Los historiales clínicos que demuestran que los protocolos de la vergüenza de Ayuso se ejecutaron desde antes de firmarse
“Se realizan múltiples intentos de derivación sin éxito por no cumplir los criterios del protocolo de la Consejería de Sanidad”
Rubén Rozas
27-11-24
ElPlural
Los conocidos como protocolos de la vergüenza, firmados por el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso durante los primeros días de la pandemia del Covid, se aplicaron antes de su rúbrica.
Al menos, parece evidente que la Consejería de Sanidad dio orden de la no derivación de personas mayores a hospitales antes de que los documentos se aprobaran. ElPlural.com ha tenido acceso a historiales clínicos, cuyo uso por parte de este medio queda autorizado, que muestran precisamente esto. De forma más detallada, se firmaron hasta cuatro de estos protocolos los días 18, 20, 24 y 25 de marzo de 2020; pero este medio tiene pruebas de que, en la dirección que se venía apuntando, su aplicación se llevó a cabo días antes.
De manera más detallada, este periódico ha accedido a unas líneas que resultan demoledoras contra el equipo popular de aquel momento en materia de residencias. El paciente al que corresponde, cuyo entorno prefiere mantener el anonimato, fallece el 16 de marzo de ese año en la residencia Monte Hermoso. Esto es, antes de que se firmen los documentos. De hecho, aproximadamente con una semana de antelación se aísla a la persona residente susceptible de haber contraído el virus.
Se intenta derivar al hospital dada la situación sin éxito
“El día 8 de marzo se inicia control de temperatura diario de todos los residentes por parte del departamento médico y de enfermería y las medidas de aislamiento indicadas por el Ministerio de Sanidad (…) Presenta antecedentes epidemiológicos de contacto directo y estrecho con personas positivas sospechosas de Covid-19. El día 8 de marzo inicia cuadro de decaimiento y deterioro del estado general manteniéndose afebril sin hallazgo de patología respiratoria agua. Se intenta derivar al hospital dada la situación sin éxito”.
Niveles de saturación muy alta y picos febriles provocan varios intentos de derivación, pero de nuevo no se lleva a cabo. “Se realizan múltiples intentos de derivación sin éxito por no cumplir los criterios del protocolo de la Consejería de Sanidad”. Tras varios controles por parte del profesional sanitario, esta persona fallece el día 16 de marzo.
Sin embargo, no fue el único caso. Fuentes del entorno del paciente, que han llevado la situación de las residencias madrileñas a los tribunales, explican a ElPlural.com que hubo varias personas de ese centro que fallecieron de la misma forma “indigna”. De hecho, hay otros documentos que van en la misma línea y reflejan, una vez más, la crudeza de aquellos documentos contra los que se plantó el entonces consejero de Políticas Sociales de Madrid, Alberto Reyero. “Fue la única integra que dimitió”, dicen las voces críticas, que también lamentan la actuación del Estado -manteniendo que podría haber hecho más- aunque en lo que respecta a los protocolos, “fue el equipo de Ayuso quien los firmó”.
Alberto Reyero fue la única persona íntegra
Sobre más documentación que ha podido consultar este periódico, se aprecian otras líneas que muestran la mala praxis de la región. “El día 11 de marzo -otro paciente- comienza a presentar hipotermia que no se acompaña de ningún otro síntoma que indique patología aguda. Se acentúa la pérdida de apetito que presentaba (…) Se intenta derivar al hospital, pero no se autoriza el traslado por no cumplir con los criterios marcados en ese momento por el director general de coordinación socio-sanitaria D. Carlos Mur”.
Incluso, queda reflejado que en ocasiones el centro decidía el traslado de la persona a urgencias y que piden los medios para ello, pero que éstos nunca llegan. “(…) Se decide derivar a urgencias y se solicita ambulancia. Dicho recurso no acudió a recoger a la residente”, dice otro de los informes.
Al menos -es decir, que haya tenido constancia este periódico- un caso del centro de mayores Montehermoso también ha alcanzado la Audiencia Nacional. Llevado asimismo por el abogado Carlos Sardinero -mismo magistrado que lleva el caso de Luis Grela, en su caso fallecido en la residencia Orpea- la voz jurídica explica que hay motivos para ganar en los tribunales.
Se solicita ambulancia (…) No acudió a recoger a la residente
Además de lo incluido en estas líneas, el abogado habla de otras pruebas que deberían servir para decantar la balanza hacia la parte damnificada. “No sé qué tendría que pasar para no ganar”, emite sincero, subrayando que se trata de un caso “muy bien documentado” desde el minuto uno y en el que la idea de que los pacientes se podrían -y debían- haber trasladado a un hospital queda respaldada por varias voces: médicos, forenses, etc.
El entorno del paciente apoya que “murieron varias personas por la mala praxis de las residencias” y para más inri, asegura que, muchas veces, éstas “no avisaban de nada” a los familiares. “No había nada que impidiera la derivación, además de que estaban en un centro sociosanitario (…) Y, sin embargo, murieron en la residencia sin atención”, concluyen las fuentes consultadas.
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