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viernes, 5 de marzo de 2021

Libro recomendado


 

Las cincuentañeras, más satisfechas sexualmente que las treintañeras

Las españolas tienen una media de seis relaciones al mes y eso se queda corto a ciertas edades.

Por 

Mila Fernández

ElHuffPost

5-3-21


¿Las mujeres de entre 51 y 60 años están más satisfechas sexualmente que las de 30? A priori, podría parecer imposible, pero según se desprende del reciente estudio sobre la evolución de la sexualidad de la mujer española, realizada por la web de encuentros Gleeden, esta afirmación se ajusta bastante a la realidad.

Bueno, tiene sus matices. Es así a efectos de percepción; a efectos de frecuencia, no”, puntualiza Laia Cadens, psicóloga clínica especializada en sexología que ha asesorado este estudio. “Lo que se desprende de la encuesta es que las señoras en esa década de los cincuenta tienen el nivel de actividad sexual que quieren. Su deseo sexual se adecúa a la frecuencia de actividad sexual que mantienen. El día que tienen deseo, lo satisfacen y son más felices que un ocho”, explica.

En el caso de las treintañeras, hay una evidente desincronía: desean más que ejecutan, no tienen todo el sexo que quieren. “La mujer de 30 es mucho más exigente con su actividad sexual, es más crítica y tiene la sensación de no cubrir sus necesidades. Por influencia externa, porque parece que siempre tienen que estar a tope; y por edad, porque hormonalmente todo está más a flor de piel”, evidencia la especialista.

La encuesta, realizada a más de dos mil mujeres de entre 20 y 60 años, confirma que las españolas tienen una media de seis relaciones sexuales al mes. Un cifra que está muy cerca de sus aspiraciones en el caso de las cincuentañeras, que desean sexo siete veces al mes, pero algo alejada para las mujeres de entre 30 y 49, que desean 9 veces al mes. Y muy lejos de las de 20, que lo hacen 14 veces de media mensualmente.

Aligerar las cargas, el mejor afrodisiaco

Además de la paridad deseo-realidad, hay otro aspecto sexual en el que, según este estudio de Gleeden, las cincuentañeras aventajan a las treintañeras: las mujeres entre 51 y 60 años tienen un nivel más alto de excitación.

Esto, según la especialista, tiene que ver con la etapa vital que atraviesan. A partir de los 50, en la mayoría de los casos, la mujer se ha ido liberando de cargas: los hijos son mayores, su escenario laboral está asentado, la relación con su pareja es madura y su sexualidad es más libre en ese sentido.

La década de los 30 es la etapa en la que las mujeres, en el mundo actual, se consolidan profesionalmente, son madres y asumen muchas responsabilidades, lo que hace que las prioridades se recoloquen y esto propicia que no se active la respuesta sexual de forma funcional”, justifica Cadens que confirma que, de manera inevitable, las cargas y responsabilidades influyen en el deseo.

Luego es cosa de la mujer el que no se quiera permitir la inhibición de su apetencia, que quiera conservarla intacta. En ese caso, puede regular o recolocar todo lo demás. La toma de conciencia de que tienes un problema con tu deseo sexual, ya es un primer paso”, asegura la psicóloga.

jueves, 4 de marzo de 2021


 Foto: Luis Viadel


 Foto: Luis Viadel                Pekín (China)

 ¿Qué más hace falta para retirar al rey emérito cualquier honor?

De 6,7 millones a más de 27: las multas máximas a Juan Carlos I si se le hubiera abierto expediente por defraudar a Hacienda


El rey emérito Juan Carlos I

El rey Juan Carlos I se enfrentaría a sanciones que alcanzarían un máximo de entre 6,7 millones de euros y 27 si se le hubiera abierto expediente por los fraudes a Hacienda que ha podido regularizar hasta ahora y fuera multado por ello.

Las cuantías defraudadas y la Agencia Tributaria le hubiera acabado sancionando tras una inspección, la Ley General Tributaria contempla sanciones por un mínimo del 50% de lo defraudado y un máximo del 150%. En su grado máximo, alcanzarían hasta 6,7 millones por las cantidades que ha regularizado hasta ahora. Eso, si el caso se hubiera quedado en la vía administrativa y la inspección no hubiera apreciado la comisión de posibles delitos.

Calcular una cifra exacta de las sanciones por vía administrativa es un ejercicio imposible, entre otras cosas porque puede haber más de una infracción en un solo procedimiento inspector. Pero limitándose a que esta consistiera en dejar de ingresar una deuda, el artículo 191 de la ley tributaria establece una horquilla general que va del 50% al 150% de la base no declarada, dependiendo de si la infracción es leve (50%), grave (del 50% al 100%) o muy grave (del 100% al 150%).

Eso, sin contar posibles reducciones de sanciones, en función de si el acta de inspección es de conformidad (con acuerdo final entre las partes: el contribuyente firma y no recurre), que permite al infractor una reducción del 30%; en disconformidad (no hay reducción y el sancionado recurre), o con acuerdo, con una reducción del 50% y sin posibilidad de recurso, pero que tiene que ser resultado de una negociación entre las partes si no están claros los criterios legales en discusión.

La gravedad de la sanción se determina en función de, entre otros supuestos, si hubo ocultación, si hay reincidencia, si se utilizan medios fraudulentos, o el perjuicio económico causado a las arcas públicas. En un caso que fuera equivalente al de Juan Carlos I, "te vas al máximo fácil", indica un fiscalista consultado.

La primera regularización del rey ascendió a 678.393 euros en el Impuesto de Donaciones por las tarjetas opacas que le pagó un empresario mexicano, supuestamente a través de un militar cercano que actuó como testaferro, y se estimó una cuota defraudada de unos 500.000 euros. En la segunda, la cifra ha sido muy superior: 4.395.901,96 euros por un incremento patrimonial no declarado en el IRPF relacionado con los más de 8 millones que la Fundación Zagatka pagó al monarca en vuelos de placer en jets privados.

En este caso, el fraude cometido sería de unos 4 millones, y estaría muy por encima de los 120.000 euros que marca la barrera del delito fiscal, aunque para que exista delito, además de superar ese umbral, es necesario que exista dolo, y no solo negligencia del contribuyente. Aquí las sanciones, que determina el tribunal penal correspondiente y la Agencia Tributaria recauda por vía de responsabilidad civil, se pueden multiplicar.

Todos los fiscalistas consultados consideran que lo más probable es que, de haber abierto una inspección al emérito, la Agencia Tributaria hubiera acabado remitiendo el procedimiento a delito. En un caso así, "Hacienda no puede elegir. Si descubre 4 millones de euros de fraude, tiene por ley que parar y denunciar al fiscal o al juez instructor", dice un experto, que advierte de que "calcular las multas administrativas en este caso es un ejercicio de ficción jurídica, un supuesto de laboratorio irreal".

De ir a delito, y si toda la cuota defraudada es delictiva, todo el procedimiento inspector se para y va a Fiscalía, y de ahí a los tribunales. Las sanciones por delito fiscal están recogidas en el artículo 305 del Código Penal, que fija para los delincuentes fiscales "pena de prisión de uno a cinco años y multa del tanto al séxtuplo" de lo defraudado. Esto es, hasta seis veces más, "salvo que hubiere regularizado su situación tributaria", como habría ocurrido con este caso.

De esto resultaría, sin tener en cuenta posibles eximentes como el pronto pago antes de que transcurran dos meses desde la citación judicial como investigado, una sanción de entre 4 y 24 millones, suponiendo que la cuota defraudada por los vuelos privados fuera de 4 millones y con la regularización hubiera pagado entre recargos e intereses unos 400.000 euros. Por las tarjetas, la multa en una eventual condena penal ascendería a otros 3 millones como máximo.

Posible blanqueo

Con su última regularización, el rey habría obtenido la excusa absolutoria que figura en el artículo 305 del Código Penal, ese "salvo que hubiere regularizado su situación tributaria", y que, en expresión del fiscalista Antón Beiras, la Fiscalía y la Agencia Tributaria han "regalado" al emérito, en opinión de este abogado, que ha anunciado que va a querellarse contra la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, y el director general de la Agencia Tributaria, Jesús Gascón, en nombre de la Asamblea Republicana de Vigo.

Algunas fuentes apuntan que el uso de los fondos de la Fundación Zagatka, constituida en 2003 en Liechtenstein por Álvaro de Orleans-Borbón, primo lejano del rey, podría constituir también un delito de blanqueo, recogido en el artículo 301 del Código Penal y castigado con pena de prisión de seis meses a seis años y multa de hasta el triple del valor de los bienes blanqueados.

Esas fuentes señalan que si esa fundación opaca se nutrió de las comisiones ilegales del AVE u otras, "como es más que probable, si no, a cuenta de qué ocultar los fondos", existiría un delito de blanqueo, "aún más grave que el delito fiscal": prescribe más tarde (10 años contra 5) y "no se ve afectado por la regularización del 305".

También recuerdan esas fuentes que el Tribunal Supremo tiene consolidada una doctrina según la cual la eximente del pago recogida al final del artículo 305 "no opera frente al 301, cuando hay concurso real de delitos (cuando se cometen los dos)".

La clave es si las regularizaciones del monarca han cerrado la puerta a su imputación. Esta semana, la Asociación de Inspectores de Hacienda recordó que estas regularizaciones tienen que haberse producido "antes de que por la Administración Tributaria se le haya notificado el inicio de actuaciones, denuncias o diligencias por parte de la AEAT, del Ministerio Fiscal o del Juez de Instrucción". Y subrayó, "si fuesen ciertas las noticias publicadas en ciertos medios, que señalan que la Fiscalía ha notificado al rey las diligencias de investigación abiertas, las regularizaciones efectuadas no impedirían la persecución de los delitos fiscales cometidos".

Esta asociación emitió una nota el martes para lamentar "el daño que se está produciendo a la imagen de la Administración tributaria y de sus trabajadores, al suponer y sugerirse inacción por parte de la Agencia Tributaria", minutos después de que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, negase un trato de favor al emérito tras haber podido hacer esas dos regularizaciones fiscales a pesar de las informaciones que ya apuntaban al pago de viajes a través de esa fundación opaca.

"Es falso que el Ministerio de Hacienda o la Agencia Tributaria hubiera tenido conocimiento de ningún tipo de información que no haya dado lugar a las actuaciones habituales" y "todos los contribuyentes son iguales", afirmó la portavoz del Gobierno.

miércoles, 3 de marzo de 2021

Imágenes del mundo


 


 Foto: Luis Viadel

 

Lesbianas de película, benditas sean

Barbara Sukowa y Martine Chevallier salvan la película 'Deux' con unas actuaciones memorables.


Eulalia Lledó Cunill

Doctora en Filología Románica

3-3-21






Este artículo también está disponible en catalán.

Es curiosa la tendencia a traducir el título de películas que narran amores de mujeres homosexuales —sobre lesbianas, vaya— como Entre nosotras. De este modo tradujeron la magnífica y refrescante Coup de foudre (Francia, 1982) de la estupenda directora Diane Kurys. Actualmente han traducido así Deux de Filippo Meneghetti (Francia, 2019). Traducción que las presenta como si vivieran al margen y apartadas del resto del mundo, recluidas en un mundo propio y limitado; quizás por eso no traducen como Entre nosotros filmes de homosexuales masculinos.

Si Coup de foudre estaba protagonizada por dos actrices extraordinarias, Miou-Miou y Isabelle Huppert, Deux la salvan las espléndidas Barbara Sukowa y Martine Chevallier en unas actuaciones memorables.

'Deux' la salvan las espléndidas Barbara Sukowa y Martine Chevallier en unas actuaciones memorables

Porque Deux es una película tópica. En primer lugar —como es habitual cuando el amor entre mujeres no tiene como objetivo calentar la líbido masculina—, presenta el amor entre mujeres a partir sobre todo de la ternura —por cierto, que nunca falte—, muestra un amor exento, o casi, de sexualidad.

Si esto ocurre incluso en filmes que no hablan de viejas o de ancianas sino de mujeres maduras como el fallido Los chicos están bien (EEUU, 2010) de Lisa Chodolenko —directora de la maravillosa High Art (EEUU, 1998)—, porque en Los chicos están bien (los “chicos” son una chica y un chico) las protagonistas, otras actrices de cuidado, Annette Bening y Julianne Moore no hacen el amor ni una sola vez.

No debe extrañar, pues, que la sexualidad no comparezca en una película protagonizada por dos viejas: Chevallier nació en 1949 y Sukowa en 1950. Si ya es difícil en general abordar la sexualidad femenina cuando no sirve de espejo para la masculina, pensar que la sexualidad femenina va bastante más allá de los 72 años es propio sólo de mentes bien abiertas —y de lesbianas—.

En segundo lugar, era y es, en algunas obras todavía, otro tópico en la literatura, en el cine, castigar duramente a las mujeres que se salen de los papeles prescritos por el patriarcado; en especial las que desafían a la heterosexualidad. Se fundamenta en siglos de tradición masculina. Por lo tanto hasta hace muy poco, eran escasas las novelas y las películas de lesbianas que simplemente acababan bien. Las dos de Deux, cada una a su manera, son castigadas con el severo derrame cerebral de una de ellas.

Hasta hace muy poco, eran escasas las novelas y las películas de lesbianas que simplemente acababan bien

La punición la encontramos en muchas películas. Sin ir más lejos, en la antes citada Coup de foudre o en una más reciente, Freeheld, un amor incondicional (EEUU, 2015) de Peter Sollett, con Julianne Moore y Ellen (Elliot) Page de protagonistas. Ahora bien, teniendo en cuenta la fruición de Hollywood y otros festivales por los achaques, las desgracias y las discapacidades es posible que el ataque de apoplejía vaya a favor del film.

En tercer lugar, todos los personajes secundarios son planos, sin relieve ni casi evolución, una panda uniformemente carca y homófoba. Esto ocasiona, sin embargo, que la película sitúe la estrechez de miras no en las viejas sino en gente más joven que ellas —¡cuántas madres no hemos visto aturrulladas y culpabilizadas en esta tesitura; cuántos hijos e hijas no están “a favor” de la homosexualidad, pero de la de su madre ni hablar—. También hay una pincelada sobre la extrema medicalización de la vejez.

Hay algunos agujeros en el guion. Es difícil creer el absoluto desconocimiento no ya de la relación, sino de la existencia de una de las protagonistas por parte de la familia de la otra después de un montón de años y de un puñado de viajes juntas, por mucho que vivan en el mismo rellano.

Guion que, por otro lado, tiene un deje de suspense, de una intriga que en muchos momentos te hace estar con el alma en vilo. También está bien llevado el absoluto contraste entre la aparente parálisis de una de las protagonistas —¡qué manera de expresar sin mover ni un músculo!— y la osadía apasionada, un auténtico volcán, de su pareja; cosa que augura una rica y plena vida sexual.

El final tiene un toque a lo Thelma & Louise de Ridley Scott (EEUU, 1991), protagonizada por otras dos de las grandes, Susan Sarandon y Geena Davis, también convenientemente castigadas por sus transgresiones. Eso sí, en Deux, las dos mujeres, esta pareja, no se despeña por ningún cañón. Que tengan una larga vida, toda la ternura del mundo así como la sexualidad que les dé la gana.

Iglesias, Iceta, Díaz y Montero critican la vacunación de las infantas 

La ministra de Igualdad cree que la noticia contribuye al "descrédito de la monarquía" e Iglesias cree que se allana el camino hacia un "horizonte republicano" 

Redacción El HuffPost
3-3-21


El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, la ministra de Igualdad, Irene Montero, y el ministro de de Política Territorial, Miquel Iceta, han criticado que las infantas Elena y Cristina se vacunasen contra el coronavirus en un viaje a los Emiratos Árabes para visitar a su padre Juan Carlos I, según desveló este martes El Confidencial

Miquel Iceta, ve “fatal” y “muy mal” que las infantas aprovechasen “su posición” para “saltarse” el orden de vacunación, mientras que Montero, quien ha desvelado que el Gobierno no fue informado de esta vacunación, considera que es “una noticia más que contribuye al descrédito de la institución monárquica”. “Es preocupante”, ha añadido. Para Pablo Iglesias, es un paso más hacia “un horizonte republicano”, mientras que Yolanda Díaz lo ha tildado de “muy desagradable y muy feo”.

“La sociedad española no acepta que miembros de la Casa Real se vacunen del coronavirus en Abu Dabi cuando hay muchos ciudadanos que están disciplinadamente a la cola para cuando tengan la disponibilidad de las vacunas que les corresponden”, ha lamentado Iglesias, quien ha rematado: “Nuestro país, a todos los niveles, será mejor cuando haya una república en España, y vamos a trabajar para que la haya aunque esto moleste a sectores mediáticos y del Estado profundo que tienen muchas dificultades para aceptar los resultados de la democracia cuando no gobiernan los suyos”. 

Irene Montero ha asegurado que el asunto abre un debate sobre la “utilidad de la monarquía” y acerca un “horizonte republicano”. En esta línea, la ministra de Igualdad ha señalado que el Ejecutivo debe ser “sensible” a la vigencia de la Monarquía en España “por una cuestión de democratización”.

“Todas estas noticias sobre los presuntos casos de corrupción sobre el rey emérito, sobre las regularizaciones y las cantidades ingentes de dinero que le prestan grandísimos empresarios a lo largo y ancho de todo el mundo... eso abre un debate y una pregunta en la sociedad que es para qué sirve la Monarquía y un trato de favor que no se corresponde con la ejemplaridad de lo que debería ser la institución que ocupa la Jefatura del Estado”, ha insistido. 

Para Miquel Iceta, la ciudadanía se constituye en una comunidad basada en unos vínculos de solidaridad y de confianza y, por eso, le  parece “muy mal que alguien por su posición se salte el orden de vacunación”. el ministro ha contrapuesto esta actitud con la de Felipe VI, la reina Letizia y sus hijas, Leonor y Sofía, “que no han caído en este error”.

Las infantas no fueron las únicas en vacunarse en Emiratos: también habría recibido la vacuna el exdirector del CNI Félix Sanz Roldán, de 76 años.

Viaje en febrero

Elena y Cristina, de 57 y 55 años, se desplazaron a Emiratos entre el 7 y el 8 de febrero y permanecieron allí una semana. En el caso de la infanta Elena no es su primer viaje ‘familiar’, ya que estuvo a primeros de año para celebrar el cumpleaños de Juan Carlos I, según confirmó Vanitatis.

Fuentes de Zarzuela han señalado a El HuffPost que esta información “no concierne” a la casa real porque el rey “Felipe VI no es responsable de los actos de sus hermanas”. También aclaran que tanto don Felipe como doña Letizia y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía “se vacunarán cuando les corresponda”.

Tanto las infantas Elena y Cristina como Sanz Roldán no entran todavía en los grupos de población para inocular la vacuna contra la Covid, siguiendo la estrategia de vacunación que desarrolló el Ministerio de Sanidad en España.