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jueves, 13 de mayo de 2021

 

Detienen al subdelegado

del Gobierno y al 'número 2' de Barberá por cobro de sobornos en Valencia

Se habrían beneficiado económicamente a cambio de determinadas adjudicaciones inmobiliarias. La Guardia Civil los investiga en el marco de la Operación Azud .



ElHuffPost

13-5-21




Agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil han detenido a primera hora de este jueves al subdelegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Rafael Rubio; al ex teniente de alcalde del Ayuntamiento de València y que fuera mano derecha de la popular Rita Barberá, Alfonso Grau; a una de las hijas de éste; y al constructor Jaime María Febrer, todos por su presunta implicación en una trama de corrupción urbanística. 

Según informan la SER y Levante, los políticos se habrían beneficiado económicamente a cambio de determinadas adjudicaciones inmobiliarias, dentro de la segunda fase de la Operación Azud que investigan un juzgado de València y la Fiscalía Anticorrupción. 

Además de esas cuatro detenciones, los agentes de la Guardia Civil especializados en corrupción han arrestado a otras nueve personas, en una operación simultánea llevada a cabo en València, Alicante, Madrid y Tomelloso (Ciudad Real).



En esta causa el principal investigado es el cuñado de la exalcaldesa de Valencia, José María Corbín, quien fue detenido en abril de 2019, y también figuran como investigados la mujer de este y hermana de la exalcaldesa, Asunción Barberá, y sus tres hijas. 

La operación Azud, desarrollada por la UCO de la Guardia Civil y la Fiscalía Anticorrupción, investiga una supuesta trama de cobro de comisiones a contratistas del Ayuntamiento de Valencia durante la etapa de gobierno de Rita Barberá. La causa, que arrancó hace más de tres años, está abierta por delitos de cohecho, falsedad documental, blanqueo de capitales, contra la Hacienda Pública y tráfico de influencias.



domingo, 9 de mayo de 2021

DONDE DIJE DIGO

 

 

Los botones de Franco

    La defensa de la memoria histórica era tan importante precisamente por lo que ha pasado en las urnas madrileñas en 2021: para ganar elecciones, los del PP tildan de electoralista a la memoria, para que se olvide de dónde vienen, quiénes son, lo que son.

    Ruth Toledano

ElDiario.es

7 de mayo de 2021

Aunque aún no había ganado las elecciones, Isabel Díaz Ayuso celebró su triunfo con la tortura de siete toros y unos cuantos caballos en la madrileña plaza de Las Ventas. Allí torturó, entre otros, Enrique Ponce a unos novillos con "pocas fuerzas, y sobrados de bondad", como los describió un destacado crítico taurino. "Un becerrote tan noble como apocado"; "Un novillo seriamente inválido"; "Salió un hermano del anterior y su semblante era aún más enfermizo"; "Un endeble sobrero"; "Un santurrón criado para la obediencia infinita"; "Un noble toro sin fuelle": son otras de las expresiones con las que calificó a las víctimas. Dijo también que habían sido "escogidos con mimo entre las ganaderías más artísticas para deleite de las figuras". En una docena de palabras cupieron todas, y las más perversas, falacias: decir que has escogido con mimo a quien va a ser objeto de tus torturas; identificar el arte con quienes crían para torturar; considerar figuras a los torturadores. Entre esos figuras, un Ponce que vestía una significativa chaquetilla: los botones reproducían monedas de 5, 25 y 50 pesetas con el retrato de Francisco Franco, el dictador. Como en las originales, podía leerse en cada una de ellas: "Francisco Franco, caudillo de España por la gracia de Dios".



Dos días después, Isabel Díaz Ayuso pasó a ser caudilla de Madrid por la gracia de las urnas. Y esa botonadura cobró sentido porque, aunque no todos los votantes de Ayuso admitirían ser franquistas, dieron su voto a quienes defienden su memoria, por lo que, en cierto modo, las elecciones presidenciales a la Comunidad de Madrid las ganó Franco. Con el nombre de Alianza Popular, el partido de Ayuso fue fundado en 1976 por seis exministros franquistas –Manuel Fraga Iribarne, Cruz Martínez Esteruelas, Federico Silva Muñoz, Laureano López Rodó, Gonzalo Fernández de la Mora y Licinio de la Fuente– y un exalto cargo de la dictadura, Enrique Thomas de Carranza. Todos ellos apoyados, claro está, por los grandes de la oligarquía franquista. "No vamos a renunciar a la memoria de Franco", proclamó el presidente de CAMPSA (Compañía Arrendataria del Monopolio del Petróleo) en el célebre congreso de 1977 donde no se revalidaron por votación los cargos directivos de la formación política. Los de la dictadura se habían colado, impunemente, en la democracia. Y aquí siguen. Son, como Casado, los que llaman "electoralista" a la memoria histórica. Es, precisamente, la desmemoria histórica la que permite que los herederos directos del franquismo ganen hoy votaciones. Las urnas son los ojales donde se abrochan los botones de Franco.



"Cuando te llaman fascista es que lo estás haciendo bien, que estás en el lado bueno de la historia", confirmó Díaz Ayuso a Ana Rosa Quintana en ese matinal suyo que es lavadora y blanqueadora en vez de televisor. La presentadora ha retuiteado tuits xenófobos de Vox porque para ella "los de Vox ni son franquistas ni son fascistas". Lo son. Pero Ana Rosa Quintana lava y blanquea como Ariel, y desde su atalaya en prime time consigue votos para Vox y el PP. Otra forma de ser ojal. Dijo el siniestro Ponce que sus botones no tenían connotación política, que a él le gustan "las monedas antiguas". Pero solo en un país donde los genocidas no hayan sido juzgados por sus crímenes, en un país cuyos medios de comunicación de masas no tengan los exigibles filtros democráticos, pueden exhibirse sin consecuencias penales la imagen del genocida o los símbolos que lo representan. Desde 2005, están prohibidos en Alemania la apología y el enaltecimiento de las dictaduras: las simbología nazi y el negacionismo sobre el Holocausto puede llevar a prisión. Desde 1993, en Italia se castiga penalmente la simbología nazi-fascista. Austria aprobó en 1947 la Ley de Prohibición, que ilegaliza a las organizaciones nazis y cuyo objetivo es eliminar toda influencia del nazismo en la sociedad. En Francia es delito la apologías de los crímenes contra la humanidad, como el negacionismo del Holocausto. En Noruega se castiga con hasta tres años de cárcel la exhibición de símbolos nazis.



Los apoyos internacionales a Franco fueron Hitler y Mussolini, que enviaron tropas fascistas, asesores nazis y aviones de la Legión Cóndor a combatir con los soldados franquistas. La represión de Franco tras la guerra sumó 150.000 muertos. 150.000 monedas antiguas. Franco provocó el exilio de 250.000 españoles. 250.000 monedas antiguas. Franco encerró a un millón de personas en cárceles y campos de concentración. Un millón de monedas antiguas. No haría falta insistir en que Franco era fascista si no fuera porque ahora ser fascista es estar en el lado bueno de la historia, como afirma la presidenta Ayuso, o porque los suyos, los que van a celebrarla, llevan botonadura con la estampa del dictador español que hizo pactos con Hitler. Una perspectiva incompleta de la historia, una perspectiva sesgada, oculta, manipulada, blanqueada en prime time, aboca al cortoplacismo de la ignorancia. La defensa de la memoria histórica era tan importante precisamente por lo que ha pasado en las urnas madrileñas en 2021: para ganar elecciones, los del PP tildan de electoralista a la memoria, para que se olvide de dónde vienen, quiénes son, lo que son. Pero siempre tendrán un aliado siniestro que torture a la memoria como a un becerrote apocado, como a un novillo seriamente inválido, y recuerde que hay votos que son monedas antiguas. Como los botones de Franco.




miércoles, 5 de mayo de 2021

¡Felicidades Madrid!


 Isabel Díaz Ayuso, la estulticia personificada.







 

Gabriel Rufián




1) La distancia entre Madrid y Euskadi/Catalunya es enorme.


2) Cs, 2006-2021.


3) Se gana abriendo bares y cerrando hospitales: el mensaje es terrible.


4) Ojalá la izquierda se tomara sus sueños como la derecha se toma sus privilegios.

5) Suerte, Madrid. La vas a necesitar.


martes, 4 de mayo de 2021

Estampas callejeras


 

 

Y se apagó la risa

Viernes, 12 Marzo 2021

Enrique S. Cardesín Fenoll

Nou Horta



-Quién es Tramús, ¿eh? Venga, responde, maldito rojo –bramaba el falangista, a la vez que le propinaba al detenido, ligado de pies y manos a una silla metálica aferrada al suelo, violentos guantazos en la cabeza, que reverberaban contra las desconchadas paredes de la lúgubre estancia.

Las tropas nacionales habían hecho su entrada en Valencia el 30 de marzo de 1939. Solo unos días después, las autoridades falangistas dictaban una orden de busca y captura de los colaboradores del “soez, obsceno, impúdico y antipatriota” semanario satírico valenciano La Traca. Esta publicación, de ámbito regional y escrita en valenciano, que fue clausurada durante el régimen dictatorial de Primo de Rivera –ya había sufrido anteriormente otros cierres por culpa de la censura-, volvió a ver la luz tras la proclamación de la Segunda República, aunque en esta nueva etapa se editó en castellano y adquirió una dimensión nacional. Su primer número vendió más de 500.000 ejemplares. Dado que era una prensa muy barata, su público se contaba mayormente entre la población más humilde. La revista se caracterizó por su profundo republicanismo, anticlericalismo y valencianismo. En plena contienda civil, y hasta su cierre en 1938, como consecuencia de la falta de materias primas (papel, tintas…) y la enorme dificultad para su distribución, se hizo bastante evidente su compromiso antifascista, y las ilustraciones de portada y sus viñetas se centraron sobre todo en ridiculizar a los militares sublevados. Franco era presentado como afeminado o “general invertido” y Queipo de Llano era calificado como “el general borrachín”. De ahí que, al finalizar la guerra civil, en las listas de los falangistas locales aparecían subrayados el editor y los demás humoristas de La Traca. Se habían propuesto extirpar cualquier recuerdo de la revista y de sus responsables. Sin embargo, de algunos de ellos, conocían únicamente el seudónimo: Bluff, Tramús, Marqués de Sade, Burlón…

- Vaya, conque te resistes a decirnos quién es el cobarde que se esconde detrás del seudónimo de Tramús. ¿Acaso eres tan ingenuo para pensar que no vamos a ser capaces de sonsacarte tarde o temprano su verdadera identidad? Pues, ¡hala!, toma, engulle, engulle sin parar… Eso, así, sin dejar ni un pedazo –y el que había sido editor y director de La Traca, Vicent Miquel Carceller, era obligado por medio de tortura a abrir la boca y comerse un viejo ejemplar de su semanario. Los falangistas lo habían capturado en casa de su suegra. Había corrido a ocultarse allí nada más enterarse de la detención de uno de los colaboradores de la revista, Modesto Méndez Álvarez, alias Burlón. Este había pasado toda la guerra civil en su domicilio de Barcelona; si bien, a mediados de febrero de 1939, aterrado por la desaforada represión desatada por los fascistas a renglón seguido de la conquista de la ciudad, se vio impelido a trasladarse a Valencia, capital a la que viajaba regularmente en tiempo de paz por mor de su trabajo. Modesto se convertiría en el primer detenido de los dibujantes de La Traca; y el primero, también, en dar con sus huesos en la Cárcel Modelo de Valencia.

Cada miércoles por la tarde, desde hacía algunos años, Carceller, Carlos Gómez Carrera (de nombre artístico Bluff), Enric Pertegàs (que usaba el seudónimo de Tramús) y Paco el impresor, vecino de Torrent y operario del taller de artes gráficas donde se imprimía La Traca, se reunían en un bar de la calle Ruzafa, a escasa distancia de la vivienda del editor, para jugar unas cuantas partidas al truc. Esa tarde, justo a la semana siguiente de la entrada del ejército franquista en Valencia, ninguno de ellos se podía imaginar que acabaría siendo la última en la que se juntarían los cuatro para disputar unas manos de cartas. Jugaban en pareja –su composición era distinta en cada ocasión- y la que terminaba perdiendo le tocaba pagar los cafés, las copas y los puros que hubieran consumido. Habían fijado una hora tope, que cumplían a rajatabla: las ocho. Y no eran pocas, ciertamente, las consumiciones hechas hasta esa hora. Tramús era el que tenía peor perder, y le costaba dios y ayuda aflojar la pasta. Cuando el madrileño Carlos Gómez Carrera ganó su primer “envit” (formaba pareja con Carceller, y pillaron in albis a sus rivales en el momento en que se entrecruzaban subrepticiamente las señas), y apaciguado al fin su alborozo, les preguntó a sus compañeros de juego: “¿Habéis oído lo que ha dicho Franco por la radio? Los otros negaron con la cabeza. “Ha prometido que los que no tengan manchadas las manos por el asesinato o por el robo, nada han de temer de la justicia nacionalista”. En seguida un gesto de escepticismo se dibujó al unísono en el rostro de sus tres amigos. “Yo me había planteado muy en serio –prosiguió Bluff- la opción de huir al extranjero. De tal manera que ya tenía preparado el equipaje. Me iba a marchar con mi familia a Alicante a esperar la salida de algún barco. Pero he decidido confiar en esa promesa, mal que me pese, y voy a permanecer en mi casa. No me voy a mover de aquí. A fin de cuentas, nosotros la única arma que hemos empuñado ha sido el lápiz de carboncillo. Por eso creo que no debemos sentir inquietud alguna. Tal vez nos impongan una sanción. Poca cosa más”. Su detención fue cuestión de días. Y tampoco tardó mucho en producirse la de Vicent Carceller. A continuación, vinieron los interminables interrogatorios y las brutales torturas. Aunque no consiguieron doblegar a ninguno de los dos. Los falangistas, a pesar del tremendo daño físico que les infligieron, se quedaron papando moscas y sin obtener la información que procuraron arrancar con sus inquisitoriales métodos: la identidad de Tramús.

Paco el impresor esperaba en la parada de la Cárcel Modelo la llegada del tranvía a Torrent, que tenía su salida en las Torres de Quart. Había acudido al centro penitenciario a visitar a Vicent Carceller. El editor de La Traca compartía celda con los otros dos historietistas del semanario satírico que habían sido internados antes que él en ese mismo penal: Modesto Méndez y Carlos Gómez. Corría el mes de junio de 1940. Llevaban, por tanto, casi un año de encierro. La fecha del consejo de guerra se había fijado para dentro de siete días. Sobre los humoristas pesaba la acusación de <<adhesión a la rebelión con el agravamiento de trascendencia de los hechos>>. “Si no fuera porque es trágico, pues se encuentra en juego nuestras vidas, sería para echarse unas risas con la desopilante ocurrencia de estos fascistas: ellos que se levantaron en armas contra el gobierno legítimo de la República acusando de rebeldes a quienes nos mantuvimos leales y lo defendimos, incluso tan incruentamente como vosotros, con dibujos –les dijo en el patio otro preso, que había sido líder sindicalista. Ante la inminencia del consejo de guerra, Paco el impresor quería darles ánimos y desearles suerte en persona, y por esa razón se desplazó a la prisión. De repente, un automóvil negro con los cristales tintados frenó bruscamente junto a la parada del tranvía. Dos individuos, que vestían camisa azul de Falange, se bajaron apresuradamente del coche y, valiéndose del factor sorpresa, agarraron de los brazos a Paco el impresor, del mismo modo que un ave rapaz hubiera asido a su incauta víctima. Luego, lo introdujeron sin ningún miramiento en la parte de atrás del vehículo, encajado entre los dos tipos. El lugar donde lo encerraron, un cuartucho sin ventanas, techo alto del que pendía un fino cable rematado por una desnuda bombilla que emitía una luz mortecina, y dominado por un insoportable hedor a orines y defecaciones, sería siempre para Paco el impresor un enigma del que nunca contaría nada a nadie. La mayor parte del tiempo él no sabía si estaba soñando o estaba consciente, porque una misma frase se repetía una y otra vez en su cabeza, como un latoso soniquete: “dinos quién es Tramús”.

La sentencia se ejecutó con carácter inmediato. Al atardecer del 28 de junio de 1940, bajo un cielo del que salieron despavoridas todas las nubes, Vicent Miquel Carceller, Carlos Gómez Carrera y Modesto Menéndez Álvarez, el editor y dos de los colaboradores más brillantes del semanario satírico valenciano La Traca, la publicación estrella de la Segunda República, fueron fusilados en el Terrer de Paterna y sus cuerpos arrojados a una fosa común del cementerio de esa localidad. Paco el impresor también vio ese atardecer de cielo límpido y respiró su aire cálido. Lo hizo antes de caer muerto, en la cuneta de una carretera rural, tras recibir un tiro en la cabeza a cañón tocante. Enric Pertegàs, Tramús, salvó la vida gracias al coraje de sus amigos. A su silencio. Y pudo seguir dejando muestras de su arte.

lunes, 3 de mayo de 2021

Estampas callejeras


 

 

OPINIÓN

Ni un voto para la ultraderecha

La unidad de los progresistas intenta frenar a Diaz Ayuso



ENRIC SOPENA

 Lunes, 3 de mayo de 2021


A punto de que se abran las urnas en Madrid, la izquierda enarbola el concepto de “democracia” como síntesis de lo que los progresistas ofrecen para reconquistar el Gobierno autonómico. Lo que les une hoy es la intención de evitar el peligro que representa la ultraderecha.

La andadura de Vox hacia posiciones de poder político comenzó en Andalucía, al conseguir un número imprevisto de escaños autonómicos, que les permitió poner pie en algunas instituciones actuar de bisagra para facilitar gobiernos presididos por el PP. Algo así podría acontecer en Madrid. No en vano, las propuestas electorales de Isabel Díaz Ayuso se han ido ajustando hasta el último momento.

La lectura del programa de Ayuso deja pocas dudas porque da espacio sobrado para alcanzar acuerdos con Vox. ¿”Qué demonios nos ha pasado. En qué momento se jodió Madrid”? se ha preguntado Juan Tortosa en el diario Público. Y lo que más le ha dolido es que la derecha se haya apropiada de un término tan sagrado como Libertad.

El candidato socialista Ángel Gabilondo recuperó la unidad en el arco de la izquierda para frenar que el abrazo entre PP y Vox marcara los destinos de Madrid. Se ofreció a ponerse al frente de un gobierno de progreso junto a Pablo Iglesias y Mónica García, asegurando que el cambio, además de ser necesario, era posible. Y la vicepresidenta, Carmen Calvo, lo refrendó alto y claro: "Ojalá Madrid no sea la capital de Europa que gobierne la ultraderecha", y eso incluye al PP.

Lo representantes sindicales que participaron en la habitual manifestación del primero de mayo también subrayaron la existencia de ese riesgo. En la plaza de Cibeles, los secretarios generales de UGT, Pepe Álvarez, y Unai Sordo, de CCOO, pidieron el voto para las fuerzas de izquierda y resumieron el sentir general: “Que ningún trabajador se quede en casa para que las urnas de los barrios populares se llenen de votos para que ningún voto trabajador respalde a la extrema derecha”.

Este martes los ciudadanos de Madrid decidirán si dan su apoyo a un presidente de progreso o si, por el contrario, abren las puertas a una ideología que favorece a los que más tienen, que niega la igualdad, la violencia de género y que exhibe el racismo y la xenofobia como ejes de su política.

Porque, además, cuesta bastante no sentir aprensión ante lo que puede ser un gobierno autonómico del PP y Vox cuando el sábado, el alcalde de la Villa y Corte, José Luis Martínez Almeida, soltó esta perla en un mitin: "Los fascistas que gobernamos en Madrid hemos conseguido que el paro baje (…) Porque seremos fascistas, pero sabemos gobernar”. El regidor debería haber tenido en cuenta que hay cosas con las que no se puede jugar. Tampoco juguetear con ironías.




 

Las cuatro técnicas que más usan las mujeres para mejorar el sexo con penetración

"A las mujeres a menudo nos enseñan a ser instrumentos para el sexo. Ahora nosotras controlamos nuestros cuerpos".

Por 

Catherine Pearson

03/05/2021

ElHuffPost


Disfrutar del sexo muchas veces depende de una buena comunicación con la pareja, y cada vez se habla más y con menos pudor de las técnicas que utiliza la gente para mejorar su vida sexual. En este caso, se trata de las cuatro técnicas que más utilizan las mujeres en el sexo con penetración vaginal para aumentar su placer.

Estas técnicas, publicadas en la revista científica PLOS ONE, provienen de una encuesta realizada a más de 3000 mujeres de entre 18 y 93 años en Estados Unidos.

A las participantes se les pidió que señalaran la técnicas que más usaban para aumentar su placer durante el sexo (penetrativo y vaginal, siendo la gran mayoría de las encuestadas heterosexuales). Cuando los investigadores analizaron las respuestas de las mujeres, cuatro técnicas destacaron por encima de las demás.

Modificar el ángulo

Casi el 90% de las encuestadas dijeron que aumentan su placer controlando el ángulo de penetración rotando o inclinando la pelvis hacia delante o hacia atrás para ajustar la zona en la que el pene frota en la vagina.

Caricias superficiales

Alrededor del 84% de las mujeres dijeron que la penetración les resulta más placentera con caricias superficiales o con cualquier contacto suave justo en la entrada de la vagina.

Vaivén

El 76% de las encuestadas dijeron que sienten más placer durante la penetración vaginal a través de la técnica del vaivén. En esta técnica, la base del pene o del juguete, completamente metido, choca contra el clítoris mediante un movimiento de vaivén, en vez de sacar y meter todo el rato.

Estimulación doble

Por último, casi el 70% de las mujeres se refirieron a la estimulación doble: cuando una mujer o su pareja estimulan el clítoris (con los dedos o con un juguete) durante la penetración.

Aunque esta encuesta no descubre nada nuevo, los investigadores consideran que el simple hecho de hablar de ello y proponer un lenguaje específico les facilitará las cosas a las mujeres a la hora transmitir lo que les gusta, además de empoderarlas para defender su propio placer.

La salud sexual cada vez se aborda más desde una perspectiva holística que demuestra los beneficios del placer sexual en el bienestar físico, social y emocional a lo largo de la vida”, argumenta el estudio. “Por ejemplo, las investigaciones demuestran que el placer sexual aumenta el grado de felicidad general de las mujeres y reduce los niveles de estrés y ansiedad”.

Julia Robinson, editora de PLOS ONE, sostiene que es fundamental que las revistas científicas publiquen esa clase de investigaciones. “Contribuye a construir una base de conocimientos académicos y, al mismo tiempo, explora un tema poco estudiado que guarda una relación directa con la salud y el bienestar de la mujer”.

Otros expertos están de acuerdo y aspiran a que pronto las mujeres puedan encontrar información útil para ellas en publicaciones académicas.

Lo que es tan interesante y necesario de este estudio es que permite que las mujeres, al leerlo, se sientan legitimadas para buscar su placer y hablar de él”, señala Kate Balestrieri, psicóloga y terapeuta sexual.

A las mujeres a menudo nos enseñan a ser instrumentos para el sexo. Al cambiar el lenguaje y hablar sobre ángulos de penetración o movimientos en la cama, nos hacemos un regalo a nosotras mismas. Ahora nosotras controlamos nuestros cuerpos. El sexo ya no es una experiencia pasiva”, añade Balestrieri. “No tiene nada de malo que alguien sea pasivo en el sexo si es lo que le gusta, pero muchas mujeres lo que querrían es tomar más las riendas de su placer”.

Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Reino Unido y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.