La Navidad que no era Navidad: Varsovia tras los muros.

En el gueto de Varsovia no se celebraba la Navidad.

No porque la gente no supiera qué día era.

No porque no recordaran cómo se celebraba antes.

Sino porque el tiempo, ahí dentro, había dejado de funcionar como en el resto del mundo.

El gueto era una ciudad dentro de una ciudad. Cerrada por muros altos, alambradas y soldados. Más de 400.000 personas hacinadas en unos pocos kilómetros cuadrados. Hambre constante. Frío. Enfermedad. Miedo.

Y aun así… diciembre llegaba.

La gente lo sabía por el frío más intenso, por la nieve que se colaba por las grietas, por el cuerpo que temblaba incluso bajo mantas inexistentes.

Para muchos judíos del gueto, la Navidad no era su fiesta. Pero la fecha existía. Y tenía un peso extraño: recordaba que el mundo seguía afuera, normal, iluminado, mientras aquí dentro la vida se apagaba lentamente.

Algunas familias encendían una vela.

No por Navidad.

Por dignidad.

Una vela era un lujo. Era calor. Era luz. Era combustible que podía usarse para otra cosa. Pero se encendía igual. Como gesto. Como frontera simbólica contra la deshumanización.

Los niños preguntaban por qué afuera la gente cantaba y aquí no. Los adultos no sabían qué responder. Algunos inventaban historias. Otros decían la verdad: “Porque aquí no nos dejan vivir como personas.”

En diarios clandestinos encontrados después de la guerra, hay anotaciones que dicen cosas como:

“Hoy es Navidad afuera. Aquí es martes.”

“Hoy nevó. El pan no llegó.”

“Hoy alguien cantó en voz baja una canción que recordaba de su infancia.”

Eso era todo.

No había celebración.

Había memoria.

Y quizá eso fue la Navidad ahí dentro: no una fiesta, sino un acto de resistencia interior. Recordar que el mundo tenía luz, aunque no la vieras. Recordar que una vez hubo mesas, risas, calor, canciones.

Recordar quién eras antes de que intentaran convertirte en nada.

Por eso, en el gueto de Varsovia, diciembre no se celebraba.

Se sobrevivía.

Y a veces, sobrevivir era el gesto más radical de todos.