10/04/2019
Mónica
Oltra: "Hay una derecha bárbara, otra corrupta y otra que no se
entera de nada"
Entrevista
con la vicepresidenta valenciana y 'número
uno' de Compromís para
las autonómicas del 28-A
Antonio
Ruiz Valdivia
ElHuffPost
Falta
muy poco para que arranque la campaña electoral del 28-A. A Monica Oltra (Compromís) le dolió que Ximo Puig (PSOE) no le mirara a los ojos y le dijera
que también adelantaba los comicios valencianos a la misma jornada
que las generales. Pero al día siguiente salió el sol, dice. Y cada
vez que ve un rayo se para y mira hacia arriba.
Eso
hace entre foto y foto para esta entrevista en el jardín de las
Cortes Valencianas, junto al ficus centenario de 22 metros de altura
que domina este oasis en mitad de la ciudad. Esa Cámara autonómica,
que fue el Palacio de los Borgia, en la que se hizo famosa con sus
camisetas clamando contra la corrupción del Partido Popular.
Y
en 2015 llegó ese cambio a las tierras levantinas, con el
pacto del Botánico (un
Gobierno de socialistas y Compromís apoyado por Podemos
parlamentariamente). Fue un ejemplo desde entonces para la izquierda.
Ahora quiere reeditarlo, pero aspirar a ser la presidenta. Todo ello
en un panorama con las tres derechas, advierte, en una deriva extrema
y preocupante.
Es
hora de hablar de urnas, del futuro y de lo que han supuesto estos
cuatro años que no pueden arreglar “los desastres de veinte”. Y
se toca el brazo y dice que se le ponen todavía los pelos de punta
cuando recuerda la llegada del Aquarius
a Valencia.
Lo más doloroso para ella: los minutos de silencio por cada víctima
de la violencia machista. Oltra se sincera. Aviso para los
navegantes: no se plantea dar el salto a Madrid. “Soy de tierras
chiquitas”, desliza.
Han
pasado cuatro años desde que llegó al Consell. Fue uno de los
rostros del cambio en España en 2015, aquella Oltra
combativa con sus camisetas.
¿Cómo le ha sentado esta legislatura?
Pues
la verdad que muy bien. En la oposición lo que consigues al final es
visibilizar situaciones invisibles, denunciar injusticias, presionar
para que salgan adelante propuestas, aunque con la entonces mayoría
absoluta del PP era casi imposible. Pero en el Gobierno lo que puedes
es solucionar. Aunque hemos trabajado muy duramente con jornadas
inacabables, ha merecido la pena.
En
estos cuatro años también se ha generado un sentimiento de
desencanto con algunos gobiernos del cambio. En el caso valenciano,
¿cree que han decepcionado o que la gente está más predispuesta a
un Botànic
II?
La
gente está predispuesta a que el cambio de 2015 continúe.
Obviamente queda mucho por hacer. Somos muy conscientes, pero hemos
cumplido con las expectativas de la gente porque hacemos lo que
decíamos en la oposición. Somos absolutamente coherentes. Ahora
tenemos, por ejemplo, cien millones en el presupuesto para renta
valenciana de inclusión. La gente también es muy consciente de que
para producir un cambio tan profundo como el que estamos llevando a
cabo en la Comunidad Valenciana hace falta tiempo. Cuatro años no
arreglan los desastres de veinte ni la corrupción ni el saqueo ni la
infrafinanciación, que seguimos sufriendo con el PP y el PSOE. Vamos
a trabajar por un
Botànic liderado por Compromís.
El
voto útil es aquel del que no te arrepientes en diez minutos
¿Se
le ha pasado el enfado con
Ximo Puig por
haber adelantado las elecciones?
No
me enfadé, no soy mucho de eso. A mí me dolió, que no es lo mismo.
Por las formas, había otra manera de gestionar esto, que es decirse
las cosas a los ojos con la tranquilidad, la lealtad y la armonías
que nos han caracterizado. De todas maneras, una decisión no empaña
5.746 decisiones tomadas unánimemente. Fue un día doloroso, pero al
día siguiente salió el sol y vamos a ganar la confianza de la
gente.
Coinciden
las elecciones valencianas con las generales. ¿La gente puede
comprender que el PSOE es el voto útil?
El
voto útil es aquel del que no te arrepientes a los diez minutos de
haberlo depositado en la urna, aquel que no te va a defraudar a la
primera de cambio, el que te sale de la convicción. En definitiva,
aquel que te hace sentir ilusión. Ha habido muchos votos útiles a
lo largo de la historia que se han vuelto muy amargos a lo largo de
tres meses. Es aquel con el que llegas a la urna con la cabeza alta y
una sonrisa porque sabes que no va a defraudarte.
Estas
elecciones tienen un componente totalmente diferente: la
irrupción de Vox.
En las encuestas en Valencia salen bien. ¿Qué le parece? ¿Qué ha
sucedido en la sociedad para que una fuerza de ultra derecha tenga
esta fuerza ahora?
La
ultraderecha siempre es una amenaza para la democracia. Son partidos
políticos que aprovechan un sistema de libertades para cargarse ese
sistema de libertades. La amenaza más grande es que en este momento
tenemos tres derechas que han tardado cinco minutos en ponerse de
acuerdo en Andalucía. Las fuerzas democráticas de derechas en el
conjunto de la UE no pactan con los destructores de la democracia.
Eso en los países democráticamente avanzados está muy claro. Cada
vez que una derecha ha pactado con la ultraderecha la cosa ha salido
muy mal, ha acabado habiendo regímenes totalitarios y la democracia
destruida. Por lo tanto, la amenaza más grande es que las derechas,
supuestamente democráticas de este país, estén pactando con una
fuerza de ultra derecha y no tengan pudor en ponerse en la misma
foto. Sus propuestas, en definitiva, son la defensa de cuatro
privilegiados y la gente sencilla y normal tiene muchas dificultades
cuando gobiernan estas fuerzas. Lo hemos visto en Andalucía: lo
primero que hacen es eliminar el impuesto a las grandes fortunas y a
los señoritos. Hay una amenaza de las tres derechas: la bárbara, la
corrupta y la que no se entera de nada y no se ha ubicado en la
política.
¿Es
España de izquierdas o de derechas? ¿Y la Comunidad Valenciana?
Los
territorios no son de izquierdas o de derechas, lo son las personas.
Mayoritariamente, tanto en España como en la Comunidad Valenciana,
así lo muestran las encuestas, a la gente le gusta avanzar, es
progresista, tiene ideas de defensa de las libertades, de entender
que los poderes públicos tienen que proteger a las personas. La
política tiene que ser una herramienta útil para que la vida sea
más fácil. La mayoría de ciudadanos se encuadra en este esquema
mental, esta cosmovisión progresista de que una sociedad tiene que
avanzar y no retroceder en la historia.
Cuatro
años no arreglan los desastres de veinte ni el saqueo del PP
¿Por
qué deciden ir por separado con
Podemos en
las generales?
Todos
los estudios mostraban que sacamos mejor resultado por separado que
juntos. Para nosotros era muy importante mantener la alianza
política, que no siempre tiene que ser electoral. Nos parecía mucho
más inteligente y práctico. Fue una razón muy política y
pragmática.
¿Qué
le parece este Podemos del que se separan Íñigo Errejón y Manuela
Carmena con su plataforma y a la baja en las encuestas? ¿Qué le
parece el partido morado en 2019?
Bueno,
en la Comunidad Valenciana no ha habido esos problemas. Con Podemos
hemos tenido muy buena relación política, no entraron en el
Gobierno autonómico pero lo apoyaron desde el Parlamento. Llegamos
al pacto del Botánico, que es uno de los mejores a los que se ha
llegado jamás. La contribución de Podemos ha sido importante, leal
y fructífera. He aprendido de sus diputados y al revés también.
Tengo muy buena opinión de la relación con Podemos.
La
campaña del 28-A está muy marcada también por
Cataluña,
son comunidades limítrofes. ¿Está a favor o en contra de un
referéndum?
Estoy
a favor de la política, y de que sea una solución y no un problema.
En este momento, lamentablemente, y llevamos así siete años, no ha
sido la solución. Eso no puede ser. Podemos hacer como el avestruz e
ignorar que hay una parte significativa de los catalanes que se está
planteado un proyecto de Estado separado de España. No se puede
ignorar, por no hablar del origen del crecimiento exponencial del
independentismo: el PP recurrió un Estatut votado por el Parlament y
las Cortes y aprobado en referéndum en Cataluña. Hay artículos en
los estatutos andaluz y valenciano que no les han dejado tener a los
catalanes, es muy difícil de explicar y esto constituye un agravio
que tenía que haber solucionado la política. Tarde o temprano, como
se ha hecho en otros países avanzados, habrá que abordar esta
cuestión. ¿Cómo? Con las urnas. ¿Con qué condiciones, con qué
mayorías, con qué consecuencias? Eso es lo que sentarse hablar. Ha
faltado diálogo, sensatez y empatía de un lado y de otro. Ha
sobrado mucha testosterona.
¿Tiene
asegurados Pedro
Sánchez los
votos de los diputados de Compromís para su investidura después del
28-A? ¿Teme que el PSOE tenga la tentación de pactar con
Ciudadanos?
El
nuevo Gobierno de España, esté presidido por quien esté presidido,
como si es Pedro Sánchez o al final otra persona del ámbito del
cambio político, tendrá asegurados los votos de Compromís siempre
y cuando los valencianos tengamos un trato justo. No podemos seguir
con una financiación que nos está desangrando y que es injusta.
Somos la única comunidad pobre que paga. Entre un ciudadano que vive
en Cantabria y uno en la Comunidad Valenciana hay 800 euros per
cápita de diferencia. También la defensa de nuestros sectores
económicos, la agricultura, los cítricos. A nosotros nadie nos da
consignas ni desde Madrid ni desde Barcelona como en otros partidos.
Hablaba
antes de pasar de la oposición y la gestión. ¿Le gustaría que
Compromís tuviera un Ministerio en el próximo Gobierno?
Bueno,
podría ser una opción. Creo que los gobiernos plurales siempre son
una buena idea, diferentes miradas, diferentes maneras de entender
los problemas y las soluciones. Inteligencia colectiva al servicio
del proyecto común, Sí creo que sería una posibilidad que
podríamos ver con buenos ojos, pero lo primero es tener claro qué
se va a hacer y luego quién.
No
me veo fuera de la Comunidad Valenciana
En
Madrid en los corrillos políticos también es recurrente la pregunta
de cuándo dará el salto, como ha hecho Inés
Arrimadas,
Oltra de Valencia a la capital. ¿Lo habrá? ¿Si le ofrecieran un
Ministerio?
Me
encanta ir a Madrid y más en los últimos tiempos que se está
convirtiendo en una ciudad más amable con Carmena. Pero soy de
tierras chiquitas, pequeñitas. No me veo fuera de lo que es el
ámbito de la Comunitat. Aunque obviamente también desde el Congreso
y el Senado se defiende el interés de las personas que viven en la
Comunidad Valenciana, así lo han demostrado los parlamentarios de
Compromís. Pero yo soy de tierras chiquitas.
¿Y
cree que es posible el sorpasso al
PSOE en la comunidad el 28-A?
Estamos
trabajando para hacer el sorpasso al PP. Queremos ser la fuerza más
votada por los valencianos, porque eso será la muestra de que nos
hemos ganado la confianza de la gente y se apoya lo que hemos hecho
en las instituciones.
¿Cómo
ve ese PP de Pablo Casado y de Isabel Bonig?
El
de Casado y Bonig, pero también el de Rajoy… Ojo, en este país
están pasando cosas muy graves y con una amenaza democrática
importante. Todo lo que estamos sabiendo ahora de Villarejo,
de haber espiado…
¿Usted
tiene constancia o cree que ha sido espiada?
¿Yo?
No lo sé. Pero no me importa que me lo hayan hecho a mí o no, esto
es una cuestión democrática. Que a un partido se le esté espiando,
que se haya robado un móvil para publicar determinadas
conversaciones, que se haya espiado en su propia casa a líderes es
un ataque a la democracia muy preocupante. La
policía está
para garantizar la seguridad a los ciudadanos no para convertirlos en
delincuentes. Esto es delincuencia de Estado y es la más peligrosa
que hay. Eso no pasa en los estados democráticos, sino en los
totalitarios y dictatoriales. Nos debe unir a todas las fuerzas
política democráticas, poner el grito en el cielo y que se depuren
las responsabilidades tanto penales como políticas.
Y
el PP de Casado y de Bonig está enmarcado en esta dinámica. No ha
habido una ruptura con la corrupción. La campaña pasada de Bonig
está dentro de uno de los sumarios de financiación ilegal. ¿Qué
corte ha habido con la corrupción y con los tics totalitarios del
pasado? Por no hablar de la deriva de Casado. Si solo lees el
titular, no sabes si lo ha dicho Vox o el PP. Las tres derechas en
este país están entrando en una deriva extrema muy preocupante.
¿Teme
que se produzca como en Andalucía el
fenómeno de la abstención entre
los votantes de izquierdas?
No,
no. Y probablemente las elecciones andaluzas han sido terapéuticas
para el resto, la gente se ha dado cuenta de que si no vas a votar,
alguien vota por ti. Y luego lo que pasa es que les quitan los
impuestos a los señoritos para subir el precio de la educación
infantil o privatizar determinados servicios públicos.
¿Los
postulados del PP y Vox suponen una amenaza para la mujer?
Claro
que sí. Al final lo que se está proponiendo es que las mujeres
volvamos a la cocina y a la crianza. Cuando Bonig acaba de proponer
una ayuda para las amas de casa, lo que está diciendo es que
abandonemos el espacio público y nos quedemos recluidas. Esto va en
contra de los vientos actuales, el movimiento feminista ha mostrado
muy claramente que queremos compartir con los hombre el espacio
público y privado.
Si
sólo lees el titular, no sabes si lo ha dicho Vox o el PP
Hay
críticas a su gestión en la Cosellería por usar en exceso el
trámite administrativo que se conoce como
expediente de enriquecimiento injusto,
que no es el más transparente ni la fórmula más adecuada para
gobernar.
Transparente
es porque está todo intervenido por los órganos de control de la
Generalitat. Es un pago que se hace cuando te quedas sin cobertura
contractual. Ha habido dos razones fundamentales. La primera: el PP
montó todo un modelo residencial para personas mayores que se
llamó Blasco-Cotino.
Se favoreció a unas determinadas empresas, que tenían una
adjudicación directa de las plazas. Medio año después de entrar a
gobernar, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana
declara nulo dos tercios del modelo. Me encuentro en ese momento con
2.148 personas mayores que se quedan fuera de cobertura. Dos
opciones: o los sacaba de la residencia o empezar un nuevo contrato
para cubrir y ampliar plazas, y mientras pagar a las residencias.
Obviamente tomé la segunda decisión para no cometer una crueldad.
Tardó año y medio ese contrato para resolverse. Cuando el PP
critica estos pagos, es de una poca vergüenza y hay que tener la
cara muy dura. La otra razón: todos los contratos estaban vencidos o
a punto de vencer. Y hay un problema añadido, la falta de personal.
¿ Hoy
está libre de corrupción la Comunidad Valenciana?
Los
gobiernos están limpios de corruptos, la corrupción hoy se sigue
investigando. Todavía conoceremos más casos. Hace apenas unos días
detuvieron al cuñado y sobrinas de Rita Barberá. Eso va a seguir
estando. Además, cuando empiezas a investigar es como las cerezas,
empiezan a salir, unas se enganchan en otras. Pero lo más importante
que hemos hecho es articular un sistema de prevención. Nosotros no
pararemos hasta recuperar el último céntimo que nos han robado a
los valencianos. Nadie puede garantizar que no vas a tener un caso de
corrupción, pero sí tener normativas y mecanismos, como el Satan
(el sistema informático de alertas tempranas anticorrupción). Para
que no vuelva a pasar nunca más lo que sucedió con el PP. Por eso
la derecha quiere acabar con la Conselleria de Transparencia y la
Oficina Antifraude, porque solo los ladrones quieren acabar con la
policía.
Podríamos
ver con buenos ojos la posibilidad de un Ministerio para Compromís
¿Recuperaría
a Carmen
Montón para
el próximo Gobierno valenciano?
No
me tocaría a mí porque es del PSOE. Estaría incluso feo que se lo
planteara yo, pero me encantaría compartir otra vez Gobierno con la
señora Montón. Tengo que decir respecto al breve tiempo que estuvo
al frente del Ministerio, en lo que atañe a las políticas sociales,
palabras de agradecimiento y de reconocimiento. Sí que la he echado
de menos.
Si
vuelve al Consell después del 28-A, díganos la primera medida que
pondrá en marcha. ¿Qué le promete a los valencianos?
No
prometo a los valencianos, me comprometo. Va a ser un elemento
troncal e irrenunciable, y si llego a la Presidencia va a impregnar
todo el Gobierno, la lucha contra el cambio climático y la
transformación ecológica de nuestra economía. Nos lo están
diciendo los adolescentes todos los viernes en la calle. El desafío
más grande al que se enfrenta la humanidad en los próximos años es
la lucha contra el cambio climático. Y esto está ausente en el
discurso público, es dramático porque ya estamos inmersos. Desde
1980 hasta ahora no ha habido año en el que el verano no se haya
hecho más largo. La cuenca mediterránea es uno de los territorios
más afectados y ahí todos los gobiernos están interpelados a
actuar hoy.