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viernes, 26 de marzo de 2021

 

Los arqueólogos entrarán en el Valle de los Caídos para estudiar las chabolas de los familiares de los presos

  • Un grupo de científicos del CSIC iniciará a finales de abril una campaña de excavación de los restos de los asentamientos en los que vivieron las familias que habitaron junto los presos que levantaron el monumento franquista. Es el primer paso para la resignificación del lugar que rinde homenaje a Franco

  • ¿Quiénes son los otros muertos del Valle de los Caídos?

Vista de las obras de construcción del Valle de los Caídos en 1952 EFE

Peio H. Riaño

25 de marzo de 2021 

elDiario.es

A finales del mes de abril, y si el Ministerio de Cultura concede el último permiso necesario, un equipo de nueve arqueólogos y arqueólogas y un historiador, dirigidos por el arqueólogo del CSIC Alfredo González-Ruibal, iniciarán una campaña que supondrá el primer paso de la resignificación del Valle de los Caídos. Durante un mes excavarán los restos de las chabolas donde vivían las familias que acompañaron a los presos que construyeron el monumento al franquismo, entre 1940 y 1958.

Hay que desublimar el espacio. Ahora mismo el monumento reproduce el mismo orden simbólico y el itinerario que diseñaron los arquitectos Pedro Muguruza y Diego Méndez. Es esencial poner en primer plano a los trabajadores, a sus mujeres y sus hijos que vivieron y trabajaron en la obra y desplazar el protagonismo de la monumentalidad del conjunto. Es un espacio de trauma, no de celebración y así hay que contarlo”, adelanta a este periódico Alfredo González-Ruibal. 

Los arqueólogos quieren rescatar del olvido los espacios marginales relacionados con la represión, el control social y el trabajo, poniendo especial énfasis en los espacios domésticos de la población presa y dependientes. Es la historia oculta del Valle. A pesar de la amplia bibliografía sobre su construcción Esclavos por la patria, de Isaías Lafuente; La verdadera historia del Valle de los Caídos, de Daniel Sueiro; Los últimos españoles de Mauthausen, de Carlos Hernández), apenas ha llegado documentación relativa a estas construcciones que se derribaron antes de la inauguración del lugar. “Fueron doblemente negadas por ser mujeres y republicanas. Eran el apoyo psicológico de los maridos presos y las sostenedoras de la familia. Situar en primer plano a las mujeres y los hombres que construyeron el Valle es fundamental para deconstruir la narrativa épica de la dictadura”, añade el científico.  


 El arqueólogo Alfredo González-Ruibal. Álvaro Minguito

Estas estructuras improvisadas se situaban en las inmediaciones de los barracones de los obreros. Ahora sólo hay descampados. Pero en la visita que los arqueólogos realizaron el pasado julio a los cuatro poblados (conocidos también por el nombre de las empresas constructoras, Molán, Banús, San Román, etc) ya encontraron y sin excavar algunos restos de la intimidad de los pobladores. Suelas, zapatos de mujer, peines, tinteros empleados por los niños en sus tareas escolares, botellas o latas de conservas. Historias vitales que están reclamando salir a la superficie. La arqueología tiene esa potencia simbólica de desenterrar una historia distinta a la publicada y difundida. 

González Ruibal es especialista en deshacer el relato histórico más conflictivo, el de la guerra civil española. Habían pasado tres años desde la última vez que fue a Cuelgamuros, antes de regresar el pasado julio. En 2017, los vigilantes de seguridad que custodian el monumento de Patrimonio Nacional lo expulsaron de la abadía benedictina por tratar de hacer cumplir la ley y evitar un homenaje al dictador. Era un sábado y retiró un ramo de flores que minutos antes había depositado un hombre sobre la tumba De Francisco Franco, acompañado con el saludo fascista. Muchos años antes, en 2006, devolvió a la vida los barracones del destacamento penal de Bustarviejo (Madrid), el campo de trabajo forzado con el que el franquismo finalizó, entre 1944 y 1952, las vías del ferrocarril directo Madrid-Burgos. 


Objetos hallados en la excavación de las chabolas de los familiares de los presos, en Bustarviejo, similar a lo que esperan hallar en el Valle.

Ahí está enterrada una historia de la que no sabemos nada. Por esos barracones y chabolas pasaron personas de todo tipo, desde generales del Ejército republicano a intelectuales y obreros. Queremos recuperar las historias de sus mujeres y familiares, de sus hijos. Necesitamos estudiar la violencia franquista, no sólo de los fusilamientos, sino los castigos y la represión. Es un fenómeno poco contado. La excavación tratará de volver a repoblar ese valle sin héroes ni mártires, con obreros, madres, mujeres y niños. Es importante extraer El Valle de los Caídos de la Ruta Imperial en la que todavía se mantiene, con lugares vinculados a la monarquía, para colocarlo donde debe, en la memoria traumática de este país”, dice el arqueólogo del CSIC. Recuerda que en una novela de sus novelas Carmen Martín Gaite observa los barracones y las chabolas de los prisioneros que trabajan en la construcción de una presa.

El equipo de científicos peinará con detector de metales, primero, los poblados de la Entrada, Central y Monasterio (Molán, Banús, San Román) y de forma extensiva otros puntos de interés relacionados con la historia del Valle durante la Guerra Civil y el período de construcción de la obra (infraestructuras civiles y militares). Luego, una vez se hayan localizado las áreas de actividad y basureros relacionados con los barracones y talleres, revisarán las letrinas y vertederos. “Suelen proporcionar información muy relevante en centros de internamiento, incluidos objetos personales de los presos”, indica el arqueólogo.

Días antes de dimitir, la semana pasada, como Consejero Gerente de Patrimonio Nacional, José Luis Masegosa firmó la autorización de la intervención arqueológica. El proyecto ha recibido una ayuda de 12.000 euros en subvenciones la subvención de la secretaria de Estado de Memoria destinadas a la recuperación de la memoria democrática y las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura. Y los objetos que encuentren en la excavación arqueológica podrán exponerse en un centro de interpretación o en cualquier espacio museográfico que se diseñe dentro del Valle, apuntan los arqueólogos en su propuesta, a la que ha tenido acceso este periódico. Alfredo González-Ruibal se adelanta al futuro que tiene planificado la Secretaría de Estado de Memoria Democrática lo importante no es cambiarle el nombre al Valle de los Caídos, lo que importa es cambiarle el significado.



jueves, 25 de marzo de 2021

 elDiario.es

'Follar', el nuevo podcast que explora el tema del sexo de manera explícita desde la diversidad

Noemí Casquet y Rossy de Palma en el podcast 'Follar'

En marzo de 1990, se emitió en La 1 de Televisión Española el primer capítulo del programa Hablemos de sexo, presentado por la profesora Elena Ochoa y dirigido por Chicho Ibáñez Serrador. El objetivo de dicho espacio era tratar el tema de la sexualidad desde una perspectiva alejada de la vulgaridad y con rigor científico adaptado al lenguaje televisivo. Es decir, de una manera dinámica y divulgativa, que llegase a todo el mundo. Fue un hito en la historia televisiva del país y tres décadas después, tanto quienes lo disfrutaron como quienes lo despreciaron, siguen acordándose de él. 

Solo basta visualizar alguno de sus capítulos –en especial la sección de la encuesta en la calle (puede que la más recordada)– para apreciar que la sociedad española ha avanzado a la hora de hablar sobre sexualidad. Pero quizá no tanto como cabría esperar en un país occidental en el siglo XXI. Partiendo de la premisa de que aún existen tabús en relación al tema, la plataforma Audible ha presentado recientemente Follar, un podcast de ocho episodios sobre sexo creado por el medio online PlayGround.

Conducido por la periodista Noemí Casquet, en cada uno de sus episodios se entrevista a una persona conocida con quien se aborda una cuestión relacionada con el sexo desde una perspectiva en concreto. Por ejemplo, la actriz Rossy de Palma es la invitada del capítulo 'sexo y madurez', el rapero y actor El Langui participa en el que trata sobre 'sexo y diversidad funcional' y la artista Lola Vendetta en el de 'sexo y sedes sociales'. Según explica Casquet a elDiario.es, "se trata de hablar con personajes que son famosos y son públicos de una forma explícita a través del podcast y naturalizar el sexo. Con palabras como 'coño', 'follar', 'polla', y todas esas que nos chocan tanto como sociedad y que creo que es tan necesario que tengamos presentes".

Según la periodista, han escogido "invitados con diversidad, tanto de género, como de pensamiento y de profesión, para crear ese perfil más amplio y retratar las diferentes formas como se vive la sexualidad". También comenta que no toda la gente a la que contactaron dijo que sí y que les costó un poco encontrar a personas que quisieran tratar el tema. "Al final forma parte de su vida privada y es totalmente lógico que no quieran o no se sientan cómodos o cómodas en exponerse a ese nivel", añade.

Carlo Padial es el director creativo del podcast y ha guionizado el programa junto a otras dos personas del equipo. "Hemos buscado que las conversaciones sean por un lado increíblemente explícitas y, por otro, que tengan implicaciones más allá de lo puramente sexual. En la medida de lo posible, nos interesa conectarlas con factores sociológicos, psicológicos o culturales. El sexo no puede estar desligado de todos esos ámbitos, y menos en 2021", afirma. Según su experiencia en PlayGround, algunos de los contenidos que más éxito han tenido en la publicación online han sido sobre sexo. "La gracia está en descubrir a la audiencia de una manera innovadora cosas que desconoce o que durante mucho tiempo han estado fuera del foco mediático", observa.

Casquet opina que después de la pandemia habrá una revolución sexual a gran escala en la que se acabarán de consolidar "la diversidad de las orientaciones sexuales relacionales y la identidad de género". Y esa revolución tendrá una base 100% feminista ¿Qué quiere decir esto? "Es una base equitativa, igualitaria, es una base de libertad, donde cada uno vive su propia sexualidad con placer y no tanto por complacer a la otra persona. A las mujeres nos han educado mucho a complacer a la otra persona y poco en nuestro placer", considera la presentadora.

No le preocupan las sombras ultraderechistas que planean sobre la sociedad en los últimos tiempos y que podrían poner trabas a esa revolución sexual que menciona. "Como medios de comunicación y como periodistas, tenemos una responsabilidad: dónde poner el foco. Últimamente, se está poniendo en la ultraderecha y las personas extremistas porque al final es algo que vende", sentencia. Agrega que "si los medios de comunicación le dan voz y le ponen antes el micrófono a un falangista, a una nazi que se pone a decir tonterías, y no se la dan a esa feminista que está luchando por la igualdad y por que acaben las víctimas de la violencia de género de una puta vez o se rompa el techo de cristal, ahí es donde tenemos esa responsabilidad. Y para mí es muy importante".

Para Casquet la llegada de Internet ha sido clave y tiene muchas esperanzas en las generaciones que han nacido y tenido contacto directo con la red, como la millennial y la Z. "Cada vez saben más sobre feminismo, cada vez son más conscientes del consentimiento, de la diversidad de género, sexual y relacional", apostilla.

Sexo ante el micrófono

Antes de Follar ya se hablaba del asunto ante micrófonos encendidos. Un ejemplo es el de la periodista Celia Blanco, responsable del podcast sobre sexo Con todos dentro que está disponible en la plataforma Pódimo desde el año pasado. No es nueva tratando esta cuestión de manera sonora: de 2014 a 2019 tuvo el programa de radio Contigo dentro y cuando la cadena SER lo canceló –su despido fue muy sonado– se pasó a este formato. Una de las principales diferencias que detecta entre el podcast y la radio tradicional, según explica a este periódico, es que el primero "te obliga a que pienses en cómo seducir al oyente. Hay quien escucha 'lo que le echen', les seduce la cadena. Pero aquí no hay cadena que te ampare. Estás sola con tu audiencia".

Afirma que siempre ha tenido libertad a la hora de escoger los temas que trata, tanto en la radio como en su podcast. Pero ahora se ha librado de la atadura de tener que seguir la agenda de actualidad. "Por ejemplo, es lógico que rondando el primer fin de semana de julio yo hable del Orgullo. Pero eso no determina que toda la agenda del podcast tenga que estar sometida a ello. O que me permita hacer uno específico del Orgullo que, seguro, será escuchado sin que sea la fecha", declara.

El impulso que el feminismo ha tomado en estos últimos años ha influido en la manera en la que Blanco aborda el sexo en su trabajo. "Yo no sería quien soy sin todas esas mujeres que me han ayudado a llegar hasta aquí y llevan ayudándome desde hace mucho y lo siguen haciendo. Mujeres que me encuentro y que, sin conocerme más que de bulto, apuestan por mí. Desde la compañera que, cuando me despidieron, quiso que supiera todos mis datos de escuchas para que las presentara cuando buscara trabajo, hasta la que me avisa de que buscan a una colaboradora en un periódico de provincias", afirma. Reconoce además que "el feminismo es una tela de araña que tejemos entre todas para que no caigamos al vacío. Yo soy de las que lleva toda su vida intentando demostrar lo que vale, sin ellas no habría sabido lo valiosa que soy".

No tiene el dato del perfil de audiencia que tiene su podcast, solo de las personas que se relacionan con ella, que son tanto hombres como mujeres de entre 30 y 60 años que generalmente necesitan contar su experiencia, sea la que sea, para normalizarla. No ha detectado una temática en concreto que atraiga más a su audiencia, aunque, los datos dan algunas pistas. "Por la respuesta, puedo decir que gustan de sexualidades no convencionales y todo lo que tenga que ver con la salud sexual. Cuando digo que uno de cada dos españoles mayores de 50 años tienen problema de disfunción eréctil todos se mueren del miedo. Cuando les digo que hay solución al problema; se relajan", apunta.

Noemí Casquet sostiene que el tema es interesante a nivel general porque "el sexo es algo natural: nacemos gracias al sexo. Estamos aquí gracias a que nuestros antepasados han follado mucho y me parece sorprendente que en 2021 el sexo siga siendo algo tabú, especialmente el tono y la naturalización del mismo". La periodista cree que el sexo es algo que "nos va acompañar a lo largo desde nuestra vida", ya que "desde que nacemos, hasta que morimos, somos seres sexuados y lo vamos a tener presente en mayor o menor medida". 


 Foto: Luis Viadel

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