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martes, 2 de julio de 2019

La lista de Schindlers


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Título original
Schindler's List
Año
Duración
195 min.
País
Estados Unidos Estados Unidos
Dirección
Guion
Steven Zaillian (Novela: Thomas Keneally)
Música
John Williams
Fotografía
Janusz Kaminski (B&W)
Reparto
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Productora
Universal Pictures / Amblin Entertainment
Género
Drama | Nazismo. Holocausto. Basado en hechos reales. II Guerra Mundial
Sinopsis
Oskar Schindler (Liam Neeson), un empresario alemán de gran talento para las relaciones públicas, busca ganarse la simpatía de los nazis de cara a su beneficio personal. Después de la invasión de Polonia por los alemanes en 1939, Schindler consigue, gracias a sus relaciones con los altos jerarcas nazis, la propiedad de una fábrica de Cracovia. Allí emplea a cientos de operarios judíos, cuya explotación le hace prosperar rápidamente, gracias sobre todo a su gerente Itzhak Stern (Ben Kingsley), también judío. Pero conforme la guerra avanza, Schindler y Stern comienzan ser conscientes de que a los judíos que contratan, los salvan de una muerte casi segura en el temible campo de concentración de Plaszow, que lidera el Comandante nazi Amon Goeth (Ralph Fiennes), un hombre cruel que disfruta ejecutando judíos. (FILMAFFINITY)
Premios
1993: 7 Oscars incluyendo mejor película y director. 12 nominaciones
1993: 3 Globos de Oro: Película: drama, guión, director. 6 nominaciones
1993: 7 Premios BAFTA, incluyendo mejor película y director. 13 nom.
1993: National Board of Review: Mejor película. Mejores 10 películas del año
1993: Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor película, actor sec. y fotografía
1993: Asociación de Críticos de Los Angeles: Mejor película, fotografía y diseño de prod.

Críticas








Bailando con lobos


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Título original
Dances with Wolves
Año
Duración
180 min.
País
Estados Unidos Estados Unidos
Dirección
Guion
Michael Blake (Novela: Michael Blake)
Música
John Barry
Fotografía
Dean Semler
Reparto
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Productora
Orion Pictures / Tig Productions
Género
Aventuras. Western. Drama | Cine épico. Amistad. Ejército. Siglo XIX
Sinopsis
Tras la Guerra de Secesión (1861-1865) y en plena colonización del Oeste (1785-1890), el desencantado teniente John J. Dunbar se dirige a un lejano puesto fronterizo que ha sido abandonado por los soldados. Su soledad lo impulsa a entrar en contacto con los indios sioux; así es como conoce a "En pie con el puño en alto", una mujer blanca que fue adoptada por la tribu cuando era niña. Poco a poco, entre Dunbar y los sioux se establece una relación de respeto y admiración mutua. (FILMAFFINITY)

Premios
1990: 7 Oscars: incluyendo mejor película, director y guión
1990: 3 Globos de Oro: Mejor película drama, director y guión. 6 nom.
1990: National Board of Review: Mejor película
1990: Asociación de Críticos de Los Angeles: 3 nom. incluyendo Mejor película
1990: Asociación de Críticos de Chicago: Mejor fotografía. 4 nominaciones
1991: Festival de Berlín: Oso de Plata - Logro individual sobresaliente (Costner)

Críticas

lunes, 1 de julio de 2019

Día del Orgullo Gay





Doña Francisquita
Miss Islas Canarias


Paca La Culona

Callejero


Denuncian al Vaticano por encubrir a 3.400 violadores de niños


Por encubrir a 3.400 sacerdotes 

Víctimas de EEUU demandan al Vaticano para que publique una lista de abusadores

Acusan a la Santa Sede de encubrir a los 3.400 religiosos en todo el mundo de los que reconoce haber recibido denuncia. 

La Información

miércoles, 15 mayo 2019 


Cinco presuntas víctimas de curas católicos en EEUU, incluidos tres hermanos, interpusieron este martes una demanda contra el Vaticano para que haga públicos los nombres de los miles de clérigos que han sido acusados de abusos sexuales.

Los tres hermanos son presuntas víctimas de Curtis Wehmeyer, un cura de Minesota que en 2012 fue condenado a cinco años de cárcel tras declararse culpable de una veintena de delitos, entre ellos abusos sexuales y posesión de pornografía infantil, en un caso que entonces tuvo gran repercusión en el país.




"Tengo demasiados nietos y nietas para permitir que esto vuelva a suceder", dijo en una rueda de prensa Stephen Hoffman, uno de los tres hermanos víctimas de abusos por parte de Wehmeyer entre 2006 y 2012 y que, con la demanda, hicieron pública su historia.

Otro de los demandantes fue presuntamente víctima entre 1978 y 1984 del excura Fidencio Silva-Flores, al que EEUU imputó por abusos a menores en 2003 pero nunca llegó a juzgar por encontrarse en México en ese momento.

Por encubrir a 3.400 religiosos 

La demanda acusa al Vaticano de encubrir a los 3.400 religiosos en todo el mundo de los que reconoce haber recibido denuncias de abusos y los contextos en los que se produjeron, indicó el diario Star Tribune de Minesota.


"Historias que solo conoce el Vaticano", dijo en la misma rueda de prensa el abogado de los demandantes, Jeff Anderson, que ya se ha querellado en el pasado contra la Santa Sede sin éxito por casos de abusos sexuales.

"Hemos presentado un conjunto de pruebas que demuestran que todos los caminos llevan a Roma", añadió Anderson sobre la actual demanda. El Vaticano dijo en 2014 que había expulsado a 3.420 religiosos acusados de abusos sexuales del sacerdocio, pero no dio a conocer sus nombres ni los entregó a las autoridades.


Esa cifra, no obstante, está lejos de la real ya que solo en EEUU la Iglesia Católica ha admitido más de 6.000 casos. La semana pasada el papa Francisco ordenó a todos los miembros de la Iglesia que denunciasen cualquier caso de abusos sexuales y también el encubrimiento por parte de los obispos.


El caso Alcàsser


Crónica negra
El terrorífico libro sobre el crimen de las niñas de Alcàsser que no te dejará dormir
'Desde las tinieblas’ desveló la vida secreta de Anglés y desmontó las conspiraciones. Ahora resucita al calor de la serie de Netflix. Un clásico maldito del periodismo español
ElConfidencial
1/7/19
España, Valencia, Catarroja, años ochenta. Un niño pasea en bici por su pueblo, se cruza con el adolescente chungo del barrio y cambia de dirección para evitarle. El malote le sigue y le reprende por esquivarle. El niño era el periodista Joan Manuel Oleaque. El chungo del barrio: el Asuquiqui (mote barrial de... Antonio Anglés). Quedan unos cuantos años para el asesinato de las niñas de Alcàsser (1992/1993), pero ese día —sin que Oleaque fuera consciente— empezó a gestarse en su cabeza uno de los ensayos más desasosegantes escritos los últimos años en España.
Joan Manuel Oleaque cubrió los crímenes de Alcàsser como periodista, y en 2002 publicó un libro sobre el caso —'Desde las tinieblas. Un descenso al caso Alcàsser'—que lleva años descatalogado, se vende a 300 euros de segunda mano y está viviendo un 'revival underground' al calor de la serie de Netflix sobre Alcàsser... y de la resurrección de las teorías de la conspiración sobre el crimen (sí, la serie critica la conspiración, pero da la suficiente cuerda a los conspiratorios como para que una nueva generación se haya enterado de las ramificaciones paranoicas sobre Alcàsser, cuyos presuntos agujeros parecen hechos para la era digital).


Oleaque pensaba entonces que su libro podría ser el tiro de gracia a las teorías de la conspiración. Se equivocó, sí, pero no por presunción: nadie que lea ‘Desde las tinieblas’ puede seguir pensando en serio cosas como que Anglés y Ricart no fueron los asesinos de las niñas de Alcàsser sino los cabezas de turco de un red de altos cargos degenerados; o que una mano negra del Estado maniobró para que no se conociera la verdad sobre el caso.
En realidad, el mayor impacto (emocional) del libro no es que uno no vuelva a tomarse en serio los ‘enigmas’ de Alcàsser, sino que los días siguientes a la lectura no puedes dormir tranquilo: ‘Desde las tinieblas’ es un relato de terror que deja mal cuerpo para una temporada. Pero no un terror de laboratorio a lo ‘American Psycho’ sino algo mucho más real: horror cotidiano en el inframundo barrial de la España del 92.
El libro es tan salvaje que su meticulosa descripción de lo ocurrido durante el secuestro de las niñas de Alcàsser no es el momento más crudo del texto. Porque el meollo aquí —ignorado por los conspiratorios que piensan que Anglés fue un chivo expiatorio del Estado— es la vida de Anglés previa al triple asesinato de Alcàsser.
Oleaque se sumergió en el lodazal de su pueblo para construir una descarnada biografía de Anglés basada en los testimonios de familiares, amigos y compinches. Del macarrilla de barrio al delincuente juvenil, de la venta de drogas al asalto de bancos, y de ahí a la violencia extrema, todo ello en un contexto de marginación que uno asocia más a la España de la posguerra que a la de los noventa.
“El Asuquiqui había ido oscureciendo su temperamento hasta convertirse en un tipo extremadamente iracundo. Estallaba a la mínima y utilizaba una violencia salvaje para resolver cualquier situación. Trataba todo el día con toxicómanos que despreciaba y pensaba que lo envidiaban. Y el Chino [socio de Anglés en el tráfico de drogas] consumía una cantidad de cocaína tan exorbitante que Antonio tenía que estar pendiente de todo, como un halcón que todo el mundo quería cazar. Estimaba que para hacerse respetar, la mano dura era la solución. ‘Se hacía mayor y se le cruzaban más los cables”, cuenta el libro.
Un cuesta abajo y sin frenos —de la marginación a la ultraviolencia: violencia contra la competencia, contra sus clientes yonquis, contra sus parejas, contra su madre— que acabó reventando en el delito que le llevó a la cárcel antes de Alcàsser: un espeluznante caso de secuestro y violencia extrema contra una exnovia a la que encadenó varios días en su casa familiar, convertida en túnel del terror de la España noventera, con varios testigos de la fechoría, entre ellos, Ricart. Anglés había entrado en un estado de monstruosidad e impunidad mental que iba a ir a más...
Conclusión de Oleaque: "Ni Juan Ignacio Blanco ni Fernando García [ideólogos de la conspiración] ni los periodistas ni el público sabían la verdadera crueldad de la tortura a la cual Antonio sometió a su examante Nuria. Una tortura que, en muchos puntos, anticipaba la posterior explosión del crimen de Alcàsser: el triple asesinato parecía, de hecho, una progresión con final —con muerte— de la explosión que Antonio había iniciado con Nuria. Ni Blanco ni Fernando ni los periodistas ni el público sabían tampoco lo que Neusa [madre de Anglés] cuenta: que Ricart, con Antonio, estuvo a punto de tirar a Nuria a un pozo. Y no sabían que Ricart podía haber hablado del crimen de Alcàsser a algunos colegas en términos parecidos a como lo haría en sus primeras declaraciones autoinculpatorias [de las que se desdijo antes del juicio alegando haber sido torturado durante el interrogatorio]".
Anglés sería condenado a prisión por estos hechos, pero desapareció durante un permiso y nadie se tomó la molestia de buscarle en serio (esto sí que es una negligencia estatal y no los disparates sobre 'snuff movies' que no existen). Durante su fuga, cometió el triple asesinato de Alcàsser.

El circo

Sí, es difícil trabajar con este tipo de material sin caer en un sensacionalismo atroz, pero Oleaque sale airoso por varios motivos: escritura tensa, obsesiva y sin contemplaciones. Ritmo torrencial. Conocimiento del terreno (y de la época). Fuentes. Idea clara de lo que quiere contar (y desmentir). Reporterismo, antropología y punk. Uno de los libros olvidados más importantes del periodismo español.
En esa época, según Oleaque, llegó a circular el rumor de que una televisión iba a publicar una foto de Antonio Anglés con Felipe González. O la supuesta imagen que cerraría el gran círculo de la conspiración: todos los poderes del Estado al servicio del engaño. Pero lo único que demostraba esa foto inexistente era el grado de delirio alcanzado por la teoría de la conspiración, analizado en la segunda parte del libro.
"Por primera vez desde la transición democrática, un suceso ha reflejado los miedos, las pasiones oscuras y los errores de una sociedad"
El debate abierto en torno al sensacionalismo mediático de Alcàsser fue “esteril” y se cerró en falso, según Oleaque, al reducirse a la clásica rasgada hipócrita de vestiduras y a la búsqueda de chivos expiatorios. “Considerando a Nieves Herrero culpable de todo, y evitando repetir su tipo de excesos, los medios se consideraron exculpados para continuar mostrando el dolo de manera obscena, comercial… Progresivamente, un montón de programas informativos que tenían los sucesos como eje central fueron apareciendo en las televisiones públicas y privadas. El suceso se impuso a los telediarios, a las revistas, a muchos diarios, incluso a los mejores diarios. Los medios pensaban que el suceso interesaba solo a unos cuantos morbosos. Alcàsser les hizo ver que podía interesar a muchísimos morbosos. El suceso, mayoritariamente tratado, como una lluvia de sangre y mierda sobre el público. A partir de entonces, el suceso abriría telediarios y figuraría con honor en las primeras páginas sin ningún tipo de titubeos”.
"Las teorías sobre la supuesta actuación en el crimen de una red de degenerados muy poderosos sobreviven en el inconsciente colectivo e internet"
Más madera: “Las fantásticas teorías sobre la supuesta actuación en el crimen de una red de degenerados muy poderosos sobreviven en el inconsciente colectivo e inundan internet. Mucho del periodismo de hoy, sobre todo el de televisión, es hijo bastardo de Alcàsser, de un iridiscencia negra y ruidosa. Cualquier noticia relacionada con Anglés continúa ocupando titulares. Por primera vez desde la transición democrática, un suceso ha reflejado los miedos, las pasiones oscuras y los errores de una sociedad”
Lo escribió Oleaque… en 2002.
Y su traca final: "Representantes del estamento judicial —¡y de la prensa!— han hecho duras referencias al caso, pero siempre referencias epidérmicas que no entraban a fondo en sus entrañas, como si diera miedo y vergüenza tan solo recordarlo. Pasar página, hacer como si no pudiera volver a pasar, y perseguir a Fernando y a Blanco, los más culpables: esta ha sido casi la única reacción. Así, la Justicia, las fuerzas de seguridad y la prensa se han podido sentir paladines del bien que andan sin mirar atrás, sin reconocer el propio fracaso en un caso en que, en un tramo u otro del camino, todos fracasaron, y todos contribuyeron a que pudiera darse el delirio" de la conspiración.