Las víctimas de residencias de Ayuso, ante el archivo de una denuncia por parte del juez Peinado: “No nos olvidamos”
Familiares de personas que sufrieron los protocolos de la vergüenza consideran que “algunos jueces no actúan con la misma diligencia en según qué casos”
Víctimas de residencias de mayores lamentan en declaraciones a ElPlural.com que la Justicia no es igual para todos después de que este periódico contara en exclusiva la semana pasada que el juzgado de instrucción número 41 de Madrid, el del juez que investiga a la mujer de Pedro Sánchez, Begoña Gómez, archivó una causa contra la gestión que la Comunidad de Madrid llevó a cabo en los geriátricos durante los primeros días de la pandemia del Covid.
Carmen López, portavoz de Marea de Residencias, unas de las máximas exponente de la lucha para que se repare de algún modo el daño que causaron los conocidos como protocolos de la vergüenza, afean en declaraciones a este periódico que “la justicia, especialmente algunos jueces, no actúan con la misma diligencia en según qué casos”. “Tal vez haya quien piense que la dilatación en el tiempo va a hacer que se olvide, pero no va a ser así porque ante el olvido y la impunidad el pasado puede volver a repetirse”, ha indicado.
"Se limitó a unas diligencias y archivó"
López alude, no solamente a esta denuncia que cayó en saco roto, sino a todas las que se distribuyeron por los distintos juzgados madrileños, con el mismo final. “Hasta el momento, en las querellas impulsadas entre 2020 y 2021 por nosotros por varios delitos -omisión del deber de socorro, entre otros-, que afectaron trágicamente a las residencias durante la pandemia, la justicia no actúa con la misma decisión que en otros temas de actualidad que estamos viviendo”.
“La actuación se limita a unas diligencias básicas para después archivar, y los procedimientos que vamos presentando en recursos de Amparo ante el Tribunal Constitucional se van acumulando sin resolver”; añade, aludiendo que “los primeros casos recurridos en el TC llevan ya alrededor de tres años sin que este tribunal se haya pronunciado en ningún sentido”.
La denuncia que recayó en el juzgado de instrucción número 41
La denuncia a la que tuvo acceso este periódico y que terminó en el Juzgado de Instrucción número 41 terminó archivado porque “no quedaba acreditada la comisión de ilícito penal alguno” y el geriátrico adoptó, según la resolución, las medidas “que procedían”.
El
auto rezaba que “no puede reprocharse la actuación del investigado
nada” al no haber “incurrido en una acción u omisión
negligente, teniendo en cuenta que la que la imprudencia no es sino
la comisión de un resultado atípico y previsible que se hubiera
evitado de haber sido adoptada la diligencia debida, requiriendo
asimismo un nexo casual entre la acción u omisión y el resultado
que en este caso no se ha producido”. Leer mas
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