Correo electrónico enviado a Aznar el 17-3-03
Que no le quepa la menor duda: ganará la guerra. Pero ya no podrá limpiarse las manos manchadas de sangre inocente con ningún jabón el resto de su vida. Y no se equivoque, Dios, cualquier Dios, nunca está del lado de la guerra aunque se haga en su nombre. Ni el Dios de Bin Laden, ni el Dios de Franco, ni el Dios de Bush, ni el Dios del Papa, ni el Dios de los etarras, ni el suyo señor Aznar pueden justificar una guerra. Se metiió de cabeza en un inmenso chapapote y ahora se va a meter en otro, muchísimo peor, de hemoglobina. Democráticamente fue elegido por los españoles pero en este viaje va usted solo. Esperemos que la justicia divina ilumine la mente del Papa y le excomulgue y en un contexto más cercano un tribunal internacional le juzgue, pero los muertos señor Aznar ya no los podremos resucitar. El señor Bush (que no quiso ir a Vietnam) está acostumbrado a firmar sentencias de muerte y a rezar todos los días delante de las cámaras de televisión ¿Pero usted? ¿Por qué lo hace? Usted nunca nos pareció un tonto ni un loco
(diagnóstico fácilmente aplicable al señor Bush) y aunque ha sido capaz de sacar a la luz nuestros más enconados sentimientos, en estos momentos solamente experimentamos una gran sensación de tristeza y lástima. Han mentido reiteradamente, han falsificado documentos... y no se les cae la cara de verguenza. ¡Que su Dios se apiade de usted!
Nota: El mayor fabricante de dictadores es el gobierno de los EEUU ( ¿Fue Johnson quien dijo que Pinochet "es un hijo de puta pero es nuestro hijo de puta"?) y el que tiene más bombas atómicas y de destrucción masiva. Usted no pasará a la historia como lacayo de Bush sino como protagonista de la destrucción de las Naciones Unidas. ¿Quien le parará entonces los pies a Bush cuando pretenda dominar (la economía) el mundo. Sadam es un peligro para la humanidad pero Bush le anda a la zaga. ¿No le recuerda con su obsesión belicista a Hitler?. El dinero huele igual que los muertos.
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