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domingo, 27 de febrero de 2022

 

El 23-F no fue solo un golpe militar: el sumario secreto que desvela la trama civil

Cuando se cumplen 40 años del golpe militar que marcó la


 historia reciente de España, desvelamos los secretos de un


 sumario judicial que nunca se hizo público


ElConfidencial


Julio Martín Alarcón

23/02/2021




Con cada aniversario del 23 de febrero de 1981, el instante más crucial de la historia de España, se repiten los mismos nombres: TejeroArmadaMilans del BoschCortina. También los de los supuestos héroes: el rey Juan Carlos I, los generales GabeirasQuintana Lacaci... Pero nunca aparecen Villar Mir, Luis María Anson López Rodó. Empresarios, periodistas y exministros, no militares. Tampoco los intentos golpistas posteriores enterrados por la democracia: como el de Ynestrillas en 1982 o el De Meer en el 85.

 

No se habla de ello porque no interesa y porque el sumario del juicio militar del 23-F nunca ha sido público. No se pueden leer ni los testimonios de los cientos de militares que declararon ni las conclusiones de los fiscales militares. Lo único que se publicó fueron crónicas periodísticas como las de Martín Prieto o Pilar Urbano.

 

Lo organiza la Transición Paralela que es un grupo de empresarios, políticos y militares

 

Pero el sumario existe y hay muchas sorpresas. De Sabino Fernández Campo al monarca emérito Juan Carlos I, por supuesto. Esto no es la anatomía de un instante. Esto es la pequeña crónica de un proceso que empezó ya en el mismo 1977 y terminó en 1985 no en el 81: “Se creó la idea de que habían convergido varios golpes para oscurecer lo que en realidad había pasado. Solo hay un golpe de Estado que es nada menos que la última de las operaciones que organiza la denominada Transición Paralela, es decir, empresarios, políticos y militares conservadores que se confabulan a partir de 1977 para deponer a Adolfo Suárez y especialmente para modificar el proceso de democratización”.

El sumario secreto

Lo explica a El Confidencial Roberto Muñoz Bolaños, autor de El 23-F y los otros golpes de Estado de la Transición’ (Espasa), que sí tiene una de las copias del sumario, la que le dio el abogado de Antonio Tejero y a cuya parte ha tenido acceso este periódico: “La mejor fuente del 23-F es el sumario del juicio y es secreto. A mí me lo dio el abogado de Tejero que era amigo de mi familia. Al tener su aval me dio acceso también a entrevistas personales con muchos de los protagonistas del golpe como Armada, Torres Rojas…".

En definitiva, un golpe de estado civil y con la participación de los militares, o al revés, pero no un pronunciamiento militar. Atentos a una cuestión que quien haya conocido el entorno del ejército de esa época no le sonará raro. Lo menos conocido es que el teniente general Jaime Milans del Bosch, capitán general de Valencia y el único que sacó esa noche los tanques a la calle, no estaba tan solo; que el jefe del ejército, el teniente general Gabeiras pintaba poco, y que el mayor conspirador de todos, el general de división Alfonso Armada, sí que habría contado con el apoyo de La Zarzuela.

 

Anson y López Rodó pondrían en marcha la Solución Armada que era el verdadero golpe

 

Así comenzó todo: primero hubo varias intentonas de golpe de Estado, como la operación Galaxia, esa primera conspiración del propio Tejero. Nada nuevo. Pero sí lo es que nunca se aclararon las diferentes articulaciones que se intentaron. Solo la operación golpe de Timón se puso en marcha con la denominada Solución Armada, que era en gran parte civil y que podría haber partido en un principio con el apoyo de Lopez Rodó y Luis María Anson, entre otros:

 

"Armada tenía un amigo íntimo, hasta el punto de ser su confidente en La Zarzuela, correligionario, ambos del Opus Dei, que no era otro que López Ródó, probable autor del informe que dispararía la Solución Armada tal y como afirmó Milans del Bosch: 'Me ha llegado el rumor, que no puedo asegurar, de que pudo haber estado redactado por López Rodó" —Roberto. M. Bolaños, 'El 23-F y los otros golpes de Estado de la Transición'—.

Contra Suárez

El informe de López Rodó habría seguido a una serie de charlas que organizaba el periodista Luis María Anson y que englobaban a ese grupo, no solo de militares, sino también de políticos y empresarios, que pilotaban la Transición Paralela y que sentaron las bases del golpe de Estado del 23-F que luego ejecutarían el teneiente coronel Tejero, el teniente general Milans del Bosch y el general Armada. Según Bolaños:

"Lo que realmente quería este grupo era democratizar el sistema político vigente, pero no como pretendía Suárez. Entonces, a partir de 1977 se ponen en marcha varios planes para deponer a Suárez: Plan A, Gregorio López Bravo, que fracasa; en 1978-79 que López Bravo fuera elegido vicepresidente y que desde ahí pudiera sustituir a Suárez —recuerden que en el mismo 23-F se elegía a su vicepresidente Calvo Sotelo—; pero como tampoco sale adelante, ya en esa fecha se decide que se revierta en parte el proceso con un Gobierno encabezado por un militar y la figura elegida es Armada”.

 

La propia dimisión de Suárez dinamita la variante anticonstitucional que implica a los militares

 

¿Cuándo habría surgido ese grupo? A partir del mismo 1977 cuando se decide la legalización del PCE y Suárez plantea el estado social y democrático de Estado de derecho, que no estaba en ninguno de los planes de la Transición. Sin embargo, no prospera ninguna de las soluciones políticas, que es lo que dinamita el golpe. Así, el 23-F no salió adelante como un pronunciamiento militar, ni mucho menos como una réplica del 18 de julio de 1936, como a veces se ha planteado.

Si se quería parecer a algo en un comienzo era a la operación de Gaulle en Francia en 1958 tal y como planteó el periodista Anson en 1979: "Una situacion de excepción que pareciese un golpe de Estado. Igual que De Gaulle lo logró en 1958 en Francia". Es decir, un cambio constitucional con un presidente del Gobierno de concentración y militar que pudiera revertir, por ejemplo, las autonomías que era una de las cuestiones por las que el mismo Milans del Bosch se habría sumado a los conspiradores.

Tejero, utilizado

La génesis del golpe se comienza a retorcer poco después de que López Rodó promueva la Solución Armada: “Al mismo tiempo se plantea una variante pseudoconstitucional que consistía en llevar a Armada a la presidencia del Gobierno a través de un golpe de Estado. La primera variante se trunca cuando Suárez dimite, lo que imposibilita una moción de censura. Se forman una serie de contactos para ver si el Rey propone a Armada como presidente del Gobierno, pero también fracasan y es entonces cuando empieza a cristalizar la variante golpista. Un golpe que Armada reconduzca para proponerse a los diputados como presidente del Gobierno".

Vamos, una conspiración de altas esferas en las que La Zarzuela al menos habría tenido conocimiento. Lo que ocurrió es que fue la última variante de la Solución Armada, la golpista, y no otra, la que salió adelante. Es en la que siempre declaró haber participado Jaime Milans del Bosch, el militar de mayor prestigio de todo el ejército en ese momento.

 

Jaime actuó pensando siempre que el rey estaba detrás, como se decía en las reuniones familiares

 

El entorno familiar del militar es muy claro con El Confidencial: “Jaime actuaba pensando siempre que el rey estaba detrás y de hecho se decía en las reuniones familiares que habló con él por teléfono esa noche y que tenía las grabaciones. Lo que era absolutamente inverosímil es que actuara nunca a espaldas del rey Juan Carlos porque le apoyaba sin fisuras y el honor era lo más importante para él". Lo mismo ocurre con el del general Armada, aunque este “protegiera al Rey una vez que todo fracasó”, —más tarde le implicaría también—. Concuerda con la investigación de Bolaños. Es más, ambos militares, más que franquistas, eran monárquicos.

Parece saberse mucho de casi todo lo que ocurrió durante el golpe, pero muy poco de lo acontecido antes, ni tampoco de lo que se declaró después. Hay muchos agujeros en lo que se ha trasladado a la opinión pública. El mayor de todos es identificar el golpe del 23-F como una operación de unos militares franquistas exaltados. Hay más detalles según Bolaños:

 

Había mucha más trastienda de la que se ha mostrado y por eso no se ha querido contar. Así, todo el mundo ha aceptado durante 40 años que es un golpe de Estado de la extrema derecha, Girón, Carrés… ¿Qué militar se iba a a comprometer a llevar a Girón al poder? Armada y Milans pertenecen no solo a lo más alto del estamento militar, sino que además son ricos y de la nobleza. La suegra de Milans por ejemplo es la dueña de La Moraleja, habían sido monárquicos 'donjuanistas', pero esa trama no pinta nada ya en el 23-F. Es decir, estamos ante lo más respetado del ejército. Milans incluso tiene medadallas por acción en combate”.

 

El Confidencial entra de lleno en la disección de esa operación con Roberto Bolaños:

 

PREGUNTA. ¿Cómo y por qué entran en contacto los monárquicos conservadores, ya sean militares, periodistas, políticos o empresarios?

 

RESPUESTA. Anson es un personaje difuso, muy amigo de Armada, de hecho este último mete a a Anson en la revista 'Reconquista' y a partir de ese momento se empieza a justificar un golpe de Estado… Como la variante constitucional se había frustrado con la dimisión de Suárez, aprovechan una nueva conspiración en marcha que conocen, que es la de Tejero que está obsesionado con tomar el Congreso de los Diputados deciden intervenirlo y ahí es donde interviene el famoso comandante Cortina del CESID, que desde 1977 están en contacto con esos miembros de la Transición Paralela.

 

P. ¿Como por ejemplo el coronel Monzón Altolaguirre? [Uno de los hombres del coronel San Martín en el primegenio Seced]

 

R. Claro, Monzón y otros del servicio le están enviando informes a Gutiérrez Mellado y le dice que van por mal camino y especialmente desde la legalización del PCE. Es decir, que aprovechan la conspiración de Tejero para llevar a Armada al Gobierno y ahí colabora Milans del Bosch porque este último había hablado previamente con él. La labor de Milans era crucial porque una vez que se tomase el Congreso, si el teniente general sacaba los tanques a la calle, tenía que convencer al resto de que hicieran lo mismo y, una vez que estuvieran en la cúspide, la JUJEM como cabeza del ejército permitiría a Armada que se propusiera como presidente del Gobierno.

P. ¿Y no se opondría Gabeiras? [Jefe del ejército de tierrra]

 

R. Es que Gabeiras ya está convencido, es más lo sabe desde el día 16 de febrero. Ese día se reúnen en casa de Armada, además de él, el propio Gabeiras y Mondéjar. ¿Por qué fracasa todo? La clave no es el Rey, la clave es Tejero porque hace una cosa que le han dicho que no haga: que emplee violencia en el Congreso, es decir cuando sus Guardias Civiles disparan aunque sea al techo.

 

Este es quizás uno de los momentos más sorprendentes del libro de Bolaños: la cronología que se produce inmediatamante después y que concatena varias cuestiones, la primera de ellas que el resto de las capitanías generales no golpistas están plenamente al tanto de la Solución Armada. No solo al tanto, sino que la apoyan en tanto y cuanto Zarzuela diera su visto bueno que, tal y como declararían Milans y otros, lo hace:

"Una vez que los guardias civiles de Tejero disparan, el plan tal y como se había propuesto queda congelado entre las seis de la tarde más o menos y las 11 de la noche. Tras hablar Armada con Zarzuela, se le autoriza a ir al Congreso a proponerse como presidente del Gobierno. Es cuando el Rey y Sabino Fernández Campo hablan con Gabeiras y con Armada, y dan el visto bueno". Habrían hablado además con Milans del Bosch.

 

El problema entonces, el impedimento, no fue el Rey, sino, quién lo iba a decir, el propio Tejero. Según la interpretación de Bolaños: "Tejero es quien no acepta que Armada hable con los diputados cuando este le enseña la lista con el Gobierno de concentración. En ese momento, Tejero que se da cuenta que le han engañado, porque él pensaba en una junta militar se cierra en banda. Por otra parte la JUJEM con Gabeiras al frente, no van a permitir otra solución que no sea la de Armada y es en ese momento cuando el Rey habla por televisión, solo cuando la Solcuión Armada fracasa. Justamente a la 01:00 de la madrugada".

 

"Hay que ver los papeles de Quintana Lacaci para ver que a Gabeiras le putean porque además no le respetan, no tiene ningún prestigio porque incluso para hacerle JEM del ejército Gutiérrez Mellado tiene que ascenderle un minuto antes a teniente general".

 

P. Quintana, sin embargo, impide que el golpe triunfe en Madrid...

 

R. Quintana obedece las órdenes del Rey y para a la acorazada Brunete, sí. Lo más interesante es lo que cuenta él mismo: como entre los tenientes generales hablan entre ellos, el resumen es que todos apoyan la Solución Armada. Todos salvo el de Canarias dicen que sí.

 

P. ¿Y Quintana?

 

R. No, Quintana no dice nada. Solo se opone González del Hierro, que es el de Canarias porque dice que quiere ser él, que tiene más rango que Armada, no por otra cosa. Quintana no se opone al 23-F, obedece en todo momento las órdenes del Rey y como Armada no llega a proponerse como presidente —según había autorizado Zarzuela— pues entonces paraliza todo en Madrid.

 

De esta forma, en el último suspiro, es cuando la operación política para revertir la Transición de Suárez se va al traste, por muy poco. Lo esencial, como también mostró hace uno días Rafel Dávila, hijo del general Fidel Dávila en una entrevista de Fernando Palmero en 'El Mundo' es que la trama del golpe fue también civil, no solo militar. Muy alejada de esa imagen de ultras. En realidad, estaban coordinados con los monárquicos conservadores y la propia Zarzuela para dinamitar directamente algunas de las consecuencias políticas de la Transición y la Constitución, como las CCAA. Sería este el siguiente problema en causar una rebelión, el denominado 'procés' de los independentistas catalanes. La diferencia es que en esta ocasión se consideró sedición por el Tribunal Supreno. Además, algunos, como su cabecilla Carles Puigdemont, se habían fugado antes.



 Foto: Luis Viadel

Un segundo antes...


 


 

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La Iglesia pagará en EE UU 18.000 millones por un caso de abuso sexual

Una de las víctimas, antiguo monaguillo, se suicidó en 1992

ElPaís

JUAN CAVESTANY

Nueva York - 26 JUL 1997 -



Rudolph Kos, un sacerdote de Dallas (Tejas, EEUU), vejó sexualmente a 11 monaguillos entre 1977 y 1992 y tendrá que pagarles por ello, con la diócesis, 118 millones de dólares (unos 18.000 millones de pesetas). Un jurado popular decidió el jueves imponer esa multa, la más alta recibida por la Iglesia católica de EE UU por un caso de abuso sexual. Una de las víctimas de Kos se suicidió tras denunciarle en 1992.

Los antiguos monaguillos y los familiares del fallecido habían denunciado al reverendo Kos y a la diócesis de Dallas, por considerar que ésta no quiso llamarle la atención. En su veredicto, el jurado confirmó que la diócesis era culpable de negligencia, conspiración y fraude para encubrir los hechos.La Iglesia Católica de EEUU ha reconocido que se trata de la mayor indemnización que se le ha impuesto nunca. La anterior marca era del año pasado y rondaba los 13 millones de dólares. Pero el regreso de los abusos en la Iglesia al ojo público supone un dan- o quizá mayor. En los últimos años, varias personas habían retirado sus alegaciones contra el cardenal de Chicago, Joseph Bernardin, y la causa de las víctimas de este tipo de delito estaba en decadencia.

Las aseguradoras pagan gran parte de las indemnizaciones que caen sobre las diócesis de EEUU por casos de abuso sexual, pero evidentemente ésta no es la solución. Este mismo año salió a la luz el caso de la diócesis de Santa Fe (Nuevo México), al borde de la ruina por haber tenido que llegar a acuerdos económicos por 165 casos de abuso sexual desde 1994.

Despertar al Papa

"Espero que despierten al Papa con esta noticia", dijo la fiscal Sylvia Demarest, una declaración recogida por todos los medios de EEUU. "Este veredicto envía un claro mensaje a la jerarquía católica del mundo: este abuso debe terminar". Según la acusación, Rudolph Kos vejó a cientos de niños entre 1977 y 1988, cuando estudiaba en un seminario de Dallas. A Kos se le imputan, entre muchos otros, contactos sexuales con un niño de 9 años y otro de 13. Además, durante dos años estuvo viviendo con otro menor en su casa, haciendo creer que lo había adoptado. En el juicio se explicó también que les involucraba en masajes corporales y masturbación y sexo oral.A pesar de una serie de quejas planteadas ante la diócesis en los años 80, sus superiores no sólo se negaron a investigar, sino que le ascendieron en 1988. Sólo con la denuncia formal de una de sus víctimas, Jay Lemberger, en 1992, Kos fue suspendido. Posteriormente, Lemberger se quitó la vida. Tenía 20 años.

El juicio, que ha incluido 11 semanas de testimonios, ha sido tan emotivo que, al concluir, el juez se bajó de su palestra y dijo a las víctimas: "He estado tan cerca de vuestra tragedia que tengo el corazón roto". En otro gesto cargado de drama, el jurado emitió un comunicado solicitando a la diócesis que admitiera su culpa en el caso del reverendo Kos y que "permitan a estos jóvenes seguir adelante con sus vidas".

La diócesis de Dallas no ha admitido las acusaciones de negligencia. Aunque tampoco ha negado los hechos imputados a Kos, ha anunciado que recurrirán. Suspendido del sacerdocio, Kos vive en San Diego (California) y tiene pendientes otras dos demandas por causas parecidas. Se estima que el peso de la indemnización recaerá en la diócesis.


 



Ane Ibarzabal

OPINIÓN

¿Dónde estaba Dios?

Nadie de su entorno tenía conocimiento de que ocultaba un dolor del tamaño de una bola del mundo vista a través de los ojos de un niño

20-2-22




Con ocho años tienes que estar pensando en conseguir ese cromo de Pokémon que te haga completar un álbum imposible. Con ocho años tu objetivo es que tu inseparable amigo de pupitre te pase la pelota y te haga sentir importante en la clase de gimnasia. Con ocho años no existe el dinero. No hay euros, ni pesetas. El precio se mide en cariño. En besos, en abrazos. En chucherías, si me apuras. Porque con ocho años eres un niño. Sólo eso y ya es mucho. Un niño. No deberías estar peleando con el demonio. Batallando en guerras que no son propias de tu edad. De ninguna edad, en realidad. Porque si un adulto no tiene armas para ir a determinados frentes, mucho menos alguien que no ha llegado a los diez. Que no alcanza el metro de altura o que lo supera, a duras penas.

Por eso es necesario reparar la vida de Jesús. La suya y la de tantos y tantos. Porque sí, también hay mujeres en esta lista, todavía, sin punto y final. Han pasado varias horas desde que lo he entrevistado y sus palabras continúan palpitando en lo más profundo. No quiero ni imaginar lo que le pesa a él la mochila que lleva a cuestas.

Cómo se mantiene, me pregunto, semejante secreto durante 56 años. En silencio. Sin poder soltar ni una gota de ese veneno acumulado. Ni a sus padres. Ni a su hermana. Ni a su mujer

Tenía sólo ocho años Jesús Zudaire cuando empezó a sufrir un calvario que ha tardado 56, en sacar. En contar. En denunciar. Cómo se mantiene, me pregunto, semejante secreto durante 56 años. En silencio. Sin poder soltar ni una gota de ese veneno acumulado. Ni a sus padres. Ni a su hermana. Ni a su mujer, después. Nadie de su entorno tenía conocimiento de que ocultaba un dolor del tamaño de una bola del mundo vista a través de los ojos de un niño. Una bola descomunal.

Habla despacio, Jesús. No es para menos. Como si no hubiera palabras para describir el infierno. Como si tuviera que ir buscándolas, página a página, en un diccionario que no entiende de pederastia. De los ocho a los catorce. Seis años. En total, 2190 días, con sus noches, estuvo soportando lo insoportable. Y creyéndose, incluso, el culpable. Sin comprender, si quiera, lo que aquello significaba. Sin entender que no estaba bien. Que no era natural. Que no formaba parte del guion de la infancia. No lo asimiló hasta los doce. Y fue entonces cuando trató de evitarlo, de rebelarse contra un monstruo con nombre propio, el cura José San Julián, que lo que hizo fue contraatacar con torturas. Palizas. Bofetones en el cuello. En la cara. Con golpes. Un monstruo de 90 kilos y una presa que no alcanzaba los 30. Poco más hay que añadir.

Y no fue Jesús el único “capricho” de ese malnacido. Al menos 16 años estuvo supuestamente cebándose con cientos de alumnos. Sólo él sabe la cifra exacta o quizá perdió la cuenta. Se la llevó a la tumba demasiado pronto. Sin rendir ni ante la justicia ni ante Dios. Ese Dios que hizo aquí la vista gorda.

Las hay que miraron y miraron y murieron sin haber podido salvar a sus retoños de esos fantasmas cubiertos por una sábana manchada. Porque muchas víctimas escondieron tan profundo su tormento que se malacostumbraron

Escribo esto con la foto de mis dos sobrinos, chico y chica, de siete años, en mente. Y me pregunto: ¿Seríamos capaces sus padres, abuelos, tíos, su entorno, de percibir en sus rostros inocentes sufrimiento de tal magnitud? ¿De detectar que el lobo que debería asustarles únicamente en pesadillas, les ataca cuando más despiertos están? No asimilo a comprender cómo se puede descubrir tamaña barbarie oculta tras los ojos tímidos de un pequeño. No sé si es fácil. Si es difícil. Si hay señales. No soy madre. Quizá ellas ven más allá de lo perceptible. Pero, las hay que miraron y miraron y murieron sin haber podido salvar a sus retoños de esos fantasmas cubiertos por una sábana manchada. Porque muchas víctimas escondieron tan profundo su tormento que se malacostumbraron a su presencia.

Nunca es tarde para llamar a las cosas por su nombre. Es un desafío, pero necesario para sentirse libre. Y todo esto tiene un nombre que, por fin, la iglesia se atreve a pronunciar. “Un solo caso de abusos, ya son demasiados.” Lo dice, en un video, el Arzobispado de Madrid. Lo suscribo.

Escribe Sally Rooney en su libro “Gente normal” que “la vida es eso que llevas contigo, dentro de la cabeza.” Las víctimas, una angustia que no prescribe. Los verdugos, una culpabilidad que, aún sin sentencia, no caduca.



 

Cierran una fábrica de iPhone en la India con 250 intoxicados tras encontrar ratas, comida con gusanos y retretes sin agua corriente

Juan Antonio Pascual Estapé

30/12/2021 

Computer




Apple vuelve a ser noticia por las penosas condiciones laborales de las fábricas que montan sus productos. ¿Cómo se ha podido llegar a esta situación?

Puede que estés muy orgulloso de ese producto de lujo llamado iPhone 13 (Análisis) que te han regalado esta Navidad. Pero podría haber sido montado por una mujer india que duerme entre ratas, come comida con gusanos y usa retretes sin agua corriente.

Es la cara oculta de la tecnología, y un indignante problema que las compañías no saben atajar o no hacen lo suficiente para resolverlo.

Según informa Reuters vía 9to5MacApple ha ordenado a Foxconn que cierre la fábrica de iPhone de  Chennai, en la india, después de una revuelta porque 259 mujeres habían sufrido una intoxicación alimentaria, y más de 100 han tenido que ser hospitalizadas.

Las investigaciones posteriores han descubierto que las mujeres que montaban los iPhone en la fábrica vivían en albergues facilitados por la empresa, hacinadas con hasta 30 personas durmiendo en una misma casa.

Las mujeres dormían en el suelo. En las cocinas se han encontrado ratas, así como comida con gusanos, y retretes sin agua corriente.

Algunas trabajadoras han confesado que todas las que viven allí tienen algún problema de salud: desde dolores de espalda a alergias en la piel y problemas estomacales por la comida.

Foxconn ha sido acusada por los sindicatos de contratar a mujeres jóvenes de 18 a 22 años de las zonas rurales, porque son menos propensas a protestar.

Por eso la revuelta que tuvo lugar la semana pasada, se considera excepcional en la India. Aunque casi todos los días había alguna intoxicación alimentaria, según las trabajadoras, a mediados de diciembre se registraron 259 mujeres intoxicadas, y más de 100 tuvieron que ser hospitalizadas.

Eso llevó a una protesta que ha terminado con el cierre temporal de la fábrica de iPhone, gestionada por Foxconn. La instalación de Chennai tiene 17.000 trabajadores.

La compañía taiwanesa ha asegurado que va a reestructurar el organigrama de jefes responsables de la fábrica.

Pero las miradas vuelven a estar puestas otra vez en Apple. La compañía de la Manzana lleva a cabo inspecciones periódicas en las fábricas que contrata para fabricar los iPhone en China, la India, y otros países.

Pero es obvio que esas inspecciones no son eficaces si no descubren irregularidades tan graves como esta.

La compañía más rica del mundo no puede consentir que sus productos lleguen al mercado a costa del sufrimiento y la humillación de los trabajadores que los montan, o fabrican sus componentes.

Pasan los años, y nos entristece tener que seguir escribiendo noticias como esta. ¿Hasta cuándo?