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domingo, 30 de septiembre de 2018

La vida es bella


ClicClic
https://gloria.tv/video/CfAMw32ieovd3JbyvHmfGsmMv

Título original
La vita è bella
Año
Duración
117 min.
País
Italia Italia
Dirección
Guion
Roberto Benigni, Vincenzo Cerami
Música
Nicola Piovani
Fotografía
Tonino Delli Colli
Reparto
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Productora
Melampo Cinematografica / Cecchi Gori Group Tiger Cinematografica. Distribuida por Miramax International
Género
Comedia. Drama | Comedia dramática. Nazismo. Holocausto. II Guerra Mundial. Años 30. Años 40
Sinopsis
En 1939, a punto de estallar la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), el extravagante Guido llega a Arezzo, en la Toscana, con la intención de abrir una librería. Allí conoce a la encantadora Dora y, a pesar de que es la prometida del fascista Rodolfo, se casa con ella y tiene un hijo. Al estallar la guerra, los tres son internados en un campo de exterminio, donde Guido hará lo imposible para hacer creer a su hijo que la terrible situación que están padeciendo es tan sólo un juego. (FILMAFFINITY)

Premios
1998: 3 Oscars: Mejor actor (Benigni), película habla no inglesa, bso. 7 nominaciones
1998: Festival de Cannes: Gran Premio Especial del Jurado. 2 nominaciones
1998: Premios BAFTA: Mejor actor (Benigni). 3 nominaciones
1998: Premios Cesar: Mejor película extranjera
1998: Premios Goya: Mejor película europea
1998: National Board of Review: Premio especial (Roberto Benigni)

Críticas



La Strada ( Federico Fellini - 1954)


Título original
La Strada
Año
Duración
103 min.
País
Italia Italia
Dirección
Guion
Tullio Pinelli, Federico Fellini
Música
Nino Rota
Fotografía
Otello Martelli (B&W)
Reparto
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Productora
Ponti de Laurentiis
Género
Drama | Neorrealismo. Teatro
Sinopsis
Cuando Zampanó, un artista ambulante, enviuda, compra a Gelsomina, la hermana de su mujer, sin que la madre de la chica oponga la menor resistencia. Pese al carácter violento y agresivo de Zampanó, la muchacha se siente atraída por el estilo de vida nómada, siempre en la calle (la "strada", en italiano), sobre todo cuando su dueño la incluye en el espectáculo. Aunque varios de los pintorescos personajes que va conociendo en su deambular le proponen que se una a ellos, Gelsomina se mantendrá fiel a Zampanó hasta las últimas consecuencias. (FILMAFFINITY)
Premios
1956: Oscar: Mejor película de habla no inglesa. 2 nominaciones
1956: Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor película extranjera
1956: National Board of Review: Top mejores películas extranjeras
1955: Premios BAFTA: Nominada a mejor película y actriz extranjera (Masina)
1954: Festival de Venecia: León de Plata (mejor director)
Críticas

12 hombres sin piedad

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https://vimeo.com/84990523

Título original
12 Angry Menaka
Año
Duración
95 min.
País
Estados Unidos Estados Unidos
Dirección
Guion
Reginald Rose
Música
Kenyon Hopkins
Fotografía
Boris Kaufman (B&W)
Reparto
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Productora
Metro-Goldwyn-Mayer / Orion-Nova Productions
Género
Drama. Intriga | Drama judicial
Grupos
Doce hombres sin piedad
Novedad
Sinopsis
Los doce miembros de un jurado deben juzgar a un adolescente acusado de haber matado a su padre. Todos menos uno están convencidos de la culpabilidad del acusado. El que disiente intenta con sus razonamientos introducir en el debate una duda razonable que haga recapacitar a sus compañeros para que cambien el sentido de su voto. (FILMAFFINITY)

Premios
1957: 3 nominaciones al Oscar: Mejor película, director, guión adaptado
1957: Globos de Oro: 4 nom., incluyendo mejor película drama, director y actor
1957: Premios BAFTA: mejor actor extranjero (Fonda). Nominada mejor película
1957: Sindicato de Directores (DGA): Nominada a Mejor director
1957: Sindicato de Guionistas (WGA): Mejor guión drama
1957: Festival de Berlín: Oso de Oro, Premio OCIC

Críticas

Desesperación por recobrar el sillón de mando


Avanzando desde el infierno

Mientras, la auténtica basura, los casos de corrupción de los populares, apenas existe en determinados medios de comunicación


Sábado, 29 de septiembre de 2018

ElPlural

Pedro Sánchez se ha plantado. Ya está bien de aguantar barbaridades. Lo dijo el viernes la ministra de Educación y portavoz del Gobierno Isabel Celaá: “La oposición está demostrando que no sabe asumir la pérdida de poder".
Ocurre que la desesperación por recobrar el sillón de mando es de tal intensidad, que a la derechona  no le vuelven a importar las formas, empezando a menudo por la más destructiva, la mentira. Pero según los sondeos sobre intención de voto, aumenta la ventaja del PSOE.  
Lo que han hecho con la ministra de Justicia es escandaloso. Con la inestimable ayuda de algún oculto puntal en la investigación de un sumario secreto, divulgaron el bulo de que Dolores Delgado, siendo fiscal, había participado en un intento de librar de la extradición a un empresario a petición del oscuro policía Villarejo.

Lo que han hecho con la ministra de Justicia es escandaloso.

Y por supuesto, denunciaron que el temido y denostado Baltasar Garzón, habría cobrado por ello. En cocinar esta historia colaboró con entusiasmo un medio digital.
Cuando decayó el tema ante los contundentes desmentidos, volvieron por otra vía, la de los audios de incierto origen, atribuidos también a la colección del citado comisario, cuyo contenido no resiste un análisis riguroso.
Frases extraídas en un corta y pega de conversaciones antiguas en ámbito privado, morbo y cotilleo, para lograr el mayor desprestigio. Y esta vez y con el concurso de otro medio, desconocido al estar recién creado, que se ocupó de propagar el ruido necesario. El corifeo de prensa proclive a la porquería participó del escándalo sin discernir ni contrastar.
En 2009, se organizó otro sarao a raíz de una cacería en la que participaron, entre otros, el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, y el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, que investigaba la trama corrupta vinculada al PP. Aquello pasó factura a Bermejo, que se vio obligado a dimitir.


El franquismo, asesorado por la Gestapo tuvo 500.000 presos en 180 campos de concentración


El franquismo, asesorado por la Gestapo, tuvo 500.000 presos en 180 siniestros campos de concentración de posguerra

Ex combatientes republicanos, disidentes de izquierdas, homosexuales, gitanos… sufrieron esclavitud y torturas en condiciones infrahumanas


 Domingo, 30 de septiembre de 2018

A los más jóvenes los campos de concentración les suena a instalaciones carcelarias masificadas y criminales de los nazis y de Hitler. Los identifican con nombres como Auschwitz, Mauthasen o Dachau. Algo muy negativo pues nos indica nos indica nuestro desconocimiento de la historia propia historia reciente de nuestro país. Y es que durante la Segunda Guerra Mundial se construyeron más de 15.000 campos de concentración y exterminio a lo largo y ancho de todo el territorio controlado por la Alemania nazi. El cine o la literatura han conseguido que campos de concentración, nazismo, crueldad y tortura sean sinónimos y palabras y conceptos asociados.

En la España franquista España funcionaron numerosos campos de concentración entre 1936 y 1947, muchos de forma estable y otros temporalmente. Dirigidos por el Servicio de Colonias Penitenciarias Militarizadas fue una de las “eficaces” herramientas del sistema de represión franquista. 
Presos políticos, gitanos, disidentes, ex combatientes republicanos…

or allí pasaron años condenados y esclavizados o simplemente finiquitaron su vida ex combatientes del ejército de la II República, disidentes políticos, militantes de izquierda, políticos, homosexuales, gitanos o presos comunes. Como en los campos de concentración nazis los presos comunes más peligrosos eran los responsables de la vigilancia y en especial de controlar a los presos por motivos políticos.

Pero además de mecanismo represor estos centros del sistema penitenciario fascista sirvieron para que mediante la explotación laboral de los prisioneros, el franquismo hiciera obra pública y construyera desde canales a incipientes aeropuertos como el actual de Málaga. Mano de obra barata no, esclavitud a secas.

180 campos de concentración de norte a sur de España


Hay historiadores que cifran en unos 180 campos de concentración los distribuidos por toda España desde 1936 a 1942. Según solventes historiadores como el profesor Javier Rodrigo de la Universidad Autónoma de Barcelona, aproximadamente 500.000 internos fueron redistribuidos en los campos entre prisioneros de guerra y presos políticos. El primer campo de concentración creado por el dictador se creó en castillo del monte Hacho en Ceuta. El último en cerrar, el de Miranda del Ebro.
Asesoramiento de la Gestapo

Existen investigaciones que avalan la tesis de que funcionarios nazis de la Gestapo fueron los asesores del régimen para diseñar esta red de campos de concentración franquistas, imitando su “experiencia” de los existentes en la propia Alemania nazi. Atribuyen a Paul Winzer, jefe de la Gestapo en España y un tiempo jefe del campo de concentración de Miranda del Ebro, ser el auténtico diseñador de esta red  de centros de tortura y muerte en la
España de la posguerra y ejecuciones aplicando el modelo nazi

Las condiciones eran indignas pues el régimen se cebaba y se vengaba con los presos. Hambre y sed, temperaturas abrasadoras en verano y gélidas en invierno, enfermedades, piojos, interrogatorios con torturas y palizas, vejaciones y, para muchos, la espera era una especie de “corredor de la muerte” donde un mal día se les sacaba para fusilarlos. Los presos políticos calificados como "irrecuperables" eran directamente ejecutados en algún fatal día en el que sorpresivamente se les anunciaba que iba a salir del centro. Se los llevaban y ya no volvían: tiro en la frente. Fue una forma de “reeducación” cruel tanto física como psíquicamente calcada del régimen nazi.
“Solución final” a lo franquista

También hubo algún campo, como el de Las Arenas en Sevilla, que sirvió, al más puro estilo nazi, para eliminar a “parias”. Allí, en el término de La Algaba, se llevaron a unos 300 "indigentes, mendigos, indocumentados o pobres, en general, que retiraban de las calles de Sevilla" entre 1941 y 1942  y que directamente fueron al “matadero” al ir dejándolos morir de hambre sin hacer nada para evitarlo.  Fue esa la forma, la de matar de hambre a la población mendiga de la ciudad de Sevilla, el sistema para la “solución final” dirigida a “vagos y maleantes”. Se calcula que más de la mitad de los reclusos fallecieron de inanición y frío.  Bueno, el verbo fallecer sería en este caso un eufemismo de “asesinar”.

La política de “recursos humanos” del régimen” para seleccionar a los responsables de gestionar los campos era sanguinaria. Se elegían a víctimas de la zona republicana con lo que los escogidos trabajaban con un espíritu torturador y de vendetta con los vencidos y en la mayoría de las ocasiones netamente sádico.

Para aquellos que hablan de un franquismo “plácido” y una posguerra incruenta habría que recordarle que en 1938, en plena guerra, estos tétricos recintos albergaban a más de 170.000 prisioneros. Al término de contienda, en 1939 ya la cifra oscilaba entre los 370.000 y 500.000. En 1940 se nombra director de la red de estos campos al general Camilo Alonso Vega, amigo y paisano de El Ferrol de Franco así como miembro de la misma promoción que el dictador. Alonso Vega fue designado en 1957 Ministro de la Gobernación, un represor destacado que terminó su vida como Capitán General del Ejército, rango alcanzado en vida tan solo por el propio Franco y Muñoz Grandes. Diez años después de finalizar la guerra civil, en 1946, seguían en activo 137 campos de trabajo más 3 de concentración, con población reclusa de 30.000 prisioneros, todos de carácter político. El último campo de concentración en cerrar fue el burgalés de Miranda del Ebro que mantuvo su actividad el año 1947. 
Campos siniestramente destacados

De entre los 180 campos de concentración destacaron el de Albatera en Valencia, Camposancos en Pontevedra, Castuera en Badajoz, La Corchuela y Los Merinales en Sevilla, Los Almendros en Alicante y el de Miranda del Ebro en Burgos. En Andalucía hubo 55 centros de reclusión para unas 100.000 personas. Como en el resto de España el franquismo los utilizó para poseer franquista mano de obra esclava para sus obras públicas y como castigo y venganza por la disidencia. Destacan el del Canal de los presos en Sevilla o el de Torremolinos También estos centros de reclusión españoles sirvieron para aumentar la nómina de presos en los campos de concentración nazis europeos.