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sábado, 14 de julio de 2018

El abarraganamiento, amancebamiento del entonces Rey Juan Carlos I y Corinna zu Sayn-Wittgenstein empezó como el Quijote: en la Mancha


La “amistad entrañable” de Corinna y Juan Carlos nació en La Mancha

El duque de Edimburgo presentó al Rey emérito a la hoy asesora de Alberto de Mónaco

L. RODRÍGUEZ

Jueves, 12 de julio de 2018

ElPlural

Ni en la Costa Azul, ni en los más prestigiados casinos de Montecarlo o Mónaco, ni siquiera en la romántica Venecia, o en los parajes más exclusivos de Cerdeña…en ninguno de estos paradisiacos entornos, donde el romance emana de las piedras, fue el lugar donde se conocieron Juan Carlos I y Corinna zu Sayn-Wittgenstein, la autodenominada princesa alemana, “amiga entrañable” del Rey emérito y testigo directo de la fractura de cadera que sufrió el exjefe de la Casa Real española cuando cazaba elefantes en Botsuana en 2012, y, por lo tanto, coprotagonista del escándalo mayúsculo que le costó la corona al nieto de Alfonso XIII, biznieto de Alfonso XII y tataranieto de Isabel II, o lo que es lo mismo: sucesor en la jefatura del Estado del dictador Francisco Franco.


Príncipe de Grecia y Dinamarca


No. Juan Carlos I y Corinna se conocieron en el último y mayor latifundio español: “La Garganta”, una finca de caza ubicada al sur de Ciudad Real que linda con la provincia de Córdoba y que abarca 15.000 hectáreas, casi el doble de Barcelona, propiedad del fallecido Gerald Cavendish Grosvenor, duque de Westminster, uno de los hombres más ricos de Inglaterra, que  dejó a su heredero, Hugh Grosvenor, de 27 años  de edad, una fortuna valorada en 10.000 millones de euros,  y que no ocultaba su íntima amistad con la “amiga entrañable” del Rey emérito, aunque, sin embargo, fue Felipe, duque de Edimburgo, nacido como príncipe Felipe de Grecia y Dinamarca, para entendernos, esposo de la reina Isabel de Inglaterra, el que presentó a ambos en esta tierra manchega y donde, supuestamente, nació la cacareada “amistad entrañable”.

Nietos de Isabel e hijos de Diana


Y es que la finca del fallecido Lord Gerald Casvendish, sexto duque de Westminster, noveno conde de Grosvenor, vizconde de Belgravia, marqués de Westminster y barón de Eaton, ha sido hasta la muerte del millonario londinense (2016) centro de reunión de las escopetas más importantes de la aristocracia europea. Tanto es así, que el duque de Edimburgo no dudó ni un momento en enviar a sus nietos, bajo la protección de Corinna, para que pegaran unos tiros en “La Garganta”. Los hijos del Príncipe de Gales y de Lady Di, Guillermo y Enrique, han sido durante años asiduos invitados, utilizando, incluso, el todavía inoperante aeropuerto de Ciudad Real, cerrado a cal y canto para el resto de los mortales.

Los negocios de Corinna en “La Garganta”


Con estos antecedentes aristocráticos y millonarios, a nadie puede extrañar que en “La Garganta”, que como decimos ocupa una extensión de más de 15.000 hectáreas, o lo que es lo mismo, 15.000 estadios Santiago Bernabéu, Corinna participara en numerosas monterías, cuando no las organizaba, ya que no hay que olvidar que la hoy asesora de Alberto, Príncipe de Mónaco, fue durante años la directora general de Boss & Co Gunmakers, una conocida y afamada armería londinense donde las grandes “escopetas” del Reino Unido no dudan en acudir para adquirir rifles y carabinas con las que participar en las cacerías españolas, ya que en Inglaterra está prohibida la caza, incluida la del zorro.

Directora de Boss Sporting


De lo que tampoco hay duda es de la capacidad de Corinna para relacionarse con los poderosos, de ahí que Boss Sporting, exclusiva agencia organizadora de safaris de lujo para clientes de alto standing, que ofrecía “únicamente los mejores disparos para sus clientes”, entre los que se encontraba Don Juan Carlos, la nombrara directora general. Y desde esta posición, Corinna fue estrechando lazos con el padre de Felipe VI hasta el accidente en Botsuana en 2012, donde el Rey emérito se rompió la cadera en el transcurso de la cacería de un indefenso elefante, desdicha que compartió como testigo con su “amiga entrañable” Corinna que todo apunta que quiere cobrarse ahora una “factura de amistad” que le puede salir muy cara a la Casa Real, hoy por, en absoluto silencio.

El coto de las grandes fortunas…


Una finca, al igual que otras colindantes, donde las grandes fortunas mantuvieron serios litigios con los gobiernos presididos por los socialistas José Bono y José María Barreda, no así con el Ejecutivo de María Dolores de Cospedal. Ambos obligaban a los terratenientes a dejar expeditos caminos y carreteras para el tránsito libre de los habitantes de estas zonas, acostumbrados a ver llegar a sus fincas a Mario Conde, las hermanas Koplowitz, Emilio Botín, Alfonso Cortina, “Los Albertos”, José María Aristraín, Juan Abelló, Luis Portillo, Samuel Flores, Entrecanales, Carlos March, Blesa, Luis Bárcenas…

…Y de la escopeta nacional


Aristocracia que también arrastra a los nuevos ricos españoles y europeos, ávidos de codearse con lo más granado del Ibex 35. Y es que no podemos olvidar que a golpe de escopeta se suelen establecer contactos que posteriormente servirán para cerrar negocios, ya que a falta de apellido blasonado muchos se “echan al monte” para completar su carrera empresarial. La película de Berlanga revive cada fin de semana en Castilla-La Mancha donde, entre otros, como buen Borbón, era asiduo Juan Carlos I que solía cazar con Abelló, con quien mantuvo durante años una fuerte rivalidad al arrebatarle el financiero el primer puesto en el ranking de grandes piezas abatidas. España cañí.




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