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martes, 6 de abril de 2021

 


 
Fotos: Luis Viadel

 

'El Confidencial' desvela los nombres de los empresarios que prestaron dinero a Juan Carlos I para regularizar con Hacienda

Incluye una terna negra con los amigos que se negaron a ayudarle

lunes, 5 de abril de 2021

 

Foto: Luis Viadel

Libro recomendado


 


 


 Guerra total en el Vaticano: los escándalos financieros salpican a la Secretaría de Estado

4 de abril de 2021 

La Justicia vaticana se desangra. En mitad de la lucha de poder en el interior del Vaticano (renovadores contra conservadores, 'Bergoglianos' vs vieja guardia), y cuando las reformas en la Curia están a punto de ver la luz, antiguos escándalos vuelven a salpicar las depauperadas cuentas vaticanas. Y a cuestionar los procesos de investigación de los tribunales de la Santa Sede.

El último ejemplo lo hemos visto esta misma semana, dentro del 'escándalo Becciu', el todopoderoso cardenal italiano, responsable de la 'fábrica de santos' vaticana y que el pasado 24 de septiembre fue defenestrado por Francisco –sigue siendo purpurado, pero ha perdido sus derechos como cardenal. De hecho, no podría intervenir en un hipotético cónclave– por supuestos manejos financieros que podrían haber beneficiado a empresas de su familia, por la creación de una red diplomática paralela a la de la Secretaría de Estado y, especialmente, por el uso del dinero procedente del Óbolo de San Pedro –los fondos del Papa para ayudar a los pobres del mundo– para la compra-venta de palacios de lujo en Londres, Roma, París y otras capitales europeas.

¿Y qué ha ocurrido? Que la justicia británica, concernida con los negocios presuntamente fraudulentos en la capital del Reino Unido, ha dado un soberano rapapolvo a la instrucción de los tribunales vaticanos. Así, en un inédito fallo, el juez Tony Baumgartner del Tribunal de la Corona en Southwark, revocó la decisión de otro juez de confiscar las cuentas bancarias británicas del corredor bursátil Gianluigi Torzi, acusado por el Vaticano por corrupción.

La Santa Sede había solicitado la confiscación de los bienes de Torzi y otros sospechosos, acusados de perder 350 millones de euros, procedentes del Óbolo de San Pedro, en el edificio del barrio de Chelsea.

Lejos de aceptar la propuesta vaticana, el magistrado ha criticado con dureza la actuación de los fiscales de la Santa Sede, a quienes ha acusado de hacer “tergiversaciones espantosas” acerca de la inversión de la Santa Sede en el palacio de Sloane Avenue, financiado con dinero de los pobres, y deniega la petición de fianza contra Torzi, en libertad desde junio tras abonar casi tres millones de euros.

Parolin lo aprobaba todo

La justicia británica va mucho más allá, y lejos de quedarse en la denegación de las medidas solicitadas por el Vaticano, acusa al mismísimo secretario de Estado, Pietro Parolin, y a su mano derecha, Edgar Peña Parra, de estar detrás de cada operación de compraventa de edificios de lujo en Londres y otras capitales europeas.

La conclusión a la que han llegado los magistrados británicos es que todas las operaciones formales contaron con la aprobación del cardenal  Parolin y Peña Parra, a quienes los sectores conservadores acusan de estar detrás de la defenestración del cardenal Becciu. 

De hecho, la propiedad adquirida con el dinero del Óbolo acabó, como es sabido, en el centro de una cadena de transacciones, hasta el punto de hacer estallar una guerra interna entre el Banco Vaticano y la Secretaría de Estado por el control de la propiedad y de los fondos confidenciales que manejaba la Secretaría de Estado, y que destapó el 'escándalo Becciu', con su salida del dicasterio de Causas de los Santos y del Colegio cardenalicio.

“No considero que haya motivos razonables para creer que el señor Torzi se haya beneficiado de una conducta criminal”, escribió en su fallo Baumgartner, quien señaló que “falta de divulgación y tergiversaciones del Vaticano son tan atroces que la sanción final” de revertir la incautación de activos del corredor de bolsa era apropiada. Así que Torzi vuelve a tener sus tres millones de euros, y la Santa Sede un problema.

No ha sido el único rapapolvo a los tribunales vaticanos. En enero, un tribunal de Milán denegó la extradición de Cecilia Marogna, la empresaria que colaboró con Becciu en la creación de un entramado diplomático paralelo al de la Secretaría de Estado, en una muestra más de la guerra total entre facciones en la Curia vaticana.

El Papa reza con Becciu

Un espectáculo que este Jueves Santo vivió un nuevo capítulo, todavía sin explicar, y que protagonizó el mismísimo papa Francisco. Seis meses después de su cese, Bergoglio renunció a presidir los Oficios del Jueves Santo en la basílica de San Pedro. Pocas horas después, el entorno de Becciu filtró que Francisco había acudido al apartamento del purpurado para celebrar con él la misa.

Una visita que muchos han interpretado como una 'rehabilitación' del cardenal italiano, y que otros ven como un 'gesto' de Bergoglio, inserto dentro de la dinámica con la que está orientando este pontificado, y que descoloca a unos y a otros.

Y es que, apuntan fuentes bien informadas, Francisco siempre acudía en Jueves Santo a visitar a presos, a lavarles los pies y a mostrar su cercanía. Esta, y no otra, podría ser la explicación de la visita al 'preso' Becciu. Que, seis meses después, aún espera si la Justicia vaticana abre definitivamente, o no, el proceso contra él. Por detrás, los sectores más conservadores siguen manejando los engranajes de la Curia a su antojo. Al menos, hasta que, por fin, termine de aprobarse la reforma del aparato. ¿Después de Semana Santa?



domingo, 4 de abril de 2021

 


 

 INTERNACIONAL

03/04/2021 

Una pareja arruina un cuadro valorado en 400.000 euros porque creían que era arte colaborativo

Liarla parda nivel...

 LIFE

Este es el problema más habitual que tratan los terapeutas sexuales

Para algunas personas no supone ningún problema. Para otras, es un motivo de ruptura.

Cuando una relación empieza, todo es emoción y placer. Quizás practiquéis sexo todos los días o incluso varias veces al día. Pero, a medida que pasa el tiempo, las cosas cambian. Quizás practiquéis sexo cada varias semanas o tal vez paséis meses de sequía.

Llegado ese momento, puede que uno de los dos saque el tema del sexo (porque todavía tiene ganas de hacerlo varias veces por semana) y a su pareja, simplemente, no le apetezca.

Muchas personas tienen un deseo sexual muy diferente al de su pareja. De hecho, es el problema con el que más se topan los terapeutas sexuales, según la doctora Pepper Schwartz.

El hecho de que un miembro de la pareja quiera mucho más sexo que otro es “extremadamente común”, según la psicoterapeuta sexual Miranda Christophers.

Un estudio británico realizado por Natsal descubrió que una cuarta parte de las relaciones sufren este problema, que se sepa, aunque se sospecha que afecta a la mitad de las relaciones. No se trata solo de un problema que sufran las parejas heterosexuales. Una encuesta realizada por Gay Star News con 1500 homosexuales descubrió que el 53% de ellos tenían más deseo sexual que sus parejas, mientras que solo el 22% decían tener una libido similar.

“Cuando es la mujer la que necesita más sexo, sufre más estrés”

El deseo sexual puede aumentar o disminuir según cómo se encuentre esa persona, cómo se encuentre con su pareja o cómo haya evolucionado con el tiempo, explica Christophers. De hecho, hay muchos factores que afectan al deseo sexual, incluidos problemas físicos como el dolor en el sexo, problemas con la erección, estrés y cansancio. La depresión, la menopausia, el embarazo, el parto, los problemas de salud, los medicamentos, el alcohol y las drogas son otros factores que afectan.

Para algunas personas, no supone ningún problema que su pareja quiera más o menos sexo. Para otras, es un motivo de ruptura.

Existe una creencia muy extendida de que los hombres tienen un mayor deseo sexual que las mujeres, pero Christophers observa que, cuando es la mujer la que necesita más sexo, sufre más estrés.


“Es verdad que para algunas personas es un problema importante”, admite Christophers, cuyos estudios al respecto muestran que la insatisfacción sexual puede dañar la relación y afectar al autoestima y a la identidad de las personas.

Cuando el nivel de deseo sexual en la pareja no coincide, es conveniente abordarlo antes de que se convierta en un problema, ya sea una ruptura o una infidelidad.

Pero el deseo sexual no es un interruptor que puedas encender o apagar a placer. Es clave mantener una comunicación sincera y continua, señala Christophers, aunque es verdad que es más fácil decirlo que hacerlo.

Para entender por qué no tenéis el mismo deseo sexual, es fundamental hablar de ello. Hablad sobre lo que os motiva y lo que no, y sed sinceros sobre el deseo que tenéis en ese momento concreto.

Al hablar sobre vuestras discrepancias y comprender de dónde surgen, estáis en disposición de abordar el problema y mitigar sus posibles consecuencias, comenta Christophers. Al hablarlo, también os daréis la oportunidad de descubrir si hay alguna solución o forma de encontrar un nivel de intimidad en el que os encontréis cómodos; es decir, un punto medio en el que ambos os sintáis bien.

Hay que recordar que el sexo no solo implica penetración; también incluye masturbación, besos, caricias, sexo oral, juguetes...

En un estudio realizado a 179 mujeres en relaciones largas, les preguntaron qué hacían para recuperar el deseo sexual. Sus respuestas fueron muy variadas: practicar sexo igualmente, utilizar juguetes, tener más contacto físico con su pareja o planificar el sexo.

“Cuando una persona monógama empieza a pensar en satisfacer sus deseos sexuales fuera de la relación es el momento de buscar la ayuda de un terapeuta sexual”

- MIRANDA CHRISTOPHERS, PSICOTERAPEUTA SEXUAL.

La terapeuta sexual Jamila Dawson insta a sus clientes a recordar experiencias pasadas que ambos miembros de la pareja hayan disfrutado. ¿Qué situaciones te hicieron sentir bien? ¿Qué estábais haciendo para que os gustara tanto? “Hay que centrarse en lo que ya ha funcionado antes e intentar trasladarlo a la situación actual”, explica en SexualBeing.org. “Haced que vuestras experiencias positivas jueguen a vuestro favor”.

Aumentar la intimidad en vuestro día a día también es muy recomendable: acurrucaos en el sofá, abrazaos, recordad buenos momentos, daos la mano y hablad de forma abierta sobre vuestro día a día.

Pero recordad: “no practicar sexo no es el fin del mundo”, insiste la educadora sexual Ruby Rare.

Rare, que se identifica como persona queer no monógama, recomienda reajustar las expectativas en torno al sexo. “En mis relaciones atravieso diferentes etapas, y a veces me apetece sexo y a mi pareja también, y otras veces, no nos apetece tanto, por los motivos que sean”, explica.

Cuando una persona atraviesa una sequía indeseada con su pareja, Rare recuerda lo importante que es comunicarlo con amabilidad. “Una cosa es no estar en la misma línea sexual y que eso no te guste, y otra cosa es que eso se transforme en resentimiento, un problema mucho más difícil de superar”.

“Si piensas en tu situación y tus sentimientos con compasión y amabilidad y eres capaz de trasladar esa misma amabilidad a la situación y los sentimientos de la otra persona, será un muy buen punto de partida”.

Y, si el problema persiste después de haberlo hablado, lo mejor es recurrir a un profesional.

“El momento en el que una persona monógama empieza a pensar en satisfacer sus deseos sexuales fuera de la relación es el momento de buscar la ayuda de un terapeuta sexual o de parejas”, concluye Christophers.

Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Reino Unido y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.