto G, el
penetrativo o el anal, son más complicados, así que primero
concéntrate en el clítoris”.
Defiende
tu placer
A
la hora de practicar sexo en pareja, es fundamental una buena
comunicación. Cada persona es diferente, así que no te cortes a la
hora de explicar cómo te gusta que te toquen.
“No
tengas miedo de decirle a tu pareja lo que te hace sentir bien y lo
que no”, aconseja Kimberly
Resnick Anderson,
terapeuta sexual y profesora de psiquiatría en la UCLA. “Te
sorprendería lo que puede conseguir una conversación sobre gustos y
fantasías sexuales. Si te da demasiada vergüenza hablar de sexo con
tu pareja, estás perdiendo la oportunidad de aumentar tu
satisfacción sexual”.
La
conversación puede ser incómoda, especialmente con una nueva
pareja, pero mantener un diálogo abierto os vendrá bien a ambos.
“El
orgasmo consiste en entregarse al momento, al placer de tu cuerpo y a
la otra persona”, resume Jenni
Skyler,
terapeuta sexual y directora de The Intimacy Institute. “Si estás
con una nueva pareja, la confianza aún se está desarrollando y, por
tanto, puede ser complicado”.
Hagas
lo que hagas, no finjas un orgasmo, o deja de hacerlo si ya tienes
esa costumbre.
“A
veces, las mujeres fingen los orgasmos para complacer a su pareja”,
dice Moali. “Sin embargo, si lo haces también le estás enviando
una información errónea a tu pareja sobre lo que te gusta. En vez
de hacer eso, céntrate en ir más despacio y sentir curiosidad por
los tipos de caricias que te hacen sentir placer. Dedicar más tiempo
a los preliminares te ayudará a generar suficiente excitación, lo
que acortará la brecha de excitación entre tu pareja y tú”.
No
dejes de experimentar
Nunca
dejes de probar cosas nuevas, ya sean técnicas o juguetes. Resnick
Anderson sugiere expresar el placer para facilitar el orgasmo.
“Las
investigaciones han demostrado que expresar el placer durante el sexo
puede facilitar el orgasmo”, explica. “Las mujeres tienen más
probabilidades de llegar al orgasmo durante el coito si controlan la
velocidad, la profundidad y el ángulo de la penetración con
posiciones como la vaquera o la vaquera invertida”.
Resnick
Anderson también recomienda consumir porno alternativo, como los
vídeos concebidos para el público femenino o los relatos eróticos.
Incluso algo tan sencillo como dejarte los calcetines puestos puede
hacer que te sientas más cómoda y relajada.
“Activa
tantos sentidos como puedas”, añade, señalando que a algunas
personas les cuesta salir de su cabeza y entrar en su cuerpo.
“Cuantas más sensaciones experimentes al mismo tiempo, más fácil
será conectar con tu cuerpo. Pon a prueba tus sentidos haciendo que
participen el oído, la vista, el gusto, el olfato y el tacto, todos
a la vez. Cuando el cerebro está ocupado escuchando, oliendo,
saboreando, viendo y tocando, es más fácil ignorar los pensamientos
intrusivos o estresantes”.
Cómprate
un nuevo vibrador u otros juguetes sexuales para el sexo en solitario
o en pareja. Prueba un lubricante. Y presta atención a los distintos
tipos de experiencias que te dan placer o te excitan.
“No
te limites a lo que crees que debería excitarte. Date permiso para
explorar fantasías y material erótico para descubrir a qué
responde tu cuerpo”, comenta Balestrieri. “No te juzgues. Las
fantasías son solo fantasías y no dicen nada de ti como persona. A
menudo, las fantasías nos brindan una experiencia emocional o
sensorial que no podemos (y puede que ni siquiera queramos)
experimentar en la vida real. Piensa en el sexo como un juego y
déjate llevar por la emoción”.
Busca
ayuda profesional
Si
te preocupa tu incapacidad para llegar al orgasmo, también puedes
buscar ayuda profesional.
“En
primer lugar, acude a un especialista en medicina sexual para
asegurarte de que no te ocurre nada físico: problemas hormonales,
dolor pélvico, problemas en algún tejido...”, aconseja la
terapeuta y educadora sexual Nicoletta
Heidegger.
“No son ginecólogos o urólogos normales, sino médicos con
formación especializada en medicina sexual y funcionamiento sexual”.
Si
no te diagnostican problemas médicos, el siguiente paso es acudir a
un sexólogo o a un asesor sexual.
También
hay una serie de aplicaciones, libros y otros recursos que pueden ser
útiles. Heidegger recomienda Come
as You Are y Becoming
Cliterate,
de Laurie Mintz. A Ligon le gusta Girls
& Sex,
de Peggy Orenstein.
“Con
muchas otras actividades, como conducir o cambiar una rueda,
aprendemos viendo tutoriales, leyendo o yendo a clase. No hay que
avergonzarse de que esto no surja de forma natural. Puede que
necesites práctica, ayuda, herramientas, educación y apoyo, y no
hay absolutamente nada de malo en ello”, tranquiliza Heidegger.
También
puede ser útil hablar con un psicólogo sobre cualquier mala
experiencia sexual que hayas vivido en el pasado.
“Explícale
cualquier vergüenza que sientas sobre el sexo”, aconseja
Balestrieri. “La vergüenza es una experiencia inhibidora. Nos hace
sentir pequeños e indignos, es una barrera enorme para el orgasmo”.
Ten
paciencia
“Lo
primero que les explico a mis clientas es que suele ser un largo
viaje, no para asustarlas, sino para que tengan unas expectativas
realistas”, advierte Rankin. “No hay una pastilla mágica para
llegar al orgasmo. Suele ser un viaje profundo a través de la propia
sexualidad, las heridas emocionales, los bloqueos psicológicos, las
creencias y el aprendizaje de nuevas habilidades”.
La
paciencia es la clave. Prepárate para pasar mucho tiempo con tu
cuerpo e intenta mantenerte relajada y optimista. Céntrate en
explorar, en pasártelo bien y en disfrutar de las sensaciones del
momento.
“Mantente
positiva y sé paciente”, recomienda Allison. “No te desanimes ni
sientas que hay algo mal en ti. A veces puede ser simplemente una
nueva técnica de caricias o un vibrador que te sorprenda con una
sensación especial, o incluso una nueva pareja que te aporte ese
algo especial. Paciencia, disfruta mientras exploras y pruebas cosas
nuevas. Recuerda que es un viaje, no una carrera”.
Este
artículo fue
publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Estados Unidos y ha sido
traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.