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domingo, 15 de septiembre de 2024

 


Terrorismo machista e impunidad en la cultura de la violación: ¿Hasta dónde llega el silencio patriarcal?

Las violaciones a Gisèle Pélicot en Francia, la atleta Rebecca Cheptegei quemada viva por su pareja y las 35 mujeres asesinadas este año en España son los ejemplos más recientes

ElPlural

Marta Alberca

15-9-24

‘Not all men’ es el mantra que se ha repetido, difundido y compartido en las dos últimas semanas. Una frase que ha sido escudada en la última década por la sociedad patriarcal para defender que no todos los hombres violan, asesinan o agreden a mujeres. Cierto es en parte. Pero las mujeres no mueren, son asesinadas.

Estos dos argumentos han cobrado fuerza ante una serie de acontecimientos que revuelven el estómago y ponen los pelos de punta: Gisèle Pelicot fue violada hasta en 92 ocasiones por otros hombres bajo la supervisión de su marido; Rebecca Cheptegei, atleta olímpica, fue quemada viva por su pareja; y, en el caso de España, ya son 35 las víctimas mortales que registra la lacra machista en lo que va de 2024.

Pese al escándalo primario, la impunidad y el silencio ejercido por el sistema patriarcal hacen que estos casos queden en un segundo plano a nivel mediático. Pese a ello, el movimiento feminista y las voces de las mujeres hacen todo lo posible para que no caiga en el olvido. En el caso de la mujer francesa que fue violada continuamente con el consentimiento de su marido -hasta en 92 ocasiones entre 2011 y 2020 por 72 desconocidos con la permisión de su cónyuge-, el revuelo mediático ha tenido pocos precedentes y ha puesto de relieve la tolerancia asentada en la sociedad en la cultura de la violación. Prueba de ello, nada más salir a la luz, la primera persona en aparecer en las portadas mediáticas fue ella, la víctima, no las decenas de hombres que fueron partícipes de tal atrocidad, tampoco sus identidades hasta días más tarde.

A este atroz caso, que ya está en manos de la justicia, se suman otros feminicidios que han acaparado la atención mediática. Rebecca Cheptegei, atleta ugandesa que compitió en los Juegos Olímpicos de París, fue quemada viva por su pareja y delante de sus hijos y, unos días más tarde, falleció en el hospital. Otro ejemplo de barbarie que, por un lado, volvió a poner de relieve la violencia machista sin ningún tipo de tapujos y, a su vez, dio visibilidad a una realidad, desgraciadamente, diaria.

Las mujeres seguimos estando desprotegidas ante las leyes, en las calles y en nuestras casas
 Impunidad y cultura de la violación

Sobre estos dos últimos sucesos habla la Federación de Mujeres Jóvenes (FMJ) en conversaciones con ElPlural. Así, en referencia a Gisèle Pellicot, su presidenta afirma que es un caso que “ha generado un debate intenso sobre la impunidad y la cultura de la violación, evidenciando la necesidad urgente de reformas en la justicia y de protección a las víctimas”.

No hay más que remitirse a las propias declaraciones judiciales de la víctima. Gisèle no vio los vídeos de los abusos hasta el pasado mayo, cuando fue consciente visualmente de las "escenas de violación insoportables", ante las que ella simplemente estuvo "anestesiada". "Fui sacrificada en el altar del vicio", lamentó.

Así, y en alusión al caso que ha paralizado Francia, desde FMJ califican de “sorprendente cómo la gente que entraba en esa habitación se esconde en el relato de que no son violadores, que pensaban que eran un juego de la pareja”, un argumento en el que se percibe “falta de educación del consentimiento”: “Es un reflejo de la sociedad en la que vivimos, las mujeres seguimos estando desprotegidas ante las leyes, ya no solo en las calles, sino en nuestras propias casas”, alegan.

En los mismos términos se pone de manifiesto como tragedia internacional el caso de la atleta olímpica: “El hecho de que una mujer que ha logrado destacarse en el ámbito deportivo y representar a su país en los Juegos Olímpicos sea víctima de tal violencia subraya la urgencia de abordar este problema desde todas las perspectivas”, añaden desde FMJ, advirtiendo que éste, tanto en el campo deportivo como en otros espectros, “no es un caso aislado”.

35 mujeres asesinadas en España en 2024

Nuestro país no deja una imagen más favorable. Los crímenes machistas, como bien marca la tendencia de los últimos años, reflejan un repunte en los meses de verano, que se ha traducido al cómputo global de este año a 35 mujeres asesinadas.

El Ministerio de Igualdad, así como la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, confirmaron este jueves el caso de una mujer de 31 años asesinada presuntamente por su pareja en Bilbao. Con ella, a su vez, ya son 1.279 mujeres víctimas mortales de esta lacra desde 2003 en España, cuando se empezó a tener registros.

La ministra de Igualdad, Ana Redondo, y la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Carmen Martínez, han expresado su "más absoluta condena y rechazo" ante este asesinato machista y han trasladado "todo" su "apoyo" a familiares y amistades de las víctimas. Tanto la ministra como la delegada han pedido "todos los esfuerzos desde las instituciones, administraciones y el conjunto de la sociedad para llegar a tiempo y evitar más muertes".

Ante este balance trágico en España, desde FMJ también han valorado, en conversaciones con este periódico, que las sensaciones que se perciben en el movimiento feminista son “desoladoras”: “Nos siguen matando, violando y castigando sin ninguna impunidad. Nos da tristeza tener que estar todo un verano reivindicando y entristecidas por lo mismo”.

Pese al aire desalentador, los esfuerzos no son en vano y la lucha persiste, ya que advierten a su vez que el objetivo está en revisar las medidas y leyes posibles “para que los violadores, agresores, maltratadores y asesinos no estén libres; para que las mujeres sigamos más vivas que nunca”.


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