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martes, 5 de octubre de 2021

 

21/10/2018

Guía de seguridad para proteger a los niños con móvil y redes sociales

"El agua también presenta riesgos, pero no mantenemos a nuestros hijos lejos de ella, les enseñamos a nadar".


Jackie Gillard


ElHuffPost


Los padres se preocupan cada vez más por el uso que hacen sus hijos de los móviles y las redes sociales. Tampoco es una sorpresa, teniendo en cuenta la cantidad de noticias sobre casos de ciberacoso y delitos que se cometen en internet.

Ahora que los preadolescentes y adolescentes ya han empezado el colegio, muchos de ellos con nuevos móviles y redes sociales, es fundamental que sus padres les ayuden a afrontar los peligros correspondientes.

Matthew Johnson, director de educación de MediaSmarts, el centro canadiense para la alfabetización digital y de medios, hace hincapié en que los padres deberían mostrar interés no solo por la vida de sus hijos en el mundo real, sino también por sus experiencias en internet. La comunicación abierta crea confianza; de este modo, los niños podrán confiar en los padres cuando tengan dudas o preocupaciones.

"El papel de los padres es enseñar a sus hijos a gestionar los riesgos, no escudarlos de ellos. Es importante ser una autoridad en la vida de los hijos. No es lo mismo tener autoridad que ser autoritarios. Los padres tienen que enseñar a sus hijos que las normas conllevan beneficios, ya que establecen unos principios morales que reflejan los valores de la familia", expone Johnson en declaraciones a la edición canadiense del HuffPost.

"Los niños y adolescentes deben comprender que 'su' teléfono en realidad pertenece a sus padres y que usarlo es un privilegio, no un derecho. Las conversaciones abiertas ayudan a los niños a entender que las normas brotan desde el amor y la preocupación por su seguridad", añade Paul Davis, exinformático convertido en conferenciante sobre seguridad en las redes.

Sin embargo, tanto Johnson como Davis coinciden en que internet y las redes sociales pueden ser divertidos y una fuente de creatividad, siempre que los padres cumplan las siguientes premisas básicas:

1. Aprended e implicaos

Los padres deben estar continuamente aprendiendo, dado que internet es un espacio en continua evolución. Por lo tanto, deben transmitirles esa información a sus hijos de manera adecuada. Los niños deben comprender los riesgos de las redes sociales, cómo afrontarlos y por qué deben hacerlo. Las conversaciones pueden centrarse en los valores de la familia y en cómo pueden verse reflejados (o quebrantados) a través de determinados comportamientos en internet.

2. Controlad la privacidad lo máximo posible

Según CyberSafe BC, el 55% de los adolescentes ha revelado información personal por internet a personas desconocidas, mientras que el 24% ha sufrido la difusión de información privada o embarazosa sin su permiso. Para evitar que suceda esto, mantened tan rígidas como sea posible las opciones de privacidad, inculcad a vuestros hijos la importancia de no compartir información personal en las redes o en las fotos y desactivad la opción de seguimiento y ubicación de todas las aplicaciones que utilicen.

Vuestros hijos solo deberían seguir o aceptar como amigos en las redes a niños que conozcan en persona, a excepción de las cuentas oficiales de famosos con contenido infantil.

3. Estableced normas acorde con su edad

Hay un motivo por el que las redes sociales exigen que sus usuarios tengan como mínimo 13 años para abrirse una cuenta, y esa restricción debería hacerse cumplir. No debería haber dispositivos electrónicos en los dormitorios durante la noche (o en ningún momento), especialmente en el caso de los niños más pequeños.

Muchos padres establecen acuerdos con las normas que deben seguir sus hijos para usar el móvil. Johnson sugiere llevar a cabo una alfabetización digital progresiva consistente en supervisar el uso que hacen los hijos con sus dispositivos, lo que no quiere decir que haya que estar siempre ahí con ellos viéndolo todo. A veces vale con plantearle escenarios como: "¿Qué deberías hacer en un caso como este?". De este modo, comprenderéis mejor el punto de vista de un niño y fomentaréis su independencia en internet.

Si necesitan utilizar internet para hacer un trabajo, Davis recomienda que los padres reserven un tiempo predeterminado para utilizar wifi en las zonas comunes de la casa o, al menos, en dormitorios con las puertas abiertas. También recomienda invertir tiempo en cambiar las contraseñas del wifi, utilizar aplicaciones para bloquearle de forma remota el wifi a los pequeños, instalar una extensión de seguridad en el navegador o comprobar rápidamente qué uso hacen de las redes sociales. De este modo, velarás por su seguridad y desarrollarás confianza en su actividad digital.

Los niños aprenden de lo que ven, de modo que los padres deben predicar con el ejemplo y apartar el teléfono a la hora de comer, durante los momentos familiares y antes de ir a la cama.

4. Enseñad a vuestros hijos a pensar de forma crítica

Los niños que empiezan a utilizar internet no comprenden que lo que ven o leen en internet no es siempre cierto o exacto, recuerda Johnson. Aprender a contrastar información en diversas fuentes de confianza es algo que también los adultos deberían hacer. Davis indica que les suele preguntar a los niños si de verdad son o quieren ser el tipo de persona que publica mensajes inapropiados en internet. También les dice: "Si os preocupa que lo vean vuestros padres, debería preocuparos que lo vea el resto de la gente".

5. Empezad a enseñarles desde pequeños, poniendo límites y supervisándolos

Un teléfono básico y sin acceso a wifi es lo más recomendable para los niños preadolescentes, y solo si el objetivo es la comunicación, indica Davis, pero eso no significa que los niños no puedan tener tabletas o videoconsolas desde una edad más temprana.

Hablad de temas complicados como el sexting (enviar imágenes o vídeos propios o ajenos de contenido provocativo o sexual), los indicios de abuso, de aprovechamiento o de ciberacoso (tanto desde la perspectiva de la víctima como de la del infractor) con un grado de explicitud acorde con su edad. Haz hincapié en que todo permanece en internet, incluso en aplicaciones como SnapChat, pese a lo que muchos piensan de que todo desaparece pasado un tiempo. Nada termina de desaparecer por completo de internet, dado que está la opción de las capturas de pantalla y de compartir esas publicaciones con un contenido inapropiado.

6. Incluid los videojuegos en las conversaciones

Algunos videojuegos permiten que los jugadores interactúen entre ellos por internet, por lo que también hace falta abordar el tema.

"Creamos un listado de normas de seguridad para usar el móvil y jugar a los videojuegos. Si no siguen las normas, adiós teléfono", comenta Jennifer Rathwell, madre de dos niños de 11 y 7 años.

Algunas de las normas de Rathwell son no revelar el nombre completo ni la edad ni la ubicación, conocer el tipo de juego (en algunos, los jugadores tienen que hablar entre ellos a través del micrófono) y comprender que si una persona empieza a acosarlos en internet, no lo deben consentir.

"Deben salir del juego, decírselo a un adulto y denunciar a esa persona, si es necesario", señala.

7. Estad atentos a posibles cambios en la conducta de vuestros hijos

Si vuestros hijos se topan con algún problema en internet, quizás no os lo cuenten. Suele ser especialmente cierto si tienen una cuenta "secreta" en algún sitio, algo que hacen algunos adolescentes al margen de las cuentas a las que tienen acceso los padres. Sin embargo, no representan un peligro si no hacen nada malo.

Los cambios de comportamiento, de apetito, de humor o del modo de comunicarse son indicadores de que los padres deben empezar a investigar el mundo digital de sus hijos.

Pese a los riesgos, internet y las redes sociales pueden ser seguros y divertidos para los niños bajo la adecuada guía y supervisión.

"El agua también presenta riesgos, pero no mantenemos a nuestros hijos lejos de ella, les enseñamos a nadar", concluye Matthew Johnson.

Este artículo fue publicado originalmente en la edición canadiense del 'HuffPost' y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.

 

05/10/2021

Las niñas temen por su seguridad física por las mentiras lanzadas en redes sociales

Una de cada tres afirma que la información falsa afecta su salud mental porque que les provoca estrés, preocupación y ansiedad, señala Plan Internacional.

El HuffPost- Agencia EFE


Una de cada cinco niñas (20%) teme por su seguridad física debido a la información falsa y las mentiras difundidas en línea por la internet, según un estudio difundido este lunes por la ONG global 

Plan Internacional.

El estudio Entre la verdad y la mentira: cómo la información errónea y la desinformación en línea afectan a la vida, el aprendizaje y el liderazgo de las niñas y las jóvenes resume los hallazgos de una encuesta aplicada del 5 de febrero al 19 de marzo de 2021 a más de 26.000 niñas y mujeres jóvenes de 26 países, entre ellos 5 de América Latina (Brasil, Colombia, Ecuador, El Salvador y Perú).

Una de cada tres niñas y mujeres jóvenes afirma que la información falsa afecta su salud mental dado que les provoca estrés, preocupación y ansiedad, señaló Plan.

De acuerdo con el sondeo, la fuente más confiable de información para el 48% de las encuestadas fueron los principales medios de comunicación, por arriba de las instituciones educativas, miembros familiares y los gobiernos nacionales.

Por el contrario, destaca el informe, “las redes sociales fueron identificadas como las más propensas a la difusión de información falsa: el 65% de las niñas y jóvenes señalaron a Facebook como la plataforma que contiene mayor información errónea y desinforma, seguida por TikTok, WhatsApp y YouTube, que obtuvieron un 27%”.

El caso de Dora

Dora, de 15 años y oriunda de Perú, dice que la manera en la que se usaban las redes sociales y plataformas digitales hace tres años “no es la misma de hoy”. Antes, según narra Dora, ella “pasaba por alto muchas cosas y pensaba, por ejemplo, esta organización no mentiría; esto debe de ser verdad’. Actualmente, me tomo mucho más tiempo para verificar la información, hacer clic en el enlace y revisarlo”.

Por ello, Plan Internacional insta a los Gobiernos impulsar la “alfabetización digital” para niñas, niños y jóvenes, y señala que los hallazgos dejan al descubierto “las consecuencias que provocan la información errónea y la desinformación en la vida real de las niñas y mujeres jóvenes”.

La directora ejecutiva de la política transformadora de género de Plan International, Bhagyashri Dengle, dijo que “internet moldea las opiniones que las niñas tienen sobre ellas mismas, las cuestiones por las que se preocupan y el mundo que las rodea”.

Nuestra investigación deja claro que la difusión de información falsa en internet tiene consecuencias en la vida real. Es peligrosa, afecta la salud mental de las niñas, además de ser otro de los obstáculos que les impide participar en la vida pública”.

La difusión de información falsa en internet tiene consecuencias en la vida real. Es peligrosa, afecta la salud mental de las niñas, además de ser otro de los obstáculos que les impide participar en la vida pública

Datos preocupantes

En este primer estudio mundial a gran escala para examinar los efectos en función del género de la información errónea y la desinformación en línea, se descubrió que casi 9 de cada 10 (87%) niñas y mujeres jóvenes piensan que estas han tenido un impacto negativo en sus vidas.

La encuesta halló además que 7 de cada 10 niñas y mujeres jóvenes (67%) nunca habían aprendido a detectar la información errónea o la desinformación en la escuela

El 28 % de las niñas y mujeres jóvenes encuestadas fueron convencidas de la veracidad de una mentira o “dato falso” sobre la covid-19, y una de cada cuatro niñas y mujeres jóvenes (25 %) ha puesto en duda la necesidad de recibir la vacuna contra el virus.

La verdad es crucial para que las niñas tomen decisiones seguras y tengan el poder y el control de sus vidas. Pero en este momento, las niñas no saben qué creer, en quién confiar y dónde buscar información veraz”, remarcó Dengle. 


 

Adolescentes, redes sociales y sexo en pandemia: un cóctel explosivo

La pandemia ha aumentado la situación de aislamiento social de los seres humanos, sociales por naturaleza...

Por 

The Conversation


6-11-2020

El HuffPost


Por Christian Moreno Lara, responsable académico internacional y director del Área de Jurídico de la Universidad Internacional de Valencia, y Laura Carrascosa Iranzo, coordinadora del Máster Universitario en Criminología: Delincuencia y Victimología , Universidad Internacional de Valencia:

La pandemia ha aumentado la situación de aislamiento social de los seres humanos, sociales por naturaleza. Por ello, hemos necesitado recurrir al uso masivo de las redes sociales e internet para poder mantener nuestras necesidades básicas de afiliación y socialización.

Aunque este hecho parece ser positivo, las tecnologías conllevan riesgos que pueden afectarnos gravemente. Por eso es importante saber a cuáles se están enfrentando exactamente los usuarios de las redes sociales durante esta situación excepcional de crisis sanitaria.

Para responder a esta pregunta debemos formularnos otra: ¿para qué están utilizando los jóvenes las redes sociales e internet? Un estudio que realizamos durante la situación de cuarentena, aún sin publicar, indica que un 26.5 % de los encuestados ha enviado fotos sensuales a través de aplicaciones de mensajería instantánea o redes sociales en esos meses.

Asimismo, un 35.7 % ha consumido pornografía a través de internet. Además, un 28.6 % se ha descargado durante esta situación de crisis sanitaria aplicaciones para ligar. La pregunta que nos hacemos en este punto es: ¿qué delitos o riesgos está generando esta situación?

En primer lugar, tenemos que conocer cómo la utilización de las redes sociales o los dispositivos electrónicos con fines sexuales no conlleva un riesgo en sí misma. De hecho, debemos entender que los/as adolescentes se relacionan con sus iguales a través de las tecnologías, sobre todo en esta situación de crisis sanitaria que estamos viviendo.



Relaciones sexuales virtuales

Por tanto, sus relaciones sexuales también se han trasladado al mundo virtual. En este sentido, el envío consentido de imágenes o vídeos con contenido sexual no tiene por qué ser un peligro. Pero para que esta práctica no conlleve graves riesgos se debe realizar siguiendo una primera recomendación básica: no enviar contenido en el que se pueda reconocer la identidad de la persona.

En cambio, si la práctica del sexting –entendida como el material sexual enviado de forma voluntaria– se realiza de forma no segura, puede llevar a producir graves consecuencias. Una de ellas podría llegar a ser la sextorsión, definida como la extorsión ejercida hacia otra persona a partir de la tenencia de material íntimo o sexual.

Este hecho hace que la víctima del chantaje sienta que sus fotografías puedan ser enviadas a otras personas y sufrir una gran humillación. Por tanto, el sentimiento de miedo, indefensión y desesperanza generado puede llevar a enviar fotografías con contenido cada vez más explícito, siendo incluso presionada para mantener relaciones sexuales.

Otro riesgo es el envío de material de este tipo a la pareja o amistades, ya que pensamos que son para toda la vida. El problema en este caso ocurre cuando se rompen estas relaciones y comienzan las venganzas. En este momento es cuando suele utilizarse este material para denigrar y humillar a la expareja.

Sexting y cyberbullying

Por ello, en muchas ocasiones la práctica del sexting suele convertirse en una situación de cyberbullying, promoviendo una humillación publica y consecuencias devastadoras, como puede llegar a ser el suicidio.

Este tipo de conductas podemos pensar que afectan del mismo modo a chicos y chicas, pero no ocurre así. De hecho, cuando se difunde una imagen sexual de una chica suele producir un impacto negativo en su reputación social. En cambio, si este contenido pertenece a un chico acostumbra a generar un impacto positivo en su reputación. Así, los estereotipos de género siguen vigentes en nuestra sociedad y continúan promoviendo graves consecuencias psicosociales en las mujeres.

En segundo lugar, la falta de educación sexual está llevando a que los y las adolescentes formen su ideario sexual a través del consumo del material que visualizan en las redes sociales. Por consiguiente, el aumento del consumo de pornografía está llevando a generar ideas distorsionadas sobre la sexualidad. De este modo, se está viendo cómo los adolescentes consideran prácticas sexuales violentas como sus fantasías sexuales.

Chicos, chicas y socialización sexual

Además, en los estudios se observan diferencias entre la socialización sexual de las chicas y los chicos, teniendo ambos fantasías sexuales diferentes y opuestas. En cambio, la asociación del papel sumiso de algunas mujeres en el sexo hace que en muchas ocasiones acepten esas fantasías sexuales de los chicos que no les generan placer. De este modo, volvemos a observar en la pornografía la reproducción de los estereotipos de género existentes en nuestra sociedad.

Teniendo en cuenta todos estos aspectos, la prevención de este tipo de conductas debe ser prioritaria para poder paliar las consecuencias devastadoras que generan estas conductas. Para ello, se deben generar programas de educación sexual y prevención de las conductas de riesgo a través de las redes sociales desde una perspectiva de género.

En estos tiempos en los que las relaciones a través de redes sociales se han potenciado de manera muy intensa debido a la pandemia es necesario que las familias ejerzan una vigilancia extrema sobre los jóvenes para evitar riesgos innecesarios.

Este artículo se publicó originalmente en The Conversation.


lunes, 4 de octubre de 2021

 

EEUU: INFORME ESPECIAL

Abusos de curas católicos: Una catástrofe moral

Las conclusiones de un Gran Jurado de Pensilvania sobre los abusos de unos 300 sacerdotes a un millar de niños durante los últimos 50 años muestran la gravedad de la situación en el seno de la Iglesia católica. Y de las dificultades para un cambio.

El presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, Daniel DiNardo, aseguró este jueves que la Iglesia en ese país sufre una “catástrofe moral” tras las revelaciones, por una corte de Pensilvania, de abusos en esa diócesis y la decisión del Vaticano, de finales de julio pasado, de apartar a Theodore McCarrick, arzobispo emérito de Washington, acusado de cometer agresiones contra menores décadas atrás sin que eso le impidiera escalar hacia la cima de la jerarquía católica.

En un duro comunicado, DiNardo, en el puesto desde 2016, aseguró que una de las “raíces” del problema es "el fracaso en el liderazgo episcopal” y reclamó que sea mucho más fácil denunciar abusos y que las respuestas sean más rápidas y transparentes. El pedido fue dirigido al Papa, que es quien tiene la potestad de disciplinar o expulsar obispos.

El jefe de la Iglesia chilena quedó imputado por encubrir casos de pedofilia

El mecanismo para abordar una queja contra un obispo debe estar libre de injerencias”, afirmó el prelado en medio de la conmoción que causó la revelación del extenso informe, que menciona 45 veces la palabra Vaticano. “No me hago ilusiones sobre el alcance del daño que estos pecados y fracasos han causado en la confianza en los obispos”, terminó admitiendo DiNardo con realismo.

La jerarquía de la Iglesia católica en general, y en particular la de países como Irlanda y Chile, entre muchos otros, que toleraron o incluso fueron cómplices de situaciones semejantes, viene sufriendo golpe tras golpe con investigaciones como la llevada adelante en Estados Unidos. Y la postura del papa Francisco, claramente en favor de ventilar los casos por más graves que sean, choca aún con fuertes resistencias y connivencias hacia adentro de la estructura de poder de la Iglesia católica.

Francisco acepta la renuncia de obispos chilenos involucrados en casos de pedofilia

La investigación de Pensilvania, que relata los abusos sexuales a más de mil menores por más de 300 religiosos durante siete décadas, revela que desde al menos 1963 la Santa Sede conocía algunos de esos casos y que se mostró cuanto menos tolerante, aunque es imposible saber si estaba al tanto de todos los detalles. Tras dos días de silencio, el Vaticano expresó el jueves pasado “su vergüenza” por los abusos “criminales” en territorio estadounidense y señaló que, como institución, “deberían asumirse responsabilidades”.

El escalofriante informe del gran jurado de Pensilvania destapa una maquinaria de silenciamiento y de encubrimiento ante los excesos de los sacerdotes pedófilos.

Por pedofilia, condenan a 25 años de prisión al cura Ilarraz

Según se desprende del documento de 1.356 páginas, Roma fue informada en repetidas ocasiones, tanto de las agresiones sexuales como del hecho de que la Iglesia estadounidense estaba encubriendo a curas pederastas.

Al revelar el martes las conclusiones de la investigación, el fiscal general de Pensilvania, Josh Shapiro, advirtió que los patrones de encubrimiento “se alargan en algunos casos hasta el Vaticano”. La primera vez que aparece mencionado el Vaticano en el informe es en 1963 y la última, en 2015, cuando el papa Francisco ya estaba al frente de la máxima institución del catolicismo y se habían prometido fuertes reformas contra los abusos.

Francisco pide disculpas a víctimas de curas pedófilos por sus palabras

En el caso de 2015, el Vaticano dio luz verde a un pedido de apartar a un cura acusado de un delito de pornografía infantil. Un año antes, sin embargo, no puso en apariencia reparos a la decisión de la diócesis de Allentown de no sacar del sacerdocio a un religioso que, en los años ochenta, le había tocado los genitales de un chico de 13 años.

El primer caso que conoció el Vaticano hace más de medio siglo es el del cura Raymond Lukac, de la diócesis de Greensburg. En 1963, Lukac acumulaba al menos tres quejas conocidas de abusos sexuales y varias sobre trato inapropiado a menores en poblaciones distintas pese a haber prometido mejorar su conducta. Había tenido una relación con un organista de 18 años, se había casado siendo cura y había tenido un hijo con una joven que conoció cuando ella tenía 17, además de abusar de una niña de 11 años.

El Papa se reunió con obispo vinculado con casos de abuso y lo respaldó

Con estos antecedentes, el obispo de Greensburg, William Connare, se comunicó con el Vaticano en octubre de 1963. Lukac trabajaba entonces en un centro religioso a las afueras de Chicago y, por su mala conducta previa, no podía escuchar confesiones. Él le pidió a Connare que le fueran restauradas todas sus funciones y así lo solicitó este en persona a la Santa Sede, que dio su aprobación. “Mientras estaba en Roma, revisé los detalles de su caso con el Santo Oficio y obtuve esas facultades para el padre Lukac”, explicó después Connare en una carta, en la que trató de minimizar el hecho al señalar que era un permiso para al menos un año.

En su informe, el gran jurado de Pensilvania concluye que “los obispos que colaboraron para mantener a Lukac activo en el sacerdocio lo hicieron sabiendo que él suponía un riesgo para la población y fueron, por tanto, cómplices con el abuso que cometió”.

El viaje de Francisco a Chile y Perú: Una gira polémica

Hay otros ejemplos. El actual arzobispo de Washington, Donald Wuerl, le escribió una carta al Vaticano en 1989 en la cual informaba que curas de la que era entonces su diócesis, la de Pittsburgh, habían sido acusados de agredir sexualmente a menores. Conocido en la Curia por su aparente tolerancia cero hacia los abusos y criticado fuera de ella por haber encubierto a curas pederastas, Wuerl definió a la pedofilia como algo “incurable” y manifestó que los feligreses tenían derecho a más información.

Pese a esta declaración al Vaticano “sobre la naturaleza seria y criminal del problema”, en la práctica Wuerl permitió que un cura pedófilo, Ernest Paone, quien había sido anteriormente obligado a tomarse una licencia y alejarse de sus víctimas, fuera trasladado en varias ocasiones a otras diócesis. Wuerl terminó aceptando en 2003 la renuncia de Paone pero le permitió que cobrara su pensión.

En 1988, en cambio, Wuerl apartó a otro religioso después de que una víctima presentara una denuncia por abuso. Sin embargo, cinco años más tarde, el Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, máxima instancia vaticana, ordenó que fuera readmitido aunque luego se desdijo. En la víspera de las revelaciones del informe de Pensilvania, el actual arzobispo de Washington señaló que el documento sería crítico con algunas de sus acciones pero defendió que actuó "con diligencia, preocupación por los supervivientes y para prevenir futuros abusos”.

Las técnicas usadas por los obispos de Pensilvania para acallar las voces críticas y las denuncias de afectados y familiares incluían el alejamiento de los curas pedófilos, su “secularización”, licencias y tratamientos en centros de salud mental, entre otras cosas. Según el gran jurado, el Vaticano  estuvo en contacto con varios prelados de Pensilvania y recibió información sobre los casos de abusos, pero el informe no siempre detalla qué repercusiones tuvieron estas comunicaciones.

En 1988, por ejemplo, una mujer envió una carta a la diócesis de Pittsburgh y al Vaticano para pedir ayuda ante el abusador de su hijo, y jamás recibió respuesta.



 

 


domingo, 3 de octubre de 2021

 AVISO


 


 


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 Carteles urbanos



 

viernes, 19 de mayo de 2017

Sacerdote revela lo que le hacía a niños de 6 años. ..

Sacerdote revela lo que le hacía a niños de 6 años. “Los violábamos entre 3 y lo hacíamos…”


Nadie puede dudar del poder que tiene la Iglesia Católica, sobre todo cuando se trata de manipular los medios de comunicación o comprar jueces y políticos, para evitar que algún escándalo que los involucrara salga a la luz pública.


Muchas han sido las denuncias de abuso infantil por parte de sacerdotes católicos que han quedado sin castigo, gracias a la poderosa influencia de esta institución religiosa. Afortunadamente, un valiente detective está a punto de cambiar esto…

Entre 1980 y el 2015, más de 4,500 denuncias de pederastia se han realizado contra sacerdotes de la Iglesia Católica, tan solo en Australia. Imagínate en el mundo entero.

Se estima que esa institución cuenta con más de 700,000 sacerdotes pedófilos, cifras que da el órgano de investigación de la ONU.

Desgraciadamente, el número exacto de víctimas es incalculable, pues la Iglesia tiene muchos trucos para evitar que circule esa información. Como dicen: ¨La ropa sucia se lava en casa¨.



Afortunadamente, el portal de noticias Fanpage.it, realizó una investigación que está dando la vuelta al mundo, y que gracias al internet, la Iglesia Católica no ha podido ocultar.

En el Instituto Próvolo, en Italia, un Sacerdote confesó los terribles abusos que los miembros de la Iglesia cometían contra niños sordos y discapacitados.

Ese Instituto católico para niños con discapacidad era el hogar de muchos jóvenes desamparados que gracias a esos enfermos sacerdotes sufrieron en su niñez los más terribles abusos. Hoy, gracias al trabajo de algunos periodistas, las víctimas empiezan a romper su silencio.


¨Abusamos de los niños más frágiles. Los ciegos, los sordos, menores de 6 años. Entre 3 sacerdotes los violábamos y les hacíamos cosas que ni te imaginas¨ - Confiesa el cura mientras se ríe en su lecho de muerte.

El valiente periodista se hizo pasar por una de las víctimas, para entrevistar al anciano sacerdote que estando en el hospital se atrevió a confesar todas las cosas horribles que les hacían a esos indefensos niños. El video es simplemente aterrador…

Don Eligio Piccoli  es el nombre del sacerdote responsable. Se te erizará la piel de coraje al ver como se ríe recordando sus asquerosos crímenes.

Denuncia cualquier abuso contra los niños. Los sacerdotes pederastas deben ser castigados

 


El PP celebra este fin de semana sus dos últimos días de Convención Nacional y Gabriel Rufián no ha podido evitar hacer su propio análisis. 

Un expresidente francés corrupto hablando de liderazgo, un expresidente español mentiroso hablando de honestidad, un escritor fascista hablando de democracia, un exjuez consejero del PP hablando de imparcialidad y Ayuso hablando de compañerismo. Buen bagaje para Casado”.