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jueves, 27 de abril de 2017

No es posible recuperar la memoria histórica a través de la Ley de Memoria Histórica

27 Abr 2017
Público
Vicenç Navarro
Catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra


Las campañas de recuperación de la memoria histórica han centrado sus actividades en el reconocimiento de las víctimas de la enorme represión que caracterizó a aquel régimen dictatorial, uno de los más represivos de los que hayan existido en Europa en el siglo XX. Nunca debe dejar de enfatizarse que, según estudiosos de los regímenes fascistas y nazis en Europa, como el recientemente fallecido profesor Malefakis, de la Universidad de Columbia de Nueva York, por cada asesinato político que cometió el régimen fascista liderado por Mussolini, el liderado por el General Franco cometió 10.000. Consciente de que tenía a la mayoría de las clases populares en contra, el régimen dictatorial español utilizó el terror para mantenerse en el poder, estableciendo un miedo generalizado sobre el cual, y a través del control de todas las instituciones generadoras de valores (desde los medios de información hasta el sistema educativo) se estableció una cultura profundamente antidemocrática que incluso persiste hoy en España, y que explica que el Estado español haya condenado a una persona a un año de cárcel por haber insultado la memoria del Almirante Carrero Blanco, segundo en la jerarquía en el Estado dictatorial, después del propio dictador.

¿Cómo puede ser que esa cultura heredada del régimen dictatorial todavía exista? 
La respuesta a esta pregunta se encuentra en gran parte en la manera como se realizó la transición de la dictadura a la democracia, proceso que no significó una ruptura con el Estado que rigió España durante casi cuarenta años, sino una apertura para incorporar elementos de democracia. Las fuerzas conservadoras que controlaban el Estado dictatorial y los medios de información dominaron el proceso de transición, dominio que explica la baja calidad de la democracia española, el escaso desarrollo de su Estado del Bienestar y la persistencia de la cultura franquista. Tal dominio es lo que también explica la resistencia a la recuperación de la memoria histórica, incluyendo la demanda de rehabilitación y homenaje a las víctimas del régimen terrorista anterior. Tal resistencia se basa, por una parte, en la clara oposición de las fuerzas conservadoras que controlaban el aparato del Estado dictatorial y de sus herederos (que continúan ejerciendo una enorme influencia sobre el Estado actual), así como, por otra parte, en el limitadísimo compromiso con tal recuperación de la memoria histórica por parte de los líderes del PSOE, cuya integración en el nuevo Estado, a través del bipartidismo, se basó en una serie de renuncias y adaptaciones a ese nuevo Estado y a la cultura que transmitió. Y dicha oposición y/o limitadísimo compromiso en recuperar la memoria histórica (en su labor de rehabilitar y homenajear a las víctimas del franquismo) es el resultado de la toma de conciencia de que la demanda de reconocimiento de tales víctimas abre la posibilidad de que se genere otra demanda, parecida, pero distinta, de que se redefina la historia de España, corrigiendo la tergiversada historia que se continúa presentando en las instituciones reproductoras de valores del país, a fin de poder establecer una cultura opuesta a la actual, que sea continuadora de la cultura republicana que la franquista sustituyó. Este es el gran temor de las fuerzas bipartidistas de recuperar la memoria histórica.

El constante argumento que utilizaron las derechas en España en contra de aprobar una ley de memoria histórica fue que “abriría heridas” que se asume (erróneamente) que están cerradas. Pero tal argumento oculta el hecho de que la oposición a la recuperación de la memoria histórica tiene poco que ver con el estado de las heridas, y mucho que ver, por el contrario, con el deseo de evitar que se conozca la historia real de los distintos pueblos y naciones de España. Con ello se evita también que se cuestione la cultura franquista que persiste, impidiendo que reaparezca la cultura republicana. Ahí está el meollo de la cuestión.

La labor de ocultación de los medios de información y persuasión en España. El caso de El País 
Durante muchísimos años, los medios de información han promovido y continúan promoviendo las instituciones monárquico-borbónicas, tergiversando tanto su pasado como su presente, ocultando realidades que pudieran dañarlas. Las grandes limitaciones de la libertad de prensa (un indicador más del enorme poder de las fuerzas conservadoras) aparecieron con toda claridad en esta protección de la Monarquía por parte de los medios, confundiendo persuasión y promoción con información. Un caso claro es el de El País. Este rotativo fue fundado por dirigentes del régimen anterior, y en su nacimiento intervinieron personajes como Fraga Iribarne, tal como reconoció recientemente el presidente del Grupo Prisa (al que pertenece este rotativo), Juan Luis Cebrián. En realidad, Cebrián proviene de una familia fascista, siendo su padre uno de los directores del diario Arriba, del partido fascista La Falange. Siguiendo los pasos de su padre, fue periodista y trabajó en periódicos del aparato fascista, como Pueblo (que era el diario propiedad de los sindicatos verticales). Más tarde fue uno de los directores de RTVE (concretamente, jefe del servicio de informativos) durante el último periodo de la dictadura, el máximo instrumento mediático el régimen.

Colaboró con otros elementos del Estado dictatorial para favorecer una apertura, presionando para que hubiera un cambio significativo en el Estado que facilitara el establecimiento del juego democrático, labor meritoria pero también limitada, pues estaba claro desde el principio que los límites de la apertura estaban fijados, permitiendo el debate dentro de unos parámetros sumamente limitados. Una consecuencia de ello fue que El País fue siempre hostil a fuerzas y personalidades de izquierda que pudieran cuestionar el Estado monárquico actual y que pudieran significar una amenaza para la continuación de las relaciones de poder dentro de tal Estado, resultado del maridaje entre el poder económico y financiero, por un lado, y el poder político y mediático por el otro. Ello explica su clara oposición a figuras como Alfonso Guerra y más tarde Josep Borrell en el PSOE, a Gerardo Iglesias y Julio Anguita en el PCE, y ahora a Pablo Iglesias en Podemos.

Las declaraciones de Juan Luis Cebrián, presidente del grupo Prisa, sobre la memoria histórica 
Tal oposición de El País a las izquierdas se extiende a la Ley de la Recuperación de la Memoria Histórica. En una entrevista reciente en El Mundo (20.02.17), Cebrián expresa su oposición a la Ley de la Memoria Histórica, pues “genera conflictos y problemas”. Considera que el Estado no debería inmiscuirse en esta labor. Tras reconocer que “la mayoría de impulsores del periódico (El País) fueron personas vinculadas con el franquismo” añade, sin embargo, que él, en realidad, nunca fue franquista (sí, léalo y lo verá, dicho por el mismo individuo que dirigió los mayores medios de propaganda y persuasión de tal régimen). También cuestiona en esa entrevista que el régimen que él llama franquista fuera terrorista, criticando al Presidente Zapatero por haber éste indicado que su abuelo, asesinado por los golpistas, fue víctima del terrorismo, señalando Cebrián que ello no es cierto, pues no fue una víctima del régimen, sino una víctima de la guerra entre dos bandos, asumiendo (erróneamente) que los Estados de los dos bandos intentaron dominar a la población mediante el ejercicio del terror. 

Predeciblemente, niega también la plurinacionalidad de España, y considera que la ley está por encima de todo y de todos, ley que ha sido acordada en unas coordenadas de poder heredadas de la inmodélica Transición, muy desigual y poco equilibrada. Cebrián está en contra de la redefinición de España que reconozca su plurinacionalidad, y se muestra dispuesto a enviar a la Guardia Civil a Catalunya para poner orden, asegurándose de que la ley se respeta, exigiendo que los representantes parlamentarios que actúan para realizar un referéndum vayan a la cárcel, tal como el yerno del Rey Juan Carlos I debería hacer, poniendo un tema profundamente político (la relación de Catalunya con España) al mismo nivel que si fuera un caso de fraude y corrupción fiscal. No deja de ser paradójico que este personaje, que con su silencio a través de su diario cubrió en su día la enorme corrupción de Jordi Pujol, a fin de protegerlo, ahora exija la prisión para aquellos que piden la secesión. La doble moralidad de este personaje y el oportunismo mostrado a lo largo de su vida son un buen reflejo de la reproducción de la cultura y el comportamiento franquistas que continúa dándose en grandes secciones de tal rotativo. Ni que decir tiene que El País tiene profesionales de gran valor cuya credibilidad e integridad, sin embargo, debe cuestionarse por su silencio ensordecedor frente a los comportamientos sectarios, abusivos y claramente antidemocráticos de tal rotativo que se han ido acentuando en los últimos años en contra de las voces que exigen un cambio profundo para establecer una España más democrática, más justa, más plurinacional y con muchísima más pluralidad en sus medios. Tal silencio debe también denunciarse.

Quisiera añadir una nota personal. Procedo de una familia represaliada por el fascismo, por el mismo régimen al que sirvieron el padre y el hijo Cebrián. No podemos estar más lejos en cuanto a biografía y vida profesional. Que tal individuo presente mi deseo de desenmascarar tanta mentira y tanto cinismo como “un intento de abrir las heridas” es una muestra más, como mínimo, de la incomprensión que los hijos e hijas de los vencedores del golpe fascista militar muestran hacia el enorme mal que han hecho y continúan haciendo a España. Ahora bien, es probable que en lugar de incomprensión sea un caso más del cinismo y caradura (no hay otra manera de definirlo) que ha caracterizado a los oportunistas que han estado gobernando España durante tanto tiempo en defensa de sus intereses, reproduciendo la cultura franquista que está asfixiando al país.

Resumen de la presentación por el Profesor Navarro en el simposio celebrado en la New York University el día 24 de abril, ‘Imperfect Transition and Challenges of the Present Victims of Francoism, Terrorism and the State’


Diagnóstico: No está bien follada

Dos años de sanción al médico que diagnosticó a una paciente que no estaba “bien follada”
El facultativo ha presentado un recurso de alzada contra la suspensión de empleo y sueldo, que todavía no es firme y aún no se ha hecho efectiva

La Crónica
27-4-17
El Servicio Murciano de Salud (SMS) ha sancionado con dos años de suspensión de empleo y sueldo al médico de Atención Primaria del centro de salud de Alhama de Murcia al que una joven acusó de comentarios vejatorio y machistas, al diagnosticarle por escrito que no estaba “bien follada”, según informa el diario La Verdad. Los hechos se produjeron en septiembre del año pasado, cuando el facultativo ejercía en la pedanía murciana de Llano de Brujas. La sanción todavía no es firme y el médico ha presentado un recurso de alzada, por lo que la suspensión aún no se ha hecho efectiva.
La paciente, que acudió a consulta por un desmayo, denunció que su médico de la pedanía de Llano de Brujas, tras hacerle varias insinuaciones sexuales, le puso por escrito que “no estaba bien follada", a modo de diagnóstico.

La consejería de Sanidad de Murcia abrió una investigación a este médico y tras tomarle declaración le abrió un expediente.
La joven puso una reclamación ante la gerencia sanitaria murciana y aseguró haber recibido insinuaciones sexuales durante una consulta que acabó con un texto manuscrito de diagnóstico en el que se puede leer "no bien follada".
"Os juro que mi mente estaba rota y yo no sabía si lo que me estaba diciendo era de verdad". Esta joven murciana contó su historia en facebook.
Según su versión, la chica llegó a la consulta y lo primero que se encontró fue al médico "que me ofrecía un cigarrillo". "Yo lo he rechazado", contó, "pero a él no le ha importado y se ha puesto a fumar en la consulta".
La chica cuenta que "lo peor ha sido cuando me ha dicho que no me iba a recetar lo que me habían mandado en urgencias porque me iba a poner gorda y ahora mismo tenía un tipazo".
A continuación, siempre según la versión de la chica, "para colmo, ha realizado un diagnóstico y su conclusión a mi problema es que estoy mal follada, tal cual, y que si no era yo la mal follada sería mi madre".
Su denuncia la acompañó de una foto del manuscrito con el diagnóstico en la que se puede leer "no bien follada".


España es un Estado Corrompido

S.O.Spain
España es un Estado fallido porque falla algo básico: la confianza en quienes posan su culo en los sillones del poder, un conjunto de culos que los jueces que han logrado saltar las barricadas definen como organización criminal
CTXT
26 de Abril de 2017


El término “Estado fallido” describe aquellos Estados soberanos en los que fallan elementos básicos y necesarios para su funcionamiento y la seguridad de sus ciudadanos. El concepto nos sugiere un paseo por las calles de una ciudad en la que es habitual que te roben a punta de pistola y a continuación te extorsione la policía. Cosa de países lejanos. ¿Decir que España se acerca al Estado fallido es una exageración? 
Jefatura del Estado compi yogui, Presidencia del Gobierno, ministerios, mostrando su apoyo en reuniones, correos o SMS a acusados de blanquear, extorsionar, sobornar o saquear empresas públicas del país. Asaltos en la casa de fiscales que investigan la corrupción mientras sus jefes intentan frenar su trabajo. Ministros de Justicia que, sabiendo que todo esto sucede, si mueven un dedo es para escribirle un SMS al corrupto dándole ánimos. Destrucción de discos duros con pruebas de delitos en la sede del partido gobernante. Cajas de ahorro saqueadas con el conocimiento de los organismos controladores que nos han costado hospitales y escuelas. Medios de comunicación financiados por el poder desde empresas públicas saqueadas. Medios que, en lugar de vigilar al poderoso, han decidido que su papel es informar sobre países lejanos y proteger al saqueador que los financia. Jueces que denuncian falta de recursos para investigar la corrupción. Corruptos gobernantes que no piensan darles medios a estos jueces. Un partido que quita y pone jueces, que aparta fiscales con total naturalidad cuando las investigaciones se acercan a las cúpulas. Miembros del partido apartados en silencio si denuncian haber visto algo raro. Cientos de cargos que nunca saben nada, nunca sospechan nada, hasta que la alcantarilla rebosa y la guerra interna les obliga a posicionarse del lado de alguna de las familias en conflicto interno por el poder. Grandes empresarios pagando millonarias campañas electorales que perpetúan en el poder a gobernantes regados con sobresueldos. Gobernantes agradecidos dando concesiones públicas a dedo con el dinero de todos, haciendo que la prioridad del país la marquen los empresarios corruptos que sobornan a políticos. Ministros de Economía que se felicitan por un crecimiento cuya gasolina es la rueda corrupta. Una de cada cuatro personas en riesgo de pobreza y exclusión. Y la cifra creciendo. Trabajadores pobres. Y el sueldo bajando. Leyes mordaza que dificultan la protesta contra el tinglado organizado. Ministros del Interior usando dinero público para inventarse operaciones antiterroristas contra usuarios de redes sociales o espiando a rivales políticos.

Sí, España es un Estado fallido porque falla algo básico: la confianza en quienes posan su culo en los sillones del poder, un conjunto de culos que los jueces que han logrado saltar todas las barricadas y zancadillas definen en sus investigaciones una y otra vez como organización criminal. España es un Estado fallido porque ocurre algo muy grave: los ciudadanos no podemos confiar en quienes dicen trabajar para nosotros, ni en quienes vigilan que se cumpla la ley, ni en quienes construyen desde los medios el relato de un país que, nos dicen, está resfriado, un país que, sabemos de sobra, está comido por la metástasis de la corrupción.

martes, 25 de abril de 2017

Espe la mujer de oro


Nuevos vehículos policiales


Real Academia Española rectifica


Alianza y Partido Popular


Calle Génova


¡Qué vienen los rojos.....!


José María Aznar y su banda

El legado de Aznar: 12 de sus 14 ministros están imputados o implicados o cobraron sobresueldos
Eduardo Zaplana se suma a la lista del gabinete que más problemas con la Justicia ha tenido
ElPlural
Lun, 24 Abr 2017

12 de los 14 ministros que formaron el antepenúltimo Gobierno de José María Aznar (en julio de 2002) están imputados, encarcelados o implicados en asuntos judiciales escabrosos. La mayoría de ellos podrían haber cobrado sobresueldos de la caja B que manejaba el extesorero del partido, Luis Bárcenas, según la documentación que obró en poder del juez Pablo Ruz, cuando instruía el caso Gürtel, que ahora se juzga en la Audiencia Nacional.

A esta lista, que ya publicó ELPLURAL.COM en 2015, se suma ahora Eduardo Zaplana, sobre quien el juez Eloy Velasco acaba de pedir información por su vinculación a la Operación Lezo, aunque de momento no está imputado. En el auto en que el magistrado enviaba a prisión a Ignacio González, acusaba al expresidente madrileño de intentar blanquear dinero junto al exministro de Trabajo de Aznar.
Jaume Matas es el ministro de Aznar que más tiempo ha pasado en prisión: un total de nueves meses por su primera condena en el caso Palma Arena. Se le concedió el tercer grado el 31 de octubre de 2014, a los tres meses de entrar en la cárcel, y finalmente salió en libertad en abril de 2015. En febrero de este año volvió a ser condenado a tres años y ocho meses de prisión, aunque su ingreso está pendiente del pacto con la Fiscalía para confesar sus delitos. Todavía le quedan nueve causas pendientes.

El fin del milagro
Otro de los grandes señalados de aquel gabinete es Rodrigo Rato, el que fuera considerado artífice del milagro económico y que acabó siendo detenido por la Guardia Civil. La cantidad de casos que carga a sus espaldas son difíciles de enumerar: está imputado por la gestión de Bankia, está implicado en el caso de las tarjetas Black, con la que llegó a gastar en un solo día 3.547 euros en alcohol, 1.000 euros en una zapatería y 17 retiradas en efectivo de 1.000 en cajeros de Bankia.
En 2015, la Fiscalía empezó a investigarle por supuestos delitos de fraude, alzamiento de bienes y blanqueo de capitales. Por ello, su casa fue registrada y él detenido por el Servicio de Vigilancia Aduanera. Con la publicación de los papeles de Panamá se conoció que había usado varias empresas pantalla para esconder dinero en paraísos fiscales.
Elogios
Curiosamente, tanto Matas como Rato han sido ensalzados en numerosas ocasiones por el actual presidente del Gobierno. Así, en 2004, Mariano Rajoy afirmó que cuando llegara a la Moncloa quería “un Gobierno para España como el del presidente Matas” en Baleares. Antes, en el 2003, ya se había referido a él como “un amigo” que “tiene personalidad, coraje, determinación y valentía”. Respecto a Rato, han sido numerosas las ocasiones en las que Rajoy le ha descrito en público como el “mejor ministro de Economía” que ha tenido España.
El resto de miembros del Gabinete se vio salpicado por el supuesto reparto de sobresueldos sacados de la caja B de dinero negro que manejaba Luis Bárcenas, según la documentación que obraba en manos del juez Pablo Ruz durante la fase de instrucción, aunque el auto de Ruz no mencionaba específicamente los nombres de los dirigentes que habrían cobrado.
Sobresueldos
Sobresueldos que podrían oscilar desde los 1,58 millones de euros que supuestamente habría percibido Mariano Rajoy entre 1990 y 2011, hasta los 9.000 euros que presuntamente cobró en 2004 Pilar del Castillo, exministra de Educación, Cultura y Deporte. Federico Trillo, Miguel Arias Cañete, Ana de Palacio, Ángel Acebes, Jaume Matas, Francisco Álvarez Cascos, Rodrigo Rato, Javier Arenas y Cristóbal Montoro serían otros de los ministros del Partido Popular que según el instructor de la Gürtel habrían recibido cuantiosos sobresueldos, aún sin llegar a los 782.695 euros que por este concepto presuntamente se habría embolsado José María Aznar.

Espe



lunes, 24 de abril de 2017

El viento que agita la cebada





Título original
The Wind that Shakes the Barley
Año
Duración
127 min.
País
Irlanda Irlanda
Director
Guion
Paul Laverty
Música
George Fenton
Fotografía
Barry Ackroyd
Reparto
, , , ,, , , , ,, , , , ,, , , , ,, , , , 
Productora
Coproducción Irlanda-GB-Alemania-Italia-España-Francia-Bélgica-Suiza; UK Film Council / Sixteen Films / TV3 Television Network Ireland / BIM Distribuzione / Filmstiftung Nordrhein-Westfalen / Matador Pictures / Pathé / Regent Capital / Tornasol Films
Género
BélicoDrama | IRAAños 20
Sinopsis
Irlanda, 1920. Dos hermanos se alistan en la guerrilla para combatir contra las tropas británicas que intentan impedir la independencia de Irlanda. El amor por su país hace que Damien (Cillian Murphy) abandone su prometedora carrera de médico y se una a su hermano Teddy (Pádraic Delaney) en la lucha por la libertad. Tras sufrir varias derrotas y un escalofriante número de bajas, el Gobierno Británico decide pactar con los rebeldes. Pero el acuerdo alcanzado provoca divisiones dentro del IRA y desemboca en un nuevo y fratricida conflicto armado. (FILMAFFINITY)
Premios
2006: Festival de Cannes: Palma de Oro - Mejor película
Críticas

El Decameron


Título original
Il Decameron
Año
Duración
112 min.
País
Italia Italia
Director
Guion
Pier Paolo Pasolini (Libro: Giovanni Boccaccio)
Música
Ennio Morricone
Fotografía
Tonino Delli Colli
Reparto
, , , , ,, 
Productora
Coproducción Francia-Italia-Alemania
Género
DramaComedia | Edad MediaErótico
Sinopsis
Pasolini recrea con su personal estilo los divertidos cuentos eróticos de "El Decamerón" de Boccaccio. Entre otros, está el cuento de Andreuccio de Perugia, que se deja convencer por unos ladrones para quitarle un rubí al cadáver de un arzobispo. Entre los cuentos de carácter licencioso está, por ejemplo, el de Masetto de Lamporecchio, un hortelano que se finge sordomudo y loco para entrar al servicio de las monjas de un convento y disfrutar con ellas de las delicias del lecho compartido. (FILMAFFINITY)
Premios
1971: Festival de Berlín: Oso de Plata - Premio Especial del Jurado
Críticas
  • Polémica película del controvertido realizador italiano debido a su contenido erótico.

23 de Abril



Conspiraciones

Jesús Cintora: "Ver a Rajoy con chavalines o tomando unas cañas en la pantalla le viene bien"
ELPLURAL.COM adelanta ‘Telemariano’, uno de los capítulos de ‘Conspiraciones’
Sáb, 22 Abr 2017
Jesús Cintora
ELPLURAL.COM ofrece en exclusiva a sus lectores ‘Telemariano’, uno de los capítulos de ‘Conspiraciones’, (editorial Espasa), libro que salió a la venta el pasado 11 de abril y que ya puede adquirirse en las principales librerías. Se trata de una obra en la que el periodista desvela los mensajes lanzados entre unos y otros partidos, las conversaciones en la sombra, o los pactos y las alianzas acordados para hacerse con el Gobierno de España.
Mariano Rajoy gana buena parte de las elecciones generales con la política de medios informativos del Partido Popular. Los candidatos de la izquierda pican al seguirla. Rajoy logrará estar presente en las grandes televisiones, pero con entrevistas cómodas: de niños, de ciudadanos, paseos por la ciudad... Al presidente en funciones le conviene mucho más eso que enfrentarse a periodistas que le pregunten y le repregunten sobre asuntos delicados como la corrupción. Se entiende que Mariano apueste por estos formatos televisivos. Lo que se comprende menos es que el resto de los candidatos le siga.
Ver a Rajoy con chavalines o tomando unas cañas en la pantalla le viene bien. Le hace más cercano, más amable. Ver a Pablo Iglesias tocando los timbales, la guitarra o jugando a los dados no está mal, pero puede producir rechazo en un sector fiel de su electorado, que quizá le ve fuera de lugar. Pero, sobre todo, cuando se apuesta por estos formatos «amables», que tan bien le vienen al candidato del PP, se renuncia a otros de mayor profundidad sobre temas espinosos que podrían convenir más a sus adversarios.
Dicho de otra forma, a Mariano un niño no le va a repreguntar sobre los escándalos de corrupción. Ni se da pie a que lo haga un ciudadano en un plató. Aquellos tiempos en los que un periodista preguntaba y repreguntaba, con respeto, pero con interés por poner al candidato delante de sus contradicciones, parecen ya propios de otra época. Se ajustan perfectamente a los deseos de Rajoy, que desprecia las preguntas de la prensa y considera que plantearle asuntos que no le agradan es hablar mal de España.
El año de las dos elecciones generales también pasa a la historia por imponer en nuestro país el encuentro en televisión con el candidato y su lado más amable. No es algo que no se haya visto en países tan importantes como, por ejemplo, Estados Unidos, pero allí los presidentes también admiten entrevistas profundas... Salvo excepciones como la de Trump, claro.
Que Iglesias aparezca en una entrevista con el humorista Joaquín Reyes, en un seguimiento de dos días con Susanna Griso, rodeado de niños que preguntan junto Ana Rosa Quintana, con Pablo Motos y las hormigas... es normal en estos meses en los que el líder de Podemos apuesta decididamente por la presencia televisiva como forma de captar indecisos o nuevos votantes.


Así que vemos a un niño comentar con Rajoy que por qué tanta gente se mete con él, o a una niña declararse como su «mayor fan». Él les explica la corrupción, porque «hemos tenido casos, nadie es perfecto, pero la inmensa mayoría de los políticos y de las personas son honradas, la mayor parte de la gente es buena». Vemos a Pablo Iglesias jugando a los dados eróticos con Susanna Griso y descubriendo que tiene la opción de «besar» y «chupar». También le toca una nana con la guitarra a María Teresa Campos y los timbales con Pablo Motos...
Otra clave mediática son los debates electorales. Rajoy ya ha reconocido, hasta con declaraciones públicas, que no le apetecen, que no le resultan cómodos y que suponen un esfuerzo. En charlas más informales incluso argumenta que le parecen solo un espectáculo. En los comicios del 20D, el presidente aceptó un cara a cara con Sánchez. Para los del 26J, opta por un único debate a cuatro. A Rajoy no le gustó que el candidato del PSOE le echara en cara los asuntos de corrupción. Jamás le perdonará. En la segunda campaña electoral, el Partido Socialista no lo hace público, pero intenta que ese debate a dos se repita. Rajoy lo rechaza.
Jorge Moragas, el jefe de campaña y de Gabinete de Rajoy, habla con el responsable del PSOE, Óscar López, y quedan en analizar las opciones dándose un tiempo de reflexión. En La Moncloa tardan en decidirse, pero, tras casi un mes de espera, acuerdan que habrá un debate con todos los candidatos. El PP esgrime que el duelo que se había impuesto desde el primer cara a cara de Felipe González y José María Aznar en 1993 ya no tiene sentido. Ahora los populares quieren defender «la pluralidad». Parece lógico y hasta más democrático debatir con todos los principales candidatos, aunque el motivo no es ese. El equipo electoral del PP considera que debatir a solas con Pedro Sánchez solo refuerza el perfil del candidato del PSOE. Hacerlo entre cuatro diluye protagonismos, reparte tiempos y Mariano espera que sus adversarios se enzarcen entre sí.
El debate cara a cara que enfrentó a Mariano Rajoy y Pedro Sánchez el 14 de diciembre, con 9,7 millones de espectadores y un 48,6 %, fue el último del bipartidismo. Pasará a la historia como el debate en el que a Rajoy le llamaron a la cara «indecente» y él respondió diciéndole a Sánchez «ruiz, ruin». En la segunda campaña, el PSOE no logra repetir la experiencia, Podemos está dispuesto a ir a todos los debates, Ciudadanos también quiere explotar la vena televisiva de Rivera y el PP lo fía todo a que se vea por primera vez a Rajoy con los nuevos candidatos.
El debate se presenta como histórico. En contra de lo esperado, los principales ataques al líder del PP los protagoniza el candidato de Ciudadanos. Una prueba de que lo que ocurre en un debate a veces no tiene nada que ver con lo que luego pasa tras las elecciones. Uno puede ganar esa contienda televisiva, pero luego quedar el cuarto en las urnas. O hacerle duras acusaciones al contrincante, pero luego pactar con él. Así puede ser la televisión.
Efectivamente, Albert Rivera asegura ante Mariano Rajoy que no apoyaría un Gobierno con él como presidente por los casos de corrupción. También le reprocha, periódico en mano, que enviaba mensajes a Bárcenas cuando estaba imputado «diciéndole que fuera fuerte». «La nueva política de España merece un nuevo Gobierno», sentencia Rivera. Puede que esa dureza con Rajoy ante el electorado de derechas y haber negociado con el PSOE castigue electoralmente a Ciudadanos más adelante.
Aunque aquel debate a cuatro tiene un punto determinante en la campaña electoral que apenas se destaca. Hay millones de españoles viéndolo y Pablo Iglesias renuncia a explicarles por qué no hubo acuerdo con el PSOE para gobernar. Pedro Sánchez le acusa insistentemente de haber evitado, junto a Rajoy, un Gobierno del cambio, e Iglesias, sorprendentemente, no responde. Es el debate en el que Podemos confunde no enfrentarse descaradamente con los socialistas con no dar explicaciones a la audiencia sobre lo ocurrido para que no gobernara la izquierda. Es un fallo garrafal.
Pablo Iglesias le dice a Sánchez: «Usted se equivoca de adversario [...], no soy yo, es Rajoy», o «estoy seguro de que los votantes nos quieren ver entendernos». No es casualidad. Hay una estrategia hablada con su jefe de campaña, Íñigo Errejón, por la que acuerdan no responder a lo que consideran una campaña del PSOE para confrontar con ellos. Podemos equivoca confrontación con explicación. Máxime cuando hay millones de espectadores delante. No puedes darles la callada por respuesta.
Mariano Rajoy sale vivito y coleando del debate. Como mucho, se ha perdido algún partido de la Eurocopa. Se estrena en la contienda a cuatro diciéndoles a los demás que habían ido «a hacer prácticas» y que «no estudian los temas». Y eso que, hace unos meses, el presidente en funciones reconocía que rechazaba estos formatos, porque «hay que prepararlos».
Rajoy afirma que la corrupción en España es «alguna noticia en algún medio de comunicación», que «se persigue y se castiga», pero pasa de puntillas por el blindaje a Rita Barberá, a su tesorero o al presidente de Murcia, vinculado a la Púnica, pero con quien acaba de arrancar oficialmente la campaña en un mitin. Niega que haya subido impuestos, tras la mayor subida de la democracia, o que haya habido rescate, a pesar del multimillonario «préstamo en buenas condiciones» para la banca. La estrategia de medios del PP le sale redonda, con el beneplácito de los formatos televisivos y con la astucia de Mariano, que ha vuelto a demostrar que una cosa es lo que se dice y otra lo que se hace. Él puede permitirse negar sus principales puntos negros ante toda España sin que ni siquiera le tiemble el pulso. Si acaso, le aparece ese tic que hace que mueva un poco más un párpado.