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miércoles, 5 de octubre de 2016

Las moscas cojoneras de los jueces

“Lapuerta y Bárcenas repartían el dinero de las constructoras entre los directivos incluido Rajoy, naturalmente”
Mariano Benítez de Lugo, presidente de ADADE, acusación popular en el caso Gürtel
ElPlural
Francisco Medina
Mar, 4 Oct 2016 



Mariano Benítez de Lugo es un abogado que desde los últimos años 70 lleva molestando en los juzgados. Siendo cabeza de un grupo de moscas cojoneras, que es como dice él que ven a las acusaciones populares muchos jueces. Ya estuvo en la acusación popular por el asesinato de la estudiante Yolanda González a manos de fascistas en los arranques de la democracia. Y casi 40 años después sigue, al frente ahora de ADADE, tocando testículos de magistrados. En este caso contra los mafiosos políticos y civiles de la trama principal Gürtel y sus derivadas.
La Gürtel explicada en pocas palabras
ELPLURAL.COM ha hablado con él en el arranque del mayor juicio con raíces políticas que ha conocido España. Un proceso contra una trama que este abogado, desde su inicio, ha venido investigando en paralelo con dos mujeres fiscales, que en general halaga; los policías de la UDEF, hacia los que hace un reconocimiento encendido y varios jueces, en cuyo trabajo como instructores ve ‘luces y sombras’.
Casi no se ocurre nadie mejor que él para explicar, después de todo, ¿qué era la Gürtel? Y lo resume así: “La Gürtel era una fuente de financiación ilícita del PP. El señor Correa entregaba dinero en efectivo en Génova, bien al señor Bárcenas allí en Génova o en otro sitio (dinero) y que las constructoras, sobre todo.., las empresas pagaban, para ser beneficiarias de adjudicaciones ilícitas de contratos”.
¿Y qué se hacía con ese dinero? “Esa era una fuente ilícita que el PP recibía gustosamente y que luego repartía a través de los tesoreros del PP, Lapuerta primero y luego Bárcenas, sobre todo al equipo directivo, incluido Mariano Rajoy, naturalmente”.  
Rajoy, el hombre invisible
Es la primera vez, pero ni de lejos la única, que saldrá el nombre de quien ni ha testificado, ni se espera que lo haga, en todo este juicio: Mariano Rajoy, el nombre del presidente en funciones del Gobierno, pero que antes en el PP lo fue todo. Desde concejal a Presidente, pasando por puestos clave, como responsable de campañas o secretario de organización.
“¿Por qué no ha sido llamado nunca Rajoy a declarar? Yo pedí la declaración de Rajoy al juez Ruz. Porque a Bárcenas le pregunté el 15 de julio de 2015, "¿estas menciones que hace usted a MR ¿era Mariano Rajoy? ¿Trajes, corbatas eran para él?"... “Sí, sí, era Mariano Rajoy”, me dijo. Y además dio su explicación: “es que su asesor de imagen dijo que iba muy mal vestido y había que mejorar su imagen”. Y cuando yo entonces pido, lógicamente, que declare Mariano Rajoy para ver si es verdad lo que está diciendo, el juez se niega y dice que estoy haciendo un proceso de intenciones, un proceso mediático, cuando sí había aceptado que declarara Álvarez Cascos, que venía con constantes abonos; la señora Cospedal; Rodrigo Rato…”.

Los sobresueldos y los sueldos en sobre
¿Y cómo funcionaba este sistema de sobresueldos? Este abogado, que ha seguido el proceso día a día, papel a papel de la policía y la Agencia Tributaria y la Administración General del Estado y…, confirma que “el PP tenía dos sistemas de sobresueldos, unos legales por decirlo así, que el PP sí declaraba a Hacienda.., yo al juez Ruz le pedí que se requiriera a los perceptores para ver si lo declaraban ellos también, y me lo negó; el juez Ruz tuvo algunas luces, pero también algunas sombras en su actuación... Y esos sobresueldos eran por decirlo así legales, o formales, y figuraban en la contabilidad oficial del PP. Y luego estaban los sueldos en B, los famosos sobres, y esos, claro, no los ha declarado el PP, que siempre ha negado su existencia, pero se ha comprobado la realidad de muchos de los apuntes de Bárcenas en ese sentido, y otros más se nos impidió por parte del juez Ruz”.
El papel de los jueces instructores en estos macrocasos es fundamental. Y también el de los fiscales. Este veterano abogado lo sabe. Y lo sopesa: “Yo en varias conferencias he señalado que el caso Gürtel no existiría sin Garzón. No es que sea un magistrado que sea santo de mi devoción, porque considero que cometió errores importantes dentro de su labor instructora en diversos procesos, pero en este caso si no hubiera tomado medidas rápidas como hizo no habría caso Gürtel”.

Las luces y sombras de una instrucción
Algo más crítico es con el juez Pablo Ruz. Por ejemplo, no entiende por qué no ordenó el registro de la sede del PP cuando se conoció la existencia de los ordenadores de Bárcenas y estos no se entregaron. “Al contrario, aunque se lo pedimos, dijo: "se va a ir a la puerta de Génova y se van a pedir una serie de documentos, y si no se les entrega se procederá a la entrada"… Eso es una forma de dejación de funciones. El instructor tenía poder para ordenar el registro de la sede del PP y eso da lugar a que se destruyan los ordenadores de Bárcenas y se oculte información valiosísima para la causa”.
Para Mariano Benítez de Lugo, el juez Pablo Ruz “tenía sus líneas rojas, que yo creo que entorpecieron bastante la investigación, pese a que las fiscales han actuado diligentemente, al contrario que el caso de los papeles de Bárcenas donde el fiscal Romeral ha estado bastante quieto en ese caso”.
Un partido piramidal sin responsable en la cúspide
Pagos de sobresueldos, pagos ilegales de campañas electorales, pagos de sedes y reformas, pagos… En un momento determinado, se llegó a hablar por parte de algunos de los investigadores de la causa del PP como de ‘banda organizada’, por haber supuestamente cometido un delito repetido y prolongado en el tiempo. Benítez de Lugo duda que al final eso vaya a quedar demostrado en la causa.
El PP tiene una enorme responsabilidad que no ha asumido. Yo no me atrevería a llamarles banda organizada -dice el veterano abogado-, porque son un partido político legal, pero que su estructura de poder estaba contaminada penalmente eso queda clarísimo… Toda la estructura de poder. Y, sin embargo, sólo se va a hacer responsable de ello a una pequeña parte de ese poder. Y no se olvide que el PP tiene una estructura piramidal, no como el PSOE, por ejemplo… Aquí, como señalé cuando pedí la declaración de Rajoy, el presidente del partido es el máximo responsable, el que visa las cuentas… Pensar que el máximo responsable no está citado como testigo es chocante”.

Delitos y penas
Y con estos antecedentes ¿qué podemos esperar para cuando concluya el caso? El abogado avisa: “Yo creo que va a salir acreditado que muchos empresarios daban mucho dinero a los tesoreros del PP. Y va a salir acreditado que el tesorero del PP daba dinero en B a muchos dirigentes del PP. Pero me temo.., me temo que eso no va a traer consecuencias electorales.., porque lo estamos viendo”.
Razón no le falta. Lo estamos viendo.
 Francisco Medina es director adjunto de ELPLURAL.COM


lunes, 3 de octubre de 2016

La "famiglia" más corrupta del Partido Popular

La ‘famiglia’ más corrupta del PP (y diez claves del juicio de Gürtel)
La Audiencia Nacional juzga a 37 personas por su implicación en la primera época de la trama Gürtel. Entre ellas, sus líderes, Correa y Crespo, así como una decena de exaltos cargos populares, como Luis Bárcenas. La exministra Ana Mato y el propio PP se sientan en el banquillo como responsables civiles
Público
2-10-16
JULIA PÉREZ

MADRID.- Casi ocho años después de la detención de sus principales cabecillas, la Audiencia Nacional arranca este martes, 4 de octubre, el macrojuicio oral a ‘la famiglia’ de Gürtel. En concreto, juzga la pieza principal centrada en los negocios de la primera época de esta trama (1999-2005), con Francisco Correa, el líder que se autodenominaba ‘Don Vito’, a la cabeza. Junto a él son juzgadas 36 personas más, entre ellas una decena de exaltos cargos populares, como su número dos, Pablo Crespo, o los extesoreros del partido Luis Bárcenas y Ángel Sanchís. También se sentarán en el banquillo el propio PP y la exministra Ana Mato, estos últimos como responsables civiles de haberse lucrado de la trama.

Correa afronta penas de hasta 125 años de cárcel sólo en esta pieza, porque en todas las causas de Gürtel las peticiones contra él superan los 300 años de prisión. La Fiscalía pide además que pague multas por valor de 60,3 millones de euros.

1. Correa intenta una negociación a contrarreloj
Francisco Correa intenta a última hora la negociación a cambio de colaborar con la Justicia para reducir las penas en todas las causas abiertas. Su estrategia colisiona con la de numerosos acusados –con Crespo a la cabeza- que buscan la nulidad de la causa.


Otros procesados esperan el resultado de estas negociaciones de Correa, porque planean sumarse en caso de que su líder alcance un pacto con la Fiscalía y las acusaciones populares para confesar, pagar los daños causados y colaborar con la Justicia.

Ahora bien, el tiempo transcurrido corre en contra del líder de Gürtel. Los 2,2 millones de euros que ofrece a pagar como fianza, forman parte de una cuenta millonaria que tiene embargada en Suiza en otra pieza del caso Gürtel.

Correa ya intentó en 2015 llegar a un acuerdo con la Fiscalía, pero las presiones recibidas le hicieron recular, como reveló Público. Alrededor de los procesados se han producido maniobras para crear en estos años transcurridos una barrera de fuego, con la intención de evitar que salpiquen a más políticos y empresarios. Y en el PP consideran amortizado este escándalo de corrupción.

A diferencia de los narcos, que son los primeros en colaborar con el ministerio público, Correa siempre ha pensado que al callar conseguiría apoyos para librarse del banquillo. Pero no lo consiguió en el primer juicio celebrado esta primavera en Valencia (la pieza de los contratos en Fitur). 
2. Bárcenas, una llave para el pacto
Una clave de estas negociaciones estará en la postura que adopte Luis Bárcenas, el poderoso tesorero del PP quien podría decantar esta sentencia de conformidad en el caso de que se prestara a colaborar con la Justicia.
Pero la Fiscalía exige a todos que tiren para arriba en las diez piezas de Gürtel y no sólo en esta pieza, con el fin de procesar a todos los que se beneficiaron de esta red corrupta.
Luis Bárcenas afronta una petición fiscal de 42 años y medio de cárcel, acusado de esconder en Suiza 48,2 millones de euros y de apoderarse “como mínimo” de 299.650,61 euros de la caja b del PP que desvió a sus cuentas abiertas en España y el país helvético.

3. Los extesoreros del PP, al banquillo
La contabilidad paralela del PP se nutría de “donativos” provenientes de “personas relacionadas con entidades beneficiarias de importantes adjudicaciones”, según la Fiscalía.
La caja B popular la gestionaban Bárcenas y Álvaro Lapuerta, quien ha sido exonerado de este proceso por “demencia sobrevenida”. Si no fuera porque Lapuerta ha sido apartado, este juicio hubiera sentado en el banquillo a todos los tesoreros vivos que ha tenido el PP. Porque también está procesado el antecesor de Lapuerta, Ángel Sanchís, quien habría ayudado a Bárcenas a esconder dinero en Suiza.

4. Lapuerta ¿chivo expiatorio?
Una de las incógnitas del proceso será si Lapuerta se convierte en una suerte de “refugio” de los acusados, un chivo expiatorio a quien atribuir los distintos delitos relacionados con la contabilidad paralela del PP, dada su incapacidad declarada por el Tribunal.
Las negociaciones con Fiscalía y acusaciones para alcanzar una sentencia de conformidad se concretará en el trámite de las cuestiones previas del 4 y 5 de octubre. Después arrancará el juicio, que se extenderá hasta 2017.

5. 'Don Vito', 'la famiglia' y las Torres Gemelas
Francisco Correa creó una red de empresas de cabecera del PP que organizaba sus campañas electorales, viajes y actos varios al tiempo que alimentaba a los políticos de su red con comisiones de las subvenciones y contratos irregulares –inmobiliarios y de servicio- logrados de las administraciones autonómicas donde el PP tenía poder.
‘Don Vito’ tejió así su ‘famiglia’, término con el que definía a la red de empresarios y políticos que actuaban en connivencia con él, a la que sembraba con dinero extraído de las arcas públicas a partir de engordar los contratos, mientras creaba una red de facturas falsas para afrontar sobornos y desviar cuantías millonarias por diversos paraísos fiscales.
Su mano derecha era Pablo Crespo, exsecretario de Organización del PP gallego para quien la Fiscalía pide 85 años y 6 meses de cárcel. Otro miembro destacado de la ‘famiglia’ –Álvaro Pérez, ‘El Bigotes’- afronta 5 años y dos meses de prisión, quien protesta porque se les acuse de tantos delitos: "Parece que me he cepillado las Torres Gemelas", dijo el pasado junio al recoger el auto de apertura de otro juicio, el de los contratos de Gürtel con motivo de la visita de Benedicto XVI a Valencia en 2006.

6. El 'delfín' de Aguirre que salió 'rana'
Otro ilustre procesado es el exconsejero de Deportes de la Comunidad de Madrid Alberto López Viejo, considerado 'delfín' de Esperanza Aguirre, la presidenta de la Comunidad de Madrid cuando saltó el escándalo en 2009 y quien se queja de que le salió 'rana' (como otras 21 ranas más).

López Viejo afronta una petición de 46 años de prisión por haber concedido a la trama la organización de 386 actos entre 2004 y 2009. Incluso daba instrucciones a la ‘famiglia’ de Gúrtel sobre cómo facturar estos contratos, las cantidades para eludir controles administrativos -siempre menos de 12.000 euros- y a nombre de qué entidad pública. Las comisiones ascendieron a 448.870 euros.

7. El caso que dio vueltas, de tribunal en tribunal
El juez instructor Pablo Ruz cifró que la trama Gürtel logró adjudicaciones públicas irregulares por un total de 8,4 millones de euros. Además, Correa habría cobrado comisiones de 2,5 millones por conseguir contratos públicos a otros empresarios.
Ruz culminó una instrucción abierta en 2009 en el juzgado central de instrucción número 5 por Baltasar Garzón, quien fue condenado por autorizar escuchas a parte de estos acusados cuando despachaban con sus abogados en los locutorios de la cárcel.
El sumario ha sufrido numerosos giros desde entonces, que han provocado retraso tras retraso en la instrucción de la trama de corrupción: pasó al Tribunal Superior de Justicia de Madrid, luego al Tribunal Supremo para terminar desgajado en una decena de piezas separadas, entre Valencia y la Audiencia Nacional.

En el Tribunal Superior de Justicia de Valencia se abrieron seis piezas, hasta que los tres últimos diputados autonómicos aforados fueron excluidos de las listas del PP de las  elecciones generales de diciembre. Al desaparecer los aforados, las piezas regresaron a la Audiencia Nacional ya que es la competente en el caso de que afecte a distintos territorios. En el TSI de Valencia sólo se llegó a juzgar la de los contratos para la feria de Fitur (pieza 3).​

8. El PP, primer partido en estrenar banquillo
En el banquillo se sientan además el propio Partido Popular y la exministra Ana Mato, como partícipes a título lucrativo. Esto es, por haberse beneficiado de los negocios de la trama.


Es la primera vez que un partido político se sienta en el banquillo, después de la reforma que introdujo el propio PP para incluir a las personas jurídicas y a los partidos como responsables penales (en la reforma del año 2012 del Código Penal).
En concreto, el PP se habría beneficiado de las campañas que la red sufragó para las elecciones de los municipios de Majadahonda (216.576 euros) y Pozuelo (111.864), ambos en Madrid.
La exministra Ana Mato –entonces casada con Jesús Sepúlveda, exalcalde de Pozuelo de Alarcón, Madrid- se habría beneficiado de 28.468 euros en regalos, fiestas y viajes realizados por la red, según sostiene la Fiscalía.



9. Testigos ilustres: Aguirre, Cascos, Arenas, Acebes, Rato...
En el juicio testificarán 300 personas, entre ellas numerosos altos cargos del PP. Las defensas no han conseguido que comparezca Mariano Rajoy, presidente del Gobierno en funciones.
Así, declarará como testigo la expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre, así como los exsecretarios generales del PP Francisco Álvarez Cascos, Javier Arenas y Ángel Acebes, además del exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato y el exministro Jaime Mayor Oreja.



10. El Tribunal y las acusaciones de la Gürtel
El tribunal juzgador está formado por los magistrados Ángel Hurtado - el ponente de la sentencia- y Julio de Diego, ambos de tendencia conservadora, así como José Ricardo de Prada, de tendencia progresista. Este último ha sido recusado por Crespo y varias defensas, pero todo apunta a que no será apartado del tribunal.
Los tres magistrados pertenecen a la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, encargada de juzgar todas las piezas del caso Gürtel y donde han sido apartados los jueces Enrique López y Concepción Espejel por sus vínculos con el PP.
Los delitos por los que se juzgan a los 37 acusados abarcan la asociación ilícita, cohecho, malversación, tráfico de influencias, contra la Hacienda Pública, blanqueo o prevaricación, entre otros
ACUSACIÓN PÚBLICA: La ejercen las fiscales Concepción Sabadell y Concepción Nicolás.

ACUSACIONES PARTICULARES: Las conforman la abogacía del Estado, la Comunidad de Madrid , el Ayuntamiento de Madrid y el Ayuntamiento de Majadahonda, que se ha apresurado a aceptar la propuesta de Correa de aportar 2,2 millones euros que tiene decomisados en Suiza para reparar el daño causado a las distintas administraciones públicas en esta pieza.

ACUSACIÓN POPULAR: Es ejercida por la Asociación de Abogados Demócratas de Europa (Adade); las exdiputadas socialistas de las Cortes Valencianas Carmen Ninet y Cristina Moreno Fernández, y los concejales socialistas de Boadilla del Monte (Madrid), uno de los epicentros de esta trama (Pablo Nieto, Fermín Íñigo, Yolanda Estrada y Josefa González).






Caridad Cristiana Divino Tesoro.

La Diócesis de Getafe expulsará a una familia con tres niños
Se ampara en una sentencia judicial que obliga a dos hermanas y sus hijos a dejar la vivienda, propiedad de la Iglesia
ElPlural
Cecilia Guzmán
Lun, 3 Oct 2016
El Obispado de Getafe, que preside Joaquín María López de Andújar, expulsará a una familia gitana que ocupa una vivienda de su propiedad.

Se trata de dos hermanas y sus hijos, en total tres menores, según adelantó la Cadena SER. La familia ocupa una vivienda situada en Móstoles, aunque es propiedad de la Diócesis de Getafe, según ha confirmado el Obispado a ELPLURAL.COM .
El Obispado se ampara en la sentencia
De acuerdo con fuentes autorizadas de la Diócesis, se trata de una vivienda que “ocupan sacerdotes” y que se encontraba vacía en el momento de su ocupación. La Diócesis denunció el hecho ante la justicia. En el juicio, celebrado el 19 de septiembre, las dos mujeres declararon que “alguien las engañó y en la calle les entregó la llave de la vivienda”, pero su versión “no merece ninguna credibilidad”. Además, añaden, "ha habido protestas de los vecinos" donde se encuentra la vivienda
.
La Diócesis rechaza que se diga que  “echará” a esa familia, y asegura que habría buscado alguna solución, si hubieran hablado con el Obispado, ya que "tiene pisos de acogida en Parla, Aranjuez y Getafe. La Diócesis no echa, sino que acoge", puntualizan las mismas fuentes.

Un obispo polémico
Con esta polémica, el obispo de Getafe, Joaquín María López de Andújar, vuelve a estar de actualidad después de su rechazo de la Ley Integral contra la Discriminación por Orientación Sexual de la Comunidad de Madrid. López de Anjújar, junto con un reputado homófobo, el obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla, firmó un escrito criticando la ley. Su acción fue respondida por el Observatorio Español contra la LGBTfobia, que llevó a ambos ante la Fiscalía, por "incitar al odio y a la discriminación” contra ese colectivo.


NO es NO...pero da lo mismo (El PP cantará la Internacional en el cortejo fúnebre del PSOE)

Público
Juan Carlos Escudier
3-10-16
De la derrota de Pedro Sánchez y de la pírrica victoria de la costurera andaluza deberían hablar las crónicas con acento griego, que es la lengua de las tragedias. La del PSOE ha tenido hasta su coro de militantes gritando “traidores” durante toda la representación y un argumento donde el protagonista lucha contra su destino y acaba muriendo joven y dejando un bonito cadáver, que es como los secretarios generales altos y guapos hacen mutis a lo James Dean. Como en toda tragedia de altura, el orden acaba restableciéndose porque los dioses exigen respeto, y aquí había uno, ex consejero de Gas Natural, que se había sentido engañado por Sánchez y, en castigo, había mandado a Eris, la chica de la Discordia, a hacerle la vida imposible. Para alguien capaz de provocar la guerra de Troya con una manzana, dejar el partido como un solar ha sido pan comido.
Se juzgará erróneamente que, al final, sobre el escenario hay vencedores y vencidos, pero los amantes de Shakespeare saben que las venganzas las carga el diablo y, como en Hamlet, lo normal es que muera hasta el apuntador. Como se ha dicho recientemente por estos lares, los verdugos están tan acabados como su víctima, pero aún no lo saben. El PSOE es un montón de cadáveres donde una modista fiambre zurce a destajo y teje bufandas para que nadie en el depósito pase frío.

Sólo una conjura ideada a tres bandas por Eurípides, Sófocles y Esquilo podría haber hecho creíble que un tipo entre normalito y mediocre acabara convertido en un héroe clásico o, cuando menos, en un mártir. A Sánchez le han engrandecido sus adversarios hasta un punto insospechado y, al cortarle todas las salidas posibles, donde le esperaban emboscados con la recortada desenfundada, le han allanado el camino hacia la gloria.
Quizás por descarte, Sánchez eligió la senda correcta. Lo que el PSOE necesitaba era abandonar la ortopedia y el plexiglás y reclamarse como una fuerza de izquierdas autónoma, leal a su militancia por primera vez en décadas, y sorda a las presiones de los poderes fácticos y de sus cebrianes de cabecera, que de algún modo han de justificar que con los 11 millones de euros que se levantan al año son capaces de hundir otras cosas que no sean sus propias empresas.

El ‘no es no’ era la estrategia adecuada por dos razones. De un lado, dejaba sin argumentos a su competencia más directa, a la que podría arrebatar parte de su electorado si, finalmente, se iba a terceras elecciones. Al mismo tiempo presionaba al increíble hombre menguante, es decir a Rivera, cuyo temor a pasar de nuevo por las urnas empezaba a ser visible a una altura predeterminada de sus pantalones. Eran ambos motivos razonables para intentar una alternativa. Incluso era buena para sus críticos, que de haber impuesto su tesis por cauces democráticos en una consulta a la militancia y no por un tejerazo, aún podrían haber vendido la abstención al PP a precio de caviar iraní y no de chancleta del chino. Ni la lacrimógena sultana andaluza ni su jenízara Verónica Pérez, presidenta del comité federal y ‘verúnica’ autoridad del PSOE, estaban interesadas en estos detalles tan nimios.
Llegados a este punto, la tragedia ha virado rápidamente hacia la farsa porque, como resultaba evidente, ni el ánimo de los golpistas era el bien de España, que según decían no se merecía unas terceras elecciones y menos aún en Navidad, que son fechas para discutir en familia, ni al PP le preocupa lo más mínimo volver a las urnas si, como parece, tiene a su alcance el doble objetivo de conseguir una mayoría suficiente y, de paso, reducir a los socialistas a fosfatina.

Así, mientras la gestora del PSOE se reúne para embutir al partido en un solo jersey de punto que, a falta de calcular la sisa de las mangas, ya tiene tejido la costurera Susana, e idear alguna fórmula para que no se piense que la abstención al PP es cosa de los baroncitos, Rajoy ya piensa en esas elecciones que, en opinión de ese Dios salvaje que es Felipe González, iban a ser la quiebra del sistema y la ruina del país. Para evitarlas, lejos de vender su apoyo, los socialistas habrán de pasar por caja, preferiblemente de rodillas y compungidos, y sin hacer mucho ruido si se acercan a Moncloa a la hora de la siesta. Los muertos ya pueden ir preparando la billetera.
Desde el inframundo, el héroe Sánchez podría estar pensando en volver a la vida en unas primarias cuando los que ahora mandan en el partido, que son los de siempre, completen el derribo, aunque lo mejor es que espere tumbado. Lo primero es España y hacer a Rajoy presidente. El resto puede esperar por tiempo indefinido. “El PSOE necesitaba un big bang”, que decía Ximo Puig. ¿Y un congreso? Ni hablar del peluquín.



Mariano mirando al techo


Urinarios del mundo


Gürtel: Empieza el espectáculo



Marca registrada


España es una colonia de Alemania

Raúl Zelik, politólogo alemán: "España es una colonia de Alemania"
Analiza en un libro la nueva política en España en torno a dos conceptos: reforma o ruptura
El Confidencial
Víctor Lenore
3-10-16
El novelista y politólogo Raúl Zelik (Múnich, 1968) comenzó a viajar y militar en la adolescencia, hasta conocer a fondo los conflictos políticos de Colombia, Venezuela, Alemania y España, especialmente Cataluña y el País Vasco. Forma parte del consejo nacional de Die Linke (La Izquierda), además de ejercer como periodista. Se dedica a desmontar mentiras oficiales, tanto de izquierda como de derecha, con estilo sencillo y accesible. "Por ejemplo, se ha vendido la idea de que el problema de España era su excesiva deuda pública, cuando en 2007 estaba sobre un cuarenta por ciento, mientras que Alemania tenía un sesenta. La deuda española solo aumentó vertiginosamente cuando se sometió a las políticas de austeridad", señala.


Portada de 'Continuidad o ruptura', de Raúl Zelik
También le preocupa la deriva estatalista de la izquierda europea. "No debemos limitarnos a gestionar lo existente, sino cambiar las reglas de juego que han impuesto las élites. En Grecia se ha visto el escaso poder de llegar al gobierno sin un movimiento popular fuerte que te respalde. Hubiera sido mejor que Syriza entregara las llaves del país a la Troika y mostrar que la democracia allí es una mentira", apunta. Su nuevo libro, ‘Continuidad o ruptura’ (Capitán Swing, 2016), pretende explicar a los alemanes la repolitización de España desde el 15M de 2011. Al final, se ha publicado aquí porque hay mucho que aprender de una visión externa sobre nuestras batallas cotidianas. "Aunque pueda parecer exagerado, España es una colonia económica de Alemania, que le asigna un papel periférico y dependiente, centrado en el turismo, la agricultura y la producción de bajo nivel tecnológico", denuncia. 
Su libro se cierra citando un lema del 15M: "Follar cada cuatro años no es vida sexual, votar cada cuatro años no es vida política".
P. En el texto te defines como “movimentista”, en el sentido de que te preocupa más generar contrapoder que asaltar las instituciones. El problema es que en España los movimientos sociales son muy débiles y están copados por un perfil homogéneo: el universitario de clase media. ¿No es eso un déficit democrático? Tu novela 'Situaciones berlinesas' (2009) trata de las disfunciones de los ambientes militantes de izquierda.
R. Es un comentario acertado, por eso me intereso por los pueblos del País Vasco. ¿Te has dado cuenta de que la izquierda abertzale no tiene un solo teórico o intelectual? Sobre todo son obreros y campesinos. La familia de Otegi es obrera. La izquierda no solo necesita las instituciones, sino crear espacios contraculturales. No lo digo, por supuesto, en el sentido del punk, sino en tradiciones vecinales como el 'poteo', donde nunca pides bebida para ti, sino para todos. También los merenderos de Castilla-León, donde se reúnen cuarenta personas, de todas las edades a contarse sus alegrías y sus problemas, aunque luego los jóvenes se bajen a la bodega a escuchar música y emborracharse. Hay mucho respeto intergeneracional.
Luego esos pueblos votan al PP, quizá porque la izquierda marxista no ha prestado la atención suficiente a la potencia de sus tejidos, que implican valores de solidaridad y hasta gestión de bienes comunes como el riego. Antes creía que estas tradiciones eran cosas del País Vasco, pero a medida que conozco más España veo que también pasa en Asturias y en otras zonas. Hace poco estuve en Aranda de Duero y son gente encantadora.
Deberíamos discutir más de la PAH y menos de Podemos
P. Dices que el camino de la resocialización pasa por aprender de experiencias como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca.
R. Con la PAH la gente ha aprendido a hablar. Me llama la atención que en las reuniones no explican las cosas los abogados, sino vecinos que llevan cuatro meses sufriendo un desahucio y lo comparten con quienes acaban de comenzar el camino. Es un proceso colectivo de construir conocimiento. Deberíamos discutir más de la PAH y menos de Podemos. Lo primero que hacen es restituir tu autoestima y tu sensación de comunidad. Me recuerda, en el mejor sentido, a las reuniones de Alcohólicos Anónimos. La extrema derecha gestiona muy bien los procesos comunitarios: las élites forman alianzas con los obreros, diciéndoles "no tendrás tanto dinero como yo, pero cuando te integres en mi comunidad blanca ganarás más dinero y derechos que tus vecinos migrantes". Es una forma horrible de socializar, pero ofrece autoestima y fraternidad. La izquierda debe articular una comunidad sin racismo.


P. En tu novela ‘La negra’ (2000) prestas mucha atención por las formas de socializar en América Latina, desde bailar bachata hasta las telenovelas.
R. Los culebrones son un formato interesante, pero también consumismo basura. Lo que más me sorprendió fue estar con campesinos de izquierda colombianos, reivindicando la revolución, que luego ponían la tele y comentaban concursos de belleza, debatiendo qué chica tenía el mejor culo. En Occidente bailamos separados, allí eso no se concibe. Son más avanzados en el sentido de que salen siempre juntos. A pesar de lo duro que era el conflicto colombiano, tenías menos sensación de soledad que en Europa.
P. Escribiste un libro periodístico muy potente titulado ‘Venezuela más allá de Chávez’ (2004). ¿Cómo ves la situación doce años después?
R. El chavismo ha confundido cambio social con control del gobierno. Cada mes que siguen en el poder, se jode el tejido que sustentaba el cambio. Creo que Maduro debería entregar el gobierno a la oposición, a cambio de garantías de que no habrá represión contra los antiguos chavistas. Venezuela tiene una derecha muy fascista, racista y clasista. Es importante protegerse. También se han cometido errores económicos. El problema es que son un estado rentista, viven del petróleo hace un siglo y la izquierda no supo ampliar ese modelo. Ni siquiera en la agricultura, donde podían haber apostado por modelos cooperativos. Su sistema cambiario, que tiene varios niveles, fomenta el contrabando. El Estado subvenciona determinados productos, desde harina hasta gasolina, que se venden por debajo de su precio de mercado, así que los empresarios se dedican a colocarlos en Brasil y Colombia con un cien por cien de beneficio.
Hay un chiste que dice que la CIA no podría comprar a un militar venezolano con un millón de dólares porque eso es lo que gana cada día

P. ¿Tan podrido está el sistema en Venezuela?
R. Hay un chiste que dice que la CIA no podría comprar a un militar venezolano con un millón de dólares porque eso es lo que gana cada día. Hay mucha exageración, con algo de verdad. Obviamente, en el ejercito encuentras de todo, también mucha gente honesta. Y en el contrabando también participan empresarios y particulares. Esos incentivos han destruido la economía. Hay mucha gente que no va al trabajo porque gana más en el mercado negro. Maduro no puede cambiar eso porque perdería apoyo de ciertos sectores de sus votantes y algunos cargos afines implicados. Así se forjaron muchas lealtades militares con Hugo Chávez. Parte del pacto del chavismo con las élites fue no entrar a investigar esta corrupción silenciosa, que estaba muy extendida. Recuerdo un préstamo chino de 60.000 millones de dólares de los que desaparecieron 20.000. Lo denunció la directora del banco central venezolano y poco después la quitaron.
Por eso creo que la mejor idea es entregar el poder para no perder los avances del chavismo popular. El mayor mérito de Chávez es haber animado a la gente de los ranchitos (chabolas) a votar y autoorganizarse. Esto fue una necesidad porque, al principio, el estado no tenía recursos ni infraestructura para llegar hasta ellos. Las misiones sociales fueron gestionadas por las propias comunidades, lo cual ayudó a crear empoderamiento. Muchos barrios nuevos los levantaron ellos solos. El chavismo popular apoyaba al presidente, con quien tenía vía directa para comunicarse, pero siempre mostró reticencias frente al partido y el Estado.
Mucha gente apostó por Podemos para desbloquear la situación en Madrid, por eso luego vuelven al nacionalismo en las elecciones autonómicas
P. Defiendes el separatismo catalán y vasco como corrientes democratizantes. A mí me parecen procesos con grandes dosis de narcisismo.
R. Lo que me interesa es que el independentismo ha llevado a la derecha a posiciones más socialdemócratas, de republicanismo, de conflicto con parte del empresariado que defiende la permanencia en España. También defienden una impugnación del relato de la Transición. España no tiene solo una crisis económica por la burbuja inmobiliaria, sino una crisis política. Entrevisté dos veces a Otegi, que me dijo que "hemos cometido muchos errores, pero teníamos razón en lo principal, que la Transición fue una farsa". Es una certeza que hoy está muy extendida, desde la izquierda abertzale hasta Pilar Urbano. El resurgir del nacionalismo a mediados de los 2000 tiene que ver con la sensación de que faltan derechos democráticos básicos. Hay un rechazo a una Transición tutelada por los tanques franquistas. La sociedad catalana no ha dejado de girar hacia la izquierda a la vez que reclamaba independencia.


P. ¿El ascenso de Podemos en Cataluña y el País Vasco no demuestra un hartazgo de nacionalismo?
R. Conozco bien Euskadi, la zona rural, esos pueblitos donde la izquierda abertzale tiene un 95% de los votos. Mucha gente apostó por Podemos para desbloquear la situación en Madrid, por eso luego vuelven al nacionalismo en las elecciones autonómicas. Hay diferentes relatos, pero algunos analistas en España solo se fijan en las ciudades, cuando es en los pueblos donde tienen más fuerza los sindicatos, movimientos sociales, incluso el feminismo, gracias a sus tradiciones de construir vida en común. Eso es atípico: en Europa los pueblos son los espacios más reaccionarios. También me interesan los pueblos de Cataluña, con las CUP y sus alianzas, que apuestan por programas de remunicipalización de servicios públicos. La red de ‘casals’ (casas del pueblo), que tiene unas cien sedes, hace posible que la política esté presente en la vida cotidiana. Muchos catalanes rechazan ser nacionalistas: se definen como independentistas. Con esto quieren decir que si tuvieran más derechos democráticos no habría tanto interés por separarse de España. Las experiencias políticas rurales pueden ser más interesantes que las de Barcelona, que vive dominada por las lógicas y lobbies del turismo.