Mazón cae derrotado en su ofensiva contra el valenciano en las aulas

El valenciano se impone por la mínima en el referéndum lingüístico lanzado por el Consell

ElPlural

Roberto Ugena

6-3-25

Los valencianos, castellonenses y alicantinos han hablado y han vuelto a hacerlo en contra de su presidente, Carlos Mazón. La ofensiva del barón del Partido Popular (PP) contra el valenciano en las aulas ha pinchado en hueso y, aunque por la mínima, la lengua local se ha impuesto frente al castellano como base de enseñanza de los menores. “Ganan ambas lenguas y sobre todo las familias", ha intentado ocultar la derrota el conseller de Educación, José Antonio Rovira, aunque lo cierto es que el valenciano ha ganado con un 50,53% de los votos.

El escrutinio ha estado apretado, con un 49,47% a favor del castellano como lengua base, y las elecciones muy diferenciadas por provincias. Castellón ha sido la provincia donde más padres y madres han elegido el valenciano, un 70% frente al 30% que han optado por el castellano; mientras que en Alicante se ha dado la situación totalmente inversa, con un 66% que se ha decantado por el castellano, contra un 34% en valenciano. La máxima neutralidad la ha marcado Valencia, registrando un 58% en favor del valenciano y un 42% con el castellano.

Atendiendo a las principales ciudades, Castellón ha sido la única que ha apoyado mayoritariamente el valenciano (62%). En contraposición, Valencia (64%), Alicante (83%) o Elche (60%) han elegido el castellano como opción favorita. El gato al agua en favor del valenciano, en consecuencia, se lo han llevado los territorios menos urbanitas, gracias a la gran movilización y participación de los valencianoparlantes. 580.000 familias estaban llamadas a votar y 340.000 han acudido (58%), con un reparto más o menos equitativo entre provincias y con una mayor asistencia de las enmarcadas en la educación infantil y primero de primaria.

"Es un avance muy importante en la representatividad de las familias en la toma de decisiones, frente a la situación actual donde los Consejos Escolares sólo los votan un 10 % de las familias", ha celebrado el conseller los datos de participación, pese a que el resultado no era el buscado. El Gobierno de Mazón quiso tirar del argumento de la libertad para justificar un referéndum dirigido claramente a aplacar el valenciano. “Dar libertad a las familias de elegir la lengua en la que sus hijos van a aprender a leer y escribir", defendía el Consell.

Un argumento falaz que siempre perjudica a las lenguas regionales, que acostumbran a perderse con el paso del tiempo si no se fomentan, dado que el castellano ni se encuentra ni se encontrará en peligro. Todos los valencianos hablan y escriben castellano como cualquier otro ciudadano español; sin embargo, no todos conocerían su lengua local si no se utilizase en los colegios como base. Aunque pese a Mazón, la ciudadanía ha decidido que su lengua no se diluya con el paso del tiempo como ha pasado en otras regiones donde no se protegió a tiempo.