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sábado, 22 de junio de 2024

 Dr. Fernández Bueno: "Nadie muere de nicotinosis, pero del humo del tabaco sí"

Expertos internacionales debaten en el Global Forum on Nicotine sobre las alternativas al tabaco convencional y la reducción de daños

ElPlural

Marisu Moreno

22-6-24




A estas alturas nadie duda de que fumar mata. El tabaquismo provoca cada año 8 millones de muertes en todo el mundo (50.000 en España) y está directamente relacionado con varios tipos de cáncer, entre ellos el de pulmón, que es el que mayor número de víctimas mortales causa en todo el mundo. Además, provoca accidentes cardiovascularesenfisema pulmonar bronquitis crónica, entre otras enfermedades.  Sin embargo, hay un porcentaje importante de personas que son incapaces de dejar este hábito, a pesar del riesgo que supone para la salud.  




Dr. Fernando Fernández Bueno, cirujano oncológico del Hospital Gomez Ulla de Madrid y portavoz de la Plataforma para la Reducción del Daño por Tabaquismo, en el 11º Global Forum on Nicotine, celebrado en Varsovia (Polonia). (Foto: ElPlural)


¿Qué hacemos con estas personas? No todo el mundo tolera los parches de nicotina, o la citisina, que es un fármaco que funciona muy bien para combatir la adicción. No se puede utilizar, por ejemplo, con mujeres embarazadas y hay pacientes psiquiátricos o con comorbilidades a los que no puedes prescribir farmacología”, nos explica el Dr. Fernando Fernández Bueno, cirujano oncológico del Hospital Gómez Ulla de Madrid. Es uno de los expertos que ha participado en el 11º Global Forum on Nicotine, que ha congregado en Varsovia (Polonia) a especialistas de todo el mundo para debatir sobre las alternativas al tabaco y la reducción de daños.

La nicotina no es la causa de la muerte de los pacientes, es el humo del tabaco, que tiene infinidad de sustancias tóxicas
 

Para Fernández Bueno lo primero es dejar de fumar, pero si no se consigue, los especialistas deben plantear a sus pacientes otras opciones para minimizar el daño. “La nicotina no es la causa de la muerte de los pacientes, es el humo del tabaco, que tiene infinidad de sustancias tóxicas. Nadie muere por nicotinosis”, argumenta. “Lo más seguro siempre es no fumar, en segundo lugar, están las terapias de reemplazo de nicotina, en tercer lugar, los snus y los parches de nicotina, y a continuación el cigarrillo electrónico y el tabaco calentado”, resume.

Nos confiesa su desconcierto ante otros especialistas y la propia administración que se niegan a aceptar estas alternativas, sin fijarse en los informes científicos que las avalan. “No soy fumador y no tengo ningún interés”, insiste al tiempo que apunta a los cigarrillos electrónicos, el tabaco calentado y las bolsas de nicotina como una terapia. “El fin es utilizarlo como una herramienta para combatir la adicción de los fumadores, no como algo lúdico”

Preocupación por la equiparación de las alternativas al tabaco con los cigarrillos convencionales

Los participantes en el Forum expresaron su preocupación por el Plan de Lucha contra el Cáncer que está estudiando la Unión Europea y que mete en el mismo saco a los cigarrillos convencionales, vapers y tabaco calentado.  Con estas medidas, la Comisión Europea pretende reducir el consumo del tabaco por debajo del 5% en 2040. “Las duras restricciones a los nuevos productos de nicotina podrían obligar a millones de personas a volver al hábito de fumar”, alertaron.

Los vapers y las bolsitas de nicotina deben ser asequibles y accesibles. La experiencia de otros países es que estos productos pueden reducir drásticamente las tasas de fumadores y el riesgo de cáncer”, señaló el Dr. Colin Mendelsohn, presidente fundador de la Asociación Australiana para la reducción del Daño del Tabaquismo.

Frente a las restricciones, los participantes en la mesa sobre regulación, pusieron como ejemplo a seguir países como Nueva ZelandaJapón y, sobre todo, Suecia. Todos ellos han abogado por alternativas al tabaco convencional y han conseguido reducir significativamente la tasa de fumadores.

El caso sueco es especialmente significativo porque está a punto de convertirse en el primer país libre de humo según los criterios de la OMS, que cifra la tasa de fumadores por debajo del 5%. En este momento, está en el 5,6%.

Allí se permite el snus y, tras 50 años de uso en condiciones digamos más modernas, junto a las nuevas bolsas de nicotina, hay ya datos sobre su incidencia. Suecia es el país con menos cáncer de Europa, de todos los tipos de cáncer. Entonces, si está demostrado que la nicotina no es cancerígena, y esto no lo digo yo, lo dice la OMS, la FDA [Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos] y la EMA [Agencia Europea de Medicamentos], ¿por qué se prohíbe en Europa?”, se pregunta con estupor el Dr. Fernández Bueno. 

La FDA, después de un exhaustivo estudio sobre las alternativas al tabaco convencional, concluyó que estos productos pueden tener un efecto positivo sobre la salud pública. Aunque insiste en que ningún producto del tabaco es inocuo, sí considera que alternativas como el tabaco calentado reducen el riesgo. El 7 de julio de 2020, autorizaron la comercialización del dispositivo de tabaco calentado de Philip Morris argumentando de forma expresa que “los estudios científicos han demostrado que cambiar totalmente de cigarrillos convencionales a este producto reduce significativamente la exposición física a sustancias químicas dañinas o potencialmente dañinas”.

Fernández Bueno también criticó el Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo (PIT) del Gobierno de Pedro Sánchez por no tener en cuenta la experiencia sueca y las políticas del gobierno británico contra el tabaquismo, que incluyen los cigarrillos electrónicos como herramienta de reducción del daño para las personas que no han podido dejar de fumar.


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