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sábado, 11 de junio de 2022

 


Aznar no descarta volver a la política y Joan Baldoví le hace esta observación aplastante:

Tu país te pide que te quedes dónde estás. Y, si puede ser, callado. No te necesitamos. En serio. Ya hiciste mucho daño hace 20 años”


 


Hacer cola en los baños de mujeres en festivales ya no será una tortura

BY SHARON ARISPE

08/06/2022 

Es época de festivales y eventos multitudinarios al aire libre. Con el fin de las restricciones hemos vuelto con más ganas que nunca de disfrutar de ellos, sin embargo, estas ganas no son las mismas de encontrarnos con las eternas colas en los baños de mujeres que suelen haber en estos sitios. Normalmente, las letrinas que se habilitan tampoco son demasiado higiénicas y suelen ser escasas para la demanda total que hay.

Por el cuidado de nuestra salud e higiene, y debido a algunas dificultades fisiológicas, no podemos miccionar en cualquier lugar y necesitamos de algo más de intimidad que nuestros compañeros hombres. Por este motivo, el festival 'Primavera Sound' ha sido el primero en introducir unos baños de mujeres innovadores fabricados y distribuidos por la empresa Lapee, y que tras su éxito en otros países como Japón, Francia o Estados Unidos, han traído sus productos a España.


La solución a las largas colas en los baños de mujeres

Si eres una habitual en conciertos o eventos multitudinarios, quizá hayas caído en cuenta de unos urinarios externos preparados para hombres, que a diferencia de las cabinas, permitían ser utilizados por más de una persona a la vez. ¿Cuántas veces no has soñado con algo similar para los baños de mujeres?, pues ahora ese tipo de urinarios ya son una realidad para nosotras, un paso más hacia la igualdad de condiciones.

La empresa danesa Lapee, lanzó al mercado una actualización de estos urinarios tomando en cuenta las necesidades de las mujeres, con el objetivo principal de reducir las colas en los baños de mujeres. Su diseño funcional y eficiente, muy parecido al de los hombres, pero atendiendo a nuestra anatomía, permiten a varias usuarias hacer uso de ellos a la vez sin poner en riesgo nuestra privacidad, uno de los puntos que más preocupan, y siendo más higiénicos que miccionar de cuclillas o en las letrinas después de dos horas de festival.

La directora general de esta empresa, Gina Périer, comenta que “la iniciativa surge cuando detectamos que en los eventos multitudinarios celebrados en espacios abiertos no se tiene en cuenta a todas aquellas personas que orinan de cuclillas y, por el contrario, es muy común ver urinarios masculinos”. El trabajo por adaptar estos festivales para todas y todos, es importante en cuanto a la reducción de desigualdades, ya que aunque los baños de mujeres parezcan un tema secundario, no lo son por tratarse de nuestra salud e higiene.



Así son estos urinarios femeninos

El Primavera Sound, celebrado en Barcelona, ha sido el primero en introducir estos nuevos urinarios. Lo han hecho al considerar las ventajas que ofrecían, como que 3 personas podrían utilizarlos a la vez, reduciendo así grandemente las colas, por su disposición que asegura la intimidad necesaria para realizar nuestras necesidades, a la vez de aportar más seguridad, ya que la cabeza queda al descubierto y podemos tener control sobre lo que ocurre en el exterior. Nadie nos abrirá una puerta con el seguro roto sin querer.

Además, estos urinarios, cuentan con dispensadores de desinfectantes de mano individuales y gracias a su diseño, no será necesario tocar puertas para entrar o salir. Gracias a ellos ya podremos decirles adiós a esas infumables colas en los baños de mujeres.



 

El almirante Luis Carrero Blanco subió a los cielos...




Carrero Blanco: el marino filonazi y antisemita que pudo liderar el franquismo sin Franco

El golpe de Estado. La sublevación de una parte del Ejército contra la República sorprendió a Luis Carrero Blanco en Madrid. El entonces capitán de corbeta y profesor de la Escuela de Guerra ...

Carlos Hernández

elDiario.es

8 de junio de 2022 

El 9 de junio de 1973 Franco dejaba de ser presidente del Gobierno y entregaba el relevo a quien llevaba siendo su mano derecha desde hacía varias décadas. El almirante Luis Carrero Blanco se convertía en el sucesor político del dictador. El nuevo presidente tenía un mandato para el que se sentía plenamente capacitado: garantizar la continuidad de aquel régimen totalitario tras la muerte del tirano. Nada más jurar su cargo ante el todavía pero ya decrépito Jefe del Estado, Carrero se reunió durante 45 minutos con el entonces príncipe Juan Carlos de Borbón, el hombre que estaba llamado a jugar el papel de marioneta en el franquismo sin Franco. El veterano marino tenía 69 años y estaba convencido de que el futuro de España pasaba por una monarquía de corte autoritario que él tutelaría como siempre había hecho, con mano de hierro. Aquel plan se vio frustrado siete meses después, cuando ETA acabó con su vida en Madrid. 

¿Cómo habría sido aquel postfranquismo dirigido por Carrero? Es imposible saber la respuesta, pero repasando su carrera, su ideología y sus discursos podemos entender mejor por qué la figura del almirante suponía una seria preocupación para los sectores sociales y políticos que deseaban el regreso de la democracia a nuestro país. Una preocupación que también se respiraba en la mismísima Casa Blanca y que provocó dudas sobre la participación directa o indirecta de la CIA en el atentado que le eliminó de la ecuación.

El golpe de Estado

La sublevación de una parte del Ejército contra la República sorprendió a Luis Carrero Blanco en Madrid. El entonces capitán de corbeta y profesor de la Escuela de Guerra Naval había coincidido con Franco en uno de los episodios de la guerra de Marruecos: el desembarco de Alcazarseguer, en abril de 1925. Posteriormente, a comienzos de los años 30, volvió a tratar con el futuro dictador mientras este ocupaba la Comandancia General de Baleares. A pesar de ello y de no comulgar con el régimen republicano, no hay constancia de que participara directamente en la sublevación. Aun así, tras el rápido fracaso del golpe en la capital, Carrero se refugió sucesivamente en las embajadas de México y Francia. En el verano de 1937 logró escapar a la zona controlada por los golpistas y se sumó a su ejército, combatiendo al mando de buques como el submarino General Sanjurjo o el crucero Canarias

Consejos a Franco sobre entrar en la II Guerra Mundial

Tras la victoria franquista, de la mano de un destacado líder falangista, Carrero entró a formar parte del Consejo Nacional de la FET y de las JONS. El 12 de junio de 1940 España expresó su apoyo implícito a Hitler y Mussolini en la II Guerra Mundial, dejando de considerarse “neutral” y pasando a declararse estado “no beligerante”.

En noviembre de ese año, Carrero Blanco redactó para Franco el primero de una serie de informes sobre política internacional. En él, a diferencia de lo que han mantenido algunos historiadores e investigadores, Carrero no hizo una defensa a ultranza de la neutralidad de España en el conflicto. Tal y como destacan otros académicos como Antonio Téllez Molina, lo que hizo es aconsejar al dictador que retrasara su entrada en la guerra hasta que Berlín y Roma controlaran el Mediterráneo para así garantizar el abastecimiento de alimentos, materias primas y armamento: “En resumen —escribió Carrero— todo parece indicar que, antes de la caída del Canal de Suez, España no entrará en la guerra, pero que tan pronto como dicho Canal pase a poder de las potencias del Eje, cambiarán fundamentalmente los aspectos de la cuestión y cabe pensar en que V.E. decida nuestra intervención en el conflicto”.

Tiene claro cuál es su bando en la guerra

Impresionado por sus informes, Franco nombró a Carrero Jefe del Estado Mayor y le incluyó en su círculo de confianza al otorgarle el cargo de subsecretario de la Presidencia. Ocupando ya ambos puestos, el cada vez más influyente militar continuó desgranando sus preferencias en los informes que entregaba al dictador. En ellos explicaba por qué nazis alemanes y fascistas italianos merecían todo el apoyo de nuestro país: “Porque el Eje lucha hoy contra todo lo que es el fondo anti-España”. Y esa “anti-España”, para Carrero, la representaban las democracias occidentales y la URSS: “Ha llegado a constituirse por una acción personal de Roosevelt, al servicio de las logias y de los judíos, es realmente el frente del poder judaico, donde alzan sus banderas todo el complejo de democracias, masonería, liberalismo, plutocracia y comunismo, que han sido las armas clásicas de que el Judaísmo se ha valido para provocar una situación de catástrofe que pudiera cristalizar en el derrumbamiento de la Civilización Cristiana”. 




El antisemita

El odio visceral a los judíos del futuro almirante no solo quedó reflejado en informes como el anteriormente citado. En 1941 publicó el libro España y el mar en el que realizaba una auténtica oda antisemita: “España, paladín de la Fe de Cristo, está otra vez en pie contra el verdadero enemigo: el Judaísmo. Se trata de una fase más de la lucha que secularmente sacude al Mundo. Porque el Mundo, aunque no lo parezca, aunque en apariencia sus contiendas tengan su origen en causas muy distintas, vive una constante guerra de tipo esencialmente religioso. Es la lucha del Cristianismo contra el Judaísmo. Guerra a muerte, como tiene que ser la lucha del Bien contra el Mal, de la verdad contra la mentira, de la luz contra la oscuridad”.

El represor

El consejero de Franco empezó a ser consciente a finales de 1942 de que la guerra no iba como “su España” esperaba y deseaba. Siguió defendiendo el compromiso del régimen franquista con Hitler: “Es evidente que España tiene una decidida voluntad de intervención al lado del Eje, por cuanto este combate a nuestros enemigos naturales que son ese complejo de democracias, masonería, liberalismo, plutocracia y comunismo, armas con las que el poder judaico trata de aniquilar la Civilización Cristiana…”, pero ahora insistía especialmente en que “la situación actual” del país impedía una “intervención normal” en la contienda. Por lo que pudiera pasar en la contienda, aconsejaba a Franco que estuviera prevenido para endurecer todavía más la represión interna: “Cortando en seco cualquier intento de perturbación y disidencia a que los posibles vaivenes de la marcha de la guerra puedan dar pábulo”.

Empieza a cambiar de chaqueta y apela a “la hegemonía blanca”

Las sucesivas derrotas de sus camaradas alemanes llevaron a Carrero a ir cambiando el tono y el fondo de sus informes. En 1944 ya no culpaba a los judíos ni a las democracias del conflicto bélico, sino a “la astucia soviética” y al “plan Lenin”. Aun así, seguía despreciando abiertamente el sistema democrático: “Utopía es, y enorme, el suponer que todos los hombres (y hasta las mujeres) de una nación están capacitados para exponer su opinión, en sufragio universal, sobre cómo debe gobernarse su país”. Viendo imposible el triunfo de Hitler, Carrero sugirió a Franco buscar un acuerdo con Estados Unidos y Gran Bretaña al que se pudiera incorporar la Alemania nazi. Un acuerdo basado en lo que llamó “Plan de hegemonía de la raza blanca”. Su apuesta era una “comunidad europea” para hacer frente al comunismo y repartirse áreas de influencia con EEUU. El objetivo, según él, debía ser que “los blancos civilicen cristianamente a los pueblos de su zona de influencia” y apelar a la “ayuda mutua de los blancos para combatir a la URSS y al Japón”. 

Guarda las esvásticas en un cajón

La derrota alemana empujó al subsecretario a buscar la supervivencia de su dictadura congraciándose con Estados Unidos y Gran Bretaña: “De momento y con urgencia es el catolicismo y el anticomunismo lo que conviene esgrimir y a lo que hay que sacar todo el partido posible”, aconsejó a su “Caudillo”. Carrero sabía que el catolicismo les distanciaba del nazismo y el anticomunismo les alineaba con los Aliados: “Inglaterra y los EEUU nos necesitan para luchar contra el imperialismo ruso”. Entre 1945 y 1947 su lema fue “orden, unidad y aguantar”.

Defensor y protector de los líderes nazis

Ese cambio de estrategia era puro maquillaje. Carrero, como el resto de dirigentes del régimen, trató de proteger a los nazis que se habían refugiado en nuestro país. De los más de 700 alemanes cuya repatriación fue exigida por los Aliados, la España franquista entregó a poco más de 200. “La mayoría eran de segunda y tercera categoría”, aclaraba el periodista José María Irujo, que investigó a fondo el tema: “Los más importantes, en cambio, esto es, los de primera categoría, recibieron el apoyo de la policía española, de la Iglesia y de los altos cargos del gobierno de Franco”.

Carrero Blanco impidió la extradición de, al menos, tres de estos hombres: Alfred Menzell, Joaquim von Knobloch y Kurt Meyer. El consejero de Franco justificó así, ante el ministro de Asuntos Exteriores, la necesidad de salvar a uno de ellos: “Su inclusión en la lista debe ser un error de funcionarios y creo que procede en justicia rectificarlo, máxime cuando se trata de una persona que combatió por nosotros en nuestra guerra”. Carrero mantuvo buenas relaciones, durante décadas, con estos y otros nazis afincados en España como el célebre coronel de las Waffen-SS Otto Skorzeny. 

El verdadero Carrero habla a través de Juan de la Cosa

Teniendo que guardar las formas ante las victoriosas democracias occidentales, Carrero recurrió a numerosos pseudónimos para trasladar sus opiniones más radicales en el diario Arriba o en Radio Nacional de España: Hispanus, Ginés de Buitrago, Juan Español y, el más célebre de todos, Juan de la Cosa. Bajo esas falsas identidades arremetió contra las naciones democráticas, los judíos e incluso cuestionó las condenas impuestas en Núremberg a los líderes nazis, tachándolas de “crimen” y de “venganza”. 

La monarquía totalitaria

En 1947 la Guerra Fría ya era una realidad y había terminado dando la razón al perspicaz marino. Estados Unidos y Gran Bretaña ya veían al dictador como un posible aliado frente al enemigo soviético y relegaron a un aspecto secundario la situación de opresión y represión que sufrían los españoles. Ese mismo año Carrero convenció a Franco para aprobar la Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado que debía garantizar la continuidad del régimen más allá de la muerte de su creador. El futuro pasaba por una monarquía que perpetuara todos y cada uno de los principios del “Movimiento”.

Más franquista que Franco

Su peso político y su responsabilidad en los crímenes perpetrados por el régimen no pararon de crecer. El dictador le nombró vicepresidente del Gobierno en 1967. Desde ese momento y hasta el día de su muerte, pasando por su breve etapa como presidente, mantuvo su determinación de mantener inalterable el régimen dictatorial.

Así lo resumió en una intervención pública en 1968: “Que nadie, ni desde fuera ni desde dentro, abrigue la más mínima esperanza de poder alterar en ningún aspecto el sistema institucional porque, aunque el pueblo no lo toleraría nunca, quedan en último extremo las fuerzas armadas”. La teoría la llevó a la práctica con la durísima represión ejercida sobre los movimientos estudiantiles, obreros y nacionalistas que no paraban de crecer desde finales de los años 60. Una represión que se tradujo en decenas de muertes y en torturas y penas de prisión para centenares de hombres y mujeres. 


viernes, 10 de junio de 2022

 Francisco Franco, Criminalísimo por la Gracia de Dios.




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¿Por qué una parte del PSOE no quiere acabar con el franquismo?

El pasado 11 de mayo de 2022 el PSOE votó junto al PP en contra de retirar los honores a un militar y empresario franquista en Ferrol, José Manuel González-Llanos Caruncho, el mismo que ayudó a Franco a bloquear el Estrecho junto a las tropas de Hitler para que los franquistas pudiesen llegar a la Península.

Por 

Daniel Calderón Aguado

Jurista y politólogo

09/06/2022


Con la votación de Ferrol que ha puesto de acuerdo a PP y a PSOE (con el apoyo extraparlamentario de VOX) no es la primera vez que vemos al PSOE legitimar, votando junto a la derecha del PP y a la ultraderecha de VOX, al régimen dictatorial franquista. Existe una división en el PSOE entre aquellos dirigentes que quieren recuperar la memoria de España y rendir homenaje a quienes fueron asesinados por luchar contra el franquismo, y quienes quieren lo contrario, o más bien, lo mismo que la derecha española: olvidar, pasar página y hacer como si en España no hubiese habido una guerra provocada por fascistas, ni una dictadura de las más sangrientas de Europa durante 40 años donde en España el franquismo fusiló a más de 150.000 personas de 1939 a 1975.

Del PSOE de Zapatero, aquel que se comprometió con la Memoria Histórica y que sacó una ley bastante avanzada para nuestro país en 2007 (la cual necesita urgentemente ser reforzada y actualizada, pues muchas víctimas del franquismo siguen sin justicia ni reparación), hemos pasado a una parte del PSOE que vota igual que la derecha y la ultraderecha en materia de Memoria Democrática.

Son varias las razones por las que una parte del PSOE en los últimos años ha legitimado a Franco en ciertas zonas de nuestro país (incluso a nivel nacional a veces) y aquí expongo algunas de ellas:


Las grandes élites del PSOE tienen pasado franquista o falangista


En los años 70 muchos de los que serían dirigentes del PSOE en los 80 e incluso en la actualidad hicieron un viraje ideológico de 180 grados. Algunos de ellos pasaron de ser de Falange al PSOE en cuestión de meses. Un buen ejemplo es José Bono (quien, por cierto, como Ministro de Defensa rindió honores en 2004 a Ángel Salamanca, un militar franquista que estuvo en la División Azul apoyando a Hitler . No me imagino a ningún gobierno de Alemania homenajeando a nazis). José Griñán, el mismo que fue condenado a 6 años de cárcel por el caso de los ERE de Andalucía, también tuvo una juventud en la que militaba en Falange. Además, Griñán es hijo de Octavio Griñán Gutiérrez, oficial militar de Franco. También es sobrino de José Martínez Emperador, jerarca del régimen franquista.

Otros dirigentes del PSOE con pasado franquista o con familias que ocuparon altos cargos en el franquismo son los siguientes: José Barrionuevo (el mismo que reorganizó a parte de la policía del régimen de Franco), Fernández de la Vega, Carmen Romero, José María Maravall, Antonio Masip, Manuel Marín, largo etc.

Desmarcarse de otras fuerzas de izquierdas y dar una imagen de centrista

Son varias las ocasiones en las que el PSOE se ha desmarcado de los partidos de izquierdas en temas de Memoria Histórica. No hay que olvidar que, gracias al PSOE, que de nuevo votó junto a PP y VOX,  (alto cargo del franquismo y ministro en 1976 cuando se asesinaron a 5 trabajadores y estudiantes en los sucesos de Vitoria) ni al torturador Billy el Niño.

Digamos que una parte del PSOE prefiere no alterar nada, legitimar a torturadores y asesinos franquistas y dar una imagen de partido “centrista”. Además, el PSOE ha rechazado en muchas ocasiones investigar a estos criminales poniéndose de acuerdo nuevamente junto a la ultraderecha y a la derecha.

Usar la Memoria Histórica en campaña

El PSOE sigue rechazando propuestas que vienen de partidos de izquierdas para profundizar en Memoria Histórica. El mayor ejemplo de ello es el rechazo del PSOE (votando junto a VOX y PP en el Congreso) a la reforma del Código Penal para juzgar los crímenes del franquismo (lo que precisamente lleva haciendo Argentina años con la dictadura franquista). Precisamente, PSOE y UP ya acordaron crear una normativa jurídica para juzgar los crímenes del franquismo. No se ha cumplido.

Además, al PSOE no le interesa aprobar avances en materia de Memoria Histórica durante su gobierno, o al menos, no muchos avances. Ya que el PSOE siempre utiliza la Memoria Histórica en campaña, donde hace promesas muy bonitas para avanzar en este tema y rendir justicia y reparación a las víctimas. Pero una vez en el Gobierno, eso se queda en papel mojado. Utilizan la Memoria Histórica como arma arrojadiza durante la campaña.

Miedo a entrar en una batalla cultural

Existe cierto miedo en el PSOE a entrar en una batalla cultural por la Historia de España. Existe cierto miedo a llamar a las cosas por su nombre, en decir que Franco es un genocida, en prohibir partidos que ensalzan a figuras fascistas como es el caso de Falange, en incentivar una cultura democrática en el ámbito educativo, en reconocer los campos de concentración que hubo durante el franquismo, en reconocer a las víctimas directas e indirectas del franquismo, etc.

Solo pondré un ejemplo de avance en este ámbito, que es lo contrario a lo que ha hecho el PSOE en todos estos años. En Alemania y Francia hay clases sobre el Holocausto y se organizan viajes obligatorios a campos de concentración dentro del horario escolar. ¿Por qué en España el PSOE nunca ha implementado programas así? ¿Por qué el Gobierno de coalición no se atreve a combatir las mentiras de la ultraderecha sobre el franquismo? ¿Por qué aún existe miedo a enfrentarse al franquismo y sus restos en España mientras que en Europa sucede lo contrario?

La mejor prueba de que una parte del PSOE está humillando a las víctimas del franquismo es por ejemplo que en materia de Memoria Histórica no han hecho nada por profundizar la Ley de 2007, la cual era útil, necesaria, y nos permitió igualarnos un poco a Europa en memoria democrática. Pero además de no hacer nada, son cada vez más las ocasiones en las que el PSOE vota junto a VOX y PP evitando condenar el franquismo e incluso legitimando a dicho régimen genocida, lo de Ferrol es simplemente un ejemplo reciente de esto, que se repite continuamente a nivel municipal, autonómico e incluso nacional.

El PSOE, al igual que el PP y la ultraderecha de VOX, debería romper sus lazos con el franquismo.