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jueves, 16 de diciembre de 2021

 


¿Por qué Yolanda Díaz no debió visitar a Francisco?

La derecha no tolera que se haya introducido en un territorio que considera suyo

ENRIC SOPENA

 Sábado, 11 de diciembre de 2021

ElPlural

¿Por qué la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, no debió visitar al Papa Francisco en el Vaticano? ¿Por qué la derecha y la ultraderecha de este país reprueban que los políticos de izquierdas dialoguen en con el Pontífice? ¿Les molesta que Francisco sea un punto de referencia en cuestiones de justicia social?

Pues sí, les molesta mucho que la visita de Yolanda Díaz no haya sido a título personal sino como vicepresidenta de un Gobierno de coalición que, insisten, debería haber abandonado la Moncloa a las 24 horas de instalarse. Pues sí, les ha enfadado que con ese encuentro la vicepresidenta haya sido aplaudida por miles de votantes que, acaso sin reconocerse cristianos, comparten posiciones del Pontífice. Pues sí, les ha cabreado mucho que Díaz utilice el encuentro para reforzar sus proyectos políticos de futuro, pisando un territorio que no le corresponde.

Menudo rebote tiene la derechona y su caverna mediática con esta visita. Por ejemplo, una popular que se ha lucido con el viaje a Roma de la vicepresidenta ha sido la secretaria de Comunicación del PP madrileño, Macarena Puentes que, horas antes, calificó el encuentro de “cumbre comunista” en un tuit que se apresuró a borrar.

Así que, ahora, la presencia en El Vaticano de una veterana militante del PCE ha ofendido tanto al Partido Popular y a sus próximos de Vox que tildan de oportunista a Díaz, argumentando que ha buscado reforzar su popularidad con vistas a un futuro asalto a la Moncloa.  

Sobre esa visita se han sugerido desde distintas áreas más cosas. Que como la líder de Podemos intenta captar el voto del católico no practicante o la visión de que la visita supone teñir más de rojo al Papa Francisco, destiñendo a Yolanda. Acaso tengan parte de razón pero eso no justifica esta desproporcionada campaña de reprobación.

Desde el entorno de Yolanda Díaz han explicado que a lo que iba era a conversar con el Papa de “desafíos comunes de la humanidad, la crisis sanitaria y social del Covid 19, el trabajo digno, la precariedad y desigualdad social creciente, la crisis climática o las amenazas contra la democracia y los derechos humanos”. Son temas que interesan a ambos y en lo que pueden tener o no puntos de acuerdo. 

A ver si no fueron al Vaticano María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaria como representantes del Ejecutivo de Mariano Rajoy. Claro que en aquella ocasión se trataba de Benedicto XVI, un pontífice de orden, no como el de ahora. Y es que lo que parece que irrita en exceso a los conservadores y ultraconservadores es que puede aproximarse a un tema que siempre han querido monopolizar - la Iglesia, la religión, el Vaticano, el Papa- personas ajenas a sus posiciones políticas. Les inquieta tanto como el hecho de que Bergoglio no sea un meapilas


martes, 14 de diciembre de 2021

 


Comunistas en el Vaticano

Javier Gallego

elDiario.es


13-12-21


El Papa es el Anticristo para la derecha española. "El Antipapa, el representante del diablo en la Tierra", ni más ni menos, en palabras del reconocido exégeta Eduardo Inda. Su último pecado, pecado mortal, ha sido reunirse en el Vaticano con la peligrosa comunista, Yolanda Díaz. Porque el Papa también es rojo rojísimo, en opinión de esta misma derecha. "Cumbre comunista", escribió la jefa de Comunicación del PP de Madrid en un tuit que luego borró. "Dios los cría... ", ha titulado un articulista en OK Diario. Comunistas en el Vaticano. ¡Herejía! ¡Anatema! ¡Excomunión! Fieles a nuestra tradición inquisitorial, los conservadores patrios han sacado las antorchas y llevan a la hoguera al mismísimo Papa.

Todo por repetir simplemente lo que dicen los Evangelios y la Declaración Universal. Por reclamar que se proteja a los desfavorecidos, a los migrantes y al planeta. Por defender el trabajo y la vivienda dignos. Por pedir respeto a la libertad sexual. Qué locura, qué radical. Pero si esto también está en nuestra Carta Magna. Vaya por dios. Los muy católicos y mucho constitucionalistas españoles creen que las Escrituras, la Carta de los Derechos Humanos y la Constitución son versiones del manifiesto comunista. ¡Cristo es ETA! ¡El Papa es el Coletas! ¡El Vaticano es Venezuela! ¡Herejía! ¡Anatema! ¡Excomunión!

La derecha de este país es tan extrema que abraza la parodia del facha y llama comunismo a los principios básicos de la democracia y del cristianismo. A Francisco I le han dicho de todo y nada bueno. Losantos afirma que "tenemos un Papa tonto". Rosa Díez le llama "Sumo Pontífice", entre comillas. Abascal también le despoja de su autoridad y se refiere a él como "ciudadano Bergoglio". Marhuenda, de misa los domingos, dice que "el Espíritu Santo se confundió" en su elección. Ave María Purísima. Sólo le faltó decir que la paloma dio un golpe de Estado. ¡Es el Papa okupa! ¡El Papa ilegítimo! ¡El Pedro Sánchez del catolicismo! ¡Herejía! ¡Anatema! ¡Excomunión!

Y encima, antiespañol. Lo dicen el propio Marhuenda y Herman Tertsch, que lo ha mandado directamente "al carajo" en uno de sus moderados tuits. Ayuso y Espinosa de los Monteros le desautorizaron por pedir perdón por los abusos de la conquista de América. Aznar lo remató en un acto en el que Casado aplaudió sus críticas. Él es más de ir a misas por Franco. De hecho, tampoco le perdonan que aludiera a la falta de memoria democrática antifranquista en España. En la COPE, además, la radio de los obispos. ¡Herejía! ¡Anatema! ¡Excomunión! Les va más el franquismo que el cristianismo, de ahí que hayan resucitado la Cruzada por España del Caudillo.

Para más inri, nunca mejor dicho, el Papa se va a Lesbos a pedir por los migrantes y reclamar más humanidad en las políticas migratorias de la Unión Europea. Adivinen qué le soltó Espinosa de los Monteros al respecto hace unos meses: que se los lleve a su casa, o sea, al Vaticano. No se dejan un tópico facha por utilizar. Ay, Señor, Señor. Todo un diputado comportándose como un vulgar tuitero con el máximo representante de su propia religión. Ver para creer, que diría Santo Tomás. 

Nada nuevo. La Iglesia española ha estado tradicionalmente aliada con el conservadurismo más alejado del mensaje cristiano real. No hay que ser un lince para ver que la derecha clasista intolerante casa malamente con la defensa de los pobres, los marginados y los excluidos. En esa parte de la misa, desconectan. A dios rogando y con el mazo dando. Al Papa lo han crucificado por ir de cristiano. Por azotar a los mercaderes del templo como hizo en esa serie de tuits contra los abusos de las grandes corporaciones y potencias mundiales. ¡Herejía! ¡Anatema! ¡Excomunión! A Cristo hoy le llamarían comunista, por supuesto. Algo lo era, como vieron los teólogos de la liberación. Si naciera en España en 2021, volvería a terminar en la cruz. 


 Un segundo antes...



Tú teléfono móvil

 

Sanfermines

 

Rostros raros

 

 




Soy prostituta y no puedo dejarlo porque ninguna empresa me quiere contratar

Prefiero vivir en la pobreza mientras defiendo mi causa que esconderme y vivir una mentira más cómoda para los demás.

Por 

Laura LeMoon

08/06/2021

ElHuffPost


Como prostituta, la gente me suele decir que busque un “trabajo de verdad”.

Me dicen cosas como: “Por lo que escribes, veo que eres inteligente. ¿Por qué no te buscas un trabajo normal?”. Lo gracioso es que no consigo un “trabajo normal” porque he admitido abiertamente que soy una trabajadora del sexo. Al parecer, no soy válida para escribir artículos como este que estás leyendo.

Durante mi carrera profesional he pasado como una pelota de tenis de la pobreza y la prostitución a una estabilidad temporal en trabajos de redacción, pero mi pasado siempre se convierte en un arma arrojadiza contra mí como justificación para despedirme o no contratarme.

Entré en la prostitución como víctima del tráfico sexual en Nueva York con solo 18 años. Tras escapar de mi proxeneta, conseguí trabajo como trabajadora social en un refugio para víctimas de violencia de género. Estuve ahí tres años hasta que tuve que coger la baja para rehabilitarme de mi alcoholismo. Nada más regresar, me despidieron.

Después de aquello, volví por decisión propia al trabajo sexual. Necesitaba ingresos inmediatos y no podía confiar en la benevolencia de los empresarios y sus caprichos. A veces odiaba ser prostituta. Otras, en cambio, lo disfrutaba y lo encontraba empoderante. Sentía que tenía el control sobre cierta parte de mi destino.

Mi adicción a las sustancias y mi frágil salud mental también hacían que el trabajo sexual fuera una buena opción para mí en vez de un trabajo convencional de 8 horas al día. Con el trabajo sexual, por muy mal que me sintiera o los problemas que surgieran por mi alcoholismo y mi enfermedad mental, podía hacer lo que hiciera falta para cuidar de mí misma.

Una vez rehabilitada en 2015, empecé a buscar una razón para vivir más allá de las drogas y el alcohol. Desde niña me encantaba escribir y se me daba muy bien. Había conseguido empleo como trabajadora social cuando publiqué mi primer gran artículo. En ese artículo, criticaba la forma en que el movimiento contra el tráfico sexual trata a las víctimas de este mercado en Estados Unidos. Al leerlo, mi jefe me llamó al despacho, me acusó de apoyar la prostitución infantil y me despidió.

Si tú también vas a decirme que encuentre 'un trabajo de verdad', antes me tendrás que ayudar a cambiar el sistema”

Desde entonces, pese a mis años de experiencia como trabajadora social y redactora, nadie me ha querido contratar porque les preocupa que, al hacerlo, estén fomentando la prostitución o peor, el tráfico sexual.

Cuando escribo, toco sin pudor algunos tabús muy sensibles, como mis experiencias personales en el mundo de la prostitución, la drogadicción, las enfermedades mentales, el intento de suicidio, el tráfico sexual y la violencia de género. No escribo reseñas de libros ni artículos banales del tipo “10 consejos para conseguir un cuerpo de verano”. Escribo sobre experiencias personales que, para muchas personas, me invalidan como ser humano. Para esas personas, no merezco un trabajo corriente, ni estabilidad financiera, ni amor, y si me apuras, ni mi existencia.

Mi sola existencia es objeto de controversia, y cuando no, mi pasado y mi realidad incomodan a la gente.

Pese a las consecuencias, escribo sobre estos temas porque prefiero vivir en la pobreza mientras defiendo mi causa que esconderme y vivir una mentira más cómoda para los demás.

Incluso los trabajadores sexuales que no hablan de su trabajo tienen dificultades para encontrar empleos corrientes. Quizás no tengan muchos estudios y puede que sí tengan lagunas sospechosas o incluso delitos en sus currículos, pero eso también son obstáculos reales que les impiden encontrar “trabajos de verdad”.

Si alguien quiere salir de la industria del trabajo sexual, ya sea una víctima de explotación sexual o solo una trabajadora sexual que busca un cambio, nuestra cultura y nuestras políticas de empleo no favorecen esa transición.

Me aterroriza acabar otra vez sin hogar, como les ha pasado a tantas personas que han desvelado abiertamente su implicación en la industria del sexo.

Más allá de leyes y políticas, algo que puede hacer la sociedad para contrarrestar estos obstáculos que sufrimos es mostrar una mayor predisposición para contratar trabajadores del sexo, fomentar la contratación de personas con lagunas en sus currículos o antecedentes penales y comprender lo difícil que es para nosotros empezar de cero. La diversidad en el mundo laboral también implica contratar a más personas con perfiles y pasados no convencionales.

Tengo unas destrezas y una experiencia tan valiosas como las de cualquier otro candidato a un puesto de trabajo. Si tú también vas a decirme que encuentre “un trabajo de verdad”, antes me tendrás que ayudar a cambiar el sistema.

Este post fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.

lunes, 13 de diciembre de 2021

 Libro recomendado



 

 


LOS GENOVESES

M. Rajoy y Kitchen

¿Quién es el Sr. X de Gürtel?

LOS GENOVESES

 Domingo, 12 de diciembre de 2021


Si todo va como está previsto a las 16h del lunes 13 de diciembre Mariano Rajoy Brey comparecerá en la Comisión de Investigación relativa a la utilización ilegal de efectivos, medios y recursos del Ministerio del Interior, con la finalidad de favorecer intereses políticos del PP y de anular pruebas inculpatorias para este partido en casos de corrupción, durante los mandatos de Gobierno del Partido Popular”

Es decir, para explicar su participación en la denominada operación Kitchen que, diga lo que diga el juez García Castellón, no es otra cosa que una acción originada dentro del Caso Gürtel en las que se solapan en el tiempo los mismos personajes, lugares y hechos encaminados a favorecer la estrategia genovesa de ocultar y destruir pruebas para de este modo obstruir la investigación judicial.

Para los lectores que no tenga tiempo para diseccionar los pormenores de Gürtel & Kitchen algunos datos básicos para situarse:

1. Esta Comisión de Investigación es continuación a la que se puso en marcha en el Congreso entre 2017-2019 sobre “la financiación ilegal del PP” y cuyos detalles se pueden encontrar en este enlace.

2. También está estrechamente relacionada con la Comisión de Investigación que funcionó en el año 2017, también en el Congreso, sobre la utilización partidista en el Ministerio del Interior bajo el mandato del ministro Fernández Díaz de los efectivos, medios y recursos del Departamento y de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado con fines políticos”.

3. Estas tres Comisiones tienen un denominador común que les une y les da sentido:  Partido Popular y Gobiernos de Rajoy, en particular durante el mandato como Ministro del Interior de Jorge Fernández Díaz.

Y es que, como se verá, la figura de Rajoy y Cospedal, tanto montan, montan tanto, resultan claves para entender los hechos que se han ido conociendo desde que en noviembre del 2007 se comenzó a investigar judicialmente el Caso Gürtel.

Ambos siempre han estado ahí, incluso cuando tras las primeras detenciones llevadas a cabo por el juez Garzón, comparecieron juntos el 11 de febrero del 2009 desde la sede nacional del PP, rodeado de varios miembros de su Comité Ejecutivo Nacional para afirmar solemnemente que Gürtel  no es una trama del PP como algunos pretenden, esto es una trama contra el Partido Popular, que es una cosa muy distinta”.  En este artículo se pueden consultar quienes eran los 35  asistentes a ese teatrillo improvisado con formato de comunicado.

Desde entonces ha quedado acreditado que cada uno de los dos, dentro de sus responsabilidades en Génova 13 y en Moncloa, han estado en el epicentro de la trama y que su Partido junto a numerosos dirigentes nacionales y territoriales han sido condenados por lucrarse y obtener beneficios económicos con dinero de las diferentes Cajas B que durante décadas han venido funcionando en el seno de esta organización. Para situarnos y a la espera que se celebren en los próximos dos años los 5 juicios orales pendientes, el hecho cierto es que ya han firmado 9 sentencias condenatorias. De las que 2 han sido ratificadas por la Sala II del Tribunal Supremo.

En el caso de Rajoy, gracias a las acusaciones populares, no le ha quedado otra que testificar en el primer macro juicio de la PS 1999-2005 y en el de la Caja B con la que se pagó la reforma de Génova 13

Sobre sus declaraciones y el valor que le dieron los jueces recordar lo que firmaron en la su sentencia del 17 mayo del 2018 :  "Se pone en cuestión la credibilidad de estos testigos, cuyo testimonio no aparece como suficiente verosímil para rebatir la contundente prueba existente sobre la Caja B del partido (…) significaría reconocer haber recibido estas cantidades, en cuanto que supondría reconocer la percepción de pagos opacos para la Hacienda Pública, que si bien entiende que no son delictivos, pudieran ser considerados por los testigos como merecedores de un reproche social, como también que en caso de reconocer estas percepciones vendrían a admitir la existencia de una caja B en el seno de una formación política a la que pertenecen o han pertenecido".

Los mas inquietos pueden consultar en este enlace el cuadro de mando de las retribuciones de Rajoy en A y en B, estas últimas según los papeles de Bárcenas.

Pero volvamos a Kitchen y a su comparecencia ante la Comisión de Investigación. De entrada, es la primera vez que se ve en esta tesitura ya que en las de financiación ilegal del PP y utilización partidista del Ministerio del Interior estuvo incompresiblemente ausente, aunque su larga sombra planeara en ambas.

En esta ocasión, ha anunciado que aunque con desgana, a diferencia de Cospedal, el si va a contestar a las preguntas que le formulen los comisionados. Es sin duda plenamente consciente que cualquier otra hipótesis que no sea la de contestar sería absurda ya que, por el momento, no está siendo investigado.  

Además, sabe que es el último que lo hará tras ser precedido por 40 comparecientes, entre los que se encuentran estrechos colaboradores suyos de todo tipo y condición, unos han ido como investigados y han acabado procesados y otros como testigos.

En resumen, han pasado por allí la cúpula política y policial del Ministerio del Interior entre 2011 y 2016, el Comisario Villarejo, Sergio Ríos, el conductor colocado para. espiar a Bárcenas, la Secretaria General del PP y su Tesorero Nacional con sus respectivos cónyuges y una selecta representación de genoveses que desde la guardería siempre han estado en zonas de riesgo haciendo papeles de oscuros mediadores entre procesados y el PP, como son los casos de Enrique López o Javier Iglesias.

Por otro lado, son varias las declaraciones, ya sea en sede judicial o parlamentaria que, directa o indirectamente admiten que una operación político-policial de esta envergadura es del todo improbable que se pueda ejecutar sin el conocimiento, visto bueno, autorización, connivencia, complicidad o colaboración del entonces Presidente del Gobierno y del Partido Popular.

El mejor que nadie era consciente que con lo que el sabía el Caso Gürtel podría acabar con su carrera política de más de 40 años, como así ha sido. El sabía mejor que nadie que la contabilidad B, como han señalado los jueces, las fiscales, la UDEF, la ONIF, etc. era una realidad que venía funcionando durante 30 años y que fue utilizada para financiar campañas electorales, pagar sobresueldos y reformar la sede nacional de la C/ Génova, incluido su propio despacho.  

Fue avisado e informado con todo lujo de detalles por los principales protagonistas, incluido el ex diputado Jorge Trías que, según el mismo ha relatado, se acercó al despacho de Rajoy para ponerle en situación y de paso transmitirle que se dejara en paz al juez Pedreira que estaba siendo el instructor en el TSJCM.

De todo esto y de otras muchas más preguntas deberá M. Rajoy responder. Veremos.



 Gabriel Rufián.



Yolanda Díaz yendo al Vaticano para

 visitar a un Papa que habla y reivindica

 Derechos Humanos en el mundo.



Pablo Casado yendo a una misa para

 honrar a un dictador fascista que

 violentó durante 40 años Derechos

 Humanos en España.

sábado, 11 de diciembre de 2021

 




Me ganaba la vida como trabajadora sexual. Luego empecé a cuestionarme mi género

A medida que me hago mayor, la idea de fingir ser otra persona que no soy para ganarme el pan me desagrada más y más.

Por 

Hayley Jade, Redactor invitado

08/12/2021

ElHuffPost


Nunca he encajado en una categoría. Antes me definía como bisexual, poliamorosa, discapacitada y trabajadora del sexo. Hace poco salí del armario también como persona no binaria, tras darme cuenta de que los sentimientos negativos que había tenido hacia mi cuerpo eran síntomas de disforia de género.

Durante la mayor parte de mi vida he sido una persona delgada, lo que encaja con el estilo andrógino que expresaba de forma inconsciente. Conforme me acercaba a los 30 años, empecé a ganar peso, y desde hace dos años mis nuevas curvas me han provocado una incomodidad increíble con mi cuerpo. Ya no sabía qué ponerme para disimular mis grandes pechos.

Cuando estaba sin ropa me parecían dos objetos extraños de los que tenía que deshacerme, no una parte que me gustara de mi cuerpo. En cambio, como trabajadora del sexo, me resultaba fácil utilizar mis pechos como parte de un uniforme que los hombres encontraban atractivo. Los cubría con lencería igual que las demás trabajadoras del sexo que veía.

Llevaba años utilizando mi feminidad como reclamo para mis clientes. Antes de eso, la había utilizado para atraer a mis parejas.

Me hice trabajadora del sexo porque era mi mejor baza con la discapacidad que tengo”

De niña y adolescente, era una marimacho que intentaba jugar al fútbol con los chicos, pero ellos se negaban a jugar conmigo. Cuando la sociedad me presionó para que me vistiera y me comportara “como una mujer”, lo hice. Cada vez que tenía una cita con un hombre o conocía a la madre de mi pareja, me ponía un vestido y hablaba en un tono más agudo.

Son estereotipos, por supuesto. No tienes que hacer nada para ser una mujer. Supongo que desde muy joven ya me sentía diferente y para sobrevivir me convencí de que no debía llamar la atención.

Sin embargo, no poder ser uno mismo pasa factura. Poco a poco, a lo largo de los años, he ido probando cosas que me hacían sentirme más yo. En todas mis relaciones, he tomado prestadas las camisetas de mis novios. Con mi último novio, empecé a tomar prestados también sus calzoncillos. Él me decía que le gustaba más cómo me quedaba la ropa interior de mujeres y que tal vez yo era trans o no binaria. Aunque acabó teniendo razón, es una experiencia que demuestra lo sexista que es nuestra sociedad cuando una mujer no puede ni siquiera llevar ropa interior cómoda sin que cuestionen su decisión.

Cuando me di cuenta de que era una persona no binaria, estábamos todos aislados en casa por la pandemia. Me tomé un descanso del trabajo sexual, mantenía una relación a distancia y estaba empezando a cuestionarme todo lo que había hecho en mi vida bajo una lente masculina.

¿Cómo quería expresar mi género ahora que estaba en la intimidad de mi habitación? Dejé de maquillarme y empecé a comprar ropa en la sección de hombres. Y entonces me enfadé por haber pasado toda la vida sin haber disfrutado de los bolsillos que tiene la ropa para hombres.

Veía a hombres como Machine Gun Kelly en YouTube y sentía envidia de género; deseaba poder verme y comportarme como él.

Cuando llegó el momento de vacunarme y de preparar mi vuelta al trabajo sexual, empecé a tener miedo. Ahora era una persona diferente. No podía volver a los vestidos, los tacones y la lencería.

Cuando me reuní con mi pareja, me costaba practicar sexo con él. No era porque ya no me sintiera atraída, era que ya no sabía practicar sexo fingiendo mi feminidad. No quería fingir feminidad para nadie, nunca más, aunque eso implicara dejar el trabajo sexual y caer en bancarrota.

Recientemente me he tomado un tiempo para explorar mi género. Me dejé el pelo corto e inmediatamente sentí que podía volver a respirar. Fui a una peluquería unisex y pedí específicamente un “corte de pelo para hombres”. Cuando fui al baño y me miré en el espejo, por fin entendí lo que era la euforia de género.

No quería fingir feminidad para nadie, nunca más, aunque eso implicara dejar el trabajo sexual y caer en bancarrota”

Ese mismo día me compré jerséis anchos para ocultar mis pechos y pantalones de chándal de hombre para ocultar mis caderas. Dejé de depilarme las piernas por primera vez desde que era niña y, para mi sorpresa, me encanta. Todos los días, cuando me visto y me paso las manos por el vello, suelto un suspiro de alivio porque por fin me estoy convirtiendo en la persona que ya sabía que era desde niña.

La autenticidad es lo más importante. A medida que me hago mayor, la idea de fingir ser otra persona que no soy para ganarme el pan me desagrada más y más. Sé que hay muchas personas trans y no binarias que no pueden salir del armario, así que es un privilegio poder ser como de verdad eres, sobre todo si no encajas en las clasificaciones binarias tradicionales.

A comienzos de este año, me daba pavor ponerme gorra por si los demás pensaban que estaba siendo muy masculina. Aunque suena irracional, ese es el miedo que tenía de ser como realmente soy. Ahora, estoy en pleno proceso de descubrimiento personal, experimentando con mi aspecto físico y buscando algún psicólogo especializado en identidad de género.

Aunque ya no hago ningún trabajo sexual, sigo utilizando mi cuenta de Twitter de entonces para explorar mi identidad. Incluso me he cambiado el nombre de perfil: Forrest.

De vez en cuando, cuando paso el rato en Twitter, me topo con trabajadores sexuales no binarios y trans cuya existencia antes ignoraba. Me hice trabajadora del sexo porque era mi mejor baza con la discapacidad que tengo. Me gustaba sentirme atractiva pese a mi discapacidad. Fue un alivio ver que si algún día decidía retomar el trabajo sexual, seguiría habiendo demanda.

Aunque no me interesa volver al trabajo sexual ahora mismo, tengo la esperanza de que, si en el futuro lo retomo, quizás ya sepa ser realmente yo y pueda disfrutar de nuevo de este trabajo.

Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.

 Nueva señal de Tráfico


Esculturas por el mundo

 

El Roto

 

Imágenes del mundo

 

 Carteles urbanos




 Foto: Luis Viadel

 Estampas callejeras