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martes, 29 de noviembre de 2016

Foto selección

Foto: Luis Viadel

Otra estúpida payasada de Pablo Casado vocero del Partido Popular


Lo vergonzoso es el dinero que ganan las eléctricas

El matrimonio homosexual, línea roja del Vaticano. (Hemeroteca)

El Vaticano lo consideraba una línea roja y dio orden a todos sus sacerdotes en España para que criticaran a Zapatero en sus sermones
La Iglesia católica pactó con el PP la presentación del recurso contra el matrimonio homosexual
ANA RODRÍGUEZ | 07/noviembre/2012
La Conferencia Episcopal y su jefe, Rouco Varela, guardan un sorprendente silencio ante la sentencia del Constitucional. Llamativo porque para el Vaticano el matrimonio homosexual en la católica España era una línea que no se debía traspasar y por eso pactaron con el PP una movilización total con manifestaciones en la calle y el recurso ante el Alto Tribunal.


El Vaticano tiene una experiencia milenaria en política internacional y sabían que la legalización del matrimonio homosexual en la ‘católica España’ suponía la caída del principal muro defensivo de su doctrina con repercusiones en todo el mundo. La actual curia vaticana no hará un debate en profundidad sobre si es sostenible su discurso o doctrina en la sociedad actual (se mantiene la prohibición sobre los anticonceptivos, la investigación con células madre, la reproducción asistida, se margina a la mujer del ejercicio eclesiástico, se mantiene el celibato en el sacerdocio, etc…) Es más, el debate se ha cerrado con posiciones aún más extremas dado el poder y la influencia que ha conseguido el Opus Dei en la Iglesia católica. El atrevimiento de Zapatero desató todos sus temores y también provocó que tocaran a arrebato en una movilización sin precedentes contra un presidente democráticamente elegido por los españoles.


España y Polonia países estratégicos para el Vaticano
Ante el empuje de nuevas religiones más tolerantes con la vida privada, para el Vaticano hay dos países estratégicos donde era necesario frenar el avance laico y mucho más el progresista: España y Polonia. No olvidemos que el otro gran país europeo católico, Francia, es un Estado Laico en toda su dimensión en el que además la influencia de la religión en la política es mucho menor. Si España legalizaba el matrimonio gay caía un símbolo estratégico para el Vaticano, especialmente por su repercusión en Latinoamérica.


Los temores del Vaticano se confirman
Para la curia vaticana la intención de Zapatero era muy peligrosa, era necesario pararla a toda costa. Suponía acabar con la imagen internacional de una España católica, conservadora y machista. Y si esa España se atrevía ¿por qué no iban a hacerlo otros países?
Era también un atrevimiento porque, cuando Zapatero aprobó la Ley del matrimonio homosexual sólo estaba reconocido en dos países.


La Ley de Zapatero fue la más avanzada del mundo, y detrás de él se atrevieron otros gobiernos y sí, también en Latinoamérica, como ocurrió en la capital de México o en el distrito de Buenos Aires. Estados norteamericanos, países europeos y hoy mismo Francia, a la que por primera vez en la historia adelantamos, y con mucho, en derechos civiles.


La Iglesia católica y Rajoy han perdido la batalla, aunque Zapatero pagó un precio: la virulenta campaña mediática que toda la derecha dirigió contra él, en lo político, lo personal y lo familiar.


Estrategia conjunta con el PP
Por afinidad ideológica y de creencias, la Iglesia contaba con un aliado político poderoso, el principal partido de la oposición, el Partido Popular. Aunque algunas voces como el alcalde de Vitoria o Alberto Ruiz-Gallardón defendían el matrimonio homosexual, eran muy minoritarias y Rajoy apostó plenamente por la línea dura. Se movilizó como nunca al ultracatólico “Foro de la Familia” y se presentó el recurso ante el Tribunal Constitucional.


 Por primera vez se vieron sotanas, nada más y nada menos que de obispos y cardenales, sujetando pancartas.


A cambio, sermones contra Zapatero
La Conferencia Episcopal española, con el visto bueno del Vaticano,
dio orden a todos los sacerdotes, religiosos y religiosas de toda España de que en todos sus actos, especialmente en todos los sermones, se arremetiera contra el presidente del Gobierno.


 Le calificaban de radical, de anticlerical, de perseguir la libertad religiosa, de atacar la libertad de educación. Zapatero, con la Ley del matrimonio homosexual, Educación para la Ciudadanía y la Ley de la memoria histórica removió lo más profundo de la Iglesia católica, cuyos curas llegaron a recoger firmas en todos los pueblos de España contra él. Jamás en la historia de este país se vio nada igual: sotanas sujetando pancartas y curas enviando a voluntarias y voluntarios casa por casa a recoger firmas contra Zapatero. Ha triunfado la igualdad de derechos y Rouco y el Vaticano guardan silencio.



lunes, 28 de noviembre de 2016

El analfabeto político


Racismo del cardenal Cañizares

























Nazis: Viaje al Interior del Holocausto (Videoteca)

El Holocausto Nazi 
Conocido también con el eufemismo de solución final, el holocausto nazi forma parte del plan de dominación mundial elucubrado por los jerarcas nazis pues veían en los judíos un factor de impureza racial y obstaculizadora de la primacía de su raza, la aria, considerada por ellos como superior. Se trató en realidad de una política que ejecutó un asesinato sistemático e industrializado en campos de concentración como el de Auschwitz mediante el uso gas venenoso, balas, horcas, porras, puños, hambre y trabajo extenuante. Su organizador administrativo fue Heinrich Himmler y como dato curioso se dice que el propio Hitler jamás quiso tomar contacto directo de lo ocurrido en la política de exterminio lo cual no lo exime de ser considerado su autor intelectual. En todo caso es evidente que la ejecución del genocidio tuvo como soporte a la misma sociedad alemana, paradójicamente la más moderna y con más nivel de desarrollo técnico de Europa. Hasta cierto punto se puede decir que el antisemitismo imperante en Europa, de origen antiguo, provocó la falta de iniciativa de los responsables políticos a la hora de realizar algún esfuerzo significativo de salvamento a los judíos.




En su día fue dedicado a María Dolores de Cospedal.




Rajoy es masón. (Hemeroteca)

El Rey, ni sí ni no, aunque más bien sí

Rajoy es masón, advierte el cura Guerra, experto en masonería
J.D. | 11/noviembre/2012
El Plural

El presidente del Gobierno es masón. Así lo afirma, al menos, el sacerdote Manuel Guerra, autor del libro ‘Masonería, religión y política’, según ha publicado ‘La Gaceta’ en una entrevista entre el periodista Luis Losada y el citado clérigo.


¿”En qué se basa?”, le pregunta Losada a propósito de la masonería atribuida a Rajoy? La respuesta es la siguiente: “Me lo dijo un masón, me lo confirmó otro masón y me lo reconfirmó un exmasón. Entienda que no pueda dar nombres”.


Pero sí asegura este cura especializado en la masonería que también lo son algunos de los colaboradores más cercanos del presidente del Gobierno, como José María Lacalle, secretario de Estado de Cultura, y Jorge Moragas, jefe de su gabinete, de la orden Des Golden Und Rosenktruzer, al parecer de la Escuela Rosacruz Áurea.


“¿Se puede afirmar que Zapatero y su proyecto de ingeniería social son la gran obra de la masonería?” Respuesta: “Es el gran artífice. Ha hecho en España lo que en 1905 hizo en Francia la Ley de la Laicidad. O sea, laicismo. Jule Ferry suprimió por decreto más de 9.000 escuelas no estatales, católicas. Aquí ha sido más suave”. ¿Y el Rey? “De Juan Carlos I no digo ni que sí ni que no, aunque la balanza terminó pasando por el aro en Londres”.



Y, por último, aviso del cura Guerra para navegantes masones: “Un católico, si es masón, está en pecado grave y no puede comulgar”. El sacerdote, autor del libro sobre masones, recuerda que el entonces cardenal Ratzinger advirtió de que los principios de la masonería son incompatibles con la doctrina de la Iglesia”.

Foto selección

Foto: Luis Viadel

San Fermín y el vino que tiene Asunción


Urinarios del mundo


Estampas callejeras



Mercadona (Salvados)

Agustín, la mano ultraderecha de Cospedal

Agustín Conde, la mano ultraderecha de Cospedal
Público
Luis Gonzalo Segura
27 noviembre, 2016
‘Público’, ‘El Intermedio y los pocos medios honestos que quedan en este país nos han alertado sobre el último nombramiento del Gobierno de Mariano Rajoy (Agustín Conde, La mano ultraderecha de Cospedal). Quien no sea de frecuentar la decencia informativa pensará todavía que vive en una democracia en la que gobierna un partido de centro-derecha, incluso puede que algunos incautos piensen que ‘gobierna la derecha’. Lamentablemente, la realidad es mucho más dura que todo eso, pues estamos gobernados por la extrema derecha, por los hijos del franquismo.


Muchos pondrán el grito en el cielo, afirmarán que eso no es lo que le dice la televisión ni lo que escuchan en las tertulias, que todos los que aparecen en estas se horrorizan ante el triunfo electoral de Donald Trump en EEUU y, sin embargo, jamás se han mostrado espeluznados por el triunfo de Rajoy. Continuarán razonando que como mucho han manifestado sus discrepancias ante la corrupción o los recortes, pero que no han oído nunca que se sitúe a Rajoy en la extrema derecha. Ni tan siquiera que ello fuera un problema. Incluso muchos alegarán, con razón, que Rajoy es de codearse con amigos de narcotraficantes o con corruptos, pero que no es de exabruptos, que hasta hablar con los periodistas le asusta. Que es más de plasma, partidos de fútbol y collejas a su hijo que otra cosa, que hasta se desencaja cuando le critican o se disloca como un Playmobil cuando carece de argumentos.


La imagen que se proyecta de él, la de un espantajo moderado y timorato, hasta corto de entendederas en ocasiones, se trata, sin duda, de una gran mentira consumida por el psiquiátrico llamado España.


Por encima de las palabras hay que quedarse con los hechos y estos irrefutables: una ministra rezando a la virgen para que mejoren las estadísticas de desempleo, un ministro con un ángel que le ayuda a aparcar y una ristra de medallas concedidas a vírgenes, un director de la Guardia Civil que fue ‘cadenero’ en los comienzos de su vida y, ahora, un Secretario de Estado para la Defensa cuyos mayores méritos son ser homófobo, antipodemita, franquista y pelota (y junto a ellos una interminable lista de altos funcionarios vinculados a la ultracatólica y peligrosa OPUS DEI).


Así pues, ¿existe tanta diferencia entre Mariano Rajoy y Donald Trump más allá de la excentricidad (salvando por supuesto el abismo que separa los países que gobiernan)? Ahí está la conducta con los inmigrantes en Ceuta y Melilla o los centros de internamiento, los asesinatos del Tarajal, la oposición e insolidaridad en la recepción de refugiados, la ‘ley mordaza’, el intento de cercenar las redes sociales, la policía política, el control de los medios de comunicación o los órganos jurídicos… ¿De verdad son tan diferentes? ¿De verdad Mariano Rajoy y el PP son homologables a una derecha europea moderna?.

Por desgracia, en España el franquismo no fue derrotado y lo que se ha querido llamar Transición no ha sido otra cosa que la continuidad y evolución del Régimen, la adaptación del franquismo a los tiempos modernos. Si no fuera así, si realmente viviéramos en una democracia, Agustín Conde no habría tenido la ocurrencia de intentar organizar una Comisión de Defensa en el Alcázar de Toledo un 18 de julio ni haría manifestaciones homófobas, y si las hiciera recibiría la reprobación de todos los políticos, incluidos sus compañeros, y de todos los medios de comunicación, incluidos los afines ideológicamente. Ni que decir tiene que dimitiría o sería cesado y que nunca hubiera sido nombrado salvo en las crónicas de los diarios cuando le hubieran detenido por enaltecimiento del franquismo (delito que no existe en nuestro moderado y democrático país, pero sí en Alemania, Francia o Italia, donde se persigue el fascismo).


Pero esto es España y aquí el franquismo se condecora, la homofobia se ensalza, la idiotez extrema y el servilismo se premian y los medios de comunicación callan. Después se denuncia que las cúpulas de la Guardia Civil y las Fuerzas Armadas son mayoritariamente franquistas y hay que escuchar que eso es imposible, que Franco murió y que estas organizaciones se han modernizado. Pero para haberse modernizado tanto extraña que el último director de la Guardia Civil fuera un vándalo de extrema derecha de los de aporrear sindicalistas y la recién nombrada mano ultraderecha de María Dolores de Cospedal sea un redomado franquista, homófobo y antipodemita. Luego los acosadores, agresores sexuales, malversadores, torturadores, ladrones, franquistas y consumidores de droga son cobijados por la justicia militar y encuentran un lugar ideal para trabajar en las Fuerzas Armadas mientras muchos periodistas y políticos parecen asombrados por ello…

Es lo que tiene nombrar ministra a María Dolores de Cospedal y que esta haya elegido a Agustín Conde su mano ultraderecha
 Luis Gonzalo Segura, exteniente del Ejército de Tierra.