Mafia sí, pero en casa: el PP de Almería y su arqueología del poder podrido

Los registros en la Diputación de Almería han desnudado lo que el PP no menciona en sus mítines: armas sin papeles, sobres con dinero negro y una escultura de Antonio López escondida en un garaje. Todo en el feudo político que la derecha gobierna desde hace más de una década.

Mientras Feijóo, Ayuso y Almeida agitaban el domingo la pancarta de “¿Mafia o democracia?” en el Templo de Debod, ni una palabra sobre su propio arsenal doméstico. Ninguna referencia a la pistola encontrada en casa del exvicepresidente Fernando Giménez. Ninguna mención a las cinco escopetas sin documentación halladas en la empresa vinculada al exalcalde Rodrigo Sánchez y su hijo.

Tampoco explicaron por qué en casa de la hermana del expresidente Javier Aureliano García apareció una caja fuerte con 7.620 euros y una nota: “Este dinero es de Javier Aureliano”. Ni por qué tres sobres marcados con “10.000” estaban guardados en oficinas investigadas.

Y mucho menos por qué La mujer del Almanzora, la obra de Antonio López, dormía en un sótano, como si formara parte de un inventario clandestino.

El PP puede repetir mil veces la palabra mafia.

Pero los únicos atestados con armas, sobres y arte oculto están en su propio patio.

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