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jueves, 3 de abril de 2025

Cuando el torero se ensaña con el toro, lo martiriza y acaba matándolo, le conceden las dos orejas y el rabo del animal acabando dando la vuelta al ruedo. Si por el contrario el toro demuestra una gran entereza y  sobrevive a esa tortura que acaba en muerte, lo indultan y lo devuelven a los corrales. Sería mucho más justo que le concediesen las dos rejas y... el rabo del torero.
 


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