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viernes, 29 de junio de 2018

Nueva señal de tráfico (Cat Empordá)


Vestidos de novia hechos con papel higiénico



Los vestidos de novia hechos con papel higiénico que triunfan en Nueva York

Con estos diseños una novia jamás pasará desapercibida

ElPlural
Mar, 26 Jun 2018
El mundo de la moda nupcial no tiene límites. Tules, sedas, crepes, plumetti, brocados, encajes, gasas, guipur, muselina, organza, raso, satén... Miles son los tipos de telas que podemos encontrarnos en el taller de un sastre a la hora de confeccionar un vestido de novia para su gran día. Aunque las opciones son prácticamente infinitas y las novias de esta época juegan al máximo con la personalización de sus vestidos, seguro que nunca habías visto que el papel higiénico fuese el tejido protagonista.
Este certamen que ya va por su décimo cuarta edición es organizado por la web estadounidense Cheap Chic Wedding, un portal dedicado a dar consejos, ideas e inspiración para hacer una boda low cost. Se presentaron 1.500 modelos, pero solo los diez mejores han subido al desfile de la pasarela que se celebraba el pasado 20 de junio en Nueva York.
Los materiales necesarios para confeccionar estas piezas fueron papel higiénico, cinta adhesiva, pegamento e hilo. El ganador del premio recibe y el ganador ha sido más de 8.000 euros. ¿Te atreverías con un besito así el día de tu boda?

¿Que pasó en realidad en Catalunya el 20-S?


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http://www.ccma.cat/tv3/alacarta/app/apptv3/video/5774300/


Público

Catalunya '20 -S ', el documental que desmonta la versión de Llarena sobre los hechos por los que encarcelaron a los Jordis

El documental, producido por Mediapro y dirigido por Jaume Roures, repasa de una manera inédita y con decenas de fuentes visuales diferentes, lo que pasó el 20 de septiembre, durante el registro de la Consejería de Economía y el intento de asalto ilegal de la Policía Nacional de la sede de la CUP. El film se podrá ver este jueves en el programa 'Sense Ficció', de TV3.

Barcelona


MARC FONT

Los hechos del pasado 20 de septiembre son uno de los elementos primordiales en la macrocausa de Pablo Llarena contra el independentismo. Ese día decenas de miles de personas se concentraron ante la sede del Departamento de Economía y Hacienda de la Generalitat a raíz de los registros y detenciones que llevó a término la Guardia Civil. Además, agentes de la Policía Nacional también intentaron acceder a la sede de la CUP a pesar de no contar con ninguna orden judicial. Lo que sucedió durante aquella jornada maratoniana es, según la interpretación del magistrado del Tribunal Supremo, lo que justifica el procesamiento por rebelión de los entonces máximos dirigentes del ANC y Òmnium Cultural, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart.

Ambos están encarcelados desde el 16 de octubre. El jueves, el programa Sense Ficció, de TV3, estreno el documental 20-S, dirigido por Jaume Roures y producido por Mediapro, que ofrece una visión inédita de los hechos de aquel día que, entre otras cuestiones, desmonta y cuestiona alguno de los puntos fundamentales de la acusación de Llarena.

El documental, que se presenta este martes por la noche en el cine Aribau de Barcelona, cuenta con imágenes de más de una veintena de fuentes diferentes, algunas propias de Mediapro y muchas otras de personas que asistieron a los hechos. Además, da voz a algunos de los protagonistas, como los ex diputados de la CUP David Fernández y Mireia Boya , el abogado y teniente de alcaldía del Ayuntamiento de Barcelona Jaume Asens , altos cargos de Economía o un agente de los Mossos que, bajo anonimato , explica la versión del cuerpo policial. También interviene el profesor de Derecho Constitucional Joaquín Urías y se utilizan extractos de la declaración del exmajor los Mossos Josep Lluís Trapero en la Audiencia Nacional.

Jaume Roures ha avanzado que las imágenes del documental podrían servir de prueba para la defensa de Sánchez y Cuixart. ¿Qué explica 20-S? Urías, por ejemplo, recuerda que "organizar un referéndum no es un delito en España", por lo que "el aparato del Estado" lo que hace es "inventarse el delito de rebelión" para utilizar este caso "como escarmiento". Según el profesor de Derecho Constitucional en la instrucción de Llarena está la "construcción de un relato" para justificar un delito de rebelión que, en su opinión, no existe, lo que le lleva a afirmar que esta construcción "es política ".

Llarena, en el orden de procesamiento de marzo contra Sánchez, Cuixart y demás dirigentes soberanistas imputados, escribía lo siguiente sobre lo que pasó en la esquina de Rambla Catalunya con la Gran Vía, donde está el Departamento de Economía: "los hechos que sucedieron demuestran que la muchedumbre actuó como una masa de fuerza que, además de destrozar los vehículos policiales, atacó bienes personales mediante el lanzamiento de objetos, o impidiendo que los sitiados (refiriéndose a la Guardia Civil) pudieran ejercer su libertad de acción y de vagabundeo durante las largas horas que duró el asedio [...]. Los hechos expuestos determinaron el efecto inherente a la violencia, es decir, una real restricción de la capacidad de actuación (de la policía) como consecuencia del uso de la fuerza, tal como ocurriría en un supuesto de toma de rehenes con rasgos en el aire. "

Las imágenes y los testigos, sin embargo, demuestran lo contrario. En todo momento existió un cordón formado por voluntarios de la ANC y también con agentes de los Mossos que permitía la actuación y el paso tanto de la comitiva judicial como de los agentes de la Guardia Civil. El interrogatorio a Trapero y el contraste con las imágenes desmonta alguna de las acusaciones que se hacen, como los supuestos intentos de los manifestantes de intentar acceder a la sede del Departamento, un hecho que no se produjo en ningún momento, o que permanentemente no hubiera una pareja de agentes de la Guardia Civil en el exterior de la puerta de acceso al inmueble, como pone de manifiesto el documental. "No hay amenaza a los agentes que están en la Consejería y no se puede hablar de toma de rehenes (como hace Llarena)", subraya Urías.

Los coches de la Guardia Civil

Otro elemento fundamental son los famosos vehículos de la Guardia Civil que acabaron destrozados. Jordi Cuixart y Jordi Sánchez subieron a media de la noche para, megáfono en mano, desconvocar la concentración masiva, en la que llegaron a acumularse más de 40.000 personas. Ahora bien, durante toda la jornada -la intervención en el Departamento comenzó a primera hora de la mañana- subió a gente, como periodistas para tomar imágenes de los hechos o varias de las personas concentradas. En este sentido, uno de los elementos más controvertidos fue que los agentes de la Guardia Civil se dejaran las armas dentro de los vehículos, si bien Trapero deja claro que gracias a las imágenes que tenían de un helicóptero tuvieron el interior de los vehículos controlado en todo momento.

El entonces máximo responsable de los Mossos también denuncia que en ningún momento se les informó de la intervención, por lo que con "recursos ordinarios tuvimos que afrontar una situación extraordinaria" . Asimismo, 20-S también muestra cómo se ofreció varias posibilidades a toda la comitiva judicial para abandonar la sede de la Consejería una vez acabaran el registro, como salir a través del Teatro Coliseum -que es lo que hizo la secretaria judicial -, pero que los agentes del cuerpo se negaron

El otro gran punto de atención de la jornada fue la sede nacional de la CUP, situada en la calle Casp de Barcelona. Agentes de la Policía Nacional intentaron acceder, pero no se les permitió porque no tenían ninguna orden judicial. Progresivamente miles de personas se dirigieron ante la sede y, a pesar de algún momento de tensión, no hubo ningún incidente remarcable y horas más tarde los agentes se retiraron. En el documental, tanto David Fernández como Mireia Boya recalcan que intentar acceder a la sede de un partido sin orden judicial "es un delito". Para Urías la voluntad de la actuación era precisamente provocar algún tipo de incidente, con la intención de justificar la construcción del relato posterior sobre la violencia. Si bien el relato se ha hecho igualmente, las imágenes desmontan, una vez más, la versión de Llarena. Lo mejor, en cualquier caso, es comprobarlo por uno mismo viendo 20-S.


'20-s', líder absolut d'audiència

El documental sobre els fets del 20 de setembre que van dur a la presó els 'Jordis', i que desmunta la tesi del jutge Pablo Llarena, va liderar l'audiència a Catalunya, amb gairebé un 35% de quota de pantalla. 

Pùblic

Barcelona

29/6/18

El documental 20-S va registrar aquest dijous la millor dada d'audiència en el prime time a Catalunya, amb una quota de pantalla del 34,8%, (dada amb convidats). Amb aquestes xifres, '20-S' va ser l'opció més vista a televisió la nit de dijous i la segona emissió d'entreteniment més vista del curs a Catalunya, per darrera d'una altra producció de Mediapro, 1-O.

El documental, produït per Mediapro, dirigit per Jaume Roures i amb guió de Lluís Arcarazo es va estrenar la nit de dijous a TV3 en una emissió especial del programa Sense Ficció, i va ser seguit per 1.071.000 espectadors, sent líder absolut en tots els targets per edat i sexe.

A les xarxes socials, 20-S també va aconseguir una repercussió destacada. La conversa a Twitter va generar 121.400 missatges en tot el dia i va tenir 9,7 milions d’impressions. El hashtag #20STV3 va obtenir més de 50.200 tuits i va ser trending topic mundial durant dues hores i mitja.

Aquesta és la tercera ocasió en el darrer any (des del juliol passat), que un documental produït per MEDIAPRO porta Sense ficció a les seves quotes màximes d’audiència. L’emissió el 9 de gener d'1-O, amb 1.323.000 espectadors i un 36,9% de quota de pantalla, va convertir el programa en la segona emissió no esportiva més vista del curs a Catalunya fins al moment, superada únicament pel ple del Parlament del 10 d’octubre, i va fer que el programa registrés el seu màxim històric d'audiència. Aquest rècord l'ostentava fins aleshores una altra producció de Mediapro, Las cloacas de Interior, reportatge emès el juliol de l'any passat.

El documental es va poder seguir en directe a tot l'Estat a través del web de TV3 i hi estarà disponible deu dies a la carta.

20-S és la reconstrucció minuciosa, a través dels relats dels propis protagonistes dels fets, del que va passar a la Conselleria d’Economia i Hisenda, a la seu de la CUP i als carrers de Barcelona el 20 de setembre del 2017.

A partir de les imatges de fins a 35 fonts diferents, el documental repassa els fets que van succeir aquella jornada històrica a Barcelona: el paper que hi van tenir Jordi Sànchez i Jordi Cuixart, aleshores presidents de l'Assemblea Nacional Catalana i Òmnium Cultural i ara en presó preventiva justament per aquells fets, durant la concentració popular espontània que es va produir davant de la Conselleria d'Economia i Hisenda; l’assetjament per part de la Policia Nacional a la seu de la CUP, els intents d'entrar-hi sense ordre judicial i la resistència pacífica que ho va impedir, i el paper dels Mossos d'Esquadra per evitar un problema d'ordre públic als carrers de la ciutat en una jornada de mobilitzacions massives.

20-S és, en definitiva, una reconstrucció cronològica d'aquella jornada que contradiu la versió oficial, buscant la veritat del que va passar, i que, entre d'altres qüestions, desmunta i qüestiona algun dels punts fonamentals de l'acusació del jutge del Suprem Pablo Llarena.

jueves, 28 de junio de 2018

Bebés robados


¿Por qué no?


La respuesta de un niño


Franco y el 18 de Julio


Los restos del dictador Generalísismo Caudillísimo, Criminalísimo por la Gracia de Dios, Francisco Franco Bahamonde, deben ser exhumados el próximo 18 de Julio.


Billy el Niño y los otros torturadores del Franquismo


No sólo Billy el Niño, los otros torturadores del Franquismo

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica pide un listado de los condecorados policías, jueces y militares anteriores al 15 de junio de 1977

ElPlural

AGENCIAS

Jue, 28 Jun 2018




La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha solicitado a Hacienda un listado de todas las condecoraciones pensionadas a funcionarios del Estado como policías, jueces y militares que llevaron a cabo los servicios por los que fueran reconocidos con anterioridad al 15 de junio de 1977.

En un comunicado, además insta al Gobierno a crear una comisión que prepare un informe de todos los reconocimientos otorgados por el Estado a funcionarios que ejercieran “servicios extraordinarios” que hayan consistido en “colaborar, idear o cooperar con violaciones y violadores de Derechos Humanos”.

Recuerda que cuando pidió el pasado 10 de mayo al Ministerio del Interior la retirada de la medalla concedida por Rodolfo Martín Villa, conocido como Billy el Niño, insistió en que le fueran retiradas “otras posibles condecoraciones, reconocimientos o recompensas, contando la posibilidad de que existieran más, como así se ha conocido en las últimas semanas”. En este sentido, ha trasladado un escrito al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con dicha petición.

“Recientemente hemos conocido que decenas de funcionarios fueron condecorados durante la dictadura franquista,
 conllevando un reconocimiento por parte del Estado y traduciéndose, en muchos casos, en incrementos económicos en sus sueldos o pensiones de jubilación”, denuncia en la misiva.

La asociación pide a Hacienda que dicha cuestión sea notificada a través del Portal de la Transparencia.


RAFA HERNANDO : El insolente lenguaraz y los...¡¡PRESOS POLITICOS!!

El desliz de Hernando: llama "presos políticos" a los independentistas encarcelados
El portavoz parlamentario del PP acusó a Iglesias de ser el vicepresidente de Sánchez en la sombra
ElPlural
Jue, 28 Jun 2018
El portavoz parlamentario del Partido Popular, Rafael Hernando, sufrió un lapsus de los que te meten en apuros. Durante una rueda de prensa celebrada en el Congreso de los Diputados, Hernando se pronunció sobre la reunión de Pablo Iglesias sobre su reunión con el president de la Generalitat, Quim Torra, y su visita a Jordi Cuixart a prisión. Hernando acusó al líder de Podemos de ser el “vicepresidente” en la sombra de Pedro Sánchez. El desliz se produjo cuando el portavoz del PP se refirió al encuentro entre Iglesias y Cuixart como “visita a los presos políticos”. Si, “presos políticos”, no “políticos presos” como acostumbra a decir.

Los Patriotas


Los ciudadanos eligen.....


La Iglesia y la LGTBQ



Por qué (y cómo) los cristianos deberían celebrar el Orgullo




28/6/18




Cada mes de junio, la comunidad LGBTQ+ y sus aliados celebran el mes del Orgullo, una oportunidad para poner el foco y celebrar a la gente LGBTQ+ en toda su plenitud, para recordar las luchas hacia la igualdad y para imaginar un mundo en el que la celebración y la completa inclusión sean la norma, no una excepción. Para muchos cristianos, sin embargo, el Orgullo se ve con prejuicios y reproches, como una oportunidad para echar pestes contra los homosexuales.

El Orgullo no sólo es una oportunidad de celebración para la comunidad LBGTQ, sino para que las personas no LBGTQ adopten una forma de ser más similar a la de Cristo.

El Orgullo es necesario por muchos motivos, y uno de ellos es la homofobia entre los cristianos. Como colectivo (aunque muchos individuos y grupos dentro de la religión luchan desde hace tiempo por una mayor inclusión), los cristianos, especialmente los evangélicos conservadores, han creado un contexto histórico de exclusión, abuso, victimización y aislamiento de las personas LGTBQ.


La cruz de Jesús es de amor e inclusión; pero la Iglesia ha creado una cruz que obliga a las personas LGTBQ a cargar con el peso de la exclusión, el bullying y el rechazo.

Desde establecer una pseudociencia intrínsecamente homófoba de una "terapia" reparadora, hasta desheredar y rechazar a miembros de la familia, amigos y fieles cuando salen del armario. Históricamente, los cristianos han castigado y desterrado a personas a las que Dios nos pidió amar incondicionalmente. Al normalizar un lenguaje homófobo desde el púlpito y justificar el maltrato en nombre de una "pureza" teológica, la Iglesia ha contribuido a la deshumanización política, relacional y espiritual de las personas LGTBQ.

A través de esa normalización, la Iglesia ha fabricado una cruz que obliga a llevar a las personas LGTBQ. La cruz de Jesús es una cruz de amor, de sacrificio, de inclusión; pero la Iglesia ha creado una cruz que obliga a las personas LGTBQ a cargar con el peso de la exclusión, el bullying, el rechazo, la depresión, el aislamiento, la inclinación suicida, la represión y el juicio. La Iglesia es culpable, y cómplice, de crear una cultura de muerte, de falta de hogar y de aislamiento que de ningún modo refleja el carácter de Dios.

Las Escrituras y la imagen de Jesús se han utilizado como armas contra personas creadas a imagen de Dios. La Iglesia ha decidido elevar una cuestión aparentemente teológica por encima de la humanización y la cura de toda una comunidad. Ha elaborado una caricatura de Jesús como alguien que sentencia a la gente y ha hecho creer que ese es el verdadero Jesús, que esa es la voluntad de Dios. Al fin y al cabo, no deberíamos necesitar un grado de teología sistemático para decidir si todo el mundo está hecho a imagen de Dios y si Dios los acepta. La respuesta siempre es sí.

Y ahora, antes de que me venga alguien con el "¿pero y qué pasa con la Biblia, qué dice la Biblia?", yo digo que no me interesa enzarzarme en una discusión documentada sólo por saber quién tiene "razón". Hacerlo sería no entender nada en absoluto. Los ultrarreligiosos fariseos reflejados en los evangelios constantemente usaron los textos como un arma moral, obviando que todos somos humanos. El sentimiento de Jesús hacia ellos siempre fue el mismo: los invitó siempre a dar ánimos en lugar de moralizar a la gente, y a aligerar la carga de prácticas religiosamente opresivas que ellos crearon. La prueba definitiva de Jesús no consiste en una interpretación hermenéutica, sino en la compasión y en invitar a la gente de los márgenes al centro. Esta postura de Dios sigue siendo la misma a día de hoy.

El fruto de la mayoría de la teología cristiana occidental es la muerte, la depresión, la falta de techo y la exclusión. La Iglesia limita a las personas LGTBQ el acceso seguro a una comunidad cristiana y trata de convencerlos de que la imagen de Dios está menos presente en los fieles LGTBQ que en otras personas.

No deberíamos necesitar un grado de teología sistemático para decidir si todo el mundo está hecho a imagen de Dios y si Dios los acepta. La respuesta siempre es sí.


Los cristianos tienen la oportunidad este mes, y cada día de su vida, para arreglarlo, para observar cómo la Cristiandad en su conjunto ha dañado a las personas LGTBQ y para hacer las cosas mejor. Este mes nos ofrece la oportunidad de ver con claridad nuestro rol como opresores, de reparar lo que sea necesario, de alzar la voz que hemos silenciado, de trabajar contra una legislación discriminatoria, de arrancar de raíz nuestra propia homofobia y de celebrar el don de una comunidad LGTBQ resiliente, dinámica y diversa.

Al nivel más básico, la Iglesia debería permitir celebrar el Orgullo para exponer nuestra homofobia. Y, en vez de esconderse tras la teología o la tradición, debería pedir arrepentimiento. Es hora de aprender de las personas LGTBQ y de crear comunidades que fomenten el amor radical, la aceptación, el foco y la defensa de las personas LGTBQ en vez de caer en la tendencia histórica de sentimientos, políticas y acciones anti-LGBTQ.

La Iglesia debe dar espacio a voces LGTBQ en el púlpito y debe negarse a teorizar y teologizar sobre la gente si no están en la sala. Esto se puede hacer ofreciendo de forma intencionada el liderazgo de los niveles superiores de iglesias y organizaciones. La comunidad LGTBQ siempre ha tenido voz, pero, históricamente, la Iglesia se ha tapado los oídos mientras gritaba los mismos textos planos. Los cristianos LGTBQ ya han marcado el camino en esta religión y lo han hecho frente a la hostilidad, frente al cuestionamiento de su fe y frente al rechazo de la comunidad cristiana. Debemos seguirles para nuestra liberación colectiva. Como colectivo, la iglesia puede hacerlo mejor. Debe hacerlo mejor. Hay demasiado en juego como para mantener esas líneas rojas.

Como cristianos, perdemos una parte de nuestra humanidad cuando dejamos a un lado la compasión y tratamos a las personas como objetos que merecen desprecio o violencia. El Orgullo nos da la oportunidad de acabar con prácticas e ideologías opresivas mientras nos convertimos en personas más humanas. Así aprendemos de la imagen de Dios que está en las personas LGTBQ, la imagen que enseña la diversidad de cómo Dios se identifica con el género y el sexo, que enseña a celebrar y a mantener la resiliencia en nombre del amor, y que nos enseña a luchar por nuestra propia humanidad colectiva. Es imprescindible que este mes y todos los meses los cristianos devolvamos todo lo que hemos arrebatado a las personas LGTBQ: voz, espacio, dignidad, seguridad y una afirmación de su humanidad íntegra.

El don del Orgullo para los cristianos es una oportunidad de vernos claramente a lo largo de nuestra opresiva historia y de continuar la celebración de este mes de la mejor forma. 


Brandi Miller es representante religiosa de un campus universitario y directora del programa de justicia del Pacific Northwest.
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' EEUU y ha sido traducido del inglés por Marina Velasco Serrano














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Rafael Hernando: Fascista delincuente nato malnacido



Hernando desprecia a las víctimas de Billy el Niño

El portavoz del PP afirma que las medallas del torturador franquista “son cosas del pasado” y que le “da lo mismo” si se las quitan o no

A.G

ElPlural

Mié, 27 Jun 2018

La mayoría de los grupos parlamentarios del Congreso se han pronunciado a favor de que el Gobierno retire a Billy el Niño las cuatro medallas que incrementan en un 50 por ciento su pensión. La mayoría, menos el Partido Popular que, en palabras de su portavoz, le “da lo mismo”.



Con palabras de desdén y desprecio a las víctimas, Rafael Hernando ha evitado valorar en más profundidad que El Gobierno esté estudiando retirar estas condecoraciones al torturador franquista. “Son cosas del pasado. Si quieren quitárselas que se las quiten”, ha respondido simplemente a las preguntas de los periodistas en el Congreso.



La respuesta del siempre provocador portavoz del PP en la Cámara Baja recuerda a sus polémicas declaraciones en relación a la Memoria Histórica y a las víctimas del Franquismo. La más sonada, cuando consideró que “algunos se han acordado de su padre cuando había subvenciones para encontrarle”. Cuando le exigieron disculpas, negó haberlo dicho y le valió una querella de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica que fue archivada por el Tribunal Supremo.

Otra de sus polémicas se produjo durante una entrevista en Las Mañanas de Cuatro en la que a Hernando no se lo ocurrió mejor forma de defender a sus compañeros del PP pillados haciendo el saludo fascista que decir que la “II República llevó a un millón de muertos” y puso en igualdad de condiciones, en lo que se refiere a “inconstitucional”, la bandera franquista y la de la república.






Las cuatro medallas de Billy el Niño

El inspector de la Brigada Político Social Juan Antonio González Pacheco, conocido como Billy el Niño, tiene cuatro medallas que incrementan en un 50% su pensión, revela un informe encargado por el Ministerio del Interior, según publica el diario El País. La primera condecoración es de 1972 y la última de 1982, aunque no empezó a cobrarla hasta que la reclamó por vía judicial en 2010.

A su llegada al Gobierno, el nuevo titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, encargó un informe sobre la medalla concedida en 1977 al policía franquista para estudiar su posible retirada como demanda la Asociación de Recuperación de la Memoria Histórica.


Al indagar en el expediente del exinspector acusado de torturas se ha descubierto que no era una sino cuatro medallas las que se le habían concedido y todas ellas conllevan aparejado un incremento de pensión.




miércoles, 27 de junio de 2018

Hemeroteca: Un Genovés que nunca pisó la calle Génova


Juan Genovés: «A un cuadro le digo 'adiós' como a un hijo que se va de casa»

Las Provincias

El autor de 'El abrazo', icono de la Transición, fue a inaugurar una exposición con una maleta porque pensaba que lo iban a detener
CÉSAR COCA Domingo, 2 julio 2017

Cada día, entre las cuatro y las cuatro y media de la madrugada, Juan Genovés (Valencia. 1930) se encierra en su estudio y comienza a trabajar. El estudio está en la planta alta de su casa en Aravaca (Madrid) y es una superficie muy amplia, dividida en dos partes por unos escalones. En los últimos años del franquismo, aquí se reunían con frecuencia artistas, intelectuales y dirigentes del Partido Comunista de España. La estancia, como dice el pintor recordando aquellos días de agitación política y represión policial, tiene la ventaja de contar con dos salidas, lo que facilitaba la huida en caso de que se presentara alguna visita del Ministerio de Gobernación. Genovés avanza en sus cuadros mientras la primera luz del alba se cuela por los lucernarios. Es el momento en que ordena las figuritas humanas -parecen de juguete- que luego plasma en el lienzo, con ese aire de humanidad siempre en búsqueda. «Antes por la tarde hacía vida social, pero ahora me he jubilado de eso. Toda mi energía que tengo la uso para pintar», dice este artista que no parece tener los 87 años que ya ha cumplido. Unos años que le han dado para completar una obra gigantesca en volumen. Tanto es así que incluso hay centenares de cuadros -«casi mil a lo largo de unos quince años», explica- de los que nada sabe. De ahí su alegría cuando hace un tiempo se enteró de que dos de sus obras de los sesenta salían a la venta. Las compró y ahora cuelgan en una de las paredes de su estudio. «No me acordaba de ellas», confiesa.

«Engaño a mi mujer para que me deje pintar un rato más»
- ¿Qué significa para usted la palabra 'posteridad'?
- Todo y nada. Si pensamos en qué habrá dentro de 10.000 años, la respuesta es nada. Los humanos no queremos ver nuestra propia desdicha. El paso por la vida es un paseo, y lo desagradable es que no somos nada. Una vez pregunté a una señora qué pensaba cuando la vi detenida ante uno de mis cuadros. Me dijo que se estaba buscando en él. La pintura es eso, un espejo. Debe servir para vernos o no sirve para nada. 

- ¿Qué opina de los artistas que dicen que no les preocupa que la gente los entienda?
- Para mí lo que piensa la gente es lo más importante. Me preocupa que no se sepa mirar un cuadro. En los museos, los visitantes se detienen de media en cada obra cuatro segundos. Se lo digo porque lo he medido. Y con eso se están perdiendo mucho, porque la mirada cambia en cuanto uno se para a pensar un poco.
- ¿Por eso pide usted que se pongan sillas delante de los cuadros?
- Es que un cuadro debe verse sentado. La pintura es la más libre de las artes porque no tiene tiempo. Eres dueño de tu mirada y puedes estar horas ante un cuadro. Cuando restauraron 'Las meninas' hubo una gran polémica sobre los colores que surgieron y el entonces director del museo invitó a algunos artistas a verlo antes de colgarlo de nuevo en su sala.
- ¿Usted fue?
- Claro. Fui con Antonio Saura y nada más llegar él preguntó cuánto tiempo podíamos estar. Lo vimos a la luz del día y estuvimos mirándolo varias horas, hasta que nos echaron...
- ¿Tiene previsto dejar de pintar algún día?
- Nunca. Pintaría hasta con un palo en la mano, si ya no pudiera hacerlo de otra manera. Mi suegra me preguntaba si no me jubilaba, y cuando le explicaba esto mismo me decía que el mío es un oficio muy raro.
- De momento, trabaja en un horario de puro destajismo.
- Trabajo más que nunca. O casi más que nunca porque hace unos años tuve una exposición en Nueva York y veía que no llegaba a terminar lo que quería exponer y estuve tres días seguidos, con sus noches, sin dejar de trabajar. Ahora ya no es así, pero engaño a mi mujer para que me deje pintar un rato más.

- De joven dormía mucho, pero ahora, no. Por eso me levanto tan pronto. Si me quedo en la cama, pinto con la imaginación pero eso no es nada. Soy avaricioso, así que me levanto y me pongo a trabajar. Me gusta hacerlo incluso medio dormido, porque la pintura te exige más cuanto más la piensas. Puedes estar horas con el pincel en la mano reflexionando sobre qué hacer. En cambio, cuando estás medio dormido te atreves a todo. Quiero ese momento en el que lo que llevas dentro sale como un manantial.

- Su jornada es asombrosa. ¿Cómo es posible tal actividad a su edad?

- Lo que hago es dividir el día. Como le decía, me levanto muy pronto. Trabajo hasta las diez, desayuno y duermo un rato. Pinto otro poco, a veces leo, hasta la hora de comer. Después echo una siesta como de una hora, camino por el parque unos 30 minutos, y vuelvo al estudio. Por la tarde hago un trabajo más mecánico, hasta las ocho. Luego ya leo, hago un poco de ejercicio en un gimnasio que he instalado en casa, ceno y me acuesto. Así es mi vida. 


- En alguna ocasión ha dicho que su infancia fue esencial a la hora de entender todo lo que vino después.

- Fue muy importante, el motor donde se cargó mi cerebro. Nací en Valencia y viví en una casa que era de mis abuelos, en pleno Barrio Obrero, que ya no existe. Mi calle empezaba en el cuartel del Ejército y terminaba en el campo de fútbol. Recuerdo en los primeros días de la Guerra Civil cuando los republicanos asaltaron el cuartel... Éramos de los pocos que teníamos radio y muchos vecinos venían a casa para escuchar lo que se decía en las emisoras de los dos bandos.

- Pero su familia era de izquierdas.

- Sí, mi abuelo era sindicalista, de la UGT, y amigo de Pablo Iglesias, que iba por casa cuando estaba en Valencia. De esa actividad sindical de mi abuelo me enteré 30 o 35 años después, hablando con Josep Renau en Berlín. Cuando había reuniones políticas en casa me escondían para que no me enterara. También recuerdo haber escuchado emisiones de Queipo de Llano en las que decía que iban a matar a todos los republicanos.

- Eso tenía que impresionar mucho a un niño...

- Hablaba como si estuviera borracho... Y de vez en cuando se escuchaban los tiros que se cruzaban del cuartel al campo de fútbol. Luego también vi fusilamientos.


- ¿De dónde le viene la vocación artística?

- Mi padre había querido ser pintor y fracasó. Su hermano tenía una fábrica de muebles para habitaciones de niños, y él los decoraba. Yo fui a un colegio comunista, se llamaba Dolores Ibarruri, que estaba instalado en un antiguo convento. Allí mi padre había pintado, a la entrada, dos retratos de Marx y Lenin, que yo miraba orgulloso.

Esos retratos y la actividad sindical de su abuelo no eran el mejor pasaporte hacia una postguerra tranquila. «Mi padre creía que si nos quedábamos allí nos iban a matar», recuerda el pintor. Por eso, decidió enviar a sus hijos a la Unión Soviética, como se hizo en tantos lugares cuando se tuvo conciencia de que el triunfo de los rebeldes era cosa de semanas. El atribulado padre creía que la URSS era el futuro, pero la madre, «muy católica», no pensaba lo mismo. Cuando llegó el día de la partida, y con los niños ya en el tren, «con unos pañuelos rojos al cuello», la mujer tuvo un arranque, subió al coche, abrazó a sus hijos y los bajó al andén. 

- Ahí cambió su destino.

- Por supuesto. Mucho después estuve con un grupo de españoles en la URSS y no paraba de pensar qué habría sido de mí.

- ¿Cómo fue la postguerra para su familia?

- En mi barrio todos éramos pobres. Yo conozco bien lo que es el hambre. Recuerdo que mi madre lloraba porque no tenía nada para darnos de comer. Uno de mis tíos estaba en una cooperativa que importaba carbón y propuso a mi padre poner una carbonería y él se encargaría del suministro. Y así fue. Tendría unos 11 años y empecé a repartir carbón por las casas.

- ¿En sacos?

- Sí, en sacos cargados al hombro. Serían sacos de unos 20-25 kilos. Iba con mi hermano Eduardo, y como yo era el mayor cargaba con los más pesados. Aún tengo la espalda doblada de cargarlos. A mí me habría gustado ser futbolista...


- ¿Jugaba bien?

- Era extremo derecho. Mi padre y mi tío también habían jugado. Mi padre iba a verme jugar y me decía que nunca sería bueno porque no metía la pierna cuando me enfrentaba a otro jugador, de manera que me fue conduciendo hacia la pintura.

- Creo que empezó a pintar usando los carbones de la carbonería.

- Sí, en la pared del local dibujé un 'coyote' (se refiere al personaje creado por José Mallorquí a comienzos de los cuarenta) y me hice muy popular. La gente iba a la carbonería a ver el dibujo.

- ¿Y sus estudios? ¿Cómo iban?

- Los dejé a los 11 años porque tenía que trabajar y algo después entré en una escuela de pintura en la que me fue muy bien y me recomendaron que fuera a la Escuela de Bellas Artes. Pero para ello era preciso haber terminado el Bachillerato y tener 18 años y no cumplía ninguna de las dos condiciones. Al final me dijeron que si superaba un examen podría ingresar y lo hice. Con 16 años estaba en la Escuela y jugaba al fútbol en un equipo de tercera regional, que pronto dejé, como le decía antes.

- Siempre dice que aprendió más de los artistas falleros que de los profesores de la Escuela. ¿Tan malos eran?

- Casi todos estaban allí porque eran del régimen, y no sabían nada. Aquello era un escándalo. En cambio, muchos de mis compañeros eran hijos de falleros y estaban todo el día entre pinceles y colores, conocían los secretos del óleo y los barnices... Nos reíamos de los profesores por su ignorancia. Y aprendíamos de los falleros. Estéticamente las fallas son horrorosas pero tienen una gran calidad técnica.

Genovés está sentado ante una mesa en la que se apilan los materiales de trabajo. En la pared, alineados con una precisión que parece casi como de catálogo, hay centenares de pinceles de todos los tipos y grosores. Todos limpios, como si no se hubieran estrenado. También hay cuadros aún en esbozo y uno de grandes dimensiones colocado en horizontal sobre dos caballetes. Es en el que trabaja estos días. Mirándolo, el artista comenta cómo se formó su conciencia política, no en su casa, sino en la Escuela. «En mi familia, tenían tal temor tras la guerra que nunca se hablaba de política. Habían fundado la Casa del Pueblo de Valencia pero tuvimos suerte y nadie nos denunció».

- En la Escuela conocía a gente que se la jugaba y fueron ellos quienes sembraron la semilla en mí. Luego, oías comentarios y había unos profesores, pocos, que explicaban temas de cultura e historia. Más tarde, ya en Madrid, tuve contacto con un pintor llamado Ortega que era comunista. De todos modos, le diré que los mitos de la resistencia me parecían un poco monótonos.

- ¿Cómo llegó entonces a la militancia?

- Existía un club de amigos de la Unesco y allí encontré algunos comunistas con una gran calidad humana. Eso fue lo que más llegué a admirar. Luego fundamos en esta casa la Asociación de Artistas Plásticos, donde también se planteaba la resistencia al régimen. Nos reuníamos aquí porque al tener dos puertas era más fácil salir corriendo si hacía falta.

- Usted ya era un pintor conocido en ese momento.

- En la Bienal de Venecia de 1966 tuve un gran éxito pese a que en ese momento ni siquiera tenía una galería. El año anterior, 'Cuadernos para el Diálogo' había convocado una reunión en casa de Dionisio Ridruejo en la que participé. Para entonces, ya hacía pintura política. Ese mismo año había expuesto la muestra 'El individuo y la multitud', por la que yo pensaba que iba a ir a la cárcel.
- ¿Cómo fue?

- Fraga era entonces ministro de Información y se enteró por un chivatazo. Yo me preparé para ir a prisión hasta el extremo de que fui a la inauguración con una maletita en la que llevaba las cosas básicas para estar en el calabozo. Pero el día antes había salido uno de mis cuadros en la portada de 'ABC', donde lo interpretaban como un retrato de lo que sucedía en los países socialistas. Eso me libró de ir a prisión.

Genovés alcanzó a ver la muerte de Franco sin haber pisado la cárcel, pero supo lo que era un calabozo en 1976, cuando la Junta Democrática le encargó una pintura para un cartel con la reclamación de amnistía para los presos políticos. La Policía se incautó de los materiales que estaban listos para llevar a la imprenta y el pintor estuvo cinco días incomunicado en los sótanos de la Puerta del Sol, antes de declarar ante el Tribunal de Orden Público, que lo dejó en libertad sin cargos. El cuadro es 'El abrazo', la pintura que simboliza la reconciliación necesaria tras cuatro décadas de dictadura.

- Ese cuadro lo he pintado yo, pero no es mío. Se hicieron 500.000 carteles, así que es de todos quienes lo tienen o lo tuvieron colgado en sus casas. Además, cedí los derechos a Amnistía Internacional.

- ¿Se queda con algo de sus cuadros, un boceto, una foto?

- Mi trayectoria durante un tiempo fue rara. Tengo fichas de todos, pero durante unos años mis obras salían camufladas al extranjero porque aquí no se podían vender. Los cuadros que más me gustaban solía quedármelos, pero mi galería, Marlborough, quería exponer los mejores, cosa que entiendo.

- Ahora tiene aquí en el estudio dos que acaba de recuperar y de los que ya no se acordaba.

- Mi hijo Pablo, que es fotógrafo, -tengo otros dos, Silvia, que es creadora visual, y Ana, escultora- me escondía algunos para que la familia se los quedara. En total, creo que tengo unos 70 de entre 1962 y 1978.

- ¿Qué siente cuando una obra sale de su estudio para no volver?

- Le digo 'adiós'. Es como cuando un hijo se va de casa. Esos cuadros me van a sobrevivir. Muchos sé dónde están pero hay unos mil de esta temporada de 'clandestinidad' de la que le hablaba a los que he perdido la pista. De ahí la felicidad que sentí al recuperar estos dos.

- Para el artista, ¿cambia algo que su obra vaya a un museo o a una colección particular?

- Un cuadro se acaba con la última pincelada. A partir de ahí me desentiendo de él. La pintura está viva mientras la hago. Luego, si la veo en una exposición o donde sea, es como si fuera de otro. Y eso me gusta.