Buscar este blog

jueves, 31 de octubre de 2019

La sucia campaña del Partido Popular


Las nuevas trampas del PP para manipular la campaña electoral

La campaña sucia para fomentar la abstención en la izquierda que ha destapado eldiario.es es de una enorme gravedad 

El PP hacía trampas electorales con la financiación ilegal y ahora las hace con las redes sociales: con las mismas técnicas del Brexit, Bolsonaro o Trump

Ignacio Escolar

30/10/2019

eldiario.es



El PP hace trampas. Por sistema. Casi en cada campaña electoral. Lo hacía con la Gürtel, con Bárcenas, con la caja B, con Fundescam. Fue dopado a las urnas en numerosas ocasiones, con la ayuda de la financiación ilegal. Y cuando descubrimos las trampas del dinero negro, y el partido fue condenado por corrupción, empezaron con las nuevas trampas electorales del siglo XXI: las de los bots, las fake news y las redes sociales. Con las mismas técnicas de manipulación que aplicaron en el Brexit; las mismas que coronaron a Jair Bolsonaro o Donald Trump.

La campaña sucia para fomentar la abstención en la izquierda que ha destapado eldiario.es es de una enorme gravedad. Unas trampas que, de nuevo, apuntan al Partido Popular.

La persona que pagó miles de euros a Facebook para fomentar el "#yonovoto" en la izquierda se llama Josep Lanuza. Lanzó esos vídeos haciéndose pasar por un partidario de Íñigo Errejón y Más País, en una página titulada "Yo con Íñigo". Y el lema y el diseño de esa campaña fomentando la abstención de la izquierda es exactamente el mismo que el de miles de carteles, pegatinas y 'flyers' que han aparecido por toda España, en barrios populares donde la izquierda suele lograr muchos de sus votos.

Josep Lanuza asegura que esto lo hace "como una iniciativa meramente personal". El típico hobby en el que te gastas miles de euros, al parecer. Pero trabaja para una consultora política: la de Aleix Sanmartín, un especialista en este tipo de técnicas de manipulación electoral.

Aleix Sanmartín, en estas elecciones, está contratado por el PP y forma parte de su comité de estrategia electoral. Está en el núcleo duro de Pablo Casado para esta campaña. Es uno de sus principales asesores. También han contratado a su empresa para poner en marcha un 'call center' secreto desde el que van a llamar por teléfono a casi dos millones de personas, para influir en los indecisos a favor de Casado. En el PP, tras destaparse esta noticia, ahora se distancian de él –"Sanmartín colabora con nosotros"–. Y niegan que el PP esté detrás de esta campaña del #yonovoto.

En resumen: un empleado de una empresa contratada para la campaña por el PP ha pagado una campaña para desmovilizar a la izquierda, en beneficio del PP. Pero en el PP dicen que ellos no tienen nada que ver.

Para mayor gravedad, lo hacen suplantando una identidad: en nombre de la candidatura de Más País e Íñigo Errejón.

Ni siquiera es esta la única campaña sucia que está apareciendo en redes, ni tampoco el único nexo que relaciona esta campaña con el Partido Popular. También hay un joven militante de Nuevas Generaciones que está pagando en Facebook anuncios a favor del PP y contra Ciudadanos, PSOE, Podemos y Vox. Lleva gastados más de 17.000 euros, supuestamente de su bolsillo. El típico dinero del que dispone un joven para estas cosas. Se llama Javier Ager Solano y es el que aparece sonriente en esta foto junto a Pablo Casado.



Este mismo militante del PP, entre otros anuncios, ha pagado a Facebook para difundir vídeos contra Sánchez, que incluyen exactamente el mismo lema y diseño que los miles de carteles  pidiendo el #yonovoto que alguien ha pegado por las calles de decenas de barrios españoles. El mismo diseño y lema que también difundió el empleado de la empresa de asesoría política de Aleix Sanmartin, contratada por el PP.

Entre unas y otras, esta campaña opaca de anuncios favorables al PP ha tenido once millones de impresiones en Facebook. Repito: once millones. Es una publicidad segmentada que, además, se puede dirigir a aquellas provincias donde muy pocos votos pueden mover muchos escaños. La eficacia de estas técnicas de manipulación electoral, en todo el mundo, está bastante acreditada ya.

La respuesta del PP, negando cualquier relación con estas campañas sucias, se parece mucho a la que nos dieron en abril, cuando en eldiario.es descubrimos una red de bots que estaban amplificando los mensajes electorales de Pablo Casado. También entonces el PP nos aseguró que no tenían nada que ver, que no era cosa suya, que era solo una "iniciativa personal" de uno de sus militantes. Meses después, en septiembre, Facebook y Twitter confirmaron nuestra exclusiva: el PP había creado cientos de cuentas falsas para manipular el debate político en las redes sociales durante la campaña electoral.

Lo hicieron en las generales de abril. Muchos indicios apuntan a que lo están repitiendo en las generales de noviembre. Y ni siquiera es la primera vez.

Aleix Sanmartín también lo hizo en las elecciones andaluzas, también a sueldo del PP, contratado por Juanma Moreno como su principal gurú electoral. Desde su empresa, según explican varias fuentes, pusieron en marcha otra campaña de falsa bandera. Se hacían pasar por militantes del PSOE andaluz partidarios de Pedro Sánchez que pedían la abstención y fomentaban el voto nulo contra Susana Díaz. Eran vídeos como este, que se difundían a través de anuncios en Facebook.

No sabemos cómo de eficaz fue esta campaña sucia por la abstención de la izquierda en las elecciones andaluzas. Lo que sí sabemos es que la abstención de la izquierda fue muy superior a la esperada y, contra pronóstico, entregó la Junta de Andalucía al PP, a Ciudadanos y a Vox. También sabemos que el voto nulo se duplicó entre las andaluzas de 2015 y las de 2018: pasó del 1% al 2,2%. Fueron 40.000 votos nulos más, en unas elecciones donde un escaño costaba 33.000 votos.

La abstención de la izquierda le dio el gobierno a la derecha. Es exactamente lo mismo que la izquierda se juega el 10 de noviembre.

El #yonovoto difundido entre los votantes de la izquierda solo tiene un objetivo: llevar a Pablo Casado a La Moncloa. Al igual que en la campaña que diseñó Sanmartín para las andaluzas, la estrategia pasa por desmovilizar a la izquierda con mentiras y propaganda camuflada de lo que no es.

Para ello, en las andaluzas, utilizaron un sustrato muy real: que había muchos votantes del PSOE que no tragaban a Susana Díaz por su enfrentamiento con Pedro Sánchez. Ahora también hay un sustrato, que esta campaña sucia intenta usar para hacer germinar la abstención: el desencanto de una gran parte de la izquierda por el fracaso de las negociaciones entre el PSOE y Podemos.

Si la izquierda desencantada se queda en casa, Pablo Casado gobernará, igual que hoy lo hace Juanma Moreno: con el apoyo de Ciudadanos y la extrema derecha de Vox.

Contra-milagro


Contra-milagro

31/10/19

El HuffPost

Pepe Vera

Hasta ahora varios sectores políticos de este país se oponían a la salida del dictador del Valle de los Caídos. Lo que negaba la derecha, la izquierda era incapaz ni siquiera de plantear. Mover a Franco parecía inalcanzable, imposible, por lo que el propio hecho se podría calificar de “milagro histórico”.

Nunca se debió enterrar al verdugo junto a las víctimas. Pero, en ese momento, Juan Carlos I era capaz de firmar cualquier cosa para subir al poder. Ya lo había hecho antes jurando los Principios del Movimiento y la lealtad al Jefe del Estado, es decir al dictador, al Nacional Catolicismo. De esta manera Juan Carlos I de Borbón era declarado sucesor, no electo, del genocida Francisco Franco.

En 1975, a modo de rey, Juan Carlos I pasaba a ser el jefe del Estado español. El nuevo rey tomaba el poder por asignación directa e indiscutible del dictador. En este acto celebrado en las Cortes el Rey nombró al Generalísimo y a Dios, al primero agradeció y al segundo le pidió ayuda.

Mover a Franco parecía inalcanzable, imposible, por lo que el propio hecho se podría calificar de “milagro histórico”.

Pero la ayuda no sería divina sino terrenal. Dios tendrá mejores cosas que hacer, seguro. Así que será la Iglesia española, siempre al lado de dictaduras y monarquías, la que apoye al rey como hizo antes con el dictador.

Para la Iglesia española la exhumación de Franco no ha sido un milagro, más bien ha sido un “contra-milagro”. La institución de la iglesia siempre al lado de la represión franquista, cómplice histórica de corruptos, nada democrática y donde la mujer es menos que el hombre.

A veces los pies de Dios no llegan a tocar el suelo. Es en ese espacio, entre lo divino y lo terrenal, donde existe esa iglesia despreciable.


miércoles, 30 de octubre de 2019

"Solo sé que soy rojo"


30/10/2019

Este hombre define a la perfección qué es ser rojo: todo un éxito en Twitter

"Solo sé que soy rojo".

·         Redacción El HuffPost 


         Si nunca has sabido definir exactamente qué es ser rojo, la respuesta de un hombre te puede ayudar. El vídeo, de menos de 50 segundos, no ha dejado de acumular retuits y me gusta y se está convirtiendo en todo un fenómeno de masas. 

         “De política no sé prácticamente nada, solo sé quiénes quieren seguir robándonos y que soy rojo”, asegura. El periodista, sorprendido ante esa afirmación, le pregunta que por qué es rojo.

         El hombre da cinco motivos por los que llaman rojo: “En la empresa, cuando exijo que se cumpla el convenio laboral y que se me paguen la horas extras, mi jefe me llama rojo. Cuando defiendo una enseñanza pública, laica e inclusiva, los que quieren hacer negocio con la educación me llaman rojo”.

         “Cuando defiendo una sanidad digna, pública y de calidad, los que quieren hacer negocio con la salud me llaman rojo. Cuando considero que es la mujer la que tiene derecho a decidir sobre su cuerpo y sobre su vida, los de la edad media me llaman rojo”, continua.

         “Cuando me manifiesto contra el maltrato animal, los de Atapuerca me llaman rojo”, sentencia. 

         Tras escuchar todos sus motivos, el periodista le dice que está claro que es de izquierdas. “Bueno, pues de izquierdas y rojo”, concluye. 

·          

martes, 29 de octubre de 2019

El franquismo (Apéndice documental)




Apéndice documental

DOCUMENTO 1

Discurso de unificación

Salamanca, 18 de abril de 1937

En el nombre sagrado de España y en nombre de cuantos han muerto, desde siglos, por una España grande, única, libre y universal, me dirijo a nuestro pueblo para decirle:

Estamos ante una guerra que reviste, cada día más, el carácter de Cruzada, de grandiosidad histórica y de lucha trascendental de pueblos y civilizaciones. Una guerra que ha elegido a España, otra vez en la Historia, como campo de tragedia y de honor, para resolverse y traer la paz al mundo enloquecido hoy.

Lo que empezó el 17 de julio como una contienda nuestra y civil, es ahora una llamarada que iluminará el porvenir por centenios.

Con la conciencia clara y el sentimiento firme de mi misión ante España, en estos momentos, de acuerdo con la voluntad de los combatientes españoles, pido a todos una sola cosa: Unificación.

Unificación para terminar enseguida la guerra. Para acometer la gran tarea de la paz, cristalizando en el Estado nuevo el pensamiento y el estilo de nuestra Revolución Nacional.

Esta unificación que yo exijo en nombre de España, y en el sagrado nombre de los caídos por ella, no quiere decir conglomerado de fuerzas, ni concentraciones gubernamentales, ni uniones más o menos patrióticas y sagradas. Nada de inorgánico, fugaz, ni pasajero es lo que yo pido.

Pido unificación en la marcha hacia un objetivo común. Tanto en lo interno como en lo externo. Tanto en la fe y en la doctrina como en sus formas de manifestarlas ante el mundo y ante nosotros mismos.

El Movimiento que hoy nosotros conducimos es justamente esto: un Movimiento más que un programa. Y como tal está en proceso de elaboración y sujeto a constante revisión y mejora, a medida que la realidad lo aconseje. No es cosa rígida ni estática, sino flexible. Y que —como movimiento— ha tenido por tanto diferentes etapas.

La primera de estas etapas, a la que podríamos llamar ideal o normativa, es la que se refiere a todos los esfuerzos seculares de la Reconquista española para cuajarse en la España unificada e imperial de los Reyes Católicos, de Carlos V y de Felipe II, aquella España unida para defender y extender por el mundo una idea universal y católica, un Imperio cristiano, fue la España que dio la norma ideal a cuantas otras etapas posteriores se hicieron para recobrar momento tan sublime y perfecto de nuestra Historia.

La segunda etapa la llamaríamos histórica o tradicionalista. O sea: cuantos sacrificios se intentaron a lo largo de los siglos XVIII, XIX y XX, para recuperar el bien perdido sobre las vías que nos señalaba la tradición imperial y católica de los siglos XV al XVII. La mayor fatiga para restaurar aquel momento genial de España, se dio en el siglo pasado, con las guerras civiles, cuya mejor explicación la vemos hoy en la lucha de la España ideal —representada entonces por los carlistas— contra la España bastarda, afrancesada y europeizante de los liberales.

La tercera etapa es aquella que denominaremos presente o contemporánea, y que tiene a su vez diferentes esfuerzos sagrados y heroicos al final de los cuales está el nuestro integrador.

Primer monumento de esta tercera etapa, fue el régimen de D. Miguel Primo de Rivera. Momento puente entre el Pronunciamiento a lo siglo XIX y la concepción orgánica de esos movimientos que en el mundo actual se han llamado «fascistas o nacionalistas».

El segundo momento —fecundísimo, porque arrancaba de una juventud que abría puramente los ojos a nuestro mejor pasado apoyándose en la atmósfera espiritual del tiempo presente— fue la formación del grupo llamado JONS (Juntas Ofensivas Nacional-Sindicalistas), el cual fue pronto ampliado e integrado con la aportación de Falange Española, y todo él asumido por la gran figura nacional de José Antonio Primo de Rivera, que continuaba así, dándole vigor y dimensión contemporánea, al noble esfuerzo de su padre, e influyendo en otros grupos más o menos afines de católicos y de monárquicos que permanecieron hasta el 18 de julio, y aun hasta hoy, en agrupaciones también movidas por noble propósito patriótico.

Esta era la situación de nuestro Movimiento, en la tradición sagrada de España, al estallar el 17 de julio, instante ya histórico y fundamental, en que todas esas etapas, momentos y personas, influyeron para la lucha común.

Ante todo: Falange Española de las JONS, con un martirologio, no por reciente menos santo y potente que los mártires antiguos históricos, aportaba masas juveniles y propagandas recientes que traían un estilo nuevo, una forma política y heroica del tiempo presente, y una promesa de plenitud española.

Navarra desbordó el embalse, acumulado tenazmente durante dos siglos, de aquella tradición española que no representaba carácter alguno local ni regional, sino al contrario: universalista, hispánico e imperial, que se había conservado entre aquellas peñas inexpugnables, esperando el momento oportuno para intervenir y derramarse; portando una fe inquebrantable en Dios y un gran amor a nuestra Patria.

Otras fuerzas y elementos encuadrados en diferentes organizaciones y milicias, también acudieron a la lucha.

Todas estas aportaciones al 17 de julio —vértice decisivo para el combate final que aguardaba nuestra Historia— han luchado hasta ahora, encuadradas en lo militar, por los cuadros de mando de nuestro Ejército glorioso, y en lo político y civil, por sus respectivos grupos, jefes y consignas.

Por tanto, en vista de las supremas razones ya expuestas, esto es: el enemigo enfrente, y la coyuntura histórica de una etapa integradora de todas las anteriores a nosotros, decidimos, ante Dios y ante la Nación española, ¡dar cima a esta obra unificadora! Obra unificadora que nos exige nuestro pueblo y la misión por Dios a nosotros confiada.

Para llevarla a cabo nosotros ofrecemos dos cosas: la primera, que mantendremos el espíritu y el estilo que la hora del mundo nos pide y que el genio de nuestra Patria nos ofrece, luchando lealmente contra toda bastardía y todo arrivismo. Queremos mílites, soldados de la fe y no politicastros ni discutidores; y la segunda, que nuestro corazón y nuestra voluntad quedarán fijos en los combatientes del frente y en la juventud de España…

Y ahora yo les diría a las naciones que, carentes de sensibilidad e invadidas de un materialismo destructor, venden su prensa al oro de los rojos, entregan sus radiodifusoras a las propagandas criminales, comercian con los productos del robo y estrechan las manos de los salteadores y asesinos, que el enemigo mayor de los Imperios, que el más fuerte peligro para los países no son los vecinos que un día lucharon noblemente en las fronteras, o los que resurgiendo a la vida internacional, con pujanza no igualada, reclaman un puesto en el disfrute del mundo; ha nacido un peligro mayor que es el bolchevismo destructor, la revolución en marcha del comunismo ruso;…

Se invoca en las propagandas rojas la democracia, la libertad del pueblo, la fraternidad humana, tachando a la España nacional de enemiga de tales principios. A esta democracia verbalista y formal del Estado liberal, en todas partes fracasada, con sus ficciones de partidos, leyes electorales y votaciones, plenos de fórmulas y convencionalismos, que, confundiendo los medios con el fin, olvida la verdadera sustancia democrática, nosotros, abandonando aquella preocupación doctrinaria, oponemos una democracia efectiva, llevando al pueblo lo que le interesa de verdad: verse y sentirse gobernado, en una aspiración de justicia integral, tanto en orden a los factores morales cuanto a los económico-sociales; libertad moral al servicio de un credo patriótico y de un ideal eterno, y libertad económica sin la cual la libertad política resulta una burla…

Crearemos una Justicia y un Derecho Público sin los que la dignidad humana no sería posible. Formaremos un Ejército poderoso de mar, tierra y aire, a la altura de las virtudes heroicas tan probadas por los españoles, y reivindicaremos la Universidad clásica que, continuadora de su gloriosa tradición, con su espíritu, su doctrina y su moral, vuelva a ser luz y faro de los pueblos hispanos.



Esto es el perfil del nuevo Estado; el que se señaló en octubre del pasado año y que vamos cumpliendo con paso firme y sin vacilaciones. El que es común a la mayoría de los españoles no envenenados por el materialismo o el marxismo. El que figura en el credo de Falange Española. El que encierra el espíritu de nuestros tradicionalistas. El que es factor común de los pueblos que enterrando un liberalismo engañoso, han orientado su política en camino de autoridad, de enaltecimiento patrio y de justicia social. El que contiene nuestra historia española, tan pródiga en libertades efectivas con sus cartas pueblas, fueros y comunidades. El que atesora la doctrina católica que la totalidad de la nación profesa…

Cuando el prestigio de nuestra nación la haga digna del respeto de las demás naciones; cuando nuestros barcos, potentes y majestuosos paseen de nuevo la enseña de la Patria por los mares; cuando nuestros aviones crucen los aires y al mundo lleven el resurgir de España; cuando los españoles todos alcéis los brazos y elevéis los corazones en homenaje a la Patria, cuando en los hogares españoles no falte el fuego, el pan y la alegría de la vida, entonces podremos decir a nuestros caídos y a nuestros mártires: vuestra sangre ha sido fecunda, pues de una España en trance de muerte hemos creado la España que soñasteis cumpliendo vuestro mandato y haciendo honor a vuestros heroicos sacrificios.

Y en los lugares de la lucha donde brilló el fuego de las armas y corrió la sangre de los héroes, elevaremos estelas y monumentos en que grabaremos los nombres de los que con su muerte, un día tras otro, van forjando el templo de la Nueva España, para que los caminantes y viajeros se detengan un día ante las piedras gloriosas y rememoren a los heroicos artífices de esta gran Patria española.

Españoles todos, con el corazón en alto ¡¡¡ARRIBA ESPAÑA!!! ¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

En Palabras del Caudillo 19 abril 1937—

19 abril 1938, Ediciones FE, 1938, págs. 9-17. <<

DOCUMENTO 2

El saludo impuesto

En los albores del Movimiento Nacional, cuando los patriotas perseguidos caían víctimas de los enemigos de España, el cortejo de los mártires saludaba precursoramente con el brazo en alto en señal de homenaje.

Falange Española adoptó como símbolo lo que era exponente del sentir popular, y al producirse la gesta se generalizaron aquellas demostraciones de respeto como manifestaciones de hermandad, de disciplina y de justicia social que conducen al engrandecimiento de la Patria.

Al fundirse en el Estado aquella organización, la savia de sus aspiraciones toma los caracteres de norma y el saludo, que constituye en las costumbres de los pueblos el testimonio más elevado de la reciprocidad y mutuo auxilio, será forma generosa que patentice el holocausto al más sublime de los ideales y el destierro de una época de positivismo materialista.

En su consecuencia,

DISPONGO:

Artículo primero. Se establece como saludo nacional el constituido por el brazo en alto, con la mano abierta y extendida, y formando con la vertical del cuerpo un ángulo de cuarenta y cinco grados.

Artículo segundo. Al paso de la enseña de la Patria, y al entonarse el Himno y Cantos Nacionales, en los casos previstos en el Decreto número doscientos veintiséis, se permanecerá en posición de saludo.

Artículo tercero. El personal del ejército y de la Armada conservará su saludo reglamentario en los actos militares.

Dado en Salamanca a veinticuatro de abril de mil novecientos treinta y siete.

FRANCISCO FRANCO

Publicado en BOE del 25 de abril de 1937

El saludo suprimido

Al iniciarse en dieciocho de julio de mil novecientos treinta y seis el Movimiento Nacional, como exaltación espiritual de nuestra Patria ante el materialismo comunista, que amenazaba destruirla, entre las formas de expresión de vibrante entusiasmo de aquellos días surgió, frente al puño cerrado, símbolo de odio y de violencia que el comunismo levantaba, el saludo brazo en alto y con la palma de la mano abierta, de rancio abolengo ibérico, espontáneamente adoptado en pueblos y lugares; saludo que ya en los albores de nuestra historia patria constituyó símbolo de paz y de amistad entre sus hombres.

Mas circunstancias derivadas de la gran contienda han hecho que lo que es signo de amistad y de cordialidad venga siendo interpretado torcidamente, asignándole un carácter y un valor completamente distintos de los que representa. Esto aconseja el que, en servicio de la Nación, deban abandonarse en nuestra vida de relación aquellas formas de saludo que, mal interpretadas, han llegado a privar a las mismas en muchos casos de su auténtica expresión de amabilidad y cortesía.

En consecuencia, y previa autorización del Consejo de Ministros,

DISPONGO:

Artículo único. Quedan derogados el Decreto número doscientos sesenta y tres, de veinticuatro de abril de mil novecientos treinta y siete, que reglamentó el saludo nacional, las Órdenes complementarias dictadas para su aplicación y los artículos tercero, cuarto, sexto, octavo, noveno y décimo del texto refundido por Decreto de diecisiete de julio de mil novecientos cuarenta y dos.

Así lo dispongo por el presente Decreto, dado en Madrid a once de septiembre de mil novecientos cuarenta y cinco.

FRANCISCO FRANCO

Publicado en BOE del 14 de septiembre de 1945. <<

DOCUMENTO 3

La ceremonia del juramento

El Caudillo presta su juramento ante el cardenal primado:

Juro ante Dios darme siempre al servicio de la Unidad, la Grandeza y la Libertad de España, vivir con la Falange Española Tradicionalista en Hermandad y conducirla como Jefe.

La jura de los consejeros:

En el nombre de Dios juro darme en servicio con exactitud y vigilancia, con milicia y sacrificio de la misma vida por la Grandeza Imperial de España. Juro emplearme por entero en la misión que me encomiendan los Estatutos de Falange Española Tradicionalista y de las JONS, para mantener el rango inmortal de la Patria. Juro lealtad a nuestro Caudillo, fidelidad a sus mandatos, custodia de su persona y entregarme en hermandad cristiana a los demás miembros del Consejo Nacional… Así lo juro en el nombre de Dios sobre sus Santos Evangelios[1]. <<

DOCUMENTO 4

Súplica a José Antonio

Fragmentos de la advocación y súplica en el Año Nuevo

Por JOSÉ LUIS DE ARRESE

José Antonio,

Tú que diste un sentido de alegría y de apetito a la forma dura y trágica de la vida;

Tú que hiciste carne de tu carne el dolor y el amor, la generosidad y la ambición;

Tú que encontraste una manera militar y elegante de morir;

Tú que nos miras desde el merecido descanso; descanso de luz y de primavera eterna, pero descanso también de puertas guardadas por ángeles con espadas de fuego y de purificación;

José Antonio, ¿estás contento de nosotros?

Yo creo que no.

Y yo creo que no, porque te levantaste contra la materia y contra el egoísmo, y hoy los hombres han olvidado la sublimidad de tus palabras para correr, como locos sedientos, por el camino del egoísmo y de la materia.

Porque quisiste una Patria de poetas y de soñadores, ambiciosos de gloria difícil, y los hombres buscan solo una Patria despensera y estomacal, repleta de fécula, aunque no tenga belleza ni gallardía.

Porque predicaste el sacrificio, y los hombres miran a un lado y a otro para esconderse.

Porque despreciaste el dinero, y los hombres buscan el dinero, y el negocio se impone al deber, y el hermano vende al hermano, y se especula con el hambre del humilde y con las dificultades de la Patria.

Porque los hombres confunden tu lema de ser mejor por el de estar mejor.

Porque el espíritu se hace carne, y el sacrificio, gula, y la hermandad, avaricia.

Porque llamaste a tu cortejo a millares de mártires para que nos sirvieran de norma y de guía, y los hombres no han visto en la sangre de los tuyos el ejemplo;

Y encuentran inoportuno su recuerdo;

Y les molesta que a sus oídos, cerrados a la generosidad, repitamos con machaconería la presencia de los Presentes;

Y hasta qué sé yo si alguno explota a tus caídos como plataforma para trepar o como trampolín para la pirueta.

José Antonio,

Tú no estás contento de nosotros.

Tú nos tienes que mirar desde tu sitio, desde tu 20 de noviembre con profundo sentido de desprecio y de melancolía.

Tú no puedes estar contento con esta vida mediocre y sensual.

Pero no temas, José Antonio.

Flota en España todavía la esencia de tu perfume;

Tienes prietas aún las filas de tus seguidores;

Hay todavía fibras en los regatos de nuestros ríos de donde sacar cuerdas nudosas para látigos.

Y echaremos del templo a los mercaderes;

Y tu sangre florecerá;

Y el cortejo de tus mártires flotará como una inspiración;

Y la venda de oro, que hoy ciega a los hombres, caerá;

Y volveremos a soñar contigo cosas imposibles y disparatadas;

Y despreciaremos lo pequeño y lo ruin, que está al alcance de la mano;

Y hablaremos de tu ambición;

Y…

¿Quién ha dicho que más vale pájaro en mano que ciento volando?

Mentira: no queremos una Patria chata y sin dificultades; no queremos una Patria de letras de cambio.

José Antonio,

Tú nos enseñaste a decir que todo eso era mentira y convenceremos al mundo de la mentira;

Despreciaremos el egoísmo de lo seguro; seguiremos con ambición insaciable el vuelo de los cien pájaros libres, y llegará un día que el ansia nos dará alas y volaremos más alto que los pájaros mismos.

Y entonces…

Entonces nuestras obras merecerán la sonrisa de tu beneplácito.

José Antonio,

No te seguiremos con la postura y con el grito;

La postura se hace estatua y los gritos solo sirven para que con ellos jueguen las golondrinas de agosto.

Te seguiremos con la fe puesta en la doctrina.

Y triunfaremos.

En «José Antonio. Fundador y primer jefe de la Falange,

capitán de luceros, ¡Presente!»

Boletín Sindical, n.º 15, enero de 1942,

Departamento Provincial de Propaganda Sindical, Madrid, 1942. <<…

DOCUMENTO 5

Azaña multado después de muerto

DON ANTONIO CARRASCO COBO, Secretario del Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas de Madrid,

CERTIFICO: —Que en el expediente N.º 20/1939D, seguido en este Tribunal, se ha dictado la siguiente,

SENTENCIA:

Número: TRESCIENTAS.

SEÑORES:

Presidente,

Manuel Giménez Ruiz

Vocales:

Fermín Lozano

Alfonso Senra

En Madrid, a veintiocho de abril de mil novecientos cuarenta y uno.

Examinadas por este Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas, constituido con los señores anotados al margen, bajo la Ponencia del Vocal Magistrado, las diligencias del expediente seguido contra:

MANUEL AZAÑA DÍAZ: —mayor de edad, casado, natural de Alcalá de Henares (Guadalajara), funcionario del Ministerio de Gracia y Justicia (hoy Justicia) y vecino que fue de Madrid, fallecido en Montauban (Francia); y,

RESULTANDO: que el presente expediente se instruyó a iniciativa de este Tribunal, contra Manuel Azaña Díaz, habiéndose comprobado con las diligencias practicadas e informes aportados, la actuación política del mismo, cuyo relieve y significación son tan notorios, que hacen innecesaria su enunciación completa, que, por otra parte, sería extensa en grado sumo, si bien en pura norma procesal debe hacerse resaltar lo más importante, entre lo que descuella: el haber tomado parte en el denominado Pacto de San Sebastián, que tanta influencia ha tenido en la vida de nuestra Nación; la creación del partido de Acción Republicana, transformado después en Izquierda Republicana, y la presidencia de ambos que ejerció; los distintos cargos políticos que desempeñó, como Diputado a Cortes en todas las Legislaturas de la República, Ministro de la Guerra; Presidente del Consejo de Ministros y de la República; su labor demoledora en el Ministerio de la Guerra —como titular—, que se tradujo en la trituración de lo que es sostén y defensa de la Patria, permitiendo se incubara una indisciplina que hubiera acabado por socavar el sólido y mejor cimiento del Ejército; la campaña antirreligiosa en el Parlamento, y, antes, fuera de él, con vistas a la desintegración de la familia; la parte que tomó en los sucesos revolucionarios de 1934; su arribo al Poder en febrero de 1936, en circunstancias tan extrañas, a las que no fue ajena la masonería, uno de cuyos afiliados era, singrado importante, pero de inmensa influencia dentro de ella; la destitución de Alcalá Zamora del cargo de Presidencia de la República, suplantándole, y en el desempeño del cual se evidenció hasta la saciedad, que solo la ruina y destrucción de España era la aspiración máxima que tales elementos sentían, sin importarles lo más mínimo que la sojuzgara otro país, si ello les reportaba, aparte de satisfacer sus instintos vesánicos, beneficios de orden material; sin que nada hiciera para impedir los asesinatos de personas indefensas, que no habían cometido otro delito que amar a su Patria como debe amársela, y hacerse solidario —con su silencio, cuando no con su amparo—, de otros hechos, prolijos de enumerar, y máxima gravedad; y el haber sancionado con su firma, como Presidente de la República, hasta su huida a Francia, todas las disposiciones de nombramiento de los gobiernos rojos, de guerra en contra del Alzamiento Nacional, y demás que tanto perjuicio causaron a España en todos los órdenes.

Carece de hijos, y se le reconoce una cuenta corriente en el Banco Hispano Americano, y otra en el Hipotecario, con saldos a su favor de pesetas 5643,20 y 47,60, respectivamente, algunos objetos depositados en un guarda-muebles, y varias fincas en Alcalá de Henares, propietario en unión de una su hermana;

RESULTANDO: que en la tramitación de este expediente se han observado las prescripciones que lo regulan, a excepción del plazo señalado para su instrucción, que por la necesidad de practicar algunas diligencias necesarias, ha sido rebasado;

CONSIDERANDO: que los hechos motivo de este expediente —probados suficientemente—, están comprendidos en el artículo 1.º y apartados B), E), F), H), K) y L), del 4.º, de la Ley de 9 de febrero de 1939, siendo responsable de los mismos el expedientado, en concepto de autor en unos, y como inductor y encubridor en otros, con las circunstancias agravantes del artículo 7.º de la misma Ley, habida cuenta el relieve que llegó a tener en la vida de la Nación, que hace pueda señalársele como el máximo responsable, y calificándose los mismos como de extraordinaria gravedad;

CONSIDERANDO: que tanto por la importancia y gravedad de los hechos, como por la intervención que en ellos ha tenido el encartado, debieran ser sancionados con el máximo rigor que la Ley permite, incluso con la propuesta al gobierno de la pérdida de su nacionalidad española, que preceptúa el artículo 9.º de la Ley antes referida, pues claramente resalta su proceder que le señala como el responsable de más acusada y de mayor orden jerárquico entre sus secuaces, pero su óbito no permite pueda imponérsele otra sanción que la económica, señalada en el grupo III del artículo 8.º de aquella Ley, en la cuantía que se determinará en el fallo, que comprende la totalidad de los bienes que se le conocen;

vistos los artículos citados y demás de aplicación.

FALLAMOS: Que debemos condenar y condenamos a

MANUEL AZAÑA DÍAZ: a la sanción ECONÓMICA de pago de CIEN MILLONES DE PESETAS, que se hará efectiva en la forma dispuesta en la Ley de 9 de febrero de 1939, ya aludida, en relación con el Código penal común, adoptando para ello las medidas pertinentes.

Notifíquese esta resolución a los presuntos herederos del expedientado, mediante edicto que se insertará en el Boletín Oficial.

Así por esta nuestra sentencia, votada por unanimidad, lo pronunciamos, mandamos y firmamos: M. Giménez Ruiz. —Fermín Lozano. —A. Senra. (Rubricados).

Y para que conste y unir al rollo, expido el presente que firmo en Madrid a veintiocho de abril de mil novecientos cuarenta y uno.

Antonio Carrasco Cobo (firma)

Juzgado Instructor Provincial de Responsabilidades Políticas.

Plaza de Madrid. Expediente n.º 213 de 1939.

Archivo General de la Administración, Sección Justicia. Leg. 30329. <<

DOCUMENTO 6

«Como expresión de la honda y sincera alegría de España»

ORDEN de 15 de agosto de 1945 por la que se dispone que para celebrar la cesación de hostilidades en la guerra mundial se haga izar la bandera nacional, durante tres días consecutivos, en los edificios del Estado, Provincia y Municipio.

Excmos Sres.: Con la rendición incondicional del Japón a los países aliados, la paz tan deseada por los mejores espíritus de la tierra comienza a ser una realidad.

España, que, a pesar de la crítica situación en que en algunos momentos se viera, logró mantener su neutralidad en esta terrible contienda, imponiéndose, a su vez, el noble deber de trabajar sin fatiga desde los primeros instantes para mitigar los dolores de sus víctimas y para ayudar a la reconciliación de los pueblos en lucha, recibe alborozadamente esta noticia y pide a Dios que las naciones, animadas de espíritu constructivo, acierten a instaurar una auténtica comunidad internacional, inspirada en un profundo sentido de justicia, y de la que se aparte para siempre la tremenda pesadilla de la guerra.

Como expresión de la honda y sincera alegría de España en esta hora trascendental de la vida de la Humanidad,

Esta Presidencia ha tenido a bien disponer:

Artículo 1.º Para celebrar la cesación total de las hostilidades en la guerra mundial, en los edificios del Estado, Provincia y Municipio se izará la bandera nacional durante tres días consecutivos.

Artículo 2.º Los Ministerios respectivos aplicarán lo dispuesto en el artículo anterior.

Lo que comunico a VV. EE. para su conocimiento y demás efectos.

Dios guarde a VV. EE. muchos años.

Madrid, 15 de agosto de 1945. P. D., el Subsecretario, P. A., José Díaz de Villegas.

Excmos. Sres. Ministros.

Publicado en BOE del 16 de agosto de 1945. <<

DOCUMENTO 7

Hijos de los vencedores y de los vencidos

En este día, aniversario de una victoria militar que, sin embargo, no ha resuelto ninguno de los problemas que obstaculizaban el desarrollo material y cultural de nuestra patria, los universitarios madrileños nos dirigimos nuevamente a nuestros compañeros de toda España y a la opinión pública. Y lo hacemos precisamente en esta fecha —nosotros, hijos de los vencedores y de los vencidos— porque es el día fundacional de un régimen que no ha sido capaz de integrarnos en una tradición auténtica, de proyectarnos a un porvenir común, de reconciliarnos con España y con nosotros mismos.

Nos dirigimos a la opinión pública para hacer constar, por encima de todo, nuestra adhesión entusiasta a la petición universitaria del primero de febrero, que ha adquirido para toda la Universidad española un significado ejemplar y un valor programático. Aquella petición, elaborada, firmada y difundida dentro de la más estricta legalidad, sigue y seguirá siendo la expresión más concreta de nuestras aspiraciones y objetivos, aunque las circunstancias actuales impidan, provisionalmente que la inmensa mayoría de los universitarios manifiesten su aprobación a aquellos principios poniendo la firma al pie de dicho documento.

A los universitarios e intelectuales vinculados a la Universidad que encabezaron aquella petición, hacemos constar nuestra solidaridad. Ellos supieron darnos a todos motivos de esperanza y razones de actuar. Contra ellos y contra la Universidad entera, que los apoyaba unánimemente, se desató una brutal represión oficial y una grosera campaña de calumnias. Además, hubimos de sufrir la provocación de grupos armados de una bandería jurídica y políticamente inhabilitada para mantener el orden público, definitivamente expulsada de una convivencia nacional.



Las Autoridades, además de solidarizarse con aquellos facinerosos, han violado su propia legalidad, suspendiendo un Fuero de cuya vigencia práctica teníamos, por cierto, los españoles poca noticia. El gobierno solo ha sabido oponer a nuestras razones el recurso de la fuerza; bien precario recurso, así lo ha demostrado la Historia. Pero es más: en los momentos en que todas las naciones del mundo, del Este y del Oeste, han considerado que España podía formar parte de las Naciones Unidas, el gobierno actual ha demostrado que no está en condiciones de cumplir los acuerdos internacionales que ha suscrito. En contradicción flagrante con la Carta de las Naciones Unidas y con la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, textos básicos con carácter obligatorio para todos los Estados Miembros, el gobierno ha actuado y sigue actuando de manera injusta, arbitraria y brutal. Así, en estos mismos días, siete nuevos universitarios e intelectuales han sido detenidos, entre ellos, un compañero nuestro Premio extraordinario de la Universidad de Barcelona y miembro de la Carrera Diplomática.

Todas estas razones son las que nos mueven a llamar a los Universitarios a una acción coordinada y decidida, en estos próximos días en que se reúne en Madrid el Consejo Ejecutivo de la UNESCO. No es que pensemos que este u otro organismo internacional deba resolver nuestros problemas: afirmamos que el porvenir de España solo está en manos de los españoles. Pero la presencia de la UNESCO en Madrid pone de manifiesto la doblez del gobierno actual, su incapacidad jurídica para servir a los fines de cualquier Organización Internacional encargada de velar por la paz y por los Derechos Humanos más elementales. Por tanto, llamamos a los universitarios a unirse en torno a los siguientes puntos esenciales:

1) Libertad de todos los detenidos y sobreseimiento de los procesamientos en curso. 2) Reposición en sus cargos de Pedro Laín Entralgo, nuestro Rector Magnífico y Presidente de la Comisión Española de la UNESCO y de Don Manuel Torres López, Decano de los estudiantes de la Facultad de Derecho, Reintegración al edificio de San Bernardo de todos los cursos de esta Licenciatura. 3) Celebración del Congreso Nacional de Estudiantes con todas las garantías necesarias para evitar interferencias del aparato policíaco del Estado y de la organización que tan burdamente se atribuye la representación estudiantil.

Así queda definida nuestra posición, la posición de la Universidad madrileña. Para hacerla patente nos declararemos en huelga de 48 horas los días 12 y 13 de abril de 1956, sin perjuicio de las iniciativas de cada grupo universitario en cada situación concreta que puedan modificar, ampliar o precisar esta iniciativa general.

Madrid, 1 de abril de 1956

(Ref. Ejemplar multicopiado, The National Archives, Rew. FO 185/1968 FO 185/1768). <<

DOCUMENTO 8

La resolución de Munich

Texto de la Resolución aprobada por unanimidad de los delegados españoles en el Congreso de Munich (6 de junio de 1962).

El Congreso del Movimiento Europeo reunido en Munich los días 7 y 8 de junio de 1962 estima que la integración, ya en forma de adhesión, ya de asociación de todo país a Europa, exige de cada uno de ellos instituciones democráticas, lo que significa, en el caso de España, de acuerdo con la Convención Europea de los Derechos del Hombre y la Carta Social Europea, lo siguiente:

1. La instauración de instituciones auténticamente representativas y democráticas que garanticen que el gobierno se basa en el consentimiento de los gobernados.

2. La efectiva garantía de todos los derechos de la persona humana, en especial los de libertad personal y de expresión, con supresión de la censura gubernativa.

3. El reconocimiento de la personalidad de las distintas comunidades naturales.

4. El ejercicio de las libertades sindicales sobre bases democráticas y de la defensa de los trabajadores de sus derechos fundamentales, entre otros medios por el de la huelga.

5. La posibilidad de organización de corrientes de opinión y de partidos políticos con el reconocimiento de los derechos de la oposición.

El Congreso tiene la fundada esperanza de que la evolución con arreglo a las anteriores bases permitirá la incorporación de España a Europa, de la que es un elemento esencial; y toma nota de que todos los delegados españoles presentes en el Congreso expresan su firme convencimiento de que la inmensa mayoría de los españoles desean que esa evolución se lleve a cabo de acuerdo con las normas de la prudencia política, con el ritmo más rápido que las circunstancias permitan, con sinceridad por parte de todos y con el compromiso de renunciar a toda violencia activa o pasiva antes, durante y después del proceso evolutivo.

J. Satrústegui y otros (eds.), Cuando la transición se hizo posible.

El «contubernio de Munich», Madrid, Tecnos, 1993, pág. 180). <<

DOCUMENTO 9

Inauguración del Valle de los Caídos

Españoles: Cuando los actos tienen la fuerza y la emotividad de estos momentos, en que nuestras preces ascienden a los cielos impetrando la protección divina para nuestros caídos, las palabras resultan siempre pobres: ¿cómo podría expresar la honda emoción que nos embarga ante la presencia de las madres y las esposas de nuestros caídos, representadas por esas mujeres ejemplares aquí presentes, que, conscientes de lo que la Patria les exigía, colgaron un día las medallas del cuello de sus deudos, animándoles para la batalla? (Grandes aplausos). ¿Qué inspiración sería precisa para contar las heroicas gestas de nuestros caídos; para poder reflejar el entusiasmo, segado tantas veces en flor, de los que con los primeros rayos del sol de la mañana caían con la sonrisa en los labios al asaltar las posiciones enemigas, o para encomiar la firme tenacidad de los defensores de los mil pequeños «Alcázares» en que se convirtieron en la nación las residencias de las pequeñas guarniciones o las casas-cuartel de la Guardia Civil, defendidas hasta el límite de lo inverosímil contra fuerzas superiores, sin esperanzas de socorro; o para ensalzar el heroísmo y el entusiasmo derrochados en las cruentas batallas libradas contra las Brigadas Internacionales para hacerles morder el polvo de la derrota; o para enumerar los sacrificios y los heroísmos de los que en los 2500 kilómetros de frente mantuvieron la intangibilidad de nuestras líneas; o para narrar la tragedia, no menos meritoria, de los que sucumbieron a los rigores de los durísimos inviernos, o se vieron mutilados al helarse sus extremidades bajo los hielos de Teruel o en las divisorias de las montañas; o para destacar la serenidad estoica de los mártires que frente al fatídico paredón de ejecución morían confesando a Dios y elevándole sus preces; o para exaltar la conducta de tantos sacerdotes martirizados, que bendecían y perdonaban a sus verdugos, como Cristo hizo en el Calvario; o para presentar las virtudes heroicas de tantísimas mujeres piadosas que, por solo serlo, atrajeron las iras y la muerte de las turbas desenfrenadas; o para reflejar la zozobra de los perseguidos, arrancados del reposo de sus hogares en los amaneceres lívidos por cuadrillas de forajidos para ser fusilados; o para poder describir la epopeya sublime de aquella Comunidad de frailes de San Juan de Dios que sobre una playa solitaria de nuestro Levante cayeron segados por las ametralladoras, mientras con sus cantos litúrgicos elevaban a Dios un grandioso hossanna? (sic) (Grandes aplausos).

«NUESTRA GUERRA FUE UNA CRUZADA»

Nuestra guerra no fue, evidentemente, una contienda civil más, sino una verdadera Cruzada, como la calificó entonces nuestro Pontífice reinante; la gran epopeya de una nueva y para nosotros más trascendente independencia. Jamás se dieron en nuestra Patria en menos tiempo más y mayores ejemplos de heroísmo y de santidad, sin una debilidad, sin una apostasía, sin un renunciamiento. Habría que descender a las persecuciones romanas contra los cristianos para encontrar algo parecido.

En todo desarrollo de nuestra Cruzada hay mucho de providencial y de milagroso. ¿De qué otra forma podríamos calificar la ayuda decisiva en que en tantas vicisitudes recibimos de la protección divina? ¿Cómo explicar aquel primer legado, providencial e inesperado, que en los momentos más graves de nuestra guerra recibimos, cuando la inferioridad de nuestro armamento era patente y con el arrojo teníamos que sustituir los medios, y nos llegó, como llovido del cielo, en un barco con ocho mil toneladas de armamento, apresado en la oscuridad de la noche por nuestra Marina de Guerra a nuestros adversarios? Ocho mil toneladas de material que comprendían varios miles de fusiles ametralladores, de morteros, de ametralladoras y cañones con sus dotaciones, que constituían el más codiciado botín de guerra que pudiéramos soñar y que desde entonces formó la primera base de nuestro armamento.

… Y no es una, sino varias las veces que, al correr de nuestra campaña, se repetían los hechos providenciales que nos favorecían. ¿Y qué pensar de los desenlaces de las grandes batallas, cuyas crisis victoriosas, sin que nadie se lo propusiese, se resolvieron siempre en los días de las mayores solemnidades de nuestra Santa Iglesia?


«LA ANTI-ESPAÑA NO ESTÁ MUERTA»

La naturaleza parecía habernos reservado este magnífico escenario de la sierra, con la belleza de sus duros e ingentes peñascos, con la reciedumbre de nuestro carácter; con sus laderas ásperas dulcificadas por la ascención penosa del arbolado, como ese trabajo que la naturaleza nos impone; y con sus cielos puros, que solo parecían esperar los brazos de la Cruz y el sonar de las campanas para componer el maravilloso conjunto.


La anti-España fue vencida y derrotada, pero no está muerta. Periódicamente la vemos levantar cabeza en el exterior y en su soberbia y ceguera pretender envenenar y avivar de nuevo la innata curiosidad y el afán de novedades de la juventud. Por ello es necesario cerrar el cuadro contra el desvío de los malos educadores de las nuevas generaciones. (Grandes aplausos).

La principal virtualidad de nuestra Cruzada de Liberación fue el habernos devuelto a nuestro ser, que España se haya encontrado de nuevo a sí misma, que nuestras generaciones se sintieran capaces de emular lo que otras generaciones pudieran haber hecho. El genio español surgió en mil manifestaciones: desde aquellas Milicias en que cristalizó el entusiasmo popular en los primeros momentos, y que formaron el primer núcleo de nuestras fuerzas de choque, a los alféreces provisionales que nuestra capacidad de improvisación creó para el encuadramiento de nuestras tropas, y que habían de asombrar a todos por su espíritu y aptitud para el mando. Así iban surgiendo las legiones de héroes y la innumerable floración de mártires. No importaba dónde si en la tierra, en el mar o en el aire; si entre infantes o jinetes, artilleros o ingenieros, falangistas, requetés o legionarios. Era el soldado español en todas sus versiones. Sus sangres se confundían en la Cruzada heroica en el común ideal de nuestro Movimiento. (Grandes y prolongados aplausos).

«NUESTRA VICTORIA FUE TOTAL Y PARA TODOS»

Conforme los días pasaban, el Movimiento calaba en las entrañas de nuestra Patria. Todo en nuestra nación se hacía Movimiento. No solo marchaba con nuestras banderas victoriosas, sino que nos salía al encuentro en las poblaciones que liberábamos. Nuestros himnos se musitaban en las cárceles, se extendían por los campos, se susurraban en los hogares y salían al exterior como una explosión de cantos de esperanzas al ser liberados.

Nuestra victoria no fue una victoria parcial, sino una victoria total y para todos. No se administró en favor de un grupo ni de una clase, sino en el de toda la nación. Fue una victoria de la unidad del pueblo español confirmada al correr de estos veinte años…

«LAS BATALLAS DE LA PAZ»

Con la victoria, como sabéis, no acabó nuestra lucha. A las batallas de la guerra siguieron las no menos importantes de la paz, en las que desde el exterior se intentó la reversiónde nuestra victoria y que dio lugar a que se exteriorizase la fortaleza de nuestro Movimiento político, al unirnos como un solo hombre en defensa de nuestra razón, y en el que cada uno desde el puesto que le correspondía en la vida habéis venido asistiéndome con vuestra recia fidelidad.

Hoy, que hemos visto la suerte que corrieron en Europa tantas naciones, algunas católicas como nosotros, de nuestra misma civilización, y que contra su voluntad cayeron bajo la esclavitud comunista, podemos comprender mejor la trascendencia de nuestro Movimiento político y el valor que tiene la permanencia de nuestros ideales y de nuestra paz interna. (Grandes aplausos).


Hoy sois vosotros, nuestros combatientes, los que por haber llegado a la mitad de vuestra vida cubrís puestos en las actividades más diversas e importantes de la Patria, imprimiéndole una doble seguridad. Interesa el que mantengáis con ejemplaridad y pureza de intenciones la hermandad forjada en las filas de la Cruzada, que evitéis que el enemigo, siempre al acecho, pueda infiltrarse en vuestras filas; que inculquéis en vuestros hijos y proyectéis sobre las generaciones que os sucedan la razón permanente de nuestro Movimiento, y habréis cumplido el mandato sagrado de nuestros muertos. No sacrificaron ellos sus preciosas vidas para que nosotros podamos descansar. Nos exigen montar la guardia fiel de aquello por lo que murieron; que mantengamos vivas de generación en generación las lecciones de la Historia para hacer fecunda la sangre que ellos generosamente derramaron, y que, como decía José Antonio, fuese la suya la última sangre derramada en contiendas entre españoles. ¡Arriba España! (Una enorme ovación acogió el final del discurso).

Discurso de Franco en la inauguración del Valle de los Caídos

(1 de abril de 1959. En ABC de Madrid, 2 de abril de 1959. <<

DOCUMENTO 10

Diguem no

Ara que som junts

diré el que tu i jo sabem

i que sovint oblidem:

Hem vist la por

ser llei per a tots.

Hem vist la sang

—que sols fa sang—

ser llei del món.

No,

jo dic no,

diguem no.

Nosaltres no som d’eixe món.

(Bis)

Hem vist la fam

ser pa per a molts.

Com han fet callar

a molts homes

plens de raó.

No,

jo dic no,

diguem no.

Nosaltres no som d’eixe món.

Letra y música: RAIMON

M. Vázquez Montalbán, Antología de la «Nova cançó» catalana, Barcelona, Ediciones de Cultura Popular, 1968, pág. 236. <<



DOCUMENTO 11

Franco doctor «Honoris causa»

Elogio del Ilmo. Sr. Dr. D. Luis Iglesias. Decano de la Facultad de Ciencias.

Excelencia,

Excmos. e Ilmos. Señores,

Señores Claustrales,

Señora,

Señoras, Señores:

La Facultad de Ciencias de esta Universidad, en la Junta del mes de septiembre del año pasado acordó, por unanimidad, proponer a la superioridad la concesión del Grado de Doctor «Honoris Causa» a S. E. el Jefe del Estado Español y Generalísimo de los Ejércitos, Excmo. Sr. D. Francisco Franco Bahamonde. La Junta de Gobierno de la Universidad compostelana aceptó nuestra propuesta y la elevó a la superioridad. El Ministerio de Educación Nacional accedió a lo que habíamos pedido.

Por esto nos reunimos hoy en el Aula Magna de la Facultad de Ciencias para proceder, con el ritual de Grados en la Universidad de Santiago de Compostela, a los actos de la investidura, de Doctor «Honoris Causa», por la Facultad de Ciencias, del Excmo. Sr. D. Francisco Franco Bahamonde y soy yo, por la fortuita circunstancia de ser el Decano de esta Facultad, pero no por mérito alguno, el que tiene el privilegio de apadrinar y hacer el elogio de tan egregio doctorando, en el que concurren las condiciones a que se alude en la iniciación de este ritual cuando, después de pedir audiencia al Sr. Rector se dice: Merita eius, magisterium et opera pro eo loquuntur (Sus méritos, su magisterio y sus obras están hablando por él).

Permítaseme que, por el ambiente en que se vive en una Facultad de Ciencias, interprete esas tres condiciones con un criterio científico y, por la ciencia que toda mi vida vengo profesando, lo oriente en un sentido biológico.

Consecuente con ello yo equiparo las obras, las enseñanzas y los méritos de nuestro ilustre doctorando como una experiencia científica biológica mediante la cual consiguió restaurar el biologismo normal de nuestra Patria cuya vida venía siendo alterada por los regímenes políticos instaurados por los años 31 al 36. Dirigiendo un equipo de colaboradores —como debe de hacerse todo trabajo científico de gran trascendencia y en este caso del más amplio alcance vital— fue, con un tesón, con una firmeza y sobre todo con una fe inquebrantable, recuperando paso a paso el territorio nacional y devolviéndole sus características biológicas ancestrales tanto en el terreno material como en el espiritual.

Los métodos seguidos para alcanzar estos fines, las vicisitudes por las cuales se ha pasado en las distintas fases de esta experiencia están en el ánimo de todos nosotros, puesto que la inmensa mayoría de los que aquí estamos las hemos vivido, y todo ese conjunto de actuaciones y resultados constituyen su mérito, su enseñanza, su obra, en suma la tesis doctoral del nuevo Doctor que está escrita en el gran libro de la historia con los caracteres indelebles de los hechos realizados y de los efectos conseguidos, marcando un capítulo de la Historia de España.

Y si, como en toda tesis doctoral, queremos consignar las conclusiones en las que de una manera compendiada se señalan el método seguido en la experimentación y los resultados a que se ha llegado, yo creo que en esta, bastaría con una sola conclusión que podría estar concebida en estos o parecidos términos: con la experiencia por mí dirigida he conseguido para España —en la fecha actual, en la que se da la providencial circunstancia de ser Año Santo Jacobeo— 26 años de paz.

Nada tiene de particular que con tal tesis y semejante conclusión se juzgue al nuevo doctorando —nemine discrepante— con la máxima calificación «Sobresaliente cum laude».

Pero, además de lo expuesto, que he comparado a un experimento científico biológico, hablan a favor del nuevo ilustre Doctor su actuación, no de una forma figurada, sinogenuina, auténtica, protegiendo las ciencias puras y aplicadas, tanto en el más alto nivel cultural de toda nación, como es el medio universitario, como en las distintas instituciones dedicadas a las más diversas especialidades, fomentando el perfeccionamiento docente e investigador de nuestra vida intelectual, tan bien puestos de manifiesto en el trabajo que con el título de «La investigación científica», publicó en el año 63, nuestro ilustre compañero y Jefe, el Excmo. Sr. D. Manuel Lora Tamayo, Ministro de Educación Nacional, en el que se analizan minuciosamente todas las instituciones científicas que, con el patrocinio de V. E., se han creado en España.

Y nosotros, los profesores de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Santiago de Compostela, tenemos que agradeceros de una manera especial este magnífico edificio de que se nos ha dotado, en el que no solo el continente, por lo que a su prestancia y comodidad se refiere, sino también su contenido en lo referente a su material científico y bibliográfico, nos proporciona los medios adecuados para educar, enseñar e investigar que son las tres obligaciones ineludibles de todo profesor universitario.

Por todo ello el Claustro de Profesores de la Facultad de Ciencias y el Claustro de Doctores de la Universidad de Santiago de Compostela os recibe en su corporación incorporándoos a ella, cumpliendo la parte de este ritual cuando se dice: Sedeas in sapientiae cathedra, ut inde, in Academia et in regno doceas, iudices, opituleris (Siéntate en la silla de la sabiduría, para que desde ella enseñes, orientes y sirvas en la Universidad y en la Nación).

Que Dios os dé, Señor, la integridad física y psíquica necesarias para seguir dirigiendo y supervisando aquel experimento científico que habéis organizado, y protegiendo la vida cultural de nuestra Patria. Todos los españoles os lo agradeceremos, Excelencia.

Elogio del Ilmo. Sr. Dr. Luis Iglesias, decano de la Facultad de Ciencias. En Recepción e investidura de S. E. EL JEFE DEL ESTADO DON FRANCISCO FRANCO BAHAMONDE como doctor «Honoris causa» por la Facultad de Ciencias de la Universidad de Santiago de Compostela. Año Jubilar. 27 de julio de 1965. Publicación de la Secretaría General n.º 23, Santiago de Compostela, 1965, págs. 9-12. <<

DOCUMENTO 12

Declaración de Coordinación Democrática

Ante la crisis general del gobierno y del Régimen y la ausencia de soluciones justas y eficaces a los graves problemas del país, con plena conciencia de la responsabilidad histórica que incumbe a la oposición democrática ante los pueblos de España, la Junta Democrática de España y la Plataforma de Convergencia Democrática han decidido, en el día de hoy, su disolución y la constitución simultánea de un solo órgano de la oposición, denominado COORDINACIÓN DEMOCRÁTICA, como medio indispensable de ofrecer a la sociedad española una real alternativa de poder capaz de transformar, por vía pacífica, el Estado actual en un Estado Democrático.

COORDINACIÓN DEMOCRÁTICA se opone a la continuidad de un régimen que está haciendo imposibles las libertades democráticas de todos los ciudadanos, sea bajo la forma concreta que se ha establecido en virtud de las Leyes Fundamentales, sea bajo cualquier forma de Gobierno o Estado que se pretenda imponer al pueblo sin la necesaria consulta previa con plenas garantías de libertad política e imparcialidad, y en la que se asegure además la igualdad en la utilización de los medios estatales de comunicación de masas.

En consecuencia, COORDINACIÓN DEMOCRÁTICA denuncia como perturbador para la convivencia pacífica el intento de la llamada política reformista del gobierno, de perpetuarse en el poder combinando las promesas democráticas con medidas represivas, e intentando dividir a las fuerzas políticas y sindicales más responsables mediante arbitrarias discriminaciones y exclusiones. Las proyectadas Leyes de reforma política aprobadas por el gobierno y enviadas a las Cortes no son aceptables para la oposición, porque, si bien desde un punto de vista formal modifican criterios anteriores, no reconocen las libertades democráticas a todos los ciudadanos del Estado.



COORDINACIÓN DEMOCRÁTICA manifiesta su decisión de emprender las acciones políticas adecuadas para la consecución de los siguientes objetivos:

·                    La inmediata liberación de los presos políticos y sindicales sin exclusión, el retorno de los exiliados, y una Amnistía que restituya en todos sus derechos a los privados de ellos por motivos políticos o sindicales.

·                    El eficaz y pleno ejercicio de los derechos humanos y las libertades políticas consagradas en los textos jurídicos internacionales, especialmente de todos los Partidos Políticos, sin exclusión alguna.

·                    El reconocimiento inmediato y pleno de la libertad sindical y el rechazo del actual sindicato estatal.

·                    El pleno, inmediato y efectivo ejercicio de los derechos y de las libertades políticas de las distintas nacionalidades y regiones del Estado Español.

·                    El funcionamiento de un poder judicial único e independiente según las exigencias de una Sociedad Democrática.

·                    La realización de la ruptura o alternativa democrática mediante la apertura de un período constituyente que conduzca, a través de una consulta popular, basada en el sufragio universal, a una decisión sobre la forma del Estado y del gobierno, así como la defensa de las libertades y derechos políticos durante este período.

COORDINACIÓN DEMOCRÁTICA invita:

A las instancias de oposición existentes en las nacionalidades y regiones a que se articulen con este organismo en la alternativa democrática a nivel del Estado Español.

A los partidos políticos y organizaciones sindicales a nivel del Estado que no formaban parte de la Plataforma o de la Junta, a que se integren en COORDINACIÓN DEMOCRÁTICA.

A los sectores económicos, profesionales culturales y de la Administración Pública, así como a las instituciones eclesiásticas, militar y judicial, a la apertura de un diálogo, en aras de los superiores intereses patrios, que conduzca a la realización de la alternativa pacífica aquí definida.

A todas las fuerzas democráticas, políticas, sindicales, y a todos los ciudadanos de los pueblos del Estado Español a participar en las acciones y movilizaciones pacíficas necesarias para la efectiva conquista de los derechos y libertades fundamentales, y para el establecimiento, en el momento de la ruptura, de órganos de poder ejecutivos de amplia coalición, sin exclusiones ni obligatoriedades, que garanticen el pleno uso de las libertades y derechos democráticos, y la apertura y desarrollo del proceso constituyente hasta la transmisión de poderes a los órganos de poder ejecutivo o de gobierno que resulten constitucionalmente elegidos.

COORDINACIÓN DEMOCRÁTICA estima que el cumplimiento de su finalidad política como alternativa democrática, exige su duración hasta el momento en que se convoquen elecciones generales, sin perjuicio de la libertad de cada partido en el debate constitucional y de que tras la ruptura democrática, reconsidere la oportunidad de su permanencia en el organismo unitario.

Los signatarios de COORDINACIÓN DEMOCRÁTICA declaran su profundo convencimiento de que todos ellos concurren a este acto con voluntad de superación de pasados enfrentamientos y de que acatarán el resultado del proceso constituyente y de las elecciones democráticas correspondientes.

COORDINACIÓN DEMOCRÁTICA expresa su total convicción de que este programa constituye la única alternativa pacífica hacia la democracia. Su realización no es por tanto tarea exclusiva de la oposición, sino deber primordial de todos los españoles.

Madrid, a 26 de marzo de 1976

Signatarios: COMISIONES OBRERAS, GRUPO INDEPENDIENTE, MOVIMIENTO COMUNISTA, PARTIDO COMUNISTA DE ESPAÑA, PARTIDO CARLISTA, PARTIDO DEMÓCRATA POPULAR, PARTIDO SOCIAL-DEMÓCRATA, PARTIDO SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL, PARTIDO SOCIALISTA POPULAR, PARTIDO DEL TRABAJO DE ESPAÑA, UNIÓN GENERAL DE TRABAJADORES, UNIÓN SOCIAL DEMÓCRATA ESPAÑOLA, IZQUIERDA DEMOCRÁTICA. <<



Cronología

1931 Triunfo de la coalición republicano-socialista en las elecciones municipales. Alfonso XIII abandona España. Proclamación de la República. Elecciones a Cortes Constituyentes y promulgación de la Constitución.

1932 Intento de golpe de Estado del general Sanjurjo. Aprobación del Estatuto de Cataluña y de la Ley de Reforma Agraria.

1933 Fundación de Falange Española. Elecciones generales. Triunfo del Partido Radical, de Alejandro Lerroux y de la CEDA, de José María Gil Robles.

1934 Nuevo gobierno de Lerroux que incorpora ministros de la CEDA. Huelga general y revolución. Insurrección armada en Asturias. Suspensión del Estatuto de Cataluña.

1935 Franco es nombrado jefe del Estado Mayor Central. Escándalo del estraperlo y caída del gobierno Lerroux. Gobierno de Portela Valladares con el encargo de disolver las Cortes.

1936 Elecciones generales. Victoria del Frente Popular (coalición de las izquierdas). Azaña presidente de la República. Asesinatos del teniente Castillo y del diputado Calvo Sotelo. Golpe de Estado militar. Asesinato de Federico García Lorca. Franco es proclamado en Burgos jefe del gobierno del Estado y Generalísimo de los Ejércitos. Traslado a Valencia de la capitalidad de la República. Resistencia de Madrid.

1937 Decreto de Unificación de FE de las JONS y de Comunión Tradicionalista. Las tropas italianas conquistan Málaga y son derrotadas en Guadalajara. Sucesos de mayo en Barcelona. Juan Negrín, presidente del Gobierno de la República. Bombardeo de Guernica y caída de Bilbao, Santander y Asturias.

1938 Primer gobierno de Franco. Promulgación del Fuero del Trabajo. Fin de la batalla de Teruel y crisis del gobierno de la República. Batalla del Ebro. Las Brigadas Internacionales se retiran de España.

1939 Las tropas franquistas entran en Barcelona. Francia y el Reino Unido reconocen al gobierno de Burgos. Azaña dimite la presidencia de la República. Caída de Madrid y fin de la Guerra Civil. Franco forma un nuevo gobierno. Se promulga la Ley de Responsabilidades Políticas. España se retira de la Sociedad de Naciones.

1940 Franco se entrevista con Hitler en Hendaya. Serrano Suñer, ministro de Asuntos Exteriores. Se instituye el Tribunal especial para la represión de la masonería y el comunismo. Se inician las obras del Valle de los Caídos.

1941 Alfonso XIII renuncia a sus derechos en favor de su hijo, Juan de Borbón. Parte de España la División Azul.

1942 Ley Constitutiva de Cortes. Sustitución de Serrano Suñer por Gómez-Jordana en Exteriores. Se crea el NO-DO.

1943 El gobierno español pasa de la «no beligerancia» a la neutralidad. Regreso de la División Azul.

1944 El PCE intenta una incursión militar en el valle de Arán.

1945 Manifiesto de don Juan de Borbón requiriendo a Franco la restauración de la monarquía. Promulgación del Fuero de los Españoles. Crisis de gobierno. Los católicos al poder. Ley de Referéndum.

1946 La ONU veta el ingreso de España y recomienda la retirada de los embajadores. Francia cierra su frontera con España. Manifestación de apoyo al régimen en la Plaza de Oriente.

1947 Franco promulga la Ley de Sucesión.

1948 Entrevista de Franco y don Juan de Borbón en el Azor. Pacto de San Juan de Luz entre monárquicos y PSOE.

1951 Huelga general en Barcelona. Ruiz-Giménez, ministro de Educación.

1953 España entra en la UNESCO. Firma de los pactos con Estados Unidos y del Concordato con el Vaticano. Ley de Ordenación de la Enseñanza Media.

1955 España ingresa en la ONU.

1956 Incidentes en la Universidad de Madrid. Destitución de RuizGiménez y de Fernández Cuesta. El Partido Comunista anuncia su política de reconciliación nacional. Huelgas en el País Vasco y en Cataluña.

1957 Los tecnócratas del Opus Dei acceden al gobierno. Leyes de Reforma de la Administración del Estado.

1958 Las Cortes promulgan la Ley de Principios Fundamentales del Movimiento.

1959 Se aprueba la Ley de Ordenación Económica conocida como Plan de Estabilización. Fundación de ETA.

1962 Huelga general de los mineros en Asturias. Estado de excepción. España solicita el ingreso en la CEE. Encuentro en Munich entre representantes de la oposición del interior y del exilio.

1963 Juicio y ejecución de Julián Grimau. Se crea el Tribunal de Orden Público. Primer Plan de Desarrollo.

1966 Ley de Prensa e Imprenta de Fraga Iribarne. «Capuchinada» y manifestación de sacerdotes en Barcelona. Referéndum sobre la Ley Orgánica del Estado.

1967 Estado de excepción en el País Vasco. Carrero Blanco es nombrado vicepresidente del gobierno.

1969 Estado de excepción en todo el territorio nacional. Juan Carlos de Borbón designado por las Cortes sucesor de Franco a título de rey. Escándalo Matesa. Gobierno con predominio del Opus Dei.

1970 Ley General de Educación. Juicio de Burgos contra miembros de ETA.

1971 Vicente Enrique y Tarancón, arzobispo de Madrid. Asamblea conjunta de obispos y sacerdotes. Cierre del diario Madrid.

1973 Carrero Blanco, presidente del gobierno. Juicio contra dirigentes de Comisiones Obreras. Carrero Blanco muere en un atentado de ETA. Carlos Arias Navarro es nombrado presidente del Gobierno.

1974 Franco, gravemente enfermo. El príncipe Juan Carlos asume temporalmente la jefatura del Estado. Presentación en París de la Junta Democrática. Felipe González elegido primer secretario del PSOE. Atentado de ETA en la cafetería Rolando en Madrid.

1975 Intensificación de las huelgas. Estado de excepción en el País Vasco. Ejecución de cinco miembros de ETA y del FRAP. Protestas y manifestaciones en Europa. Muerte de Franco. Proclamación de Juan Carlos I como rey de España.

1976 Unificación de la oposición y nacimiento de Coordinación Democrática. En Vitoria cinco obreros mueren por disparos de la policía en una manifestación. Adolfo Suárez es nombrado presidente del Gobierno. Fundación de Alianza Popular. Aprobación por referéndum de la Ley para la Reforma Política.

1977 Elecciones generales e inauguración de las nuevas Cortes. Restablecimiento de la Generalitat de Cataluña.

1978 La Constitución es aprobada por referéndum.

Bibliografía general sobre el franquismo

Franco y el régimen. La más completa biografía disponible de Francisco Franco es la de P. Preston, Franco, «Caudillo de España», Barcelona, Grijalbo Mondadori, 2005 (1.ª ed. inglesa 1993). Breve pero útil ensayo biográfico es el de J. P. Fusi, Franco: autoritarismo y poder personal, Madrid, Suma de Letras, 2001 (1.ª ed. 1985). Buenas síntesis de la historia del régimen son las de E. Moradiellos, La España de Franco (1939-1975): política y sociedad, Madrid, Síntesis, 2000; Stanley G. Payne, El régimen de Franco, 1936-1975, Madrid, Alianza, 1987; J. Tusell, Historia de España en el siglo XX, vol. III, La dictadura de Franco, Madrid, Taurus, 1998; Borja de Riquer, La dictadura de Franco, Barcelona, Crítica, Marcial Pons, Madrid, 2010; M. Tuñón de Lara y J. A. Biescas, España bajo la dictadura franquista, vol. X de Historia de España dirigida por M. Tuñón de Lara, Barcelona, Labor, 1982. R. Carr y J. P. Fusi han coordinado los dos volúmenes del tomo XLI, La época de Franco (1939-1975), de la Historia de España de Menéndez Pidal, subtitulados respectivamente Política, Ejército, Iglesia, Economía y Administración, y Sociedad, vida y cultura, Madrid, Espasa-Calpe, 1996 y 2001. Para las transformaciones de la sociedad española de los años sesenta y setenta, los valiosísimos Estudios sociológicos sobre la situación social de España, Madrid, FOESSA, 1966, 1970 y 1975. Óptimos estudios sobre cuestiones económicas, sociales y políticas contienen los tres volúmenes dirigidos por M. Fraga, J. Velarde y S. del Campo (eds.), La España de los años 70, vol. III, El Estado y la política, Madrid, Moneda y Crédito, 1974.

Iglesia. Sobre la Iglesia y las instituciones franquistas: R. Díaz Salazar, Iglesia, dictadura y democracia, Madrid, HOAC, 1981; J. J. Ruiz Rico, El papel político de la Iglesia católica en la España de Franco, Madrid, Tecnos, 1977; F. Lannon, Privilegio, persecución y profecía: la Iglesia católica en España, 1897-1975, Madrid, Alianza, 1990. Sobre el papel de los católicos hay análisis políticos en Hermet (1981); J. Tusell (1984). Respecto a la relación ritos-poder, ideología y modelos religiosos: VV. AA, Iglesia y sociedad en España, Madrid, Editora Popular, 1977; G. Di Febo (2012). Sobre el nacionalcatolicismo una fundamental aportación teórica es el libro de A. Álvarez Bolado (1976). Interpretaciones sobre temas específicos son las de A. Botti, Cielo y dinero: el nacionalcatolicismo en España (1881-1975), Madrid, Alianza, 2008 (1.ª ed. 1992); G. Cámara Villar, Nacional-catolicismo y escuela, Jaén, Hesperia, 1984. Sobre el impacto del Concilio Vaticano II en la Iglesia española: Piñol (1999).

Ejército. Eficaces reconstrucciones de dos militares protagonistas: J. Busquets, El militar de carrera en España, Barcelona, Ariel, 1984 (1.ª ed. 1967); Íd., Militares y demócratas, Barcelona, Plaza & Janés, 1999; M. Díez-Alegría, Ejército y sociedad, Madrid, Alianza, 1973 (1.ª ed. 1971). Análisis complexivos son los de J. Lleixá, Cien años de militarismo en España, Barcelona, Anagrama, 1986, y J. A. Olmeda Gómez, Las fuerzas armadas en el estado franquista, Madrid, El Arquero, 1988; sobre ideología: J. C. Losada Malvárez, Ideología del ejército franquista: 1939-1959, Madrid, Istmo, 1990; entre las últimas aportaciones: M. A. Baquer, Franco y sus generales, Madrid, Taurus, 2005; G. Cardona, El poder militar en el franquismo, Barcelona, Flor del Viento, 2008.

Falange y partido único. Una de las primeras aportaciones es la de Stanley G. Payne, Falange: A History of Spanish Fascism, Stanford, Stanford University Press, 1961. Las distintas etapas de la experiencia están reconstruidas por S. Ellwood, Prietas las filas: historia de la Falange española, 1933-1983, Barcelona, Crítica, 1984; J. L. Rodríguez, Historia de Falange Española de las JONS, Madrid, Alianza, 2000; J. Thomàs La Falange de Franco: fascismo y fascistización en el régimen de Franco (1937-1945, Barcelona, Plaza & Janés, 2001. Sobre las organizaciones juveniles los completos estudios de M. T. Gallego, Mujer, Falange y franquismo, Madrid, Taurus, 1983, y de J. Sáez Marín, El Frente de Juventudes, Madrid, Siglo XXI, 1988; entre las aportaciones sobre el Auxilio Social: A. Cenarro, La sonrisa de Falange: Auxilio social en la guerra civil y en la posguerra, Crítica, Barcelona, 2006. Sobre Falange y el partido único: J. M. Thomàs, Lo que fue la Falange, Barcelona, Plaza & Janés, 1999. Sobre el sindicalismo oficial: M. A. Aparicio, El sindicalismo vertical y la formación del Estado franquista, Barcelona, Universidad de Barcelona, 1980.

Franquismo y fascismo. Definición del régimen. Un ensayo pionero en clave comparativa es el de J. Tusell, «El franquismo y las dictaduras contemporáneas», en Íd., La dictadura de Franco, Madrid, Alianza, 1996 (1.ª ed. 1988). Sobre la influencia del fascismo italiano véanse los ensayos recogidos en L. Casali (comp.), Per una definizione della dittatura franchista, Milán, Franco Angeli, 1990; análisis en clave comparativa entre distintos regímenes se encuentran en Stanley G. Payne, El fascismo, Madrid, Movimiento Cultural Cristiano, 2001 (1.ª ed. ingl. 1980); E. Collotti, Fascismo, fascismi, Milán, Sansoni, 2004 (1.ª ed. 1989); E. Malefakis, «La dictadura de Franco en una perspectiva comparada», en J. P. Fusi, J. L. García Delgado, S. Juliá, E. Malefakis y Stanley G. Payne, Franquismo: el juicio de la historia, Madrid, Temas de Hoy, 2005 (1.ª ed. 2000). Aportaciones más recientes sobre la comparación fascismo-franquismo: J. Tusell, E. Gentile y G. Di Febo (eds.), y S. Sueiro (coord.), Fascismo y franquismo: cara a cara, Madrid, Biblioteca Nueva, 2004; I. Saz Campos, Fascismo y franquismo, Valencia, Universitat de València, 2004; G. Di Febo y C. Molinero (eds.), Nou Estat, nova política, nou ordre social, Barcelona, Fundació Pi i Sunyer-CEFID, 2005. Sobre la definición del franquismo como régimen autoritario: J. J. Linz, «Una teoría del régimen autoritario: el caso de España», en M. Fraga, J. Velarde y S. del Campo (comps.), La España de los años 70, vol. III, El Estado y la política, Madrid, Moneda y Crédito, 1974 (1.ª ed. 1972), págs. 1467-1531.

Política exterior. Para las vinculaciones entre el cuadro internacional y la política exterior franquista es fundamental el libro de M. Guderzo, Madrid e l’arte della diplomazia, Florencia, Il Maestrale, 1995. Para una profundización de las relaciones Franco-Mussolini: J. Tusell y G. García Queipo de Llano, Franco y Mussolini, Barcelona, Península, 2006 (1.ª ed. 1985). La política de las grandes potencias respecto a España al final de la Segunda Guerra Mundial ha sido exhaustivamente analizada por F. Portero, Franco aislado: la cuestión española (1945-1950), Madrid, Aguilar, 1989. Para los acuerdos con Estados Unidos véase el libro de A. Viñas (1981). Una buena reconstrucción que abarca toda la política exterior del régimen es la de M. Espadas Burgos, Franquismo y política exterior, Madrid, Rialp, 1987. Sobre las relaciones con el Vaticano véase A. Marquina Barrio, La diplomacia vaticana y la España de Franco (1936-1945), Madrid, CSIC, 1983; sobre relaciones con América Latina véase L. Delgado Gómez-Escalonilla, Diplomacia franquista y política cultural hacia Iberoamérica: 1939-1953, Madrid, CSIC, 1988; Íd., Imperio de papel, Madrid, CSIC, 1992. M.ª E. Cavallaro ha estudiado el movimiento europeo en Los orígenes de la integración de España en Europa, Madrid, Sílex, 2009.

Política económica y cambio social. Sobre la política económica existe un buen estudio global: M. J. González González, La economía política del franquismo (1940-1970): dirigismo, mercado y planificación, Madrid, Tecnos, 1979; el excelente estudio de J. Clavera y otros (1978). Opiniones de destacados economistas que tuvieron un importante papel en la elaboración de las diferentes políticas pueden encontrarse en J. Ros Hombravella (comp.), Trece economistas españoles ante la economía española, Barcelona, Oikos-Tau, 1975. Sobre los orígenes de la política de industrialización masiva: E. San Román, Ejército e industria: el nacimiento del INI, Barcelona, Crítica, 1999. Una excelente historia del INI es la de P. Martín Aceña y F. Comín, INI: 50 años de industrialización en España, Madrid, Espasa-Calpe, 1991; V. Pérez Díaz recoge trabajos sobre empresarios, obreros, campesinos y la Iglesia durante el franquismo y la transición en El retorno de la sociedad civil, Madrid, Instituto de Estudios Económicos, 1987; para las transformaciones agrarias: C. Barciela, «Introducción», en R. Garrabou y otros (1986). Sobre lo que su título indica, J. Echeverría Zabalza, La movilidad social en España (1940-1991), Madrid, Istmo, 1999.

Política cultural, intelectuales, vida cotidiana, género. Sobre intelectuales y culturas políticas véase E. Díaz (1992); J. Gracia, Estado y cultura: el despertar de una conciencia crítica bajo el franquismo (1940-1962), Barcelona, Anagrama, 2006; S. Juliá (2004). Unestudio de símbolos, valores y mitos en Z. Box, España, año cero. La construcción simbólica del franquismo, Madrid, Alianza, 2010. La relación entre cambios sociales y nueva cultura política en los años sesenta y setenta ha sido analizada por J. C. Mainer y S. Juliá, El aprendizaje de la libertad, 1973-1986, Madrid, Alianza, 2000. Sobre la vida cotidiana existen reconstrucciones detalladas en Abella (1985); modelos, costumbres, cultura a la luz de la discriminación de género, son analizados por Martín Gaite (1987); J. Roca i Girona, De la pureza a la maternidad, Madrid, Ministerio de Educación y Cultura, 1997; aportaciones sobre el tema en G. Nielfa Cristóbal (ed.), Mujeres y hombres en la España franquista, Madrid, Universidad Complutense, 2003.

Propaganda, medios de comunicación, censura. Una eficaz reconstrucción centrada en los primeros años es la de M. A. Barranchina, Propagande et culture dans l’Espagne franquiste (1936-1945), Grenoble, Université Sthendal, 1998. Sobre la prensa véase J. Torrón, La prensa en España durante el régimen de Franco, Madrid, CIS, 1981; A. Alted, P. Aubert (1995). Un excelente estudio sobre el NO-DO, en las distintas etapas del régimen, es el de R. Tranche y V. Sánchez-Biosca, NO-DO: el tiempo y la memoria, Madrid, Cátedra, 2000 (1.ª ed. 1993); sobre cine español durante la dictadura los ensayos de J. E. Monterde y C. Torreiro en R. Gubern y otros (1995); sobre cine y propaganda: Berthier (1998). Sobre censura: M. L. Abellán (1980); J. Sinova, La censura de prensa durante el franquismo, Madrid, Espasa-Calpe, 1989; Gubern y Font (1975); Gubern R., La censura. Función política y ordenamiento jurídico bajo el franquismo (1936-1975), Barcelona, Península, 1981.

Oposición, conflictos sociales, disidencias. Sobre la oposición hay un pionero estudio de J  Linz, «Opposition in and under an authoritarian regime: the case of Spain», en A. Dahl Robert (comp.), Regimes and Oppositions, New Haven, Yale University Press, 1973. Una buena fuente de información para todo el período de la dictadura son los dos volúmenes de F. Jáuregui y P. Vega, Crónica del antifranquismo, Barcelona, Planeta, 2007 (1.ª ed. 1983). Numerosos y estimulantes estudios sobre aspectos parciales de la oposición política interior y en el exilio se encuentran en J. Tusell, A. Alted y A. Mateos (coords.), La oposición al régimen de Franco, 3 vols., Madrid, UNED, 1990. De la primera década se ocupan V. Fernández Vargas, La resistencia interior en la España de Franco, Madrid, Istmo, 1981, y con relación a la guerrilla: H. Heine, La oposición política al franquismo de 1939 a 1952, Barcelona, Crítica, 1983. Para las luchas obreras: C. Molinero y P. Ysás, Productores disciplinados y minorías subversivas, Madrid, Siglo XXI, 1998; la organización de Comisiones Obreras en todo el territorio español se examina en D. Ruiz González (dir.), Historia de Comisiones Obreras: 1958-1988, Madrid, Siglo XXI, 1994 (1.ª ed. 1993). Sobre el nacimiento del movimiento feminista, A. Moreno, Mujeres en lucha: el movimiento feminista de España, Barcelona, Anagrama, 1977. Sobre la oposición en el País Vasco y Cataluña: J. M. Garmendia y A. Elordi, La resistencia vasca, San Sebastián, Haranburu, 1982; B. de Riquer y J. B. Culla, «El franquisme i la transició democràtica (1939-1988)», en P. Vilar (dir.) y J. Termes (coord.), Història de Catalunya, vol. 7, Barcelona, Edicions 62, 2004 (1.ª ed. 1987). Sobre formas de disidencias culturales y resistencia civil: A. Alted Vigil y E. Nicolás Marín, Disidencias en el franquismo (1939-1975), Murcia, DM, 1999; I. de Cabo, La resistencia cultural bajo el franquismo, Barcelona, Áltera, 2000; J. Gracia y Gracia, La resistencia silenciosa, Barcelona, Anagrama, 2004; P. Ysás (2004). Para el PCE, E. Treglia, Fuera de las catacumbas. La política del PCE y el movimiento obrero, Madrid, Eneida, 2012. Entre las aportaciones sobre la oposición universitaria al franquismo: J. J. Carreras y M. A. Ruiz Canicer (eds.), La universidad española bajo el régimen de Franco (1939-1975), Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 1991; J. Álvarez Cobelas, Envenenados de cuerpo y alma, Madrid, Siglo XXI, 2004; P.  Lizcano, La Generación del 56. La Universidad contra Franco, Madrid, Leer, 2006 (1.ª ed. 1981); A. López Pina (ed.), La Generación del 56, Madrid, Marcial Pons, 2010.

Represión. Sobre la política represiva del régimen: P. Preston, La política de la venganza, Barcelona, Península, 2004 (1.ª ed. 1997). Como rigurosa síntesis de lo investigado sobre el terror y la represión: J. Prada Rodríguez, La España masacrada. La represión franquista en la guerra y la posguerra, Madrid, Alianza, 2010. Para el marco legal, una excelente síntesis es la de M. Carrillo, en VV. AA. (2001). Acerca del clima autárquico como ingrediente de la represión: M. Richards, Un tiempo de silencio: la Guerra Civil y la cultura de la represión en la España de Franco, 1936-1945, Barcelona, Crítica, 1999. Un estudio pionero que conserva su valor sobre presos y prisiones de la dictadura es el de A. Suárez y Colectivo 36, Libro blanco sobre las cárceles franquistas: 1939-1976, París, Ruedo Ibérico, 1976. La actuación del Tribunal de Orden Público ha sido objeto de un exhaustivo estudio por J. J. del Águila (2001); para la represión en las cárceles femeninas: G. Di Febo, Resistencia y movimiento de mujeres en España, 1936-1976, Barcelona, Icaria, 1979; S. Mangini, Recuerdos de la resistencia: la voz de las mujeres de la guerra civil española, Barcelona, Península, 1997; R. Vinyes, Irredentas: las presas políticas y sus hijos en las cárceles de Franco, Temas de Hoy, Madrid, 2002; testimonios de detenidas políticas están recogidos en: F. Romeu Alfaro, El silencio roto: mujeres contra el franquismo, Barcelona, El Viejo Topo, 2002, y en los tres volúmenes de T. Cuevas, Testimonios de mujeres en las cárceles franquistas (reeditados por J. J. Montes), Instituto de Estudios Altoaragoneses, Huesca, 2004. Para los campos de concentración y las prisiones durante la Guerra Civil y el franquismo: C. Molinero, M. Sala y J. Sobrequés (eds.), Una inmensa prisión, Barcelona, Planeta-De Agostini, 2006 (1.ª ed., 2003), y J. Rodrigo, Los campos de concentración franquistas entre la historia y la memoria, Madrid, Siete Mares, 2003.

Referencias bibliográficas

Abella, R., La vida cotidiana en España bajo el régimen de Franco, Barcelona, Planeta, 1985.

Abellán Manuel L., Censura y creación literaria en España, Barcelona, Península, 1980.

Álvarez Bolado, A., El experimento del nacionalcatolicismo (1939-1975), Madrid, Cuadernos para el Diálogo, 1976.

Ballbé, M., Orden público y militarismo en la España constitucional, Madrid, Alianza, 1983.

Barciela López, C., «Introducción», en R. Garrabou, C. Barciela López y J. I. Jiménez Blanco (eds.), Historia agraria de la España contemporánea, vol. 3, Barcelona, Crítica, 1986.

Berthier N., Le franquisme et son image: cinema et propagande, Presses Universitaires du Mirail, 1998.

Cámara Villar, G., «La práctica educativa en el primer franquismo: cómo se forma un “caballero cristiano y español”», Ciel, vol. 5, n.º 1, Amsterdam, 1994, págs. 67-87.

Carrillo, M., «El marc legal de la repressió de la dictadura franquista en el periode 1939-1959», en VV. AA., Notícia de la negra nit: vides i veus a les presons franquistes (1939-1959), Barcelona, 2001.

Clavera J. y otros, Capitalismo español: de la autarquía a la estabilización (1939-1959), Madrid, Edicusa, 1978.

Crexell, J., La caputxinada, Barcelona, Edicions 62, 1987.

De la Granja, J. L., Beramendi J. y Anguera P., La España de los nacionalismos y las autonomías, Madrid, Síntesis, 2001.

Del Águila, J. J., EL TOP: la represión de la libertad (1963-1977), Barcelona, Planeta, 2001.

Delgado Gómez-Escalonilla, L., «Franchismo, hispanidad e relazioni con l’America Latina», en Giornale di storia contemporanea, n.º. 2 (1999), págs. 144-166.

Díaz, E., Pensamiento español en la era de Franco (1939-1975), Madrid, Tecnos, 1992.

Díaz Plaja, F., La España franquista en sus documentos, Barcelona, Plaza y Janés, 1976.

Di Febo, G., Ritos de guerra y de victoria en la España franquista, Valencia, Universitat de Valencia, 2012 (1.ª ed. 2002).

—, «Riti e propaganda: il viaggio di Ciano in Spagna (luglio 1939)», en G. Di Febo y R. Moro (eds.), Fascismo e franchismo: Relazioni, immagini, rappresentazioni, Rubbettino, Soveria Mannelli, 2005.

Di Febo G., «Vaticano e franchismo: el Fuero del Trabajo (marzo 1938)», en Mondo contemporaneo, n.º 3 (2008), pp. 129-141.

Ezcurra, J. A., «Crónica de un empeño dificultoso», en Alted A. y P. Aubert (eds.), Triunfo en su época, Madrid, Casa de Velázquez, Ediciones Pléyades, 1995.

García Escudero, J. M., Cine social, Madrid, Taurus, 1958.

García Escudero J. M., y otros El cine español, desde Salamanca (1955-1995), Valladolid, Consejería de Educación y Cultura, 1995.

Garmendía Otaola, A., Lecturas buenas y malas a la luz del dogma y de la moral, Bilbao, El Mensajero del Corazón de Jesús, 1961.

Giménez Caballero, E., Los secretos de la Falange, Barcelona, Yunque, 1939.

Goytisolo, J., «Escribir en España», en Furgón de cola, París, Ruedo Ibérico, 1967.

Gubern, R. y Font D., Un cine para el cadalso: 40 años de censura cinematográfica en España, Barcelona, Euros, 1975.

Hermet, G., Los católicos en la España franquista, vol. I, Los actores del juego político, vol. II, Crónica de una dictadura, Madrid, CIS/Siglo XXI, 1986 (1.ª ed. en francés 1981).

Juliá, S., Un siglo de España. Política y sociedad, Madrid, Marcial Pons, 1999.

—, Historias de las dos Españas, Madrid, Taurus, 2004.

Martí Morales, R., Les targetes postals de la guerra civil 1936-1939: en campanya, Barcelona, Miquel A. Salvatella, 2000.

Martín Gaite, C., Usos amorosos de la postguerra española, Barcelona, Anagrama, 1987.

Monterde, J. E., «Continuitá e dissidenza (1951-1962)», en R. Gubern, J. E. Monterde, E. Riambau y C. Torreiro, Storia del cinema spagnolo, Venecia, Marsilio, 1995.

Montero Moreno, A., Historia de la persecución religiosa en España: 1936-1939, Madrid, BAC, 2000 (1.ª ed. 1961).

Pemartín, J., Qué es «lo nuevo»… Consideraciones sobre el momento español presente (1938), Madrid, Espasa-Calpe (1.ª ed. 1937).

Piñol, J. M., La transición democrática de la Iglesia católica española, Madrid, Trotta, 1999.

Puelles Benítez de, M., Educación e ideología en la España contemporánea, Barcelona, Labor, 1980.

Raguer, H., La pólvora y el incienso. La Iglesia y la Guerra Civil española (1936-1939), Barcelona, Península, 2008 (1.ª ed. 2001).

Ridruejo, D., Casi unas memorias, Barcelona, Planeta, 1976.

Ripalda J., Nuevo Ripalda: enriquecido con varios apéndices, Edit. Casa de Arte Católico José Vilamala, 1944 (17.ª ed.).

Sáez Marín, J., El Frente de Juventudes, Madrid, Siglo XXI, 1988.

Sardá, J., «El Banco de España: 1931-1962», en El Banco de España: una historia económica, Madrid, Banco de España, 1970.

Satrústegui, J., y otros (eds.), Cuando la transición se hizo posible: el «contubernio de Munich», Madrid, Tecnos, 1993.

Serrano Suñer, R., Entre el silencio y la propaganda, la Historia como fue. Memorias, Barcelona, Planeta, 1977.

Sueiro D., La verdadera historia del Valle de los Caídos, Barcelona, Sedmay, 1976.

Tusell J., Franco y los católicos, Madrid, Alianza, 1984.

Viñas, A., Los pactos secretos de Franco con Estados Unidos, Barcelona, Grijalbo, 1981.

Ysás, P., Disidencia y subversión, Barcelona, Crítica, 2004.