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lunes, 26 de septiembre de 2016

Nuevo éxito de la Policía.


¿De qué se alimentan las gaviotas?


Foto selección

Foto: Luis Viadel

El prostituto que cuenta lo que desean las mujeres.

El hombre que cobra 5.400 euros por acostarse con mujeres cuenta lo que desean
Las razones que llevan a las mujeres a recurrir al sexo de pago son muy similares a las de los hombres, tal y como explican testimonios como el de Ryan James
El Confidencial

06.09.2016 
Pese a que los colectivos contra la criminalización de la prostitución cuentan con cierta relevancia mediática en todo el mundo, tratando de visibilizar a los trabajadores del sexo que ejercen la profesión libremente, la prostitución masculina sigue siendo un tema oculto.
Un informe realizado en 2015, llamado 'Radiografía de la prostitución en España', reflejó un estudio en el que los clientes explicaban por qué acudían a la prostitución femenina. Explorar su sexualidad o disfrutar del sexo con gente diferente fueron algunas de las razones más repetidas, pero ¿por qué se recurre a la prostitución masculina?
Constituye un colectivo mucho más invisibilizado, probablemente porque la huella de la explotación sexual no es tan agresiva como en la prostitución femenina, donde se suele poner el foco. La ONU calcula que unas 140.000 mujeres son secuestradas por redes de explotación sexual cada año en Europa y los datos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad muestran que solo en España la trata de personas mueve 3.000 millones de euros al año.


Tengo clientas recién divorciadas o casadas, mujeres vírgenes y parejas que desean hacer un trío
Lejos de esa polémica se encuentra la prostitución masculina, que ha visto exponencialmente aumentada su demanda desde que empezó la crisis.
Ryan James, uno de estos acompañantes, lo tiene claro. Él trabaja en Sydney, donde ofrece diversos servicios que cuestan entre  400$ (359€) y 6.000$ (5.380€), y que incluyen desde una hora de hotel hasta fines de semana enteros.
Esa es una de las grandes diferencias entre la masculina y la femenina: cuando la prostitución es heterosexual, según los expertos, las clientas femeninas se mueven mayoritariamente dentro del sector del lujo; un factor que -entre otros más cercanos a las relaciones de género- aleja el fantasma de la explotación. En el 'alto standing', la prostitución suele ejercerse por voluntad propia tanto en el caso de hombres como de mujeres.

¿Qué buscan las mujeres?



James ha explicado en ‘Daily Mail’ lo que él considera que realmente buscan las mujeres cuando recurren al sexo de pago: “Tengo clientas recién divorciadas o casadas, pero que no han tenido sexo en mucho tiempo, también he tenido mujeres vírgenes y parejas que desean hacer un trío”.
Sus servicios son reclamados por mujeres de todas las edades, y algunas buscan cosas sorprendentes. “Muchas de mis clientas podrían ir a un bar perfectamente y ligar. Si fueran allí y pidieran un masaje en la espalda, decenas de chicos dirían que sí; pero cuando se quiere una experiencia sexual concreta, eso es más difícil conseguirlo en un local cualquiera”, afirma Ryan, para quien uno de los factores más importantes es saber darle a cada clienta lo que quiere.
Uno de los servicios que ofrece es lo que él llama “la experiencia 50 sombras de Grey”, una sesión de bondage suave que causa sensación entre sus clientas, a menudo con el deseo de probar cosas diferentes.
La mayoría de las personas suelen buscar en la intimidad erótica a alguien que más allá del sexo comprenda sus frustraciones
Algunas de esas mujeres tienen o pueden tener una vida sexual bastante completa sin recurrir al sexo de pago, pero por una serie de circunstancias están descontentas con la frecuencia o con las prácticas sexuales que llevan a cabo en su día a día, y prefieren recurrir a la discrección de un desconocido.


No solo sexo

“La mayoría no quieren solo sexo, sino también compañía”. Ese no es un requisito únicamente de las mujeres. La búsqueda de algo de calor humano, aunque sea necesario pagar por él es más común de lo que pensamos cuando la gente acude a servicios eróticos, como ya ha publicado ‘El Confidencial. Son personas que suelen buscar en la intimidad erótica a alguien que además comprenda sus frustraciones y no le juzgue por aquello de lo que se avergüenza.
Así lo explicaba en ‘Business Insider’ una teleoperadora erótica que se hace llamar Isabel, que cuenta que tiene clientes y clientas habituales con los que se llega a estrechar lazos.
Aún existe un estigma importante en el caso de las mujeres que pagan por tener relaciones íntimas. Todavía hay quien se muestra avergonzada por recurrir al sexo de pago, incluso en su actitud con el propio prostituto, pero también hay algunas mujeres que lo llevan con total naturalidad, tal y como explican los propios trabajadores.


Pese a los clichés en torno a que ellos tienen más necesidades sexuales o a que las mujeres solo quieren hablar y compañía, los testimonios de los profesionales eróticos coinciden en que esas fronteras no están más que en el imaginario colectivo, y que las razones y necesidades de ambos géneros son bastante similares, a menudo regidas por la incapacidad de integrar socialmente sus gustos sexuales, ya sea por vergüenza o miedo a la no aceptación, o un cóctel de soledad y falta de sexo o intimidad en los entornos habituales.

Extraña pregunta


Esperancita en su charca rodeada de ranas que le cantan ¡cumpleaños feliz!


Mariano Rajoy y Bankia


Los Papas y el Sexo

“Los Papas y el Sexo”, de Eric Frattini
El sexo en la Iglesia siempre nos ha atraído de forma especial, pero pocos libros nos cuentan con sumo detalle todo lo que deseamos saber de ello como lo ha logrado Eric Frattini con su ensayo “Los Papas y el Sexo”.
13 FEB 10
¿Existe alguien que no se interese por la historia de la Iglesia? Pues sí, ha de haber muchos que pasáis de ello pero ¿a cuántos de vosotros os resulta muy atractivo conocer conspiraciones, “mitos” o vicios de los Papas? Uno de los grandes temas que más nos atrapa es el sexo en el Vaticano y hacia ese mundillo nos transporta Eric Frattini con su nueva novela “Los Papas y el Sexo“.


Si el título del libro ya media como llamador para nosotros, lectores, el contenido del mismo no nos dejará con el típico pensamiento de “otra novela más…”. Por el contrario, con gran calidad literaria pero sobre todo, con una impresionante documentación histórica, Frattini nos hará un repaso de todos los Sumos Pontífices, desde Pedro hasta Benedicto XVI, y su relación con el sexo.
Todos sabemos que la gran mayoría tenía hijos, no hace falta ser un experto para darnos cuenta de este dato pues muchos estaban relacionados entre sí “quedando todo en familia” en muchas ocasiones sean hijos o “sobrinos” (muchos de ellos hijos que no “podían” reconocer). Familias como BorgiaMédicis o della Rovere sólo en el Renacimiento, nos dan una clara idea de ello.


¿Pero todos los demás Papas? De los primeros, como de los últimos no se habla demasiado y muchos suelen pasar desapercibidos para todos nosotros, pues la literatura se ha encargado de mostrar a los más interesantes, o los más influyentes en su tiempo, demonizando algunos como los Borgia (con algo de injusticia si se quiere), o adorando a otros según la subjetividad de cada autor.
En este caso, Eric Frattini más que una novela ha escrito un ensayo de la forma más objetiva posible. Cada una de sus palabras no se basan en “rumores” o “leyendas“, sino que ha buscado fuentes que aseguraran todo lo que expresa. Así tras cada comentario sobre un Papa, o nos menciona la fuente o bien la encontramos en cada pie de página.

 
Los Papas y el Sexo” si bien ha sido publicado el 5 de febrero de este año, ya hay decenas de controversias, críticas y loas del mismo, algo que era evidente sucedería y Frattini lo esperaba. Ha tocado con el sexo uno de los puntos débiles de la Iglesia Católica. “Haz lo que yo digo más no lo que yo hago” podría ser su frase de cabecera sobre todo desde sus inicios hasta el Renacimiento.
Un ensayo histórico es la definición correcta sobre “Los Papas y el Sexo“, planteado de forma que nos resultará imposible aburrirnos pese a su alto contenido histórico. Claro que ayuda a su favor cuenta con tratar un tema demasiado interesante, más en esta época contemporánea.

Eric Frattini ha dejado para vuestra lectura en su sitio web el primer capítulo de “Los Papas y el Sexo“, el cual puedes leer desde aquí.



Los Papas y el sexo.
 Barcelona, Espasa Calpe, 2010.  317 páginas.
Una investigación sacude lo que desde hace siglos se juzgó como inconcebible en la Iglesia: el sexo, puro y duro visto a través de los ojos de los 261 sumos pontífices que ocuparon la Silla de Pedro, desde el mismísimo Pedro al actual Benedicto XVI.
Patricia Rodón
"En el Vaticano lo divino y lo humano libran una batalla permanente y lo que no es sagrado, es secreto", dice el periodista e historiador Eric Frattini quien a través de su ensayo Los Papas y el sexo nos introduce en las oscuras estancias papales donde sus huéspedes escribieron historias de conspiraciones, vicios y sexo.
"Hubo papas casados y adúlteros; violadores y homosexuales; fetichistas y pederastas; travestis y voyeuristas; masoquistas y sadomasoquistas; hijos de curas, padres de papas e hijos de papas", afirma en su libro profusamente documentado.

En esta nota te ofrecemos algunas historias de los primeros papas, en cuyas biografías abundan los matrimonios, las fiestas de amor y las espúreas prebendas de todo tipo para los miembros de la Iglesia que desnuda la investigación Los Papas y el sexo, publicada por Espasa Calpe.

A través de sus páginas conocemos la trastienda de la disposición que obligaba a las mujeres a usar el velo durante las ceremonias litúrgicas, de la práctica de la castración para mantener el celibato y con el fin de no caer en la tentación y de la costumbre de salvar el alma cambio de oro; la sorpresa ante la condena de la zoofilia en el Concilio de Ankara en 314 que no era pecado hasta entonces; los detalles de las llamadas fiestas del amor
en los templos, las causas de por qué hasta el siglo III solo se exigía castidad a los monjes pero no a los sacerdotes y cómo recién la prohibición de casarse se extendió al todo el clero a partir del siglo XI.


Te contamos cómo fue el uso de anticonceptivos, llamados venenos de esterilidad y sustancias del diablo, las claves de los decretos que obligaban a las mujeres a mantener intacta su virginidad durante sesenta años para poder convertirse en monjas y del permiso que tenían los obispos para casarse con la condición de que tratasen a sus esposas como hermanas, quién fue el primer papa en ir solo al baño ya que los sumos pontífices hacían sus necesidades acompañados por el llamado caballero de baño, cuya labor era limpiar la parte trasera papal y deshacerse de los sagrados desechos y cómo decenas de papas fueron canonizados por el solo milagro de haber protagonizado todo tipo de excesos. 

Pedro: su esposa, su suegra y su hija

Para la Iglesia católica, los papas son los sucesores de aquel a quien Jesús consideró el primero de sus apóstoles. Según el Evangelio de Mateo, fue Jesús quien le dijo a Pedro: Sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Yo te daré las llaves del reino de los cielos y cuanto desatares en la tierra será desatado en los cielos. Pedro sería elegido como el primer guía de la Iglesia y, por tanto, el primer papa de la historia. 

Los evangelios de Marcos, Mateo y Lucas mencionan que Pedro estaba casado cuando conoció a Jesús y que habitaba en Galilea con su esposa y su suegra. Por esto mismo, Frattini afirma que fue el primer papa que practicó sexo, al menos con su esposa. En los evangelios de Lucas y Mateo, Pedro afirma:
Hemos dejado todo, nuestros hogares incluso, para seguirte. Pedro abandonó su casa, pero no a su esposa. Es posible que Pedro fuese también acompañado de sus hijos. El cuerpo de santa Petronila, sepultado en Roma, es venerado como el de la hija de San Pedro.

Relaciones peligrosas: papas permisivos, corruptos y mártires

Pedro nombró a Lino como su sucesor; estaba casado y tenía dos hijas. A él se debe la disposición que obligaba a las mujeres a usar el velo durante las ceremonias litúrgicas. Poco más se sabe de este papa, apunta Frattini.

El siguiente papa fue Anacleto que también estaba casado y moriría mártir durante el reinado de Domiciano, pues criticaba abiertamente los excesos de este emperador, un libertino amante de las fiestas sexuales a las que él mismo definía como luchas de cama. 

Clemente fue el cuarto obispo de Roma y durante su época era una práctica habitual que muchos jóvenes cristianos se castraran para mantener el celibato y con el fin de no caer en la tentación, práctica que luego fue prohibida.

Del siguiente papa, Higinio, se sabe que era griego, que había viajado a Roma junto a su esposa y sus hijos para ejercer de profesor de filosofía. Fue elegido Papa y gobernó hasta el año 142. Los siguientes pontífices se preocuparon más de afirmar y extender la nueva fe que de la salud sexual de sus fieles y del clero, destaca el investigador.

Sobre el papa Sotero existen dos versiones, según Frattini. La primera, que era un pontífice enemigo del sexo, y la segunda, que era muy aficionado a las concubinas y
que cuando fue elegido se negó a repudiar a Priscilla y Maximilla, dos bellas jóvenes romanas que convivían con él y a las que Sotero otorgó el título de discípulas, asegura el historiador.

El papa Víctor I siguió las aficiones y tendencias de Sotero. Fue el primer pontífice en mantener vínculos con la casa imperial durante el reinado del corrupto emperador Commodo. La relación entre Víctor y Commodo se realizaba a través de Marcia, la amante del emperador. Se dice que la favorita vestía túnicas transparentes que dejaban ver sus formas y con frecuencia mantenía encuentros privados con el papa Víctor.


Calixto I tuvo que enfrentarse durante su pontificado con el antipapa Hipólito que había llegado desde Oriente. Una de las mayores críticas era la de ser demasiado permisivo en lo que a sexo se refiere. Pero Calixto era muy hábil para atraer al cristianismo a nuevos seguidores.
Indultaba a religiosos acusados de delitos, ordenaba sacerdotes a hombres que habían estado casados, incluso en varias ocasiones; permitía que los religiosos pudieran contraer matrimonio y permitió, incluso, que algunos altos cargos de la curia permaneciesen en sus puestos tras comprobarse que durante la celebración de liturgias habían practicado sexo con algunas de las fieles, relata Frattini.

Cuando el adulterio se castigaba en Roma con la muerte, él se dedicaba a extender documentos de perdón absolviendo a aquellos culpables de adulterio y fornicación a cambio de una severa penitencia y permitía a las mujeres libres casarse con esclavos, algo prohibido en la ley romana. Esta medida atrajo al cristianismo a muchas mujeres con alto rango en el Senado. 

Tras el asesinato del emperador Heliogábalo, el pueblo se volvió contra la comunidad cristiana y contra el papa Calixto, a quien acusaba de haber sido un aliado silencioso del corrupto emperador. Calixto apresado junto con dos sacerdotes, serían ejecutados, arrojados por una ventana, apaleados y posteriormente, arrastrados. Su cuerpo sería apedreado antes de ser abandonado en las calles, relata el investigador.

A Calixto I le sucedería Urbano I, asesinado en 230, al igual que Ponciano en 237 por orden del emperador, tras someter a toda su administración a una purga de cristianos. Luego Fabián asumiría como nuevo papa, bajo el reinado de Filipo el Árabe, considerado el primer emperador cristiano. Fabián criticó la falta de caridad de la comunidad cristiana, la soberbia y afán de riquezas del emperador y la licenciosa vida sexual de la comunidad, prohibía el matrimonio de cristianos con paganos, acusándolos de prostituir sus cuerpos cristianos. Esto le llevó a un enfrentamiento abierto con el emperador. Persecuciones, tortura, confiscación de bienes, penas severas de prisión y muerte para los cristianos fueron las consecuencias. Fabián fue ejecutado en 250.

Salvar el alma llenando el bolsillo

El papa Silvestre, a cambio de perdonar los excesos sexuales del emperador Constantino, consiguió oro, plata, joyas y propiedades para la Iglesia.
Este papa intentó poner freno a los sacerdotes concubinarios prohibiéndoles, mediante decreto, el segundo matrimonio a los religiosos. Pero para salvar el alma, los sacerdotes que estaban ya casados en segundas nupcias o cohabitando con una concubina, podían alcanzar el perdón a cambio de un escudo de oro que debían entregar al mismísimo papa, detalla Frattini.

Silvestre también condenó la zoofilia en el Concilio de Ankara (314), algo que no era pecado hasta entonces y que era muy practicado en los lejanos rincones del Imperio.

Constantino abandonó Roma y trasladó su capital y su administración a Bizancio, que sería rebautizada con el nombre de Constantinopla. Aquello supuso un duro golpe para el poder de la Iglesia de Roma ante otras sedes. Tras su muerte en el 337, el poder del Imperio comenzó a ser motivo de disputa. 



Las fiestas del amor

Después de una batalla por toda Roma y 137 muertos Dámaso fue coronado nuevo sucesor de Pedro. El nuevo pontífice afirmaba que un obispo debía anteponer su paternidad espiritual a su paternidad carnal.

Pero Dámaso concebía esta paternidad espiritual de una manera muy especial: se valía de su simpatía para obtener sustanciosos donativos y noches de pasión y entrega carnal. Organizaba banquetes para agasajar a sus invitados y se dejaba querer por la esposa de algún noble cuyo marido deseaba ascender en el círculo eclesiástico; estaba rodeado de una corte de jóvenes sacerdotes, monjas, vírgenes profesionales y viudas; dependía del alcohol y de las plantas alucinógenas y participaba en fiestas del amor en el interior de las iglesias y templos cristianos. Muchos sacerdotes cercanos al sumo pontífice aceptaban no casarse pero se rodeaban de bellas esclavas y pasaban la mayor parte de su vida eclesiástica rodeados de mujeres.

En el año 378 se acusó al papa Dámaso de mantener sexo con menores de catorce años, de haber cometido actos de bestialismo con cabras y de haber cometido adulterio.
El papa Dámaso no solo fue exonerado por el emperador y perdonado por los obispos, sino que incluso llegó a ser canonizado, en parte por el hecho de haber convertido al cristianismo al emperador Teodosio I, quien adoptó esta religión como la oficial del Imperio. Antes de morir, en el 384, Dámaso tuvo tiempo de redactar un tratado sobre la virginidad. Estaba claro que la Iglesia en el camino de la santidad, podía pasar por alto el adulterio, incluso si este era llevado a cabo con una menor, si se conseguía convertir a un pagano y mucho más, si este pagano era todo un emperador, ironiza Frattini en su libro.

Sacerdocio sí, casamiento también

Su sucesor fue Silicio. El nuevo papa criticaba a sus antecesores por su liberalismo en cuestiones de sexo. La primera medida que adoptó fue obligar a los sacerdotes a abandonar las camas de Roma y se indignó cuando supo que los religiosos españoles continuaban gozando de sus esposas. En esta época y hasta el siglo III solo se exigía castidad a los monjes, pero no a los sacerdotes, quienes podían estar casados legalmente. La prohibición de casarse se extendió al clero no monacal a partir del siglo XI.

Otro defensor de la moralidad sexual de la época fue san Agustín, quien dio comienzo las largas polémicas de la Iglesia contra los anticonceptivos, a los que él denominaba venenos de esterilidad. Durante los oficios dominicales, san Agustín no se cansaba de repetir a las nobles que quien usase estas sustancias del diablo, se convertía en una ramera de sus maridos. Este buen santo, amigo de la moralidad, sabía de todo esto por experiencia propia, ya que cuando era joven había visitado a prostitutas; con dieciocho era ya padre de un hijo y durante once años convivió con una mujer sin estar casado y tuvo una amante mientras esperaba que la elegida para ser su esposa tuviera edad suficiente para contraer matrimonio, reseña Frattini. 

El siguiente papa sería Anastasio que, rodeado de lujos y de esclavas, tuvo un hijo con una noble romana y que con los años llegaría a ocupar la silla de Pedro. Este sería Inocencio I, que fue preparado a conciencia para convertirse en su sucesor en el año 401. 

Los bárbaros de Alarico entraron a sangre y fuego en Roma en 410 y se dedicaron durante días al pillaje y a la violación de mujeres y monjas. Muchas de ellas fueron trasladadas a burdeles para saciar a las tropas bárbaras.
Mientras esto sucedía, el buen papa, protector de los cristianos, decidió buscar refugio en Rávena junto a la corrupta corte del emperador Honorio. Allí, Honorio e Inocencio, se dedicaron a pasar sus días acompañados de jovencitas hasta que el orden fuese restaurado en Roma 24. Inocencio I fallecería el 12 de marzo de 417, siendo canonizado años después al igual que su padre, Anastasio, ironiza el investigador.


Mirar pero no caer en la tentación

Con Sixto III llegaría el escándalo. Aficionado a las mujeres jóvenes, sería acusado de haber violado a una religiosa durante una visita de este a un cercano convento de Roma y, aunque confesó, fue canonizado después de su muerte.

Pedro de León I tampoco trajo consigo la decencia. Experto en la utilización del sexo como medio de alcanzar sus intereses fue testigo de las orgías del emperador Valentiniano III a las que gustaba invitar a altos miembros de la Iglesia. El papa León miraba y procuraba no caer en la tentación.


Pero cayó en otra: la de tomar la virginidad de la hermana de 14 años del emperador, pero resultó que la joven ya estaba embarazada. La adolescente fue enviada a un convento de por vida, pero logró enviar un mensaje a Atila prometiéndole la mitad de Italia como dote si la rescataba. El rey de los hunos aceptó y cuando llegó a la ribera del Tiber, León le salió al encuentro: lo que hablaron sigue siendo un misterio. Atila se retiró, el papa fue considerado el gran salvador de Roma, un héroe.

León I fue un hombre polémico. Radical con respecto a la virginidad de la mujer,
obligaba a la mujer, mediante decreto, a mantener intacta su virginidad durante sesenta años para poder tomar los hábitos y convertirse en monja, mientras que por el otro, permitió a los obispos más cercanos a él, conservar a sus esposas con la condición de que las tratasen como hermanas. Difícil trato si se acostaban con ellas, relata Frattini. 

También practicaba el voyeurismo, pero solo cuando el hereje en cuestión era una joven de cuerpo esbelto. A León le gustaba exigirles, mientras él mismo las fustigaba en las nalgas, que reconociesen el consumo de semen en sus ritos. Fue acusado de sadismo, pero se defendió diciendo que
el papa es el único que tiene el derecho a matar herejes. El investigador destaca que este pontífice fue canonizado por sus buenas obras y por torturar herejes.

Santos desechos y La divina comedia

En 483, llegaría al papado Félix II, enemigo del celibato. Cuando fue elegido, Félix II era viudo y tenía dos hijos de aquel matrimonio. Con este papa, amante de las bacanales y de las jóvenes esclavas, sucedería uno de los primeros cismas. 

Hijo de cura como muchos de los anteriores pontífices, Anastasio II fue el primero en ir solo al baño. En aquella época, los sumos pontífices se habían vuelto tan exquisitos, que hacían sus necesidades acompañados por el llamado caballero de baño, cuya labor era ayudarles a evacuar, limpiar la parte trasera papal y deshacerse de los santos y sagrados desechos.

Anastasio II murió cuando se encontraba en plena faena con una esclava.
Fuera como fuera la forma de morir, ya sea realidad o ficción, el gran Dante Alighieri colocó a Anastasio II en el Infierno (XI, 6-9) de su Divina comedia, junto a los herejes, indica Frattini.

El nuevo sucesor de Pedro fue Simmaco, un pagano que después se convirtió al cristianismo. Accedió al trono gracias a que el rey Teodorico, quien poseía la autoridad, tomó partido por él. Fue acusado de no celebrar la Pascua en la fecha debida, de malversar las cuentas de la Iglesia y de cometer adulterio y pecados contra la castidad. Alegaban que Simmaco solía dormir en su misma cama con niñas impúberes y con esclavas a las que gustaba atar. 

Tras una seguidilla de conspiraciones, asesinatos, disturbios en toda Roma, juicios espúreos, Simmaco regresó al trono de Pedro.
El 23 de octubre de 502 se estableció de forma taxativa que ningún tribunal humano podría nunca juzgar a un vicario de Cristo, una vez consagrado como tal. Solo Dios podía juzgarle. Lo más curioso de todo es que el papa Simmaco, tras su muerte, sería canonizado, reseña Frattini.

A Simmaco le sucedería Hormisdas quien de ser ordenado sacerdote había estado casado con una joven con la que tuvo un hijo. Este hijo, llamado Silverio, se convertiría en papa en el año 536 32. Hormisdas defendió la cohabitación con esclavas y permitió que los obispos tuviesen esposas, siempre y cuando las tratasen como hermanas.

Jorge Fernandez Díaz comprando informes en el mercado.

domingo, 25 de septiembre de 2016

Hace falta ser un malnacido....


Gigi Rajoy l´amoroso.


Las moteras de Valencia


¿Existe el porno feminista?

¿Existe el porno feminista?
Publicado: 25/09/2016
Yolanda Domínguez
El HuffingtonPost

Las clases de burlesque, el look porno-chic, las reuniones tupper sex, las operaciones de blanqueamiento anal y las de rejuvenecimiento vulvar, los consejos para hacer una felación deep throat, las campañas publicitarias que emulan violaciones en grupo, los grupos musicales que lanzan su single a través de un vídeo porno... La pornografía ya se ha convertido en algo tan cotidiano como tomar un café pero ¿a quién beneficia realmente la proliferación de esta industria?

Fue el Dr. Alfred Kinsey quien sugirió en 1948 a través de su libro El comportamiento sexual en el hombre que la pornografía y cualquier tipo de comportamiento sexual debían ser "normalizados". Un buen número de empresarios supieron sacarle rentabilidad a esta idea que ya se aplica a todo tipo de campañas, soportes y estrategias. El sexo es bueno para la piel, el sexo vende, ten sexo a todas horas. Nadie se cuestiona la conveniencia de normalizar la sexualidad y de tener acceso a una información variada, lo que sí genera dudas es si la pornografía está contribuyendo o no a conseguir esa libertad.


ClicClic

http://www.interviu.es/videos/videos-actualidad/ritmo-en-la-sangre

En el movimiento feminista la representación de la sexualidad es uno de los temas clave. En el cine, el porno y los mass media el sexo es representado de una forma parcial y sesgada, construida por y para el placer masculino y obviando el disfrute de las mujeres. El cuerpo femenino se presenta como un objeto de deseo proveedor de placer pero no como sujeto deseante y receptor del mismo. En la pornografía mainstream este modelo genera aún más conflicto por la asociación del placer sexual con la violencia hacia las mujeres. 
Ante la pregunta de si un porno feminista es posible, nos encontramos con opiniones muy diversas y encontradas. Del lado de las mujeres que lo producen están las autoras que promueven un "porno ético" como Erica Lust, Anna Span o Petra Joy y en España Amarna Miller. El discurso de Amarna no acaba de convencer a muchas personas que ven en su trabajo las mismas escenas de abuso y sometimiento de siempre aunque vayan acompañadas de una estética más cuidada y la declaración de la artista de que ella disfruta y lo elige libremente. El hecho de que alguien disfrute con su trabajo es absolutamente respetable pero eso no implica que esté aportando un cambio hacia la igualdad.

De la misma forma que exigimos a la publicidad, el cine o la moda modelos más comprometidos con la desigualdad social también deberíamos exigir un cambio en el imaginario sexual.

Repetir el mismo porno construido por y para hombres y presentarlo como el súmmum de la liberación y modernidad no sólo refuerza el imaginario de la desigualdad sino que incita a muchas personas, hombres y mujeres, a imitar ese modelo para no quedarse fuera del colectivo cool aunque no disfruten con ello. Gran cantidad de mujeres confiesan en la intimidad que no les gusta el porno y que experimentan rechazo al verlo. Pero también hay a hombres que reconocen no sentirse representados y que consumirlo ha empeorado sus relaciones sexuales. Algunos, como Ran Gavrieli, hasta se atreven a decirlo en público
Diversos movimientos y personalidades se han declarado abiertamente anti-pornografía. Documentales como Pornlad y plataformas como Stop a la cultura del porno denuncian el enorme poder de esta industria aportando artículos y datos sobre los efectos negativos la misma.
Yo soy una gran defensora de la imagen como vehículo para el cambio social. No estoy a favor de prohibir la libertad de expresión pero sí de ser conscientes de sus consecuencias y hacerse cargo de ellas. También de buscar consensos comunes en los que no sólo se tenga en cuenta el beneficio económico sino el beneficio social. De la misma forma que exigimos a la publicidad, el cine o la moda modelos más comprometidos con la desigualdad social también deberíamos exigir un cambio en el imaginario sexual. La pornografía actual reproduce modelos que impiden, más que estimulan, otras formas de relacionarnos sexualmente.
Todos sabemos que es una industria difícil de cambiar porque su éxito reside en darnos más de lo que ya conocemos para evitar el riesgo de perder adeptos. Es positivo que existan algunos esfuerzos por cambiarla, aunque de momento ese material es escaso, desconocido y difícil de encontrar. Para acceder a ese tipo de pornografía se tienen que dar previamente unas reflexiones, hacer una búsqueda específica y pagar por ello. Hay millones de adolescentes en todo el mundo que se educan con la pornografía gratuita de internet y que no tienen acceso ni a estas reflexiones ni a ese material.
¿Pensáis que otro porno es posible? ¿Dejaríais, cambiaríais o regularíais de otra forma el que hay?
Seguir a Yolanda Domínguez en Twitter: www.twitter.com/yodominguez


Millán Astray fue un hombre que se hizo a sí mismo.....

Millán Astray fue un hombre que se hizo a sí mismo. Lo que pasa es que al final le faltaron algunas piezas.

sábado, 24 de septiembre de 2016

The Kid Charlie Chaplin


Título original
The Kid
Año
Duración
68 min.
País
Estados Unidos Estados Unidos
Director
Guión
Charles Chaplin
Música
Película muda / Versión restaurada: Charles Chaplin
Fotografía
Rollie Totheroh (B&W)
Reparto
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Productora
Charles Chaplin Productions / First National Picture
Género
Comedia. Drama | Pobreza. Cine mudo. Comedia dramática. Película de culto
Grupos
Charlot
Novedad
Sinopsis
Un mujer de escasos recursos (Edna Purviance), ha tenido un hijo siendo soltera, y al sentirse abandonada por el papá del niño, decide también ella abandonar al bebé, con la esperanza de que una familia rica lo tome en adopción. Pero el pequeño terminará en manos de un vagabundo (Charles Chaplin), quien pronto se encariñará con él y decidirá sacarlo avante a como dé lugar. Cuando el niño, llamado ahora John (Jackie Coogan) llega a los cinco años, la lucha por la sobrevivencia y por su permanencia juntos... será toda una aventura. (FILMAFFINITY)

Un pene gigante causa furor en Bruselas, Bélgica

Millán Astray en ¡¡¡¡¡pecado mortal!!!!!

Cuando Millán-Astray fue un famoso del Sálvame franquista
Sábado 24 de Septiembre de 2016
Público
No existía Sálvame pero si Jorge Javier Vázquez hubiera conducido en aquellos años duros del franquismo un programa similar, el fundador de la Legión hubiera aparecido por allí. Ahora que Esperanza Aguirre sale en defensa de José Millán-Astray (sublevado contra la República, antidemócrata convencido, amante de la violencia) no está de más recordar su faceta de celebrity frívola. 
Porque en los años 40, en aquella España a la que había llegado la victoria pero no la paz, Millán-Astray ejerció de personaje de farándula.


Por ejemplo, cuando actuó de padrino en la boda entre Celia Gámez y el médico José Manuel Goenaga. Millán-Astray entrando en la iglesias de Los Jerónimos del brazo de Celia Gámez, quien había sido su amante (o eso decían por todo Madrid). 
Sucedió un 1 de julio de 1944 y fue todo un escándalo y las masas acudieron a las inmediaciones de Los Jerónimos deseosas de ver a la vedette más célebre de su época, entregada en cuerpo y alma al franquismo desde que, al término de la guerra, escupiese Ya hemos pasao, canción que ridiculizaba el No pasarán republicano.
Tal era el gentío que había en torno a la iglesia que, según cuentan las crónicas (o la leyenda), Millán-Astray tuvo que lanzar el grito de ¡A mí la Legión! para que sus soldados abrieran paso a la novia.
Otras versiones cuentan que ordenó la ayuda de sus legionarios porque el populacho se dedicó a cachondearse de Celia Gámez, de su matrimonio y de que fuese al altar con ademán de mujer virgen y pura habiendo tenido un extenso plantel de amantes desde que a los 14 años se subiese a un escenario para representar Las corsarias.


El último amor del legionario

También fue muy comentado entre la sociedad madrileña de la época su repentino enamoramiento, ya siendo un hombre bastante mayor, de una mujer más joven con la que (¡pecado mortal!) se fugó a Lisboa.
Millán-Astray estaba casado con Elvira Gutiérrez de la Torre, hija de general, pero aquel matrimonio no fue lo que se dice un manantial de pasión. La esposa de Millán-Astray informó en la noche de bodas al fundador de la Legión que había jurado conservarse casta de por vida. Así que mantuvieron una relación fraterna y, claro, no es de extrañar que, ya sesentón, al militarote que era le dieran ardores adolescentes.


Corría el año 1941 y en una partida de bridge Millán-Astray conoce a Rita Gasset (prima del celebérrimo filósofo), una treintañera de la que se enamora perdidamente. La deja embarazada y ambos se marchan a Lisboa y Franco monta en cólera porque la cosa (para la moral de la época) es muy fea. 
El caso es que Millán-Astray regresa a España con su nueva mujer e hija e, incluso, según contaba recientemente al diario El Mundo aquella niña nacida en Lisboa, Peregrina Millán-Astray, todos son acogidos con cierta compresión por Elvira, la casta esposa.
Así que, efectivamente, si hubiera habido un Sálvame franquista, Millán-Astray hubiese sido un personaje para la controversia. Y si se hubiera limitado a ser eso, España se hubiera ahorrado bastante. Pero en fin.