Política, religión, actualidad, cine, opinión, sociedad, humor, cultura, fotogalerías.....corrupción, corruptores, justicia, robos, fraudes, atracos, preferentes, rescate bancario, hambre, paro, miseria, desahucios, hipocresía, la verdad, mentiras y mas mentiras...crisis, ricos, pobres, muy pobres, muy ricos, miseria, niños hambrientos, familias que no pueden llegar a fin de mes, trabajadores esclavos...Santa Pederastia, Sagrada Pedofilia....
Hola,
muy buenos días. Nada, nada, de lo que yo les pueda decir esta
mañana sobre los reiterados abusos de la Iglesia, sobre los impunes
y reiterados casos de pederastia de la Iglesia, tendrá la fuerza ni
la verdad que tuvoanoche,
en 'Hora 25', el testimonio del escritor Alejandro Palomas.
Fue víctima de abusos por parte de un hermano del Colegio
de La Salleen
el que estudiaba. Su relato es tremendo, el infierno de un niño de 8
años a manos de uno de los curas más populares del colegio.
No
es un relato único, es uno de muchos, Alejandro
Palomasle
pone el altavoz y adquiere relevancia por ser él una persona
pública, escritor, Premio Nacional de Literatura Juvenil, Premio
Nadal... Nunca hasta ahora había contado los detalles de aquel
calvario, unos abusos reiterados que acabaron con la violación, el
hermano de La Salle lo violó una noche en la que un Alejandro niño
estaba en la enfermería en unas colonias de verano.
Insisto,
es un caso entre muchos. Algunos denunciados, muchos otros mantenidos
en silencio todavía hoy, casos que la Iglesia se niega,
reiteradamente, a investigar. ¿Qué más tiene que pasar para que lo
haga? No hay ser humano al que no se le encoja el estómago al
escuchar un relato como el de Alejandro. ¿No hay nadie en la Iglesia
al que le pase lo mismo, nadie que sienta una vergüenza y una
repugnancia tan inmensa que piense que esto no puede quedar así? ¿No
hay nadie que levante la voz y que diga basta y que empuje a una
investigación como la que se ha abierto
TODOS
LOS CASOS CONOCIDOS DE PEDERASTIA EN
LA IGLESIA ESPAÑOLA
HAN
SALIDO A LA LUZ 611CASOS
1246VÍCTIMAS
EN ESPAÑA
La
primera base de datos de referencia sobre los abusos en la Iglesia
católica española, clasificada de forma exhaustiva por EL PAÍS.
En
España, oficialmente, el problema de pederastia en la Iglesia
católica es casi inexistente. Parece una excepción dentro del mundo
católico occidental, junto a Italia y Portugal. La Conferencia
Episcopal Española se niega desde hace años a investigar el
problema y admite que
nunca ha contado los casos que conoce,
aunque de todos modos asegura que son muy pocos. El Estado nunca se
ha preocupado por la cuestión. El resultado es que no hay ninguna
estadística que permita saber la verdad. En otros países, bien la
Iglesia, bien el Gobierno o los tribunales han emprendido
investigaciones en profundidad. El resultado de la investigación
independiente encargada por la Iglesia en Francia, que ha
contabilizado 216.000 víctimas y al menos 3.000 sacerdotes acusados,
supone el mayor hito en el escándalo de los abusos en la Iglesia
desde que comenzó a estallar en Estados Unidos en 2002, con las
revelaciones del Boston
Globe.
La comisión francesa abrió un correo electrónico a las víctimas
en 2019 y llegaron miles de mensajes. En España ese buzón lo abrió
EL PAÍS en octubre de 2018.
Este
diario publicó entonces la primera radiografía del fenómeno con
los escasos datos disponibles, las sentencias judiciales y la
hemeroteca: apenas se contabilizaban 34 casos en cuatro décadas, y
las diócesis españolas solo admitían cuatro. A partir de entonces,
el correo electrónico de este periódico ha recibido casi medio
millar de mensajes, que se han traducido en la publicación de un
centenar de casos. Junto a los que han ido saliendo a la luz en
España a través de los medios de comunicación, las cifras se
dispararon. EL PAÍS clasificó luego de forma exhaustiva la
información de todos los casos conocidos, con el fin de crear la
primera base de datos de referencia sobre la pederastia en la Iglesia
católica española. La hizo pública en abril de 2021: en tres años
las cifras se habían multiplicado por diez.
Otro
paso decisivo fue el 2 de diciembre de 2021, ese día EL PAÍS
entregó al Papa un informe con 251 casos inéditos en España, que
también hizo llegar el 10 de diciembre al presidente de la
Conferencia Episcopal Española (CEE). Este dosier obligo a abrir una
investigación sin precedentes en la Iglesia española, casi duplicó
el número de casos conocidos e hizo superar el millar de víctimas.
En
todos los países la tarea de sacar a la luz la pederastia en la
Iglesia católica ha llevado años y ha estado encabezada por las
investigaciones de los medios de comunicación. Esta base de datos,
que se ha ido actualizando con los nuevos casos que salían a la luz,
es una herramienta pensada para durar años, documentar el fenómeno
con exactitud y ayudar a las víctimas. Se puede consultar la lista
de casos, ordenada cronológicamente, y buscar por municipio o lugar
de los hechos (colegios, centros religiosos, etc.), además de
filtrar los casos por comunidad autónoma y orden religiosa. Todos
los detalles de cada caso se pueden conocer pinchando en el enlace de
la noticia.
BUSQUE
POR MUNICIPIO O POR CENTRO RELIGIOSO
FILTRE
POR COMUNIDAD AUTÓNOMA O POR ORDEN RELIGIOSA:
Cada
caso corresponde a un religioso o laico de una institución
religiosa acusado de abusos en noticias publicadas a lo largo de
los años, y que luego han sido condenados por la justicia o
admitidos por la Iglesia dando credibilidad a las víctimas. Es una
información que será de utilidad para los investigadores y para
las víctimas que, en muchas ocasiones, se animan a denunciar y dar
a conocer su caso cuando descubren que a alguien más le pasó lo
mismo. La información de cada caso se irá actualizando y
completando si surgen nuevos datos. En el mundo anglosajón ha sido
común la publicación de listas de nombres de abusadores y de las
diócesis a las que pertenecían, como las de AFP, Boston
Globe, BishopAccountability.org,
algunas diócesis de EE UU y asociaciones de víctimas. No
obstante, ninguna tan completa que incluya el año en el que se
produjo el abuso, la fecha en la que la Iglesia lo conoció y
aquella en la que salió a luz de la opinión pública. También
los nombres de los encubridores, medidas legales y canónicas, así
como una relación de los destinos a los que fue trasladado el
abusador y el número de niños de los que abusó.
En
2020 y 2021 el silencio de la Iglesia comenzó a romperse. Algunas
órdenes religiosas presentes en España, como los jesuitas y los
legionarios de Cristo, emprendieron investigaciones internas e
hicieron públicas por primera vez cifras de casos. Otras les
siguieron. También algunas diócesis, que dos años antes se
negaban a dar cualquier información, comenzaron
a admitir casos.
Las diócesis, obligadas por el Papa, abrieron por primera vez
oficinas de atención a las víctimas, aunque en la mayoría de los
casos se trata de una simple referencia en su web. Muchos obispos y
órdenes religiosas todavía se siguen negando a investigar o dar
información, pero poco a poco el mapa de los abusos comienza a
completarse, aunque si se toma como referencia lo ocurrido en otros
países las estadísticas aún están en la superficie. El mapa de
los casos destapados en cada provincia revela con claridad el papel
decisivo de los medios de comunicación. Allá donde había medios
que investigaban, los casos salían a la luz. El
Periódico,
en Cataluña, y el Diario
de Noticias y
la Cadena
SER,
en Navarra, se han destacado por sus investigaciones y eso se
refleja en las estadísticas. Donde los medios no investigan sigue
sin saberse la verdad.
La
responsabilidad de las jerarquías eclesiásticas en ocultar el
fenómeno es uno de los factores decisivos. En todos los países,
tras la eclosión de casos de pederastia en las diócesis y órdenes
religiosas, el siguiente paso ha sido la identificación de las
autoridades religiosas que los silenciaron, los ignoraron o los
ocultaron. En muchos casos el Vaticano ha intervenido con medidas
disciplinarias. En España numerosos obispos, muchos con cargos
relevantes dentro de la Conferencia Episcopal Española, se han
visto salpicados por la deficiente gestión de los casos que han
conocido, y el análisis de cada episodio evidencia sus
responsabilidades.
Abad
del monasterio de Montserrat, en Cataluña (1989-2000).Conoció
la denuncia de abusos de un menor contra un monje, Andreu Soler, y
no tomó medidas.
Solo en 2000 el acusado fue trasladado a otro centro de la orden.
La abadía ha reconocido que no lo denunció a la policía, ni
abrió ningún procedimiento canónico, según las reglas de la
Iglesia, ni lo notificó al Vaticano.
Cardenal
emérito de Barcelona, arzobispo de Barcelona (1990-2004), obispo
de Tortosa (1969-1990) y ex vicepresidente de la Conferencia
Episcopal Española. Encubrió el
caso del sacerdote Jordi Senabre,
imputado por abusar de un niño de 12 años en 1988 en Polinyà
(Barcelona). Antes de que se celebrase el juicio Carles firmó en
1990 el traslado a Ecuador de Senabre como misionero, según
descubrió EL PAÍS en 2018, y así pudo huir al extranjero. Allí
se ha ocultado hasta la actualidad. Según denunció en un libro el
escritor Pepe Rodríguez, también participó en los noventa en el
encubrimiento del escándalo
de la Casa de Santiago y Nous Camins en Barcelona,
una organización convertida en secta donde se denunciaron abusos
sexuales.
Cardenal
de Barcelona (1971-1990), obispo de Girona (1964-1971) y antiguo
miembro del consejo de cardenales de Juan Pablo II. Según denunció
en un libro el escritor Pepe Rodríguez, participó en los años
ochenta y noventa en el encubrimiento del escándalo
de la Casa de Santiago y Nous Camins en Barcelona,
una organización convertida en secta donde se denunciaron abusos
sexuales.
Obispo
de Salamanca desde 2003 a la actualidad. Ha encubierto al sacerdote
Isidro López, condenado en 2014 por tres casos de abusos. Como sus
predecesores, ignoró
las denuncias contra él,
según consta en la sentencia canónica de 2014 a la que tuvo
acceso EL PAÍS, y, tras la denuncia de una víctima en 2011, no
apartó al abusador, pese a que había confesado, y siguió
oficiando en una parroquia y en contacto con menores. Además,
encubrió al cura Francisco Carreras, un
sacerdote expulsado de la diócesis de Miami en 1981 por varias
denuncias de
pederastia y que recaló en Salamanca, pese a las advertencias de
las autoridades eclesiásticas de Estados Unidos. Llegó a oficiar
como párroco en 12 localidades hasta 2004, donde cometió
numerosos abusos.
Si
conoce algún caso que no ha sido denunciado o quiere aportar nueva
información a los ya publicados, puede escribirnos a la dirección
de correo abusos@elpais.es