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miércoles, 28 de noviembre de 2018

El juicio sobre el patrimonio de Rato se aplaza hasta junio de 2020


El juicio que investiga el patrimonio de Rato se aplaza hasta junio de 2020
El juez de Madrid, Antonio Serrano Arnal, ha prorrogado la investigación sobre el origen presuntamente ilícito de sus bienes

 Miércoles, 28 de noviembre de 2018


Los huesos que hacen temblar al Vaticano


Los huesos que hacen temblar el Vaticano


9 nov. 2018 01:59

ElMundo


Son de mujer y abren el enigma de la desaparición en 1983 de la joven de 15 años Emanuela, cuyo padre trabajaba en la secretaría particular del Papa

Aparecían implicados, junto a la jerarquía eclesiástica, la mafia, los servicios secretos e incluso Ali Agca, el hombre que disparó a Juan Pablo II

Son huesos de mujer y conectan con uno de los más grandes misterios italianos de las últimas décadas. Han aparecido en un palacio vaticano extramuros de la ciudad papal. Y en la misma semana en la que la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, se ha reunido con el número dos del Papa Francisco, el cardenal Pietro Parolin, en busca del apoyo de la Santa Sede para impedir que los restos de Franco sean enterrados en la catedral de la Almudena.

Apenas la enviada española había regresado, el Vaticano hizo público el hallazgo de sus propios huesos. Los restos óseos estaban en un edificio de la nunciatura apostólica de Roma y podrían reabrir la misteriosa y oscura desaparición hace 35 años de la pequeña Emanuela Orlandi, hija de un funcionario vaticano, cuyo presunto secuestro salpicó a la Mafia, a la alta jerarquía eclesiástica y a los servicios secretos.

Emanuela Orlandi tenía 15 años cuando la tarde del 22 de junio de 1983 desapareció sin dejar rastro a la salida de su clase de flauta en el conservatorio situado en la plaza de San Apolinar, cerca del Senado italiano. Tenía pasaporte vaticano porque su padre, Ercole, trabajaba en la Prefectura de la Casa Pontificia, la secretaría particular del Santo Padre.

Exactamente 40 días antes se había perdido el rastro de Mirella Gregori, la hija también adolescente de una familia propietaria de un bar en el centro de Roma, sin ninguna conexión con la política o la curia romanas. Su madre contó que alguien llamó al telefonillo de casa. Mirella dijo que se trataba de un compañero de clase y que bajaba para hablar con él. Nunca más la volvieron a ver.

Este martes, al filo de las 23 horas, un escueto comunicado del Vaticano anunciaba que durante los trabajos de renovación de los sótanos de una dependencia de la embajada vaticana en Italia habían sido encontrados algunos fragmentos de huesos humanos. El fiscal jefe de Roma, Giuseppe Pignatone, dio instrucciones para que la Policía científica estudiara los restos óseos para identificar la edad, el sexo y la eventual fecha del fallecimiento.

Los primeros análisis revelaron que los restos podrían ser de dos personas diferentes y, al menos en uno de los dos casos, corresponden al cuerpo de una mujer, según afirmó la abogada de la familia Orlandi, Laura Sgrò, que se pregunta por qué su descubrimiento ha sido relacionado con la desaparición de Emanuela Orlandi o Mirella Gregori.

El comunicado no las nombraba pero los medios de comunicación locales no dudaron en apuntar inmediatamente que los huesos allí encontrados podrían conducir a la extraña desaparición de las dos niñas. Algo lógico, y quizá precipitado, sostiene el periodista de investigación del Corriere della Sera Fabrizio Peronaci, ya que en Italia «cuando se habla de misterios religiosos que comportan alguna responsabilidad de los ambientes eclesiásticos, inmediatamente se evoca la desaparición de Emanuela».

Peronaci, autor de varios libros sobre el caso Orlandi, uno de ellos firmado junto al hermano de Emanuela, Pietro, considera poco probable que los huesos pertenezcan a alguna de las niñas. «El lugar donde se han hallado los restos nos lleva a pensar en Mirella, que vivía a pocos metros de la nunciatura, antes que en Emanuela, pero es necesario tener la máxima cautela», asegura.

La misma prudencia que sugiere Ilario Martella, ex magistrado de la Corte de Casación y juez instructor del caso Orlandi y de la investigación sobre el atentado contra el papa Juan Pablo II en 1981. «Tengo la impresión de que las familias se llevarán una gran desilusión», dice a Crónica. «A no ser que quien ha organizado todo haya sido tan diabólico de enterrar allí a estas chicas para hacer recaer la responsabilidad en la Santa Sede».

Martella está convencido de la inocencia del Vaticano y asegura que «la solución de este caso se encontrará sólo en sede política». El magistrado jubilado sostiene que la muerte de las niñas fue fruto de un chantaje al Papa por parte de los servicios secretos del antiguo bloque soviético. «La documentación certifica que desde agosto de 1982 las autoridades gubernamentales búlgaras solicitaron a la Stasi, la principal organización de seguridad y espionaje de Alemania Oriental (DDR), una colaboración destinada a eliminar las sospechas de responsabilidad del Estado búlgaro en el atentado al Papa».

El 13 de mayo de 1981, Mehmet Ali Agca, un terrorista perteneciente al grupo turco de extrema derecha Lobos Grises, disparó contra Juan Pablo II en la Plaza de San Pedro. Fue condenado a cadena perpetua pero en el año 2000 recibió el indulto del presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi, y fue extraditado a Turquía, donde cumplió condena hasta 2006 por delitos anteriores. Pocos días después de la desaparición de las niñas, varias llamadas anónimas reivindicaron el secuestro de las pequeñas y exigieron la liberación de Agca a cambio de sus vidas.

«Los presuntos secuestradores dijeron que se llevaron a Gregori porque querían iniciar un diálogo con el Vaticano de manera reservada para pedir la liberación de Agca. Al no ser escuchados la mataron y secuestraron a Orlandi, abriendo un diálogo ya no privado sino público. Yo estoy convencido de que a los que pedían la liberación de Agca a cambio de Orlandi la Iglesia no les interesaba: sólo querían crear una situación ficticia». Martella mantiene que no fue casualidad que la desaparición de las niñas coincidiera con la explosión mediática de la «pista búlgara», que implicaba a ciudadanos de ese país en el atentado contra el Papa Wojtyla.

«Si se tira del hilo de la desaparición de estas dos niñas, se llega a hechos todavía más graves que tienen que ver con el atentado del Papa», coincide Peronaci. El periodista sostiene sin embargo que el intento de magnicidio no fue la acción de un lobo solitario sino que fue posible gracias a la connivencia de ambientes religiosos. «Las dos chicas fueron objeto de un chantaje para hacer presión sobre el Vaticano y condicionar la política de Juan Pablo II», asegura.

La presunta conspiración internacional, que fue desacreditada ante la falta de pruebas, no fue la única hipótesis que manejaron los investigadores. Algunas teorías sugerían que Orlandi fue víctima de una red pedófila detrás de la cual se encontrarían altos jerarcas de la Iglesia. Así lo manifestó el exorcista del Vaticano, el mediático sacerdote Gabriel Amorth, quien unos años antes de fallecer aseguró en una entrevista al periódico La Stampa que Emanuela había sido objeto de «un crimen de naturaleza sexual» dentro del Vaticano.

El sanguinario Enrico


No es la primera vez que se encuentran huesos humanos en dependencias de la Santa Sede. En el pasado era una práctica habitual sepelir a los difuntos en iglesias. De hecho, hasta 2012, los restos mortales de Enrico de Pedis, alias Renatino, un sanguinario capo de la Banda de la Magliana -una organización criminal de extrema derecha que sembró el terror en Roma durante los años del plomo-, permanecieron enterrados con todos los honores bajo el suelo de la basílica de San Apolinar, cerca de la escuela de música donde se vio por última vez a Emanuela.

Durante años se creyó que el cuerpo de la chica podría encontrarse junto al del capo mafioso. La pista la dio una enigmática llamada al programa televisivo 'Chi l'ha visto', una suerte de 'Quién sabe dónde' a la italiana. «Mirad en la tumba de De Pedis y averiguad el favor que le hizo al cardenal Poletti», dijo una voz anónima.

De Pedis, asesinado en 1990 en un ajuste de cuentas, estaba muy bien relacionado dentro y fuera de los muros vaticanos. Gracias a la intermediación del cardenal Ugo Poletti, entonces vicario del Papa Juan Pablo II para la diócesis de Roma, y a las cuantiosas donaciones que ofreció a la Iglesia en vida, consiguió ser enterrado en la majestuosa basílica que en la actualidad pertenece al Opus Dei. Un motivo de auténtico bochorno para la Iglesia.

A la magnífica sepultura también contribuyó su amistad con Piero Vergari, que había sido rector en la basílica de San Apolinar, y que fue el único eclesiástico investigado en el caso Orlandi. Se habían conocido en la cárcel. Allí el religioso había sido capellán, antes de trabajar en la nunciatura del Vaticano donde este lunes fueron hallados los huesos.

La investigación se cerró en 2007, pero un año después la amante de De Pedis, Sabrina Minardi, confesó a la policía que Orlandi fue secuestrada por la Banda de la Magliana, lo que llevó a la magistratura a ordenar la reapertura del caso y de la sepultura de Renatino, en una búsqueda desesperada por encontrar los restos de la niña junto a su presunto verdugo. Pero en el interior de la tumba, junto a los esqueletos de varias personas, sólo hallaron los restos del mafioso, que fueron inhumados e incinerados.

La confesión de Minardi unió a la ya de por sí rocambolesca historia de la desaparición de las niñas otro misterio italiano. La mujer aseguró que De Pedis le había dicho que había actuado siguiendo las órdenes del arzobispo estadounidense Paul Marcinkus, entonces director del Instituto para las Obras Religiosas (IOR), el conocido como Banco Vaticano, porque al parecer el padre de Emanuela habría tenido acceso a documentos comprometedores relacionados con la bancarrota un año antes del Banco Ambrosiano, una institución acusada de lavar dinero de la mafia y de la logia masónica P2.

Bajo la guía de Marcinkus, el IOR cedió parte de sus acciones a esta entidad, presidida entonces por Roberto Calvi, el llamado «banquero de Dios». Pero en 1982 el Banco Ambrosiano quebró, dejando al descubierto el oscuro entramado financiero en el que estaba envuelta la banca del Papa. Tras el crack, Calvi huyó a Londres con un falso pasaporte y poco después fue encontrado ahorcado bajo un puente con cinco kilos de piedras en sus bolsillos. Marcinkus regresó a Estados Unidos gracias a la inmunidad diplomática y murió sin ser juzgado.

Escondida en un convento


El año pasado el periodista Emiliano Fittipaldi publicó un documento inédito que sugería que Orlandi había sido escondida durante años en un convento en Inglaterra. Se trataba de una suerte de libro contable de todos los gastos a los que habría hecho frente el Vaticano para mantener a la joven lejos de Roma al menos hasta 2007. En total, cerca de 500 millones de las antiguas liras.

«Si es verdadero, abre importantes revelaciones sobre la desaparición de la chica. Si es falso, demuestra la existencia de una lucha de poder sin precedentes dentro del pontificado de Francisco», aseguró el periodista acusado (y absuelto) en el caso Vatileaks II, la masiva filtración de documentos reservados de la Santa Sede.

El Vaticano a través de su portavoz calificó las insinuaciones contenidas en el libro de Fittipaldi de «ridículas». Pero lo cierto es que no era la primera vez que se especulaba con la posibilidad de que Emanuela hubiese sido trasladada fuera de Italia tras su desaparición. La investigación se cerró definitivamente en 2016.

«Estas chicas fueron eliminadas si no enseguida, pocos días después de ser secuestradas», sostiene Ilario Martella. A la vista de los últimos hallazgos, el ex magistrado -mucho más pragmático que las decenas de teorías existentes en torno al caso, algunas pura ciencia ficción- aconseja dirigir el foco de la investigación a los encargados del edificio donde han sido hallados los restos.

«Si encuentran unos huesos en mi casa, yo tendré alguna responsabilidad, ¿no?». La pregunta se la han planteado también los fiscales de Roma, que en las últimas horas han centrado sus sospechas sobre el portero de la nunciatura en esos años. Un tipo peculiar al que su mujer abandonó antes de desaparecer sin dejar rastro. Un final demasiado terrenal para un misterio divino que dura ya 35 años


Galería


Foto: Luis Viadel

martes, 27 de noviembre de 2018

Pablo Casado y su xenofobia


Una mujer rumana contesta a Pablo Casado con este devastador tuit

La publicación tiene más de 8.000 retuits y 18.000 'me gustas'.

ElHuffPost

27-11-18

Una mujer rumana contesta a Pablo casado y a su xenofobia.

 


Casado:

"Si a España vienen inmigrantes sin respetar nuestras costumbres se han equivocado de país. Aquí no hay ni ablación de clítoris ni se matan los carneros en casa"



Soy rumana. Respeto la lengua, la gastronomía, las fiestas, la música y más. No respeto la tauromaquia, la corrupción, las violaciones en "manada" ni las leyes que nos desprotegen. Por discursos como los tuyos a mis padres les han tratado como a personas "de segunda". Asco.


El último reloj-Historias para no dormir (TVE)

¡¡¡¡¡Los representantes de Dios violan niños!!!!!!!


Fascismo puro y duro


PP Organización Criminal




Infovaticana


infovaticana

Múller y la lobby gay, el acto de fe Chino, los huesos no son de la Orlandi, el papa impensable, el madrino de bautismo, Thanksgiving Day

por SPECOLA | 22 noviembre, 2018
Los temas vaticanos siempre suscitan interés en Italia y, con la que esta cayendo,  la presión mediática no cesa. El caso del testimonio Viganò  ha desatado las noticias y de hecho las ha más que duplicado haciendo nuestro trabajo mucho más complejo.

El cardenal Muller entra en escena con una entrevista sobre los temas de actualidad y deja más que claro que su cese precipitado puede ser obra del lobby gay , ese que no existe, para controlar mejor los procesos en la congregación del la fe. Si esto fuera verdad, aunque solo sea un poco de verdad, estaríamos ante el control del dicasterio más delicado del Vaticano por donde pasan todos los casos de abusos de menores. No esperamos ninguna oportuna aclaración y si que el silencio siga creciendo en torno a temas de tanta gravedad.

Todos los días tenemos algún caso de pedofilia en Italia, el de hoy en un caso de Florencia y nos ofrece documentos inéditos y omisiones de su tramitación. La hemorragia   continúa sin que nadie quiera cortar la fuente de la profunda herida.
 El éxito de las catacumbas de san Genaro atrae todos los intereses sobre lo que hace poco tiempo eran unas cuevas abandonadas y hoy son una de los sitios más visitados de Nápoles. El objetivo a abatir es el sacerdote que ha resucitado al muerto y que viene acusado de poco dialogante.

El hospital del Padre Pio entra en la órbita del Bambino Gesu y su directora empieza a tomar posiciones. Poco antes de morir el Padre Pio tuvo que sufrir la expropiación del hospital construido con las donaciones de los fieles y regalar todas las acciones al Banco Vaticano para cubrir un desfalco. Un triste episodio siempre ocultado. El Papa Pablo VI dispenso al Padre Pio del voto de obediencia a raíz de este robo pero el hecho no fue nunca anulado y así continúa.

Los huesos empieza a hablar y ya empezamos a saber que no son de la Orlandi porque son, con toda probabilidad, anteriores a su desaparición.  Otro misterio empieza y será complicado saber de quién son y que hacían en la nunciatura.

El Papa Francisco había anunciado hace algún tiempo que tenia cataratas y debía operarse, circulas rumores sobre la proximidad de esta intervención.

Las cosas chinas están creando tal confusión y preocupación que el secretario de estado ha salido en escena y nos ha dejado muy claro que los secretos acuerdos con un ‘acto de fe’. No creemos que estemos ante una modificación del credo pero la afirmación en cosas opinable se las trae u nos indica los extremos a los que estamos llegando.

Comunicado con motivo de la jornada de la pesca en defensa de los derechos de los trabajadores.

Llega a Roma el pino que adornará la plaza de San Pedro estas navidades, de 22 metros, el árbol evidentemente morirá a consecuencia. Abunda la sorpresa por el ‘pinicidio’ en momentos tan ecológicos  del estado pontificio. Mucho nos tememos que el año próximo las bolas colgarán del obelisco.

El cardenal Braz de Aviz, desaparecido desde hace tiempo, entra en la defensa del Papa Francisco y nos deja la perla de que es un ‘don impensable en un momento difícil para la iglesia’. Hasta los más acérrimos defensores de la primavera se están resfriando con el largo invierno. Lo de ‘impensable’ puede tener muchos sentidos y no deja de ser una afirmación llena de perplejidad.

El tema de los inmigrantes tiene hoy dos novedades. El gobierno Renzi acepto los desembarcos a cambio del visto bueno europeo a los presupuestos italianos. El Papa Francisco le vino muy bien y les facilito la aceptación popular del hecho que ahora se está volviendo en contra. No estaría mal ser más cautos con las utilizaciones políticas de los más desfavorecidos.

En Carbonia, un importante municipio del sur de Cerdeña, Jessica que parece ser realmente Jessico, quería ser ‘madrina’ de un bautismo y el párroco ha dicho que en todo caso será padrino. La naturaleza es la que y por mucho que se cambien las apariencias los argumentos siguen estando. Lo de madrino por ahora no es posible.

En la república Centro Africana los obispos se ha convertido en objeto preferente de las persecuciones, detrás parece estar la guerra por los recursos naturales.

Ya tenemos la moneda vaticana en honor de Pablo VI.

Encuentro de 6.000 cantores en el Aula Pablo VI .

La guerra entre Estados Unidos y el Vaticano, entre obispos y cardenales progresistas, sigue su curso y las implicaciones civiles de los delitos lo complican todo. Nos quedan muchos capítulos por delante.

La expulsión de Henry Sire, el autor del libro ‘ El papa dictador’,  de la ex soberana orden de Malta esta en el candelero y las razones esgrimidas parecen no corresponder con los hechos. Henry Sire sigue defendiendo su posición y denuncia las falsedades del todo el proceso.

Feliz día de Acción de Gracias a nuestros lectores Norteamericanos.

“¡Si reconocieras tú también en este día lo que conduce a la paz!”

Buena lectura.






















Galería


Foto: Luis Viadel

domingo, 25 de noviembre de 2018

Las mujeres presas del franquismo


La increíble historia de las presas del franquismo en una cárcel de mujeres

Sin delito alguno, con hambre, enfermedades, hacinadas y sin higiene

Juan Luis Valenzuela Domingo, 25 de noviembre de 2018

ElPlural

Benito Zambrano, director de “La Voz Dormida”, adaptación de la obra de Dulce Chacón, basó parte de su guión en historias inspiradas y recogidas en la antigua prisión de mujeres de Málaga, el “Caserón de la Goleta. En aquella cárcel la represión del genocida franquista, el general Queipo de Llano, tuvo su extensión a las mujeres presas. Zambrano afirmó mientras recopilaba documentación para su film que “Aquella prisión no solo era una condena para las presas, sino también para los propias funcionarias que si los destinaban a Málaga lo consideraban un castigo”. El establecimiento tenía fama de ser una de las cárceles más empobrecidas y despiadadas, temida incluso por los propios funcionarios. Así de dura y cruel fue ese establecimiento de venganza hacia las mujeres del bando republicano.
La antigua prisión alberga hoy la sede del cuartel de la Policía Municipal de Málaga. Fue creada a principios del siglo XX como correccional pero clausurada en 1931 por su estado de insalubridad y abandono precisamente por orden de una malagueña, Victoria Kent, Directora General de Prisiones del gobierno presidido por Alcalá-Zamora y que apostó en su corto mandato por la rehabilitación de los presos ante la miseria y el abandono de las cárceles españolas. Hoy la antigua prisión está declarada por la Junta de Andalucía Lugar de la Memoria.

Órdenes de Queipo: Por cada hombre huido, una mujer detenida


La represión franquista en Málaga con la llegada del sanguinario Queipo de Llano en febrero de 1937 llevó aparejada detenciones en masa de mujeres que el franquismo consideró “sospechosas” y a familias enteras que intentaron escapar de la muerte en esa huida denigrante que fue la de la carretera Málaga-Almería, conocida popularmente como la “Desbandá”.
 Masificados y llenos como cárceles improvisadas lugares como la Plaza de toros o los sótanos del edificio de Tabacalera y la propia cárcel nueva, Queipo ordenó ingresar a las mujeres en esta cárcel de pésimas condiciones de abandono sin acometer ningún arreglo ni modificación, peor aún que cuando fue clausurada por orden de Kent. Se cumplían así las órdenes de Queipo de Llano en el sentido de que por  cada hombre huido del combate se detuviese a su madre o hermana o cuñadas.

Las más de cuatro mil mujeres que pasaron por esta lúgubre prisión sufrieron hambre, miseria, hacinamiento y penurias como la existencia de ratas. Encarnación Barranquero, historiadora de la Universidad de Málaga destaca en su estudio 'Mujeres malagueñas en la represión franquista', que el perfil mayoritario de las presas rondaba en un 85% entre los 21 y los 40 años de edad. Un 65% eran casadas, mientras que el resto trabajaba como jornaleras y trabajadoras sin especialización. La mayoría de ellas tenían dedicación exclusiva a sus labores, en un 83% y solamente un 1,4 % tenían una profesión cualificada. Se les acusó de delitos que iban desde la “excitación militar” hasta la “rebelión” independientemente de que tuvieran filiación política o no. Se “alimentaban” con verduras podridas, pieles de patata y cáscaras de fruta. 400 mujeres dormían en habitáculos para 100 (1941 fue un año especialmente cruel con una cifra de 720 internas para una capacidad que ligeramente superaba el centenar), sin higiene, con frío extremo y obligadas a rezar e ir a misa.

La mayoría de las presas acataban al defensor que le asignaban sin recurrir a profesionales para su defensa en los consejos de guerra y en los juicios sumarísimos. Su día a día transcurría desde el aislamiento, sin apenas visitas y con enfermedades como el tifus de compañía perenne. Otra tortura, la psicológica las obligaba a bautizar a sus hijos y participar en los actos oficiales. Los intentos por conseguir de ellas “conversiones” al catolicismo y muestras de “arrepentimiento”, eran intensos. Era una forma, como la de los nazis, de “reeducación”.

La visita de familiares era todo un sacrificio personal ya que estos debían de sufrir largas colas desde las cinco de la madrugada para entregar a las mujeres cestos de comida, una labor con muchas horas de espera para la entrega y otra tanta para que los centinelas devolviesen los cestos de mimbre vacíos. A toda esta situación mísera e inhumana se unía la angustia de las ejecuciones, de los fusilamientos, los malos tratos y vejaciones que sufrían.

Presas sin motivo

¿Por qué se las condenó? Pues en un tercio de las sentencias no se expresa delito alguno y en el resto casi todos los casos se relacionan con mantener relación directa con maridos o hijos huido. La mayoría de las detenciones “se producían porque el marido o algún hijo continuaba en zona republicana”. Obedecía a la orden de Queipo de Llano para toda Andalucía de que “por cada hombre huido del combate se detuviera a la madre o hermanas en primer lugar y a cuñadas o madrastas en su lugar”.

Informe Vallejo Nágera

Se las sometía a un tremendo ejercicio de limpieza psicológica por parte de las autoridades franquistas como seres “inferiores y perversos” como se las calificaba. El jefe de los Servicios Psiquiátricos Militares de Franco, Antonio Vallejo-Nágera, las calificó como “libertarias congénitas, revolucionarias natas que impulsadas por sus tendencias biopsíquicas constitucionales desplegaron intensa actividad sumadas a la horda roja masculina”.

Pésima comida

Las presas hacían una vida comunitaria en el patio donde cosían, elaboraban objetos que vendían sus familias posteriormente, correteaban junto a sus hijos pequeños. Algunas reclusas con cierta formación, enseñaban a otras internas analfabetas a leer y escribir mientras mataban el tiempo, sin saber qué les depararían el futuro. Hay testimonios que denunciaron como “desvío de dinero que hacían los jefes de prisión con las partes destinadas a las comida nunca los consumían las presas”. El hambre y la escasa calidad de la comida llegaron a tal dimensión  que hubo presas que protestaron de manera colectiva hasta lograr pelar las patatas y las verduras, “asegurando al menos cierta higiene en el plato y la reducción de enfermedades del estómago”. 

Casos espeluznantes

Casos como el de la joven antequerana Dolores Gómez, quien fue detenida junto a su madre en mayo de 1939. Los señoritos de la finca en la que trabajaban acusaron a la familia de votantes del Frente Popular al no haber acudido a la celebración del bautizo de su hijo. Dolores y su madre pasaron dos años en la cárcel de Málaga, mientras que su padre se encontraba desaparecido. Datos aportados por la profesora Barranquero muestran más testimonios estremecedores, como el de María Margüenda Santana, quien argumentaba que su madre “estaba detenida y que sus cuatro hermanos pequeños se encontraban en el más completo abandono”. Se le negó la libertad a pesar de tener buena conducta  porque uno de sus familiares se encontraba huido. Rosalía Martín Barba es otro de los casos. Con70 años y un hijo ciego continuó en la cárcel largos años, por ser una “roja reconocida de mala conducta, que se alegraba públicamente de los asesinatos cometidos por los marxistas y censuraba la actuación nacional”.

La represión franquista contra las mujeres

Las mujeres represaliadas por el franquismo fueron las grandes olvidadas durante muchos  y su historia fue relegada a un segundo plano. Es necesario recuperar sus historias y sus sufrimientos. Mujeres que sufrieron humillaciones, hambre, enfermedades torturas y demonización social. Como escribe el profesor Enrique González Duro en su libro “Las rapadas. El franquismo contra la mujer” las mujeres republicanas fueron víctimas de abusos institucionalizados y sistemáticos que tenían como objetivo demonizar el estereotipo de feminidad que había comenzado a extenderse durante la Segunda República. Mientras que ellos habían caído en el frente, habían sido ejecutados o huían ante la llegada de los sublevados, ellas permanecían en los pueblos, a cargo de sus familias, en miseria, y eran, muchas de las veces, juzgadas en tribunales militares en los que se decidía qué mujeres debían ser vejadas y marcadas por haber contribuido al derrumbe de la moral. Era algo más que un abuso ejercido sobre las mujeres, fue un ataque a un modelo de mujer libre e independiente.

Y muchas de ellas, como las presas de la Cárcel de mujeres de Málaga, fueron el ejemplo de un régimen asesino, inhumano y cruel. Y aun ahí quien quiere que el responsable directo de estos crímenes contra la humanidad, el dictador Francisco Franco, repose en un lujoso mausoleo público.