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jueves, 30 de diciembre de 2021

 



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Sanfermines


 

Siempre hay algo o alguien que estropea la foto

 

 

Inhabilitar al juez Manuel Piñar

    • En España nos asiste un armazón jurídico y

    •  endogámico en el que los jueces pueden actuar con

    •  impunidad sin que se tomen medidas contra ellos por

    •  actuar según preceptos ideológicos y arruinando la

    •  vida de gente no afín a sus marcos morales



ElDiario,es


Antonio Maestre


11 de diciembre de 2021 




Todas las líneas rojas ya se han cruzado en la judicatura. El auto del juez Manuel Piñar Ruiz negando la libertad a Juana Rivas utilizando una información desestimada por la Guardia Civil por falta de indicios como hecho probado es el último escándalo de un sistema putrefacto. En España nos asiste un armazón jurídico y endogámico en el que los jueces pueden actuar con impunidad sin que se tomen medidas disciplinarias contra ellos por actuar únicamente siguiendo preceptos ideológicos y arruinando la vida de gente que no se ajusta a sus marcos morales. ¿Qué hace falta en este país para inhabilitar a un juez? 

Los hechos no importan para quien solo se mueve por motivaciones políticas y bastardas. La reacción de la derecha al inefable auto del juez Piñar es el último ejemplo. No hay ningún abuso sexual al menor o, lo que es más preciso, no hay ninguna prueba ni indicio de que se produjera, según consta en el informe de la Guardia Civil que investigó el hecho y concluyó de forma tajante que no hay ningún indicio. Eso es un hecho, tanto que el juez en el auto que lo menciona reconoce que no ha habido condena alguna. Pero Manuel Piñar tiene una concepción de la justicia muy peculiar en la que los hechos tienen que adaptarse a su moral, y no al revés. 

"Primero resuelve con sentido común y luego busca adaptarlo a la ley" es un extracto literal de una publicación del juez que ha sentenciado contra Juana Rivas y que por sí solo tendría que servir para apartarlo del cargo para el resto de su vida, porque muestra una concepción de la justicia basada únicamente en sus prejuicios. Pero no es solo eso. El perfil personal de Facebook del magistrado Manuel Piñar es como asomarse a un pozo donde anidan todos los detritus de la extrema derecha, del racismo, del machismo y del nulo respeto a los derechos humanos y a la justicia como algo diferente a la venganza contra todo aquello que representa su antagonista ideológico.



Estos son solo algunos ejemplos de las deposiciones de sus redes sociales en las que tiene un especial odio hacia las mujeres y el feminismo. Comentando un meme sobre Afganistán e Irene Montero el juez se explaya: "El feminismo está cada vez más metido en la estupidez. Tenían que mandarla con semejantes animales y que viera lo que prefiere. Vaya una chusma feminazi". No es la única vez que se acuerda de la lucha por la igualdad para despreciarla: "Peor que una feminazi es una comunista tonta". El feminismo y la violencia machista (aunque según el juez no tiene género) son su diana preferida. También sitúa en ella a los musulmanes, a quienes se refiere de manera habitual en sus publicaciones como "moros", llegando incluso a expresar que convendría expulsarlos de Europa o ejecutarlos, casi siempre compartiendo noticias falsas: "Otro moro que tenía que estar fuera de Europa o ejecutado. Con esta chusma mora no puede ir con el manual de derechos humanos por delante porque los derechos humanos no están pensados para semejantes animales". 

El juez Manuel Piñar Ruiz ha podido juzgar, condenar y faltar a la verdad en un auto sobre Juana Rivas para  negarle la libertad sin que ningún resorte de control judicial, denuncia de compañeros o actuación del Consejo general de Poder Judicial haya parado la maquinaria. Un juez con opiniones integristas que se permite expresarse con impunidad de esa forma entra de manera frontal en conflicto, no solo con el caso de Juana Rivas, sino con cualquier causa de otro tipo, pero especialmente con un caso como el de Juana Rivas, que además ha sido munición política para la extrema derecha en contra de las leyes de protección de las mujeres y contra la violencia machista. Es una urgencia democrática depurar las instituciones judiciales de magistrados como Manuel Piñar Ruiz no solo para que haya personas que al verse frente a él tengan la posibilidad de un juicio justo, sino para que las mujeres en particular y quienes se ven alejados de una ideología intolerante y tóxica como la que profesa este juez, puedan tener algún tipo de confianza en la justicia. 

 

Franco y la cruz laureada de San Fernando (11/17): una condecoración que hay que ganársela

InfoLibre

Ángel Viñas

12 de diciembre de 2021 




Me llama la atención que al lado de la declaración de Forriols, expuesta en la entrega precedente, alguno de los jefes u oficiales que la leyeron marcó con un 'ojo' escrito a mano a lo largo del lado izquierdo del folio 124 del expediente del juicio contradictorio. La acusación era, de esto no cabe la menor duda, muy fuerte.  No más fuerte, sin embargo, que lo que figura en unas notas personales del posterior general Batet, probablemente de 1921 si no antes, y que se referían a Franco:

El comandante Franco del Tercio, tan traído y llevado por su valor, tiene poco de militar, no siente satisfacción de estar con sus soldados, pues se pasó cuatro meses en la plaza para curarse enfermedad voluntaria, que muy bien pudiera haberlo hecho en el campo, explotando vergonzosa y descaradamente una enfermedad que no le impedía estar todo el día en bares y círculos. Oficial como este, que pide la Laureada y no se la conceden, donde con tanta facilidad las han dado, porque solo realizó el cumplimiento de su deber, militarmente ya está calificado

Las itálicas en negrita de la anterior cita (que tomo de la reproducción hecha por mi añorado amigo el reverendo padre Hilari Raguer en su biografía de Batet) deben dar que pensar. Lo que hubiese ocurrido podría haberlo sabido la Superioridad si lo hubiera querido, pero por razones que solo un ser sobrenatural podría conocer se prefirió cerrar no un ojo sino dos. 

De todas maneras, las mentirijillas de Franco todavía no se habían desvelado del todo. El brigada Forriols afirmó que nada de lo expuesto en la entrega anterior le impedía declarar sobre lo que estaba en cuestión. Por consiguiente, respondería a las preguntas que se le hicieran, aunque solo en función de lo que había presenciado. En este sentido declaró que “el capitán Franco, efectivamente, fue herido y que fue él mismo, junto con el moro Mohamed Ben Mohamed Dukali, quien lo condujo a la ambulancia, que ignora el momento en que fue herido por no haberlo visto y que ignora también el tiempo que pudo permanecer en el lugar de la acción después de herido porque el declarante marchaba con el oficial de la sección de vanguardia primer teniente Don Juan Muñiz Matilla (…) y aun cuando no puede asegurar el que fuera [herido] inmediatamente de serlo, cree que sí por la circunstancia de que, encontrándose el declarante animando a un corneta de corta edad llamado (nombre indígena indescifrable) sí vio cómo a unos quince o veinte metros traía un moro al capitán, que él entonces fue a su encuentro y cuando solamente les separaban unos cinco metros, el capitán con ademanes faltos de fuerza le indicó aceptaba la proposición que el declarante le hizo de transportarlo a la ambulancia y que durante el camino el citado capitán le dijo que no corriera, que posteriormente cansado el declarante hizo continuara transportándolo el moro Dukali que marchaba detrás de ellos, por lo que considera que el capitán tenía conocimiento (…) pero se encontraba completamente falto de fuerzas, sin que pueda asegurar si al ser herido conservó fuerzas para mandar, ni el tiempo que lo pudo hacer, ni los movimientos que pudiera mandar, disposiciones que tomó o indicaciones que hizo para combatir…“

Es decir, según esta transcripción, que no figura en las conclusiones de Gudín, pero sí en la del juicio contradictorio, a Franco le pegan pronto un tiro, cae herido, lo recoge un soldado indígena, lo lleva donde está Forriols, que se hace cargo del capitán, propone trasladarlo a la ambulancia, Franco señala que sí, el brigada se cansa durante el transporte y lo traspasa al soldado moro. Entre ambos lo ponen a salvo y lo sacan de la escena a toda velocidad. Franco no pierde consciencia, pero no puede dar ninguna orden. No estoy en condiciones de saber si, finamente desde luego, se hizo algún tipo de presión sobre el brigada. 

Lo que significa lo anterior es que José Forriols Grafía hizo pivotar sobre el moro Dukali el origen de su actuación. De aquí que, siendo el juicio contradictorio un procedimiento serio, el fiscal buscó la forma de interrogar al soldadito de Regulares. Tardó en conseguirlo porque había sido trasladado a Ceuta. En esta ciudad tuvo que agenciarse un intérprete. Finalmente escuchó y tomó nota de sus declaraciones el 10 de diciembre de 1917. En la hoja de servicios de Franco publicada se recoge un resumen. Es el siguiente:

El capitán Franco fue precisamente el primero de la compañía que cayó y que lo recogió en seguida, no habiendo perdido el conocimiento, pero no quedó en condiciones de mandar, pues no tenía energías para ello, transcurriendo un cuarto de hora desde el principio hasta que cayó herido, no teniendo por ello tiempo de realizar acto alguno distinguido o heroico, y que las 58 bajas fueron hechas después de herido el capitán”. 

Esto, evidentemente, debería bastar para tirar a la basura todas las informaciones que sobre el incidente se escribieron después de hacerse pública la versión recortada de la hoja de servicios de Franco. Salvo el coronel Blanco Escolá y algo Andrés Rueda, que yo sepa, nadie ha reparado en ello. Cabe censurar, pues, a los profesores Suárez Fernández y Payne como los defensores más representativos de este absurdo mito franquista. Les guste, no les guste, les inquiete o les deje indiferentes. 

Ahora bien, Dukali dijo algo más sobre las circunstancias de su intervención que se recogieron en el expediente del juicio contradictorio, pero NO EN LA DOCUMENTACIÓN PUBLICADA. He, pues, de llamar expresamente la atención del lector. Es algo que ocurre y recurre en esta narración de las aventuras y proezas del ulterior Caudillo, en las que, por fortuna, he encontrado alguna que otra EPRE [evidencia primaria relevante de época] no conocida con anterioridad.

Así que entremos ahora en la parte no publicada de la hoja de servicios y de lleno en el expediente completo del juicio contradictorioCuando se hace esta sencilla operación resulta que el soldado de Regulares Mohamed Ben Mohamed Dukali lo que señaló en primer lugar fue que el capitán [Franco] se puso al frente de su compañía a la que animaba con expresiones tales como “¡arriba, askaris, arriba!”

Hay una preciosa referencia al caso que lo presenta de una manera completamente absurda, cuando no grotesca. La debemos a Pilar Franco Bahamonde. 

No puedo por menos de señalar que hubiera sido algo raro si Franco hubiese alentado el ataque desde en medio de la compañía. Esas cosas no se hacían. Había que ir al frente y desgraciado del oficial que no lo hiciera. Dukali, por desgracia, no declaró si su capitán llevaba un silbato, un sable o una pistola. A lo mejor tenía una, si los cuentos que el ya glorioso Caudillo narró al Dr. Soriano Garcés fueron exactos, excepcionalmente en este punto. Obsérvese que ningún historiador que yo conozca (y aquí quizá deba entonar un mea culpa por no haber consultado, desde Bruselas, toda la literatura disponible en las bibliotecas españolas) ha mencionado las exhortaciones de Franco. "Askari" era una denominación común a las tropas indígenas que utilizaban los ejércitos europeos y, en particular, el alemán en África. El DRAE los define, recortadamente, como “soldados de Infantería marroquíes”. 

Hay una preciosa referencia al caso que lo presenta de una manera completamente absurda, cuando no grotesca. La debemos a Pilar Franco Bahamonde. La dijo en una especie de documental, repleto de burradas, sobre la inmortal película de José Luis Saenz de Heredia basada en una de las más reveladoras caracterizaciones del glorioso Caudillo, que hicieron Gonzalo Herralde y Román Gubern en 1977 bajo el título de Raza. El espíritu de Franco. Está disponible en la red en varias versiones, pero la versión que he visto está provista con subtítulos en inglés. Esto permite que pueda contemplarse en todo el amplio mundo. 

En este documental, la hermanita Pilar Franco Bahamonde, ya muy entrada en años y que se autodefine como de extrema derecha al final, se refiere al caso de la Laureada en el minuto 45 aproximadamente. Diserta afirmando que a su hermano se le sometió varias veces (sic) a juicios contradictorios sin resultado, que nunca solicitó la Cruz Laureada y terminó añadiendo que tal condecoración era algo que se ganaba muchas veces en el terreno, pero pocas en el expediente. En el minuto 49 se despachó con un máximo de barbaridades acerca de la inmortal acción de armas que no sabe identificar demostrando que estaba completamente gagá, aunque no lo pareciera. No puedo sino sugerir a los amables lectores que se entretengan y se rían un buen rato viéndola en el ordenador y aprovecho para agradecer a Rafael Sanz su amabilidad en darme la referencia que no conocía. Raza es una película que suele producirme espasmos de risa.

(continuará)

*Esta serie está dedicada a la memoria del Dr. Miguel Ull y de mi primo hermano, Cecilio Yusta, fallecidos a causa de la pandemia, que me ayudaron a desentrañar el primer asesinato de Franco, en la persona del general Amado Balmes.

_______________________

Ángel Viñas es economista e historiador especializado en la Guerra Civil y el franquismo.


 Lenguaraz, Trujimana, Truchimana y Dragomana


Un ser repelente, a veces repugnante, de exuberantes caderas,  microscópico cerebro y el corazón podrido. Mala persona.

¿Demo...qué?


 

 El Rey y la Rey


Libro recomendado

 

 El Jueves

miércoles, 29 de diciembre de 2021

 

'Qué bello es vivir', 'Casablanca' y otras obras que sigues viendo censuradas por el franquismo

Los memorialistas exigen a Pedro Sánchez que acabe con

 la emisión en forma parcial de las cintas y libros que el

 dictador manipuló

RUBÉN ROZAS

 Lunes, 27 de diciembre de 2021

ElPlural



La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) pide al gobierno de Pedro Sánchez terminar con la censura en películas y libros a la que todavía hoy, más de 45 años después de que muriera Franco, se enfrentan algunos de los grandes clásicos universales.

Uno de los ejemplos más claros, y detonante en parte de esta propuesta es Qué bello es vivir. La cinta, que se emite la mayoría de las navidades, cuenta con cortes que alcanzan los siete minutos y que ocupan dos escenas. En total, la cinta debería durar 130 minutos, pero dura 123.

En Elplural.com hablamos con Emilio Silva, presidente de la Asociación y uno de los máximos propulsores de una iniciativa que, espera, no caiga en saco roto. “Todo depende de la voluntad política. Hasta ahora no la ha habido, pero ahora hay un proyecto de ley de Memoria en el Congreso…”, cuenta esperanzado. Y añade: “Hay que devolver a esas obras lo que el franquismo les quitó”.

La solicitud surge, precisamente, después de que la voz principal de este artículo viera y compartiera en redes la censura que sufre todavía hoy cuando se emite en algunas cadenas de televisión la película estadounidense dirigida y producida por Frank Capra. Sin embargo, Silva lamenta que no es la única obra maestra que se mantiene “amputada” en nuestros días.

Casablanca’, Orwell y Hemingway, entre los afectados

Dentro de las grandes películas reconocidas en el mundo del cine destaca también Casablanca: “No puede ser que siga circulando sin que se cuente que el personaje que hace Humphrey Bogart estuvo en la Guerra Civil, luchando con el bando republicano (…) Todavía eso sigue cortado con una tijera que utilizó el franquismo”.

De esta manera, y aunque lamenta que el asunto debería estar resuelto desde hace “muchos años”, el protagonista de estas líneas espera que el Ministerio de Cultura abra una investigación y tome cartas en el asunto. Y es que la censura franquista no solo tiene todavía consecuencias en algunas joyas del séptimo arte, sino que también influye en grandes obras de la literatura de Orwell Hemingway, entre otros muchos. Por otra parte, no es de extrañar que estas obras fueran censuradas por el franquismo, ya que Franco no fue el único que intentó poner barreras a sus autores.

Siempre se cortan escenas de fuerte contenido político”. Así, por ejemplo, en el caso de Qué bello es vivir, las escenas que se suprimen tienen que ver con la dimensión que quiso darle el autor a "la posibilidad de crear cooperativas de vivienda frente a la avaricia de quienes desde la usura del mercado son capaces de pisotear derechos fundamentales". En una línea similar aparece censurada la película Raza (1941), que el propio Franco “dirigió”. En ella el dictador suprime minutos que dan a entender sus vínculos con Hitler y Mussolini.



https://youtu.be/uNQGmJbriHY


Un amigo de la Asociación y estudioso de la universidad de Glasgow, Jordi Cornellá, hace un muy buen repaso de otras obras -en su caso libros- delimitados por el franquismo. En esta destacan La Marca del mismo Orwell u Operación trueno (Ian Fleming). Otros autores que aún no se leen -o al menos no siempre- completos en nuestro país son Ira LevinJames BaldwinMuriel SparkBill S. Ballinger o Henry Miller. Los escritos con frecuencia fueron importados a Hispanoamérica, y por lo tanto la censura franquista -que a veces tenía también lugar por contenido "sexual" "cuestiones de género"- repercutió igualmente al otro lado del Atlántico.

Una ley insuficiente

La Ley de Memoria Histórica de 2007 supuso un buen paso adelante, pues inició el debate sobre la censura franquista. Tuvo gran importancia desde el punto del progreso, pero sin hacer referencia, por ejemplo, a los libros. Se condenó en ella la dictadura e instauró compensaciones para las víctimas. Asimismo, promovió la retirada de estatuas y símbolos públicos que enaltecían el mandato de Franco.

Sin embargo en 1975 y como, por otra parte, suele ocurrir en estos casos –sucedió en la II Guerra Mundial con marcas comerciales conocidas en todo el mundo- se había firmado en España el Pacto del Olvido. Importante sin duda, en tanto en cuanto los partidos de izquierdas y derechas se desvincularon del todo y para siempre del Régimen, pero insuficiente en otros muchos aspectos –y a la vista queda- como en el campo de la cultura..



lunes, 27 de diciembre de 2021

domingo, 26 de diciembre de 2021

Libro recomendado


 

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 Foto: Luis Viadel

Barbaridades

 

 

Geoffroy Huard: "Durante el franquismo, la homosexualidad se condenaba a nivel moral, policial y judicial"

Eespecialista en la represión franquista sobre el colectivo


 LGTBI, ha preparado un informe para el Gobierno Foral


 sobre la realidad acaecida en Navarra

Noticias de Navarra




El profesor de historia contemporánea de España en la Universidad de Cergy París, Geoffroy Huard. - Unai Beroiz

12.12.2021

| Jesús Barcos / Pamplona | Política




Geoffroy Huard (París, 1982), profesor universitario con doble nacionalidad franco-española, se encuentra estos días en Pamplona para presentar el martes el informe que ha elaborado para el Instituto Navarro de la Memoria, sobre la represión del colectivo LGTBI de Navarra durante el franquismo y la Transición, como uno de los aspectos necesarios de recordar para el refuerzo de una cultura democrática.

Aborda en su informe un aspecto de la represión franquista más desconocido.

Sí, un año llevo con él, son 140 páginas, y he tratado de investigar buscando entre las fuentes ahora mismo disponibles para ver cómo funcionaba la represión durante la dictadura, en la que se hablaba más bien solo de homosexualidad.

Hay una dificultad de acceso a las fuentes. Durante la dictadura, las fuentes judiciales en caso de homosexualidad dependían del juzgado de vagos y maleantes de Zaragoza.

El nombre ya es terrible.

Luego la ley se reformó, y en 1970 se convirtió en 'peligrosidad y rehabilitación social'. De hecho no condenaba solamente a los homosexuales, sino sobre todo a mendigos, prostitutas callejeras. Todos de clases sociales bajas, humildes y con pocos recursos. En estos expedientes de peligrosidad no aparece una persona de clase alta, o si aparece lo hace detenida, pero luego no resultaba condenada.

Muy ilustrativo del sesgo clasista y la hipocresía de la dictadura.

Efectivamente. Había un sesgo clasista importante. En Navarra por ejemplo hubo algunos casos de militares o de jueces que al final tenían que pedir la jubilación anticipada o dejar el Ejército, pero no resultaban condenados.

Y ese archivo de Zaragoza le ha imposibilitado investigar.

Ahí está el archivo tanto de vagos y maleantes como el fondo de peligrosidad y rehabilitación social. Estuve allá, hablé con la jueza titular, pero hay un freno institucional porque no quería que yo consultara esas fuentes.

¿Por qué?

Por motivos técnicos supuestamente, o derecho a la intimidad, pero yo estuve consultando fuentes en Catalunya, Andalucía o Madrid, y no hubo ningún problema. He estado hablando también con el senador por Navarra, Koldo Martínez, y estamos viendo con el Ministerio de Justicia si puede haber una carta o un método para tratar de consultar esas fuentes, que ahora mismo están durmiendo en el sótano del juzgado de vigilancia penitenciaria de Zaragoza.

Con lo cual, ha tenido que ir a tientas en muchos aspectos.

Sí, dependemos también de la buena voluntad del director o de la directora de los archivos. Traté de consultar también en el País Vasco y fue lo mismo. Un investigador solo puede consultar una selección de expedientes, hecha por la director, luego ella oculta algunos datos, y se basan todos en la misma ley, supuestamente. No podemos consultar documentos de menos de 50 años, pero en otras partes sí se puede hacerlo.

Hubo una emigración a otros territorios. En Navarra debía ser muy difícil vivir esa condición sexual.

Si uno podía disimular, por ejemplo si era una persona no afeminada, podía ocultar su sexualidad y tener relaciones sexuales de manera oculta en el parque de la Taconera, por ejemplo, o en los urinarios de la Plaza del Castillo. Pero personas por ejemplo afeminadas o trans tenían que emigrar, y muchos lo hicieron a ciudades más abiertas de alguna forma, incluso durante la dictadura, como por ejemplo Bilbao, y sobre todo Barcelona, donde había una represión menos importante que en una pequeña ciudad como Pamplona, y donde además radicaba una comunidad LGTB, por decirlo con terminología de hoy.

¿Cuál fue la época más dura de la represión?

Diría que a partir de la reforma de ley de vagos y maleantes en el año 70, cuando se convierte en peligrosidad y rehabilitación social, aumentó la represión policial, porque obviamente hay muchos tipos de represión. Y aumentó entonces debido al contexto internacional de liberación homosexual, por ejemplo en Francia, en Reino Unido o en Estados Unidos. También el contexto de Mayo del 68, el movimiento feminista... En España trataron de evitar a toda costa este tipo de apertura moral o sexual. Incluso, a principios de los años sesenta, cuando empezó lo que se conoce como 'el desarrollismo' con el boom turístico, las autoridades franquistas temieron esas nuevas normas morales y sexuales que traían los turistas extranjeros, y trataron de frenar esa apertura.

Además de acudir a archivos, ¿ha entrevistado a represaliados?

He hablado con muchas, pero es difícil dar con ellas, sobre todo de los años cuarenta, cincuenta y sesenta. He podido ver cómo funcionaba la represión no policial, de no poder expresar por ejemplo su transexualidad. Esa represión era importante y estaba más difuminada.

El estigma en gran parte de la sociedad, el papel de la religión...

Y sobre todo en Pamplona, y en Navarra en general, el poder de la Iglesia fue importante. Todos esos discursos que fomentaban la sexualidad únicamente para tener hijos, entre la pareja tradicional hombre y mujer, se difundían por todas partes. Y lo que no tenía que ver con este tipo de pareja, se condenaba a nivel moral, policial y judicial.

¿Hubo abusos o torturas en comisarías?

Hay varias personas que afirman haber dicho que eran homosexuales, pero que luego se retractaron y dijeron haber sufrido violencia policial durante el interrogatorio. Y eso lo comentan cuando tienen que declarar ante el juez. No sé si fue estrategia para evitar la condena o si realmente así fue. No hablan de tortura pero sí que hablan de métodos coercitivos importantes.

Hoy hay personas con problemas a la hora de buscar una residencia. Posos presentes del pasado.

Efectivamente, se suele hablar de una especie de vuelta al armario cuando esas personas son mayores. Hay muchas dificultades en cuanto a las residencias. Pero he visto en las entrevistas que mucha gente no quería hablar, todavía con miedo, me decían, porque en Pamplona por lo visto el Opus Dei sigue siendo poderoso, y no quieren comentar algunos temas, porque saben que podrían tener algunas dificultades, a nivel laboral o de vivienda, y dificultades también por el contexto de la extrema derecha en España, y las distintas agresiones que vemos a menudo en los medios de comunicación. Así que hubo personas que prefirieron hacer las entrevistas de forma anónima y que no quisieron comentar algunos puntos.

Usted es historiador. Edificar una memoria y convivencia democráticas, una vida en libertad, también conlleva atender esta cuestión.

Sí, puede haber alguna oposición en ciertas universidades, que lo ven como militancia, pero es un tema que se debe de abordar. La memoria democrática no es solamente de las personas desaparecidas, sino también del colectivo LGTB, donde no hay transmisión gneracional. Es difícil encontrar a esas personas, porque muchas han muerto por la pandemia del sida, por ejemplo, en los ochenta y principios de los noventa, y esto es importante y se debe conocer.

Como historia de Navarra, en este caso.

Por supuesto. Porque los estudios que existen sobre la homosexualidad durante la dictadura se han centrado en capitales, principalmente. Es importante ver cómo funcionó en ciudades más pequeñas.

Esta investigación, como ocurre en los temas de memoria, corre prisa.

Es como una introducción, sé que hay otras personas que quieren trabajar este tema. Es necesario desarrollar lo apuntado en este informe. Y reunir un archivo de entrevistas grabadas comoel Instituto Navarro de la Memoria hace con represaliados por otros motivos , porque si no cuando mueran esas personas la documentación morirá con ellas.

¿En ese informe hay algún capítulo sobre las mujeres lesbianas?

Lo comento, pero no hay información ahora mismo. En los archivos no aparecen. Las leyes que condenaban la homosexualidad eran para los hombres. Me he entrevistado con algunas mujeres lesbianas o transexuales, que vivieron los últimos años de la dictadura. Eran completamente invisibles, no tiene nada que ver con la homosexualidad masculina, que sí aparecía de alguna forma en el espacio público.