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miércoles, 28 de noviembre de 2018
Los huesos que hacen temblar al Vaticano
Los huesos que hacen temblar el Vaticano
9 nov. 2018
01:59
ElMundo
Son de mujer y abren el enigma de la desaparición en
1983 de la joven de 15 años Emanuela, cuyo padre trabajaba en la secretaría
particular del Papa
Aparecían
implicados, junto a la jerarquía eclesiástica, la mafia, los servicios secretos
e incluso Ali Agca, el hombre que disparó a Juan Pablo II
Son huesos de mujer y conectan
con uno de los más grandes misterios italianos de las últimas décadas. Han
aparecido en un palacio vaticano extramuros de la ciudad papal. Y en
la misma semana en la que la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo,
se ha reunido con el número dos del Papa Francisco,
el cardenal Pietro Parolin, en
busca del apoyo de la Santa Sede para impedir que los restos de Franco
sean enterrados en la catedral de la Almudena.
Apenas la enviada
española había regresado, el Vaticano hizo público el
hallazgo de sus propios huesos. Los restos óseos estaban en un
edificio de la nunciatura apostólica de Roma y podrían reabrir la misteriosa y
oscura desaparición hace 35 años de la pequeña Emanuela Orlandi,
hija de un funcionario vaticano, cuyo presunto secuestro salpicó a la Mafia, a
la alta jerarquía eclesiástica y a los servicios secretos.
Emanuela Orlandi tenía 15 años cuando la tarde
del 22 de junio de 1983 desapareció sin dejar rastro a la
salida de su clase de flauta en el conservatorio situado en la plaza de San
Apolinar, cerca del Senado italiano. Tenía pasaporte vaticano porque su padre,
Ercole, trabajaba en la Prefectura de la Casa Pontificia, la secretaría
particular del Santo Padre.
Exactamente 40 días
antes se había perdido el rastro de Mirella Gregori,
la hija también adolescente de una familia propietaria de un bar en el centro
de Roma, sin ninguna conexión con la política o la curia romanas. Su madre
contó que alguien llamó al telefonillo de casa. Mirella dijo que se trataba de
un compañero de clase y que bajaba para hablar con él. Nunca más la volvieron a ver.
Este martes, al
filo de las 23 horas, un escueto comunicado del Vaticano anunciaba que durante
los trabajos de renovación de los sótanos de una dependencia de la embajada
vaticana en Italia habían sido encontrados algunos fragmentos de huesos
humanos. El fiscal jefe de Roma, Giuseppe Pignatone,
dio instrucciones para que la Policía científica estudiara los restos óseos
para identificar la edad, el sexo y la eventual fecha del fallecimiento.
Los primeros análisis
revelaron que los restos podrían ser de dos personas diferentes
y, al menos en uno de los dos casos, corresponden al cuerpo de una mujer, según
afirmó la abogada de la familia Orlandi, Laura Sgrò, que
se pregunta por qué su descubrimiento ha sido relacionado con la desaparición
de Emanuela Orlandi o Mirella Gregori.
El comunicado no
las nombraba pero los medios de comunicación locales no dudaron en apuntar
inmediatamente que los huesos allí encontrados podrían conducir a la extraña
desaparición de las dos niñas. Algo lógico, y quizá precipitado, sostiene el
periodista de investigación del Corriere della Sera Fabrizio Peronaci,
ya que en Italia «cuando se habla de misterios religiosos que comportan alguna
responsabilidad de los ambientes eclesiásticos, inmediatamente se evoca la
desaparición de Emanuela».
Peronaci, autor de
varios libros sobre el caso Orlandi, uno de ellos firmado junto al
hermano de Emanuela, Pietro, considera poco probable que los
huesos pertenezcan a alguna de las niñas. «El lugar donde se
han hallado los restos nos lleva a pensar en Mirella, que vivía a pocos metros
de la nunciatura, antes que en Emanuela, pero es necesario tener la máxima
cautela», asegura.
La misma prudencia
que sugiere Ilario Martella, ex magistrado de la Corte de
Casación y juez instructor del caso Orlandi y de la investigación sobre el
atentado contra el papa Juan Pablo II en 1981. «Tengo la impresión de que
las familias se llevarán una gran desilusión», dice a Crónica.
«A no ser que quien ha organizado todo haya sido tan diabólico de enterrar allí
a estas chicas para hacer recaer la responsabilidad en la Santa Sede».
Martella está convencido de la
inocencia del Vaticano y asegura
que «la solución de este caso se encontrará sólo en sede política». El
magistrado jubilado sostiene que la muerte de las niñas fue fruto de un
chantaje al Papa por parte de los servicios secretos del antiguo bloque
soviético. «La documentación certifica que desde agosto de 1982 las autoridades
gubernamentales búlgaras solicitaron a la Stasi, la principal organización de
seguridad y espionaje de Alemania Oriental (DDR), una colaboración destinada a
eliminar las sospechas de responsabilidad del Estado búlgaro en el atentado al
Papa».
El 13 de mayo de
1981, Mehmet Ali Agca, un terrorista perteneciente al
grupo turco de extrema derecha Lobos Grises, disparó contra Juan Pablo II en la
Plaza de San Pedro. Fue condenado a cadena perpetua pero en el año 2000 recibió
el indulto del presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi,
y fue extraditado a Turquía, donde cumplió condena hasta 2006 por delitos
anteriores. Pocos días después de la desaparición de las niñas, varias llamadas anónimas
reivindicaron el secuestro de las pequeñas y exigieron la
liberación de Agca a cambio de sus vidas.
«Los presuntos
secuestradores dijeron que se llevaron a Gregori porque querían iniciar un
diálogo con el Vaticano de manera reservada para pedir la liberación de Agca.
Al no ser escuchados la mataron y secuestraron a Orlandi, abriendo un diálogo
ya no privado sino público. Yo estoy convencido de que a los que pedían la
liberación de Agca a cambio de Orlandi la Iglesia no les interesaba: sólo
querían crear una situación ficticia». Martella mantiene que no fue casualidad
que la desaparición de las niñas coincidiera con la explosión mediática de la
«pista búlgara», que implicaba a ciudadanos de ese país en el atentado contra el
Papa Wojtyla.
«Si se tira del hilo de
la desaparición de estas dos niñas, se llega a hechos todavía más graves que
tienen que ver con el atentado del Papa», coincide Peronaci. El periodista
sostiene sin embargo que el intento de magnicidio no fue la acción de un lobo solitario
sino que fue posible gracias a la connivencia de ambientes religiosos. «Las dos
chicas fueron objeto de un chantaje para hacer presión sobre el Vaticano y
condicionar la política de Juan Pablo II», asegura.
La presunta
conspiración internacional, que fue desacreditada ante la falta de pruebas, no
fue la única hipótesis que manejaron los investigadores. Algunas teorías sugerían que
Orlandi fue víctima de una red pedófila detrás de la cual se
encontrarían altos jerarcas de la Iglesia. Así lo manifestó el exorcista del
Vaticano, el mediático sacerdote Gabriel Amorth,
quien unos años antes de fallecer aseguró en una entrevista al periódico La Stampa que
Emanuela había sido objeto de «un crimen de naturaleza sexual» dentro del
Vaticano.
El sanguinario Enrico
No es la primera
vez que se encuentran huesos humanos en dependencias de la Santa Sede. En el pasado era una práctica
habitual sepelir a los difuntos en iglesias. De hecho, hasta
2012, los restos mortales de Enrico de Pedis,
alias Renatino, un sanguinario capo de la Banda de la Magliana -una
organización criminal de extrema derecha que sembró el terror en Roma durante
los años del plomo-, permanecieron enterrados con todos los honores bajo el
suelo de la basílica de San Apolinar, cerca de la escuela de música donde se
vio por última vez a Emanuela.
Durante años se creyó que el cuerpo de la
chica podría encontrarse junto al del capo mafioso. La pista la
dio una enigmática llamada al programa televisivo 'Chi l'ha visto', una suerte
de 'Quién sabe dónde' a la italiana. «Mirad en la tumba de De Pedis y averiguad
el favor que le hizo al cardenal Poletti», dijo una voz anónima.
De Pedis, asesinado
en 1990 en un ajuste de cuentas, estaba muy bien relacionado dentro y fuera de
los muros vaticanos. Gracias a la intermediación del cardenal Ugo Poletti,
entonces vicario del Papa Juan Pablo II para la diócesis de Roma, y a las
cuantiosas donaciones que ofreció a la Iglesia en vida, consiguió ser enterrado
en la majestuosa basílica que en la actualidad pertenece al Opus Dei. Un motivo de auténtico bochorno
para la Iglesia.
A la magnífica
sepultura también contribuyó su amistad con Piero Vergari,
que había sido rector en la basílica de San Apolinar, y que fue el único
eclesiástico investigado en el caso Orlandi. Se habían conocido en la cárcel.
Allí el religioso había sido capellán, antes de trabajar en la nunciatura del
Vaticano donde este lunes fueron hallados los huesos.
La investigación se
cerró en 2007, pero un año después la amante de De Pedis, Sabrina Minardi,
confesó a la policía que Orlandi fue secuestrada por la Banda de la Magliana,
lo que llevó a la magistratura a ordenar la reapertura del caso y de la
sepultura de Renatino, en una búsqueda desesperada por encontrar los restos de
la niña junto a su presunto verdugo. Pero en el interior de la tumba, junto a
los esqueletos de varias personas, sólo hallaron los restos del
mafioso, que fueron inhumados e incinerados.
La confesión de Minardi
unió a la ya de por sí rocambolesca historia de la desaparición de las niñas
otro misterio italiano. La mujer aseguró que De Pedis le había dicho que había
actuado siguiendo las órdenes del arzobispo estadounidense Paul Marcinkus,
entonces director del Instituto para las Obras Religiosas (IOR), el conocido
como Banco Vaticano, porque al parecer el padre de Emanuela habría
tenido acceso a documentos comprometedores relacionados con la
bancarrota un año antes del Banco Ambrosiano, una institución acusada de lavar
dinero de la mafia y de la logia masónica P2.
Bajo la guía de
Marcinkus, el IOR cedió parte de sus acciones a esta entidad, presidida
entonces por Roberto Calvi, el llamado «banquero de Dios». Pero
en 1982 el Banco Ambrosiano quebró, dejando al descubierto el oscuro entramado
financiero en el que estaba envuelta la banca del Papa. Tras el crack, Calvi
huyó a Londres con un falso pasaporte y poco después fue encontrado ahorcado
bajo un puente con cinco kilos de piedras en sus bolsillos. Marcinkus regresó a Estados
Unidos gracias a la inmunidad diplomática y murió sin ser
juzgado.
Escondida en un convento
El año pasado el
periodista Emiliano Fittipaldi publicó un documento inédito
que sugería que Orlandi había sido escondida durante años en un convento en
Inglaterra. Se trataba de una suerte de libro contable de todos los gastos a
los que habría hecho frente el Vaticano para mantener a la joven lejos de Roma
al menos hasta 2007. En total, cerca de 500 millones de las
antiguas liras.
«Si es verdadero,
abre importantes revelaciones sobre la desaparición de la chica. Si es falso,
demuestra la existencia de una lucha de poder sin precedentes dentro del
pontificado de Francisco», aseguró el periodista acusado (y absuelto) en el
caso Vatileaks II, la masiva filtración de documentos
reservados de la Santa Sede.
El Vaticano a
través de su portavoz calificó las insinuaciones contenidas en el libro de
Fittipaldi de «ridículas». Pero lo cierto es que no era la primera vez que se
especulaba con la posibilidad de que Emanuela hubiese sido trasladada fuera de
Italia tras su desaparición. La investigación se cerró
definitivamente en 2016.
«Estas chicas
fueron eliminadas si no enseguida, pocos días después de ser secuestradas»,
sostiene Ilario Martella. A la vista de los últimos
hallazgos, el ex magistrado -mucho más pragmático que las decenas de teorías
existentes en torno al caso, algunas pura ciencia ficción- aconseja dirigir el
foco de la investigación a los encargados del edificio donde han sido hallados
los restos.
«Si encuentran unos
huesos en mi casa, yo tendré alguna responsabilidad, ¿no?». La pregunta se la
han planteado también los fiscales de Roma, que en las últimas horas han
centrado sus sospechas sobre el portero de la nunciatura en esos años. Un tipo
peculiar al que su mujer abandonó antes de desaparecer sin dejar rastro. Un final demasiado terrenal
para un misterio divino que dura ya 35 años
martes, 27 de noviembre de 2018
Pablo Casado y su xenofobia
Una mujer rumana contesta a Pablo Casado con este devastador tuit
La publicación
tiene más de 8.000 retuits y 18.000 'me gustas'.
ElHuffPost
27-11-18
Una mujer rumana contesta a Pablo casado y a su xenofobia.
Casado:
"Si a España
vienen inmigrantes sin respetar nuestras costumbres se han equivocado de país.
Aquí no hay ni ablación de clítoris ni se matan los carneros en casa"
Soy rumana. Respeto la lengua, la gastronomía, las
fiestas, la música y más. No respeto la tauromaquia, la corrupción, las
violaciones en "manada" ni las leyes que nos desprotegen. Por
discursos como los tuyos a mis padres les han tratado como a personas "de
segunda". Asco.
Infovaticana
infovaticana
Múller y la lobby gay, el acto de fe
Chino, los huesos no son de la Orlandi, el papa impensable, el madrino de
bautismo, Thanksgiving Day
por SPECOLA | 22 noviembre, 2018
Los temas vaticanos
siempre suscitan interés en Italia y, con la que esta cayendo, la presión
mediática no cesa. El caso del testimonio Viganò ha desatado las noticias
y de hecho las ha más que duplicado haciendo nuestro trabajo mucho más
complejo.
El cardenal Muller entra en escena con una entrevista
sobre los temas de actualidad y deja más que claro que su cese precipitado
puede ser obra del lobby gay , ese que no existe, para controlar mejor los
procesos en la congregación del la fe. Si esto fuera verdad, aunque solo sea un
poco de verdad, estaríamos ante el control del dicasterio más delicado del
Vaticano por donde pasan todos los casos de abusos de menores. No esperamos
ninguna oportuna aclaración y si que el silencio siga creciendo en torno a
temas de tanta gravedad.
Todos los días tenemos algún caso de pedofilia en
Italia, el de hoy en un caso de Florencia y nos ofrece documentos inéditos y
omisiones de su tramitación. La hemorragia continúa sin que nadie
quiera cortar la fuente de la profunda herida.
El éxito de las catacumbas de san Genaro atrae todos los intereses sobre lo que
hace poco tiempo eran unas cuevas abandonadas y hoy son una de los sitios más
visitados de Nápoles. El objetivo a abatir es el sacerdote que ha resucitado al
muerto y que viene acusado de poco dialogante.
El hospital del Padre Pio entra en la órbita del Bambino
Gesu y su directora empieza a tomar posiciones. Poco antes de morir el Padre
Pio tuvo que sufrir la expropiación del hospital construido con las donaciones
de los fieles y regalar todas las acciones al Banco Vaticano para cubrir un
desfalco. Un triste episodio siempre ocultado. El Papa Pablo VI dispenso al
Padre Pio del voto de obediencia a raíz de este robo pero el hecho no fue nunca
anulado y así continúa.
Los huesos empieza a hablar y ya empezamos a saber que
no son de la Orlandi porque son, con toda probabilidad, anteriores a su
desaparición. Otro misterio empieza y será complicado saber de quién son
y que hacían en la nunciatura.
El Papa Francisco había anunciado hace algún tiempo
que tenia cataratas y debía operarse, circulas rumores sobre la proximidad de
esta intervención.
Las cosas chinas están creando tal confusión y
preocupación que el secretario de estado ha salido en escena y nos ha dejado
muy claro que los secretos acuerdos con un ‘acto de fe’. No creemos que estemos
ante una modificación del credo pero la afirmación en cosas opinable se las
trae u nos indica los extremos a los que estamos llegando.
Comunicado con motivo de la jornada de la pesca en
defensa de los derechos de los trabajadores.
Llega a Roma el pino que adornará la plaza de San
Pedro estas navidades, de 22 metros, el árbol evidentemente morirá a
consecuencia. Abunda la sorpresa por el ‘pinicidio’ en momentos tan
ecológicos del estado pontificio. Mucho nos tememos que el año próximo
las bolas colgarán del obelisco.
El cardenal Braz de Aviz, desaparecido desde hace
tiempo, entra en la defensa del Papa Francisco y nos deja la perla de que es un
‘don impensable en un momento difícil para la iglesia’. Hasta los más acérrimos
defensores de la primavera se están resfriando con el largo invierno. Lo de
‘impensable’ puede tener muchos sentidos y no deja de ser una afirmación llena
de perplejidad.
El tema de los inmigrantes tiene hoy dos novedades. El
gobierno Renzi acepto los desembarcos a cambio del visto bueno europeo a los
presupuestos italianos. El Papa Francisco le vino muy bien y les facilito la
aceptación popular del hecho que ahora se está volviendo en contra. No estaría
mal ser más cautos con las utilizaciones políticas de los más desfavorecidos.
En Carbonia, un importante municipio del sur de
Cerdeña, Jessica que parece ser realmente Jessico, quería ser ‘madrina’ de un
bautismo y el párroco ha dicho que en todo caso será padrino. La naturaleza es
la que y por mucho que se cambien las apariencias los argumentos siguen
estando. Lo de madrino por ahora no es posible.
En la república Centro Africana los obispos se ha
convertido en objeto preferente de las persecuciones, detrás parece estar la
guerra por los recursos naturales.
Ya tenemos la moneda vaticana en honor de Pablo VI.
Encuentro de 6.000 cantores en el Aula Pablo VI .
La guerra entre Estados Unidos y el Vaticano, entre
obispos y cardenales progresistas, sigue su curso y las implicaciones civiles
de los delitos lo complican todo. Nos quedan muchos capítulos por delante.
La expulsión de Henry Sire, el autor del libro ‘ El
papa dictador’, de la ex soberana orden de Malta esta en el candelero y
las razones esgrimidas parecen no corresponder con los hechos. Henry Sire sigue
defendiendo su posición y denuncia las falsedades del todo el proceso.
Feliz día de Acción de Gracias a nuestros lectores
Norteamericanos.
“¡Si reconocieras tú también en este día lo que
conduce a la paz!”
Buena lectura.
lunes, 26 de noviembre de 2018
domingo, 25 de noviembre de 2018
Las mujeres presas del franquismo
La increíble historia de las presas del
franquismo en una cárcel de mujeres
Sin delito alguno, con hambre, enfermedades, hacinadas y sin higiene
Juan Luis
Valenzuela Domingo, 25 de noviembre de 2018
ElPlural
Benito Zambrano,
director de “La Voz Dormida”, adaptación de la obra de Dulce Chacón, basó parte
de su guión en historias inspiradas y recogidas en la antigua prisión de
mujeres de Málaga, el “Caserón de la Goleta. En aquella cárcel la represión del
genocida franquista, el general Queipo de Llano, tuvo su extensión
a las mujeres presas. Zambrano afirmó mientras
recopilaba documentación para su film que “Aquella prisión no solo era una
condena para las presas, sino también para los propias funcionarias que si los
destinaban a Málaga lo consideraban un castigo”. El establecimiento tenía
fama de ser una de las cárceles más empobrecidas y despiadadas, temida incluso
por los propios funcionarios. Así de dura y cruel fue ese establecimiento de
venganza hacia las mujeres del bando republicano.
La antigua prisión alberga hoy la sede del cuartel
de la Policía Municipal de Málaga. Fue creada a principios del siglo XX
como correccional pero clausurada en 1931 por su estado de insalubridad y
abandono precisamente por orden de una malagueña, Victoria Kent,
Directora General de Prisiones del gobierno presidido por Alcalá-Zamora
y que apostó en su corto mandato por la rehabilitación de los presos ante la
miseria y el abandono de las cárceles españolas. Hoy
la antigua prisión está declarada por la Junta de Andalucía Lugar
de la Memoria.
Órdenes de Queipo: Por cada hombre huido, una mujer detenida
La represión franquista en Málaga con la llegada
del sanguinario Queipo
de Llano en febrero de 1937 llevó aparejada detenciones en masa de mujeres que el franquismo consideró “sospechosas” y a
familias enteras que intentaron escapar de la muerte en esa huida
denigrante que fue la de la carretera Málaga-Almería, conocida
popularmente como la “Desbandá”.
Masificados y llenos como cárceles improvisadas lugares como la Plaza de
toros o los sótanos del edificio de Tabacalera y la propia cárcel nueva, Queipo
ordenó ingresar a las mujeres en esta cárcel de pésimas condiciones de abandono
sin acometer ningún arreglo ni modificación, peor aún que cuando fue clausurada
por orden de Kent.
Se cumplían así las órdenes de Queipo de Llano en el sentido de
que por cada hombre huido del combate se detuviese a su madre o hermana o
cuñadas.
Las más de cuatro mil mujeres que pasaron por esta
lúgubre prisión sufrieron hambre, miseria, hacinamiento y penurias como la
existencia de ratas. Encarnación Barranquero, historiadora de la
Universidad de Málaga destaca en su estudio 'Mujeres malagueñas en la represión
franquista', que el perfil mayoritario de las presas rondaba en un 85% entre
los 21 y los 40 años de edad. Un 65% eran casadas, mientras que el resto
trabajaba como jornaleras y trabajadoras sin especialización. La mayoría de
ellas tenían dedicación exclusiva a sus labores, en un 83% y solamente un 1,4
% tenían una profesión cualificada. Se
les acusó de delitos que iban desde la “excitación militar” hasta la “rebelión”
independientemente de que tuvieran filiación política o no. Se
“alimentaban” con verduras podridas, pieles de patata y cáscaras de fruta. 400
mujeres dormían en habitáculos para 100 (1941 fue un año especialmente cruel
con una cifra de 720 internas para una capacidad que ligeramente superaba el
centenar), sin higiene, con frío extremo y obligadas a rezar e ir a misa.
La mayoría de las presas acataban al defensor que le asignaban sin recurrir a profesionales para su defensa en los consejos de guerra y en los juicios sumarísimos. Su día a día transcurría desde el aislamiento, sin apenas visitas y con enfermedades como el tifus de compañía perenne. Otra tortura, la psicológica las obligaba a bautizar a sus hijos y participar en los actos oficiales. Los intentos por conseguir de ellas “conversiones” al catolicismo y muestras de “arrepentimiento”, eran intensos. Era una forma, como la de los nazis, de “reeducación”.
La mayoría de las presas acataban al defensor que le asignaban sin recurrir a profesionales para su defensa en los consejos de guerra y en los juicios sumarísimos. Su día a día transcurría desde el aislamiento, sin apenas visitas y con enfermedades como el tifus de compañía perenne. Otra tortura, la psicológica las obligaba a bautizar a sus hijos y participar en los actos oficiales. Los intentos por conseguir de ellas “conversiones” al catolicismo y muestras de “arrepentimiento”, eran intensos. Era una forma, como la de los nazis, de “reeducación”.
La visita de familiares era todo un sacrificio
personal ya que estos debían de sufrir largas colas desde las cinco de la
madrugada para entregar a las mujeres cestos de comida, una labor con muchas
horas de espera para la entrega y otra tanta para que los centinelas
devolviesen los cestos de mimbre vacíos. A toda esta situación mísera e
inhumana se unía la angustia de las ejecuciones, de los fusilamientos, los
malos tratos y vejaciones que sufrían.
Presas sin motivo
Presas sin motivo
¿Por qué se las condenó? Pues en un tercio de las
sentencias no se expresa delito alguno y en el resto casi todos los casos se
relacionan con mantener relación directa con maridos o hijos huido. La mayoría
de las detenciones “se producían porque el marido o algún hijo continuaba en
zona republicana”. Obedecía a la orden de Queipo
de Llano para toda Andalucía de que “por cada hombre
huido del combate se detuviera a la madre o hermanas en primer lugar y a
cuñadas o madrastas
en su lugar”.
Informe Vallejo Nágera
Se las sometía a un tremendo ejercicio de limpieza
psicológica por parte de las autoridades franquistas como
seres “inferiores y perversos” como se las calificaba. El jefe de los
Servicios Psiquiátricos Militares de Franco, Antonio
Vallejo-Nágera, las calificó
como “libertarias congénitas,
revolucionarias natas que impulsadas por sus tendencias biopsíquicas
constitucionales desplegaron intensa actividad sumadas a la horda roja
masculina”.
Pésima comida
Las presas
hacían una vida comunitaria en el patio donde cosían, elaboraban objetos que
vendían sus familias posteriormente, correteaban junto a sus hijos pequeños. Algunas
reclusas con cierta formación, enseñaban a otras internas analfabetas a leer y
escribir mientras mataban el tiempo, sin saber qué les depararían el futuro.
Hay testimonios que denunciaron como “desvío
de dinero que hacían los jefes de prisión con las partes destinadas a las
comida nunca los consumían las presas”. El hambre y la escasa calidad
de la comida llegaron a tal dimensión que hubo presas que protestaron de
manera colectiva hasta lograr pelar las patatas y las verduras, “asegurando al
menos cierta higiene en el plato y la reducción de enfermedades del estómago”.
Casos espeluznantes
Casos espeluznantes
Casos como el de la
joven antequerana Dolores Gómez, quien fue
detenida junto a su madre en mayo de 1939. Los señoritos de la finca
en la que trabajaban acusaron a la familia de votantes del Frente Popular al no
haber acudido a la celebración del bautizo de su hijo. Dolores y su madre
pasaron dos años en la cárcel de Málaga, mientras que su padre se encontraba
desaparecido. Datos aportados por la profesora Barranquero
muestran más testimonios estremecedores, como el de María
Margüenda Santana, quien
argumentaba que su madre “estaba detenida y que sus cuatro hermanos pequeños se
encontraban en el más completo abandono”. Se le negó la libertad a
pesar de tener buena conducta porque uno de sus familiares se encontraba
huido. Rosalía
Martín Barba es otro de los casos. Con70 años y un
hijo ciego continuó en la cárcel largos años, por ser una “roja
reconocida de mala conducta, que se alegraba públicamente de los asesinatos
cometidos por los marxistas y censuraba la actuación nacional”.
La represión franquista contra las mujeres
Las mujeres represaliadas por el franquismo fueron
las grandes olvidadas durante muchos y su historia fue relegada a un
segundo plano. Es necesario recuperar sus historias y sus sufrimientos. Mujeres
que sufrieron humillaciones, hambre, enfermedades torturas y demonización
social. Como escribe el profesor Enrique González
Duro en su libro “Las rapadas. El franquismo contra la mujer” las
mujeres republicanas fueron víctimas de abusos institucionalizados y
sistemáticos que tenían como objetivo demonizar el estereotipo de feminidad
que había comenzado a extenderse durante la Segunda República. Mientras que
ellos habían caído en el frente, habían sido ejecutados o huían ante la llegada
de los sublevados, ellas permanecían en los pueblos, a cargo de sus familias,
en miseria, y eran, muchas de las veces, juzgadas en tribunales militares en
los que se decidía qué mujeres debían ser vejadas y marcadas por haber
contribuido al derrumbe de la moral. Era algo más que un abuso ejercido sobre
las mujeres, fue un ataque a un modelo de mujer libre e independiente.
Y muchas de ellas, como las presas de la Cárcel de
mujeres de Málaga, fueron el ejemplo de un régimen asesino, inhumano y cruel. Y
aun ahí quien quiere que el responsable directo de estos crímenes contra la
humanidad, el dictador Francisco Franco, repose en un lujoso mausoleo público.
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