"Hay
veces que es más fácil identificar a un neandertal que a una víctima del
franquismo"
Científicos expertos en la investigación de materia y ADN de la Universidad
de Granada afirman que “la inexistencia de familiares directos dificulta
enormemente la identificación genética de las víctimas del franquismo”.
Público
Sevilla
María Serrano
José Antonio Lorente y Juan Carlos Álvarez llevan desde los años 90
en la pionera investigación del ADN. Las exhumaciones de fosas han tenido una
especial significación para estos científicos de la Universidad de Granada
que han dedicado gran parte de su tiempo a sacar adelante el primer banco de ADN
de víctimas del franquismo en Andalucía. “Aún hay poco recogido pero esperamos
que muchos puedan llegar a tener muestras”, aclara Álvarez. Ambos afirman en
esta entrevista para Público que de las fosas donde han realizado
pruebas de ADN, solo la mitad han desvelado información genética. Lorente y
Álvarez, expertos en la materia, insisten en aclarar que ese dato “no arroja
identificación con el familiar sino algunos datos de esos restos encontrados”.
En muchas de las ocasiones son difícilmente identificables por las condiciones
de humedad y deterioro en las que se encuentran.
¿Qué necesidad existe
en la búsqueda del ADN de las víctimas de la Guerra Civil y sus descendientes?
La necesidad primera es realizar
las exhumaciones lo antes posible (dentro de un orden) sin prisas especiales,
pero sin ninguna pausa para evitar que los huesos sigan destruyéndose en la
tierra. También resulta de vital importancia tomar muestras a familiares de
referencia que estén genéticamente relacionados del modo más directo posible
con las víctimas (hermanas/os, hijas/os, etc.)
Y por último la necesidad de
estudiar y clasificar adecuadamente los restos óseos y el ADN de los mismos,
para poder aplicar las nuevas técnicas de análisis genético que se están
desarrollando de modo importante desde 2016, y que pronto comenzaremos a
aplicar. Estas técnicas no van a solucionar todos los casos, pero sí pueden
aumentar un porcentaje significativo de identificaciones. Estos procesos están
ya en marcha con la colaboración entre la Dirección General de la Memoria de la
Junta.
¿Cuál ha sido la causa
principal que dificulta a los familiares de las víctimas del franquismo una
identificación satisfactoria de las pruebas de ADN?
Los restos óseos son las muestras
más complejas de analizar en el campo forense, y son un verdadero reto en la
obtención de resultados. Si a esto le añadimos los años que han transcurrido,
las condiciones de enterramiento y -en ocasiones- la no existencia de
familiares directos, tenemos una situación donde se dificulta enormemente la
identificación genética de las víctimas del franquismo.
¿Podría decirse que es
más fácil identificar genéticamente los restos de un faraón de la época de
Egipto que a un asesinado de la guerra civil en una fosa?
Uno de los aspectos que más
incide a la hora de obtener o no resultados genéticos en muestras de restos
óseos es la data, o sea, la antigüedad de la muestra. No obstante, y a pesar de
que el tiempo transcurrido (data) es el factor de mayor importancia general, no
siempre hay una relación directa con la misma.
"Hay
veces que es más fácil identificar a un neandertal que a una víctima del
franquismo"
En el caso de las identificaciones de restos
óseos que estamos llevando a cabo, hemos observado que a igualdad de tiempo
transcurrido y aplicando los mismos procedimientos de análisis, tenemos desde
restos óseos donde se ha obtenido una información genética completa, a restos
donde no se ha obtenido ninguna información, pasando por casos donde esta
información ha sido parcial en mayor o menor proporción.
Por otra parte, y en nuestra
experiencia, hemos tenido casos de muestras con una data de cientos de años
donde se ha logrado obtener ADN y otros casos donde no ha sido posible por lo
que insistimos en que las condiciones de enterramiento (temperatura, humedad,
pH…) son también un elemento importante a tener en cuenta.
Muchas de las momias de Egipto
o de otros lugares, como del desierto de Atacama en el norte de Chile, estaban
sometidas a procesos previos de conservación o preservación artificial a las que
se añadió una conservación natural por medio de la momificación, y eso facilita
el trabajo. También puede ser más fácil obtener ADN de un hombre Neanderthal
cuyos restos se encuentran congelados a pesar de los miles de años de
antigüedad.
¿Cómo afecta la mala
conservación de estos restos bajo tierra y en la mayoría de los casos con los
cuerpos amontonados y dispersos en las fosas de la guerra civil y la represión?
Hay una labor muy importante
en el proceso de identificación que es la que llevan a cabo los arqueólogos y
antropólogos que trabajan en las exhumaciones, los cuales tienen, entre otras,
la misión de tratar de individualizar los restos y seleccionar las muestras que
posteriormente analizaremos genéticamente. También en sus informes evalúan las
condiciones en las que fueron encontrados los restos y nos han podido trasmitir
que en ocasiones estos estaban en zonas con humedad constante o que se
inundaban con frecuencia, lo que conllevaría a la mala conservación y
esperanzas de obtener resultados.
¿Cómo puede ayudar las
nuevas técnicas de análisis genético que se están desarrollando desde 2016 a
aumentar un número significativo de identificaciones?
Las metodologías de análisis
en el ámbito de la identificación genética están en continuo desarrollo. En
este sentido hay tecnologías de secuenciación de nueva generación (NGS) que
están comenzando a aplicarse en 2017 y en los que cada vez hay (y nosotros
mismos comenzamos a tener) resultados muy esperanzadores ya que permiten
obtener más y mejor información con muestras complejas. Sin embargo, el uso
sistemático de estas tecnologías, necesita de procesos de validación y
aceptación nacional e internacional que son los que ahora se están
desarrollando.
Si se han perdido ya a
los familiares relacionados de forma directa genéticamente ¿qué otros procesos
se pueden llevar a cabo para la identificación como ocurre en muchos casos con
bisnietos o nietos que buscan a los desaparecidos de la guerra en pleno siglo
XXI?
Es obvio que cuanto más
distante sea el vínculo familiar más distancia genética existirá y más difícil
será obtener una conclusión válida. No obstante, hemos señalado en distintas
reuniones la necesidad de hacer una adecuada selección de aquellos familiares
que más información nos puedan aportar, máxime en los casos en los que esta
distancia familiar se acrecienta. En este sentido, se puede analizar el ADN
mitocondrial que se hereda por línea materna, generando un linaje materno el
cual no se ve afectado por la distancia de familiaridad y además es adecuado
para muestras complejas debido al gran número de copias existentes en las
células. También se podría, en los casos que sea conveniente, analizar el
cromosoma 'Y' cuya herencia es paterna y que permite igualmente generar un
linaje paterno, en este caso.
Si la identificación es
óptima ¿qué nos puede llegar a revelar esta identificación genética de la
víctima?
Las regiones del ADN se
analizan con fines de identificación y no nos informan de las causas de la
muerte. Este tipo de conclusiones deben proceder de los estudios médico
forenses, antropológicos e incluso arqueológicos, viendo del tipo de lesiones
que puede haber y el contexto en el que fueron encontrados y exhumados los
restos.
El Laboratorio de
Identificación Genética de la Universidad de Granada es actualmente referencia
a nivel mundial por sus importantes investigaciones, no solo en casos de la
guerra civil también en el estudio de casos como el de mujeres de Ciudad Juárez
o la creación de un importante banco de ADN. ¿qué supone la creación de este
último proyecto en el proceso de recuperación de la memoria?
Desde el punto de vista
científico es un verdadero reto debido al tipo de muestras y las condiciones de
las mismas y nos está permitiendo con el conocimiento y la experiencia, avanzar
en mejorar cada día los resultados que obtenemos. También sería necesario,
adquirir entre todos el compromiso y el esfuerzo para incorporar cuanto antes
los últimos avances tecnológicos que nos permitan dar una mejor y más rápida
respuesta. Contra más perfiles de familiares consigamos y guardemos más fácil
podrá ser identificar a una víctima de la guerra cuando se realice la
exhumación de los restos.
También desde el punto de
vista humano, por dignidad y coherencia con toda nuestra tradición en la
Universidad de Granada, que se remonta ya a 1990 (fuimos uno de los primeros
laboratorios del mundo en trabajar con ADN para la identificación humana),
nuestro equipo ha adquirido el compromiso en este proyecto para tratar de dar
respuesta a los familiares a los que hemos trasmitido personalmente en
ocasiones o a través de la Dirección General de Memoria Democrática nuestra disposición
para cualquier información adicional que quieran obtener.
¿Con cuántos años de
retraso nos acercamos a estas investigaciones genéticas del franquismo?
Los análisis de ADN con el
objetivo de la identificación comenzaron a utilizarse a principios de los años
90 de un modo más generalizado, no obstante, esos análisis no tenían la
sensibilidad que tienen hoy en día y no permitían analizar muestras muy
degradadas o con una cantidad limitada de ADN (restos óseos antiguos, pelos sin
bulbo, etc.). Esto empezó a cambiar en el momento en el que se comenzaron a
automatizar y mejoras las técnicas a finales de los años 90 es decir hace unos
20 años, que sería –por así decirlo- el retraso parcial que se tiene, y que
esperemos que un esfuerzo intenso y coordinado y la aplicación de las nuevas
tecnologías nos ayude a suplirlo y a compensarlo.