Buscar este blog

jueves, 21 de marzo de 2024




«LA TAJÁ» DE MIGUEL ÁNGEL RODRÍGUEZ

PREÁMBULO. (4-5-2.013)

Ignacio Trillo


Me dis


ponía a escribir sobre «el percance» último sufrido por Miguel Ángel Rodríguez cuando he leido un 
`tweet´ de @FabianValeroABG  que contenía un enlace que me llevó a un texto contenido en su blog, «Laborando», muy en línea a lo que deseaba expresar, así que una vez leído en vez de reinventármerlo, hago una excepción dando acogida a lo escrito con acierto por este autor,  Fabián Valero Moldes: «Consultor, abogado y auditor laboral. Licenciado en Derecho por la Universidad Nacional de Educación a Distancia y Miembro del Ilustre Colegio de Abogados de Vigo desde abril del año 2006». y solo me responsabilizo de este prólogo, acompañada de toda la ilustración gráfica que contiene y que no tiene desperdicio.

No obstante, antes de darle paso, he de indicar que no vale la declaración expresado por Miguel Ángel Rodríguez tras su accidente: «El que esté libre, que tire la primera piedra», con ausencia de autocrítica, ocasión de oro perdida para haber pedido perdón por el riesgo de poner en peligro, cuadruplicando el nivel de alcoholemia autorizado, las vidas de otras personas, más cuando está tan a flor de piel el sonado juicio al famoso personaje taurómaco y de la farándula, Ortega Cano. 




Han sido demasiadas piedras lanzadas por este prepotente y chulesco personaje, como el que refleja en su `tweet´ que certeramente reproduce Fabián Valero, como para que ahora encuentre la indulgencia y la compasión de la sociedad.

Él, que tan amante es de aplicar la máxima bíblica del Antiguo Testamento: «ojo por ojo, diente por diente», se encuentra ahora con otra, pero del Nuevo Testamento: «quien a hierro mata, a hierro muere».

Era la 1,30 de la madrugada, ya día 3 de mayo, cuando el Mercedes conducido por el borracho Miguel Ángel Rodríguez, afortunadamente en un Madrid solitario, se adentró en la calle Doctor Velasco, que es ancha, junto a la Estación de Atocha y a la altura del edificio del Ministerio de Agricultura. Embestió a un primer vehículo aparcado, al que le reventó la rueda, la llanta e hizo desaparecer el guardabarros, para a continuación proceder a dar un volantazo, hacia el lateral contrario, el derecho, impactando en las carrocerías de otros dos coches, también aparcados.

El brusco y seco golpe del coche que guiaba, hizo salir a los vecinos residentes a los balcones y ventanas de sus domicilios, viendo salir, al provocador innato del PP de su vehículo, tambaleándose, ciego perdido, para intentar arrancar los faros delanteros de su damnificado coche y así proseguir la ruta, a pesar de que había roto el motor que en aquel momento echaba humo.

La llamada telefónica de un estupefacto conductor aparcado en la zona, alertó a la policía local que hizo que se personara la unidad de atestados. En una primera prueba, el exportavoz de Aznar dio 0,99 gramos por litro de aire aspirado, y en su segundo soplo, ya proporcionaría una tasa de alcohol de 1,02, más de cuatro veces los 0,25 grs permitidos. No podía disimular y el cuadro calamitoso que presentaba también le delataba.

Quedó arrestado y conducido a los calabozos de la Comisaría de calle Plomo de Arganzuela, donde quedó hasta las nueve de la mañana en que fue puesto en libertad a la espera del juicio que tendrá lugar el lunes 20 de mayo por un delito contra la seguridad vial, y en el que también le podría ser retirado el carnet de conducir.



¡Cuánto ha recordado Miguel Ángel Rodríguez a todo un irresponsable sin parangón!, más cuando lo hemos soportado como portavoz del presidente del Gobierno, José María Aznar.

Un José María Aznar, también en aquel patético encuentro con empresarios vinícolas riojanos que le concedieron, casualmente en un mismo tres de mayo pero del año 2007, en su Valladolid natal, la Medalla de Oro de la Academia del Vino de Castilla y León, y donde con unas copas de más, todo sonrojado en sus pómulos, arremetió contra la nueva Ley de Seguridad Vial, a la que denominó «ley contra el vino», lanzando proclamas de desobediencia civil y de desafío para su objeción, en un «ejemplarizante» discurso, con lengua semitrabada, expresando estas lindezas frases:

«¿Y quién te ha dicho que quiero que conduzcas por mí?» (…)  «Las copas de vino que yo tengo o no tengo que beber déjame que las beba tranquilamente; no pongo en riesgo a nadie ni hago daño a los demás»(…) «A mí no me gusta que me digan no puede ir usted a más de tanta velocidad, no puede usted comer hamburguesas de tanto, debe usted evitar esto y además a usted le prohíbo beber vino»,

De tal palo, tal astilla.

Y seguidamente la tribuna de  Fabían Valero Moldes:

«MIGUEL ÁNGEL RODRÍGUEZ Y LA GENTUZA.


Lo peor de esta España en crisis social y anímica es su sistema Judicial: jueces, fiscales, abogados...GENTUZA para matarnos. M.A.R.



es

tas alturas pocas personas deben quedar en España sin enterarse de que Miguel Ángel R

A estas alturas pocas personas deben quedar en España sin enterarse de que Miguel Ángel Rodríguez, Ex-Portavoz del Gobierno en la etapa de José María Aznar, fue detenido hace un par de noches tras sufrir un aparatoso accidente de coche, a altas horas de la madrugada, y cuadruplicando en el momento de producirse el siniestro la tasa de alcohol permitida legalmente.

odríguez, Ex-Portavoz del Gobierno en la etapa de José María Aznar, fue detenido hace un par de noches tras sufrir un aparatoso accidente de coche, a altas horas de la madrugada, y cuadruplicando en el momento de producirse el siniestro la tasa de alcohol permitida legalmente.

Pero la semana gloriosa de Miguel Ángel Rodríguez no empezó ese día, sino el 26 de abril, cuando en su cuenta de Twitter dedicó este sentido reconocimiento a los abogados, jueces y fiscales de nuestro país.

Yo comprendo que a personajes como este los que trabajamos en el ámbito de la Justicia no le gustemos demasiado, no olvidemos que Miguel Ángel Rodríguez ya fue condenado a pagar 40.000 euros por un delito continuado de injurias graves realizado con publicidad por su compaña contra el Dr. Montes, así pues, con semejantes antecedentes judiciales, comprendo el poco respeto que alguien como él puede sentir por la Justicia, la ley y el derecho.

Pero, ¿Qué es  para Miguel Ángel Rodríguez ser GENTUZA?. Pues pongamos algunos ejemplos prácticos:

      • Defender a los estafados por las preferentes y subordinadas frente a los abusos bancarios.

      • Buscar alternativas jurídicas y legales para evitar los desahucios que han dejado a miles de españoles en la calle.

      • Proteger a los ciudadanos frente a la arbitrariedad de las administraciones públicas.

      • Evitar los abusos de las grandes compañías frente a los consumidores y usuarios

      • Perseguir la corrupción política, a pesas de todas las trabas que para evitarlo establecen los partidos.

Jueces, Fiscales y abogados tenemos un mandato muy claro, buscar la justicia, hacer que se cumpla la Ley y defender los derechos y libertades consagrados en nuestra Constitución. Mientras unos intentan desprestigiar nuestro trabajo con un par de copas encima, nosotros nos dedicamos a construir una sociedad mejor, con aciertos y errores, pero siempre desde una visión social del derecho. Que alguien como Miguel Ángel Rodriguez nos llame gentuza no deja de ser un halago, ser insultado por determinadas personas es símbolo de que algo bueno estamos haciendo. ¿No será que sus palabras son un reflejo del nerviosismo de la clase política ante la lucha del mundo del derecho contra la corrupción?

El 20 de mayo Miguel Ángel tendrá la oportunidad de confraternizar con esa gentuza que tan poco le gusta en el juicio por su delito contra la seguridad vial. Como decía mi abuelo, “no se debe escupir hacia arriba”«. Fdo.: Fabián Valero Moldes. 

«Al pan, pan, y al vino, Miguel Ángel Rodríguez» (Ignacio Trillo)



No hay comentarios:

Publicar un comentario