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miércoles, 13 de septiembre de 2023

 

La hemeroteca que Aznar prefiere silenciar: de Terra Lliure al Majestic


El expresidente del Gobierno

 no paró los trámites para

 indultar a 16 presos de Terra

 Lliure y pactó con la antiguo

 CiU para llegar a Moncloa

ElPlural

Rubén Rozas

13-9-23


Los vaivenes del PP no son nuevos, y todo lo que tiene un ápice de relación con el terrorismo no es una excepción. De este modo, los populares han centrado en ocasiones infinitas su discurso contra el Gobierno de Pedro Sánchez en los acuerdos del Ejecutivo con EH Bildu, a partir de los cuales la formación conservadora ha agitado una y otra vez el fantasma de ETA.

Ahora la cuestión se ha trasladado a Cataluña, de donde el presidente en funciones tiene que recabar los apoyos para poder llegar a la Moncloa. El hecho ha sido afeado una y otra vez por parte de la oposición a partir de las cuestiones que Carles Puigdemont pone sobre la mesa, especialmente la amnistía, para otorgar su .

Más allá de las opiniones y de que los conservadores también entablaron conversaciones con la formación soberanista -según ellos, llamados por los catalanes y diferentes a las del PSOE y Sumar- suele suceder en estos casos que aparecen actores inesperados, o quizá no tanto. En estas, el último en pronunciarse sobre las negociaciones con Junts ha sido el expresidente José María Aznar, aunque lo ha hecho con un tono que sobrepasa la crítica, pues ha llamado a una “contienda” nacional y “democrática” que acabe con la amnistía como en su momento ocurrió con ETA. Las declaraciones han recibido el respaldo de los populares y han sido afeadas por el Gobierno, que no dudó en acusar de “golpismo” al que fuera uno de los responsables de nuestro país.

La hemeroteca, contra Aznar: los indultos a Terra Lliure

Desde el pasado martes a mediodía son muchas las respuestas oficiales y no oficiales que ha recibido la propuesta de Aznar, pero si hay algo que ha despuntado sobre todo lo demás ha sido la hemeroteca, empezando por la catalana.

Así las cosas, el expresidente del Gobierno parece pasar por alto que en 1996 indultó a 16 ex miembros de la organización terrorista Terra Lliure. Es cierto que fue Felipe González como su antecesor quien empezó el proceso, bajo cuyo mandato el objetivo se cumplió únicamente con dos de las 18 personas iniciales por un error en los expedientes; pero no lo es menos que quien le cogió el relevo pudo haberlo parado y no lo hizo.

Así consta en las informaciones de entonces, que explican cómo el Gobierno del Partido Popular de José María Aznar indultó a los otros 16 condenados de Terra Lliure, los últimos presos de la organización, que ya disfrutaban de beneficios penitenciarios, como estaba publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Las medidas de gracia habían sido aprobadas en Consejo de ministros a fecha de 28 de junio de 1996, mientras los diarios de la época explican que “el perdón para estas personas comenzó a ser tramitado por el anterior Gobierno socialista, que llegó a aprobarlo verbalmente en el mes de marzo anterior, estando en funciones. Pero un error en la tramitación burocrática dejó en manos del PP hacer realidad esa decisión, a la que al menos públicamente no opuso reparos”. A este extracto de La Vanguardia se le suma otra de El País, en la misma línea: “El indulto ha sido tramitado ahora a petición del fiscal, que nunca se opuso a la medida de gracia”.

Pacto del Majestic y apoyos de Ciu

No pasa de largo en este contexto, previo gobierno de Aznar -el de 1996- cuando los populares necesitaban de los votos del PNV, Coalición Canaria y Convergència i Unió (Ciu) para alcanzar, por fin, la Moncloa.

De aquí surgió el conocido como Pacto del Majestic, rubricado por el propio José María Aznar y el expresident de la Generalitat, Jordi Pujol; quien ejercería el papel que, salvando las distancias, desempeña en estos momentos Puigdemont. El acuerdo se rubricó dentro de un panorama político que, hay que destacar, distaba mucho del actual en lo que a polarización y número de partidos se refiere.

Acercamiento de presos

Al noroeste del mapa, una de las situaciones que más enfado ha causado entre las filas populares pasa por el acercamiento de presos etarras por parte del Gobierno. Sin embargo, el PP también suspende respecto de este hecho, ya que no se trata de nada nuevo ni que solo haya llevado a cabo el Ejecutivo de coalición.

De hecho, los populares también acercaron a presos etarras cuando la banda armada todavía seguía matando. Es más, Aznar aceró más del doble que Sánchez, de manera que a fecha de septiembre de 2022, el número de ex miembros de la banda armada acercados era de 210 con el actual líder del Ejecutivo y de 547 con el expresidente de los populares.

La mentira del 11M

Si hay un hecho en la línea del terror por el que Aznar pasó a la historia fueron sus mentiras sobre el atentado del 11 de marzo de 2004, perpetrado por Al Qaeda pero del que el expresidente trató de culpar a ETA sin tener la información suficiente. En la retina de todos queda aquella portada de El País tras la convicción del entonces presidente que refleja esta falsedad y que le costó en última instancia perder las elecciones en favor de José Luis Rodríguez Zapatero en un vuelco electoral sin precedentes fruto del enfado social.


martes, 12 de septiembre de 2023

 


El Gobierno condena el “golpismo” de Aznar: “¿Lo siguiente será llamar al alzamiento?”


La encargada de contestar al

 expresidente del Gobierno ha

 sido Isabel Rodríguez, quien,

 visiblemente molesta, ha

 lamentado que se trata de

 comentarios

 antidemocráticos y

 “golpistas”

ElPlural

Javier Pardo/Roberto Ugena

12-9-23


El Gobierno no ha evitado valorar las declaraciones ofrecidas por José María Aznar en la apertura del curso de FAES, el think tank que preside el expresidente del Gobierno. Concretamente, el que fuera líder del Ejecutivo entre 1996 y 2004, ha apelado al espíritu de Ermua para pedir a la sociedad civil y al PP que lideren una “contienda” nacional y “democrática” que acabe con la amnistía como en su momento hicieron con la banda terrorista ETA.

La primera encargada de contestar a este órdago ha sido la portavoz del Ejecutivo y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, quien, durísima, ha lamentado que se trata de comentarios antidemocráticos y “golpistas”. Visiblemente compungida, Rodríguez pedía al expresidente del Gobierno que rectificase inmediatamente y a su partido que se alejase de un escenario tan belicista, controvertido y peligroso: “¿Qué será lo siguiente? ¿Llamar a un alzamiento?”. 

"Resulta de absoluta gravedad que un expresidente del Gobierno haga este tipo de declaraciones que se parecen más a comportamientos antidemocráticos y golpistas que a los propios de un expresidente. Son, desde luego, incompatibles con los valores democráticos y anticonstitucionales de nuestro país", ha añadido la portavoz, recordando, a su vez, que fue Aznar quien utilizó el mayor atentado de nuestra democracia, el 11-M, para mentir a los españoles con intereses puramente políticos. "Nos recuerda que fue él quien mintió a los españoles, quien utilizó el mayor atentado terrorista a nuestro país. Quien hizo todo eso tiene muy poca credibilidad y sus declaraciones no tienen ningún valor político, ni tan siquiera moral", ha proseguido.

Posteriormente, centrando el discurso en el PP, la ministra ha pedido al presidente de los populares y candidato designado por el rey para la sesión de investidura, Alberto Núñez Feijóo, que no se demore en apartarse de este tipo de declaraciones: "Por lo que representa su figura y el papel que tiene en el PP, requeriría de la petición inmediata del señor Feijóo de que las rectificara en aras al interés de nuestro país. ¿Qué sería lo siguiente, la llamada a un alzamiento?". 

El discurso de Aznar

Ha sido a media mañana cuando Aznar, en una comparecencia más corta de lo habitual pero en un tono aguerrido, reclamaba la ayuda de la sociedad civil para acabar con lo que, a su juicio, es una encrucijada histórica que puede acabar con España "como nación". El expresidente del Gobierno, apelando al espíritu de Ermua y al grito de "basta ya", ha comparado el proceso de "involución" y de "destrucción nacional" por la "entrega del socialismo al secesionismo" con los años del terrorismo en España.

"España no puede volver a un sistema basado en la exclusión, el sectarismo y la destrucción programada de la nación. No podemos volver a la España de vencedores y vencidos", insistía. "España acumula energía cívica, institucionalidad y masa crítica nacional para frenar este proyecto de disolución nacional. Es preciso activar todas esas energías que, en el marco de una contienda democrática, tienen que plantar cara con toda la determinación a un plan que quiere acabar con la Constitución, porque es vista como un obstáculo para materializar el poder de una izquierda irresponsable e insolidaria", ha indicado en el citado acto, el primero del Campus de FAES que clausura este viernes Feijóo.

"Son tiempos dramáticos, porque existe un riesgo cierto existencial para la continuidad de España como nación, como comunidad política de ciudadanos libres e iguales, y como Estado bajo el imperio de la ley aplicada por jueces y tribunales independientes", sentenciaba el expresidente. 

La estrategia del PP contra la amnistía

Estas declaraciones del expresidente coinciden en tiempo y forma con la operación lanzada por Alberto Núñez Feijóo este lunes, durante la Junta Directiva Nacional del PP, donde indicó a sus cuadros cuál sería la hoja de ruta de Génova para tratar de desmontar la aplicación de la amnistía en el marco de las negociaciones del independentismo catalán con el Gobierno. Concretamente, los populares apuestan por forzar votaciones en ayuntamientos y comunidades autónomas que pongan entre la espada y la pared al socialismo, buscando que el organigrama de Ferraz se fracture y los españoles puedan ver, de esta forma, la diferencia existente entre buena parte del socialismo y los cargos más afines al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. 

Feijóo, que ya reconoce que no saldrá investido de la investidura que arranca el próximo 26 de septiembre, aduce que prefiere seguir en la oposición que salir elegido presidente con "la cabeza agachada".  "Llevaremos una iniciativa en favor de la igualdad de los españoles o en favor de los privilegios de los independentistas", anunciaba a continuación. "Ningún político, concejal o parlamentario va a poder esconder su opinión", sentenciaba. 


 


Aznar compara la amnistía con ETA y llama a una "contienda nacional" contra el Gobierno


El expresidente apela al

 espíritu de Ermua para

 parar al secesionismo

José Manuel Sanchez

ElPlural

12-9-23


El expresidente del Gobierno José María Aznar ha reaparecido este martes para hacer un llamamiento para "plantar cara con toda la determinación" la amnistía que han exigido los grupos independentistas asegurando que es un plan que desmantela la Constitución y que supone una "autodeterminación camuflada" al poner en riesgo la continuidad de España como nación. Además, ha querido advertir de que ningún Estado democrático acepta una amnistía que legitima una "intentona golpista" e invita a "volverlo a hacer".

En un acto de FAES ha sostenido que "la entrega del socialismo al secesionismo" a cambio de "mantener el poder" es "el hecho más destructivo" que ha padecido la democracia. Por ello, ha advertido de que es "preciso activar todas esas energías que, en el marco de una contienda democrática, tienen que plantar cara con toda la determinación a un plan que quiere acabar con la Constitución".

El expresidente del Gobierno ha apelado al espíritu de Ermua y al grito de "basta ya", comparando el proceso de "involución" y de "destrucción nacional" por la "entrega del socialismo al secesionismo" con los años del terrorismo en España. La misma persona que tiene a sus espaldas la multitudinaria manifestación por el 11-M, ha asegurado que "no es la primera vez que la fortaleza de la sociedad española se pone a prueba". "La involución, el terrorismo y la sedición han querido dinamitar nuestra voluntad de convivencia. Y hay que decir basta ya. España no puede volver a un sistema basado en la exclusión, el sectarismo y la destrucción programada de la nación. No podemos volver a la España de vencedores y vencidos", decía comparando a los independentistas con la banda terrorista extinta hace una década.

Se trata de la primera aparición pública de José María Aznar desde el 23J. Nada había dicho desde las elecciones durante este mes de agosto y tampoco ha hablado del PP, cuyo candidato Alberto Núñez Feijóo se aboca a una investidura fallida en apenas dos semanas. Sí lo ha hecho para dirigirse a los dirigentes socialistas, a los que ha acusado de haber "perdido la cabeza".

"España acumula energía cívica, institucionalidad y masa crítica nacional para frenar este proyecto de disolución nacional. Es preciso activar todas esas energías que, en el marco de una contienda democrática, tienen que plantar cara con toda la determinación a un plan que quiere acabar con la Constitución, porque es vista como un obstáculo para materializar el poder de una izquierda irresponsable e insolidaria", ha indicado en el citado acto, el primero del Campus de FAES que clausura este viernes Feijóo.

"Son tiempos dramáticos, porque existe un riesgo cierto existencial para la continuidad de España como nación, como comunidad política de ciudadanos libres e iguales, y como Estado bajo el imperio de la ley aplicada por jueces y tribunales independientes", indicaba en el primer momento de su intervención repitiendo el mismo mensaje que repitió en las campañas electorales del 28M y 23J citando entonces a Sánchez y sus políticas.

 "El secesionismo motorizado por el PSOE, sea lo que sea ahora ese partido, cree haber encontrado su momento, aquel que marca el punto de no retorno hacia la destrucción de la Constitución", ha llegado a decir el expresidente del Gobierno.



Terrorismo e independentismo

Según el expresidente del Gobierno, "no será la primera vez" que se "pone a prueba" a los españoles, ya que el terrorismo y el secesionismo ya han querido dinamitar la convivencia antes. Comparando a un movimiento político con una fuerza terrorista que asesinó a más de 850 personas, ha incidido en que España "no puede volver a la destrucción programada de la nación" ni a la de "vencedores y vencidos".

Además, según Aznar, "no hay ningún Estado" democrático que acepte una amnistía que convierte en legítima "una intentona golpista contra la normalidad constitucional" -y que además, dice, es "una invitación a volver a hacerlo"-, ni tampoco para aceptar "una autodeterminación camuflada" para formar un Gobierno.

"Todavía hay quienes no paran de frivolizar, diciendo que esto es un ejercicio sin coste, nada más fuera de la normalidad que intentar dejar pasar un proceso de autodestrucción", ha agregado, señalando que "el problema no viene de fuera" sino que está "inducido por el PSOE".

Aznar ha asegurado que "nadie con sentido de responsabilidad" y que esté "comprometido con el acuerdo histórico de los españoles" debe "quedarse al margen de una tarea que nos debe convocar para asegurar el futuro de España".


 

El Opus Dei da

 por perdido el

 rectorado de Torreciudad mientras busca declararlo santuario internacional


La Obra aparca la batalla legal

 contra el obispado de

 Barbastro a propósito del

 nombramiento de José Mairal

 Villellas, hasta entonces

 párroco de Bolturina-Ubiergo,

 como rector de la ermita




Iván Libreros

10-9-23

vozpópuli


El arranque del nuevo curso eclesiástico en Torreciudad ha empezado igual de agitado que acabó el anterior. A principios de verano, contamos en Vozpópuli el cambio de rumbo que el obispado de Barbastro tenía previsto para la ermita de Torreciudad, lugar clave para miles de feligreses que han unido sus caminos espirituales al Opus Dei.

Tras cincuenta años de rectores nombrados a dedo por la Obra, José Mairal Villellas, hasta entonces párroco de Bolturina-Ubiergo, fue designado por Ángel Pérez Pueyo, obispo de Barbastro-Monzón, para encargarse del rectorado de Torreciudad, desatando una polémica sin precedentes en el núcleo del Opus Dei.

La decisión, comunicada por el obispado en una nota de prensa, aclaró que el traspaso de poderes sería efectivo desde el 1 de septiembre, de modo que Villellas asumiría la responsabilidad única del "cuidado pastoral y ministerial hasta que se regularice la situación canónica existente entre ambas instituciones".

¿A qué situación hacía referencia el obispado de Barbastro? Al canon 557, establecido entre ambas instituciones en 1962, mediante el cual el Opus Dei dirigía la ermita de Torreciudad a cambio de un pago previamente establecido (de menos de 20 euros al cambio hoy en día). Un canon que el obispado quiere revisar para adecuarlo a los tiempos que corren.

Por parte de la Obra, que reaccionó con firmeza a la decisión, insisten en que el canon es "abusivo". Influye, y mucho, que el santuario de Torreciudad ha ido perdiendo influencia en los últimos años, lo que ha convertido en una misión muy complicada sufragar los gastos derivados del mantenimiento.

El Opus Dei cambia de estrategia en Torreciudad

Una vez se comunicaron las decisiones, empezó la 'contienda' entre ambas instituciones por reforzar sus posiciones. El obispado se remite al hecho de llevar más de un año esperando por parte del Opus Dei una terna de sacerdotes para nombrar al nuevo rector, apoyando la legitimidad de su decisión en el canon 557, anteriormente citado.

Mientras, el Opus Dei llamaba a filas a sus fieles, quienes, a través de redes sociales y de una petición en change.org, pedían al obispado que "no meta sus manos en el Santuario de Torreciudad". Pese al furor inicial, la solicitud apenas lleva 1693 firmas. Una estrategia que, visto en perspectiva, no le hizo ningún bien a la Obra, que afrontó el problema desde el prisma equivocado.

Los problemas no han dejado de crecer para el Opus Dei, que además de ver como el pasado viernes José Mairal Villellas asumió el poder sin vuelta de hoja en el rectorado de Torreciudad, ven como las reformas que ha puesto en marcha el Papa Francisco puede afectar a su día a día. El Vaticano quiere que las competencias en materia de prelaturas personales (el Opus Dei es la única prelatura personal de la Iglesia católica) se transferían del Dicasterio de los Obispos al del Clero.

En vista de todos estos hechos, desde el Opus Dei se tomó la decisión de adoptar una buena actitud con el obispado. Ya el pasado 20 de agosto, durante la celebración de la fiesta de la Virgen de Torreciudad, el prelado cedió la homilía a Marial Villellas, en una clara señal de paz y restablecimiento de las relaciones cordiales entre ambas instituciones. Lo que sí hizo la Obra, al mismo tiempo, fue presentar un recurso ante la Santa Sede solicitando medidas cautelares con respecto al polémico nombramiento.

El cambio no deja de ser un brindis al sol, pues la Obra sigue estudiando sus posibilidades económicas dentro del recinto. En un comunicado emitido el pasado 31 de agosto, el obispado aclaró que el nombramiento de Mairal no supone "injerencia alguna en la gestión interna, económica o civil de Torreciudad; se circunscribe a la dimensión pastoral y tendrá vigencia temporal, hasta que se regularice la situación canónica existente".

Del mismo modo, desde Barbastro se atacó al Opus Dei alegando que "en el año 2020, verbalmente en junio y por escrito en septiembre, la Prelatura del Opus Dei solicitó al Obispado de Barbastro-Monzón la novación del contrato de cesión de la ermita y la imagen de la Virgen de Torreciudad propiedad ambas del Obispado. Tras el análisis del contrato de 1962, así como de posteriores acciones en los últimos 60 años, el equipo jurídico del Obispado convino en la imposibilidad de realizar la novación en los términos solicitados y en la necesidad de actualizar la situación jurídica, canónica y pastoral entre las partes".

Tras los narrados periodos de espera, Pérez Pueyo nombró a Marial Villellas. Sin embargo, y a propósito del cambio puesto en marcha por parte de la Obra, el obispado recibió "una propuesta de acuerdo sobre Torreciudad que el Obispado estudiará con diligencia y cariño".

Por último, las fuentes consultadas nos comentan que el Opus Dei aspira a cambiar la condición de la ermita de Torreciudad a santuario internacional, entrando en la misma escala que lugares de peregrinación como Lourdes, Guadalupe o Fátima, lo que reportaría cantidades de dinero mucho mayores a las que recibe actualmente el Opus Dei por Torreciudad, ayudando a lograr la viabilidad económica del lugar.

El principal escollo reside en que, a día de hoy, el complejo de Torreciudad tiene categoría únicamente de oratorio, no de santuario, lo que hace inviable que la Santa Sede pueda reconocerlo como tal.

Para darle la vuelta, lo primero que necesita la ermita es estar en manos de la diócesis local, y no en las de una prelatura, como era el caso de Torreciudad hasta que el obispo de Barbastro impuso al nuevo rector. A partir de aquí, empieza un largo proceso que podría finalizar con el ansiado bautizo, aunque no es sencillo. Una maniobra que reforzará las arcas de la Obra, principal objetivo en el horizonte. El Opus Dei, a través de su departamento de comunicación, ha negado haber iniciado tal reconversión. Veremos cómo avanza la situación, pero para nada parece una historia que se asome a su conclusión.


 


Catalunya y el encaje de Feijóo


No cabe encaje territorial,

 Catalunya ya forma parte de

 España, lo que hay que

 conocer es la opinión del

 pueblo

ElPlural

Víctor Arrogante

10-9-23



El derecho a decidir se puede ejercer en el actual marco constitucional, desde una perspectiva dinámica y viva, como corresponde a un Estado social y Democrático de Derecho. Es urgente el reconocimiento de la plurinacionalidad y del derecho a decidir, por el bien de todas y todos. El tema estuvo en el pasado y sigue estando en los debates políticos actuales. Feijóo, admite que hace falta buscar un encaje del problema territorial de Cataluña dentro de la Constitución, lo que es reconocer que el problema existe y hay que darle una solución, lo que no se hizo en la Constitución de 1978.

Las declaraciones de Feijóo desde Santa Cruz de Tenerife proponiendo un nuevo encaje al problema territorial catalán sorprendían negativamente en el PP catalán, ya que han remarcado que el encaje de Cataluña ya está perfectamente definido en la Carta Magna. Por su parte, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha respondido al líder del PP, que Catalunya no aspira a buscar un encaje: No aspiramos a encajes, nosotros lo que queremos es decidir. Catalunya como nación debe decidir su futuro, no buscar encajes; y será decisión de la ciudadanía de Catalunya.

En su artículo 2, la Constitución española establece que se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones; sin terminar de explicar el concepto nación, nacionalidades o región. Conceptos ambiguos, con múltiples interpretaciones y connotaciones políticas. Fue la solución consensuada en 1978, al tan traído tema de la unidad de España, superando el concepto utilizado por la dictadura: España, unidad de destino en lo universal, que diciendo mucho supuestamente, no terminaba de saberse que quería de decir en su más estricto sentido. Además, con la fórmula que se adoptó, se salvaba la situación creada durante la Segunda República Española con Cataluña, País Vasco y Galicia. Hoy las ideas siguen encendidas, los intereses vivos y la unidad de la nación y la existencia de nacionalidades cuestionada.

El término nación tiene, al menos, dos diferentes acepciones: político–jurídico y socio–ideológico. Anthony. D. Smith define la nación como una comunidad humana con nombre propio, asociada a un territorio nacional, que posee mitos comunes de antepasados, que comparte una memoria histórica, uno o más elementos de una cultura compartida y un cierto grado de solidaridad, al menos entre sus élites. Generalmente la nación surge sobre bases mitológicas, cuentos fantásticos de batallas ancestrales y de héroes poderosos o villanos, inventados para gloria de quienes lo cuentan y para la manipulación de la voluntad de los humildes alrededor de una bandera, que generalmente representa los intereses del poder.

La Constitución de Cádiz dedicaba sus cuatro primeros artículos a la nación española, en términos acordes con el principio, entonces revolucionario, de soberanía nacional. La Constitución de 1931 constituye un precedente directo, al establecer que la República constituye un Estado integral, compatible con la autonomía de los Municipios y las Regiones y sobre esta base se aprobaron los Estatutos de Cataluña (1932), el País Vasco (1936) y Galicia (1938). Se trata del modelo que, con importantes modificaciones, seguirán los constituyentes en 1978.

Durante el debate constituyente de 1978, las posiciones críticas a este precepto, fueron múltiples. Se produjo una oposición frontal al término nacionalidades por considerarlo ambiguo, discriminatorio y peligroso, confuso e innecesario (fue la posición de Alianza Popular). Otra posición contraria, minoritaria, de los nacionalistas más extremos, eran partidarios de suprimir el vocablo Nación, por entender que España no es una Nación sino un Estado formado por un conjunto de naciones. Otra posición más ambigua respecto a los rasgos nacionales unitarios la defendió el PNV que se limitaba a declarar que la Constitución se fundamenta en la unión, la solidaridad y el derecho a la autonomía de las nacionalidades que integran España. Por último la Minoría Catalana defendió que, aun reconociendo la unidad nacional, proponía que la Constitución se fundamenta en la unidad de España, la solidaridad entre sus pueblos y el derecho a la autonomía de las nacionalidades que la integran.

Llegados a este punto, me permito referirme al artículo De la Nación de Naciones que publiqué en 2012 y que aparece en mi libro Reflexiones Republicanas, en el que analizo estas ideas y conceptos que estuvieron de actualidad ya por entonces, sobre la cuestión española, catalana y otras nacionalidades.

Han pasado cuarenta y cinco años desde que se promulgó la Constitución española, –nacida tras una cruel dictadura, que nos privó hasta de los más elementales derechos fundamentales–, tiempo suficiente como para que la sociedad española se plantee una lectura actualizada del texto, que apoyamos en aquel tiempo, quienes anhelábamos libertad y democracia. Una buena parte de la población de hoy, no pudieron participar en el referéndum constitucional de 1978 y no tienen por qué asumir como suyos, ni los miedos, ni los anhelos de entonces. Hay que abrir un Proceso Constituyente, que de respuestas, acordes con los tiempos que corren, a los problemas que los siglos acarrean.

Hoy es un día de fiesta e Catalunya. Un día reivindicación y toma de conciencia colectiva, que es como darse cuenta de las cosas tal cual son. Cuatro de cada diez catalanes creen que Catalunya debería ser un estado independiente. El independentismo parece que sufre un retroceso, debido a las políticas seguidas por el gobierno progresista de coalición, aunque triplicado en los últimos diez años. Nada es casual; cuanta más represión más ansias de libertad y en este caso, cuanto más se hace contra el soberanismo desde las instituciones del Estado, más ansias por ejercerlo.

Todo se remonta a cuando el rey Felipe sometió a Catalunya y al reino de Aragón; Felipe V, el Animoso, primer monarca en España de la casa francesa Borbón. La Guerra de Sucesión contra el archiduque Carlos de Austria, emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico, supuso la perdida de posesiones en Europa, Gibraltar entre otras. Con los Decretos de Nueva Planta, se derogaron fueros y derechos territoriales catalanes, considerados derechos de conquista, como castigo por su «rebelión. La Diada conmemora la caída de Barcelona (11 septiembre 1714) en manos de las tropas borbónicas al mando del duque de Berwick, que dirigió la represión. Franco hizo algo parecido en el mismo territorio.

El origen de la causa catalana se remontaba al Pacto de Génova en 1705. El reino de Gran Bretaña se comprometía a garantizar la conservación de las Constituciones de Cataluña y todos los derechos de que gozaban los catalanes, si se sumaba a la causa del archiduque Carlos, en su pugna por el trono español. En 1710, solicitó de Felipe V que concediera una amnistía general a los austracistas españoles y particularmente a los catalanes, permitiéndoles conservar sus fueros. La respuesta fue tajante: Por esos canallas, esos sinvergüenzas, el rey no otorgará jamás sus privilegios, pues no sería rey si lo hiciera, y esperamos que la reina no nos los quiera exigir. Sabemos que la paz os es tan necesaria como a nosotros y no la querréis romper por una bagatela. Ni la democracia ni la decencia se conocían, de lo que algunos siguen careciendo hoy.

Pese al tiempo transcurrido, se sigue hablando de Felipe, Catalunya y el soberanismo, y no se ha solucionado la razón primera. Hay intereses mutuos que defender y las normas siguen sin dar una solución satisfactoria a todas las partes. Todos son responsables, algunos más que otros. La fuerza se ha utilizado más que la palabra y la violencia más que la razón. La buena fe negociadora no ha estado presente y no se la espera.

Años después, en la historia cercana, el 14 de abril de 1931, con la proclamación de la República, Francesc Macià proclamó la República Catalana dentro de una federación de pueblos ibéricos, motivo de conflicto en los círculos no nacionalistas. Todo quedó normalizado con la restauración de la Generalidad, tras la aprobación de la Constitución de la República, que reconocía la autonomía regional y se aprobó el Estatuto de Autonomía de 1932. El 20 de noviembre se celebraron elecciones al Parlamento de Cataluña, que permitieron la construcción de instituciones propias democráticas.

El franquismo puso fin a todo. Como en el resto de España, se anularon las libertades, los derechos, la democracia y se eliminaron las instituciones republicanas. Con su insulto preferido no hables como un perro, habla el idioma de imperio, se persiguió la lengua y la cultura catalana. Los vencidos fueron vencidos en todos los frentes. Núñez Feijóo y su partido pretenden perpetuar esta forma totalitaria de hacer política.

Demasiada invocación a la Constitución sobre el soberanismo y poco para defender derechos, libertades y servicios públicos esenciales. Yo soy más, de que las aspiraciones de la clase obrera y los marginados, se defienden mejor en el amplio marco internacional que en el estrecho nacional. La gente, el pueblo, la ciudadanía, deben ser libre para decidir su futuro.

No cabe encaje territorial; Catalunya ya forma parte de España. Lo que hay que conocer es la opinión del pueblo. No soy nacionalista ni defiendo discursos nacionales; soy internacionalista y estoy por el derecho a decidir de los pueblos, así como avanzar hacia la República Federal.




 


El Gobierno retirará la Gran Cruz al Mérito Militar a Pinochet concedida en 1975



Se aprobará en el Consejo de


 Ministros de este martes.


HuffPost-Europa Press

11-9-23

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha anunciado que el Consejo de Ministros, en su reunión ordinaria de este martes, aprobará la retirada de la Gran Cruz al Mérito Militar que España concedió al fallecido dictador chileno Augusto Pinochet en el año 1975, cuya distinción se impuso en la dictadura franquista en nombre de Francisco Franco.

Así lo ha anunciado el jefe del Ejecutivo español en un mensaje publicado en la red social X (antiguo Twitter), donde también ha recordado que hace cincuenta años "la democracia chilena fue víctima de un ataque brutal que estremeció al mundo", en referencia a la efeméride por el golpe de Estado en el país andino.

"Hoy, 11 de septiembre, es la hora de reparar una injusticia histórica. El Consejo de Ministros retirará mañana la Gran Cruz al Mérito Militar al dictador Pinochet concedida en 1975", ha desvelado Sánchez en la publicación de redes sociales. "Memoria democrática compartida", ha añadido, por su parte, el ministro de Asuntos exteriores en funciones, José Manuel Albares.

De esta manera, España sigue los pasos del Gobierno de Argentina, cuyo presidente, Alberto Fernández, comunicó que había ordenado la retirada de la Orden de Mérito y la Orden del Libertador San Martín otorgadas al dictador chileno Augusto Pinochet, quien gobernó el país andino tras un golpe de Estado del que esta semana se cumplen cinco décadas.

En este sentido, el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria democrática en funciones, Félix Bolaños, ha recordado en redes sociales la efeméride del golpe de Estado en Chile. "Hoy, las ideas de Salvador Allende en favor del progreso y la libertad siguen inspirándonos. Recordar no es una opción. Es la obligación de todas y todos seguir trabajando por la verdad, la justicia y la memoria democrática", ha destacado.

"50 años del Golpe que terminó con la vida de Allende y los sueños de Chile. Hoy, su legado sigue guiando nuestra lucha por un mundo mejor", ha agregado la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz. En términos similares se ha pronunciado la ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero: "A 50 años del golpe de Estado en Chile, no olvidamos. Y seguimos en la lucha. Porque fueron, somos".