El abuelo de Donald Trump, Friedrich Trumpf, fue un inmigrante sin papeles, un mena.
Con solo 16 años, Trumpf nacido en Kallstadt, Baviera, se embarcó hacia Estados Unidos huyendo de la pobreza y del servicio militar obligatorio. Viajó hacinado junto a cientos de personas durante 10 días en un compartimento sin baños ni aseo. Hacían sus necesidades por la borda.
Con un gobierno como el de Donald Trump, Friedrich Trumpf habría sido deportado a Baviera. Con la limitación de la nacionalidad por nacimiento, su hijo y padre de Donald, Fred Trump, nunca habría sido ciudadano estadounidense.
Dice el refrán que es de mal nacido no ser agradecido, también con el destino. Si el abuelo Trumpf levantara hoy la cabeza seguro que no estaría nada orgulloso de la América que quiere su nieto.
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