LA GABARDINA DE BOGART EN "CASABLANCA": EL COMIENZO DE UNA HERMOSA AMISTAD
Cuando, en el desenlace de "Casablanca" (1942) vemos a Rick Blaine (Humphrey Bogart) presentarse en el Aeropuerto para dejar marchar a Ilsa Lund (Ingrid Bergman) lejos de él y, acto seguido, se aleja caminando de forma cómplice junto al Capitán Renault (Claude Rains), no solo asistimos al comienzo de una hermosa amistad, en aquellas imágenes se estaba forjando, ya de forma definitiva, uno de esos íconos de la moda que llegaron hasta nosotros directamente desde las pantallas de cine. La gabardina.
La prenda había sido diseñada mucho antes, en 1880 por Thomas Burberry, quien encontró un modo de impermeabilizar el hilo antes de tejerlo. El resultado fue una prenda muy resistente al agua que pronto fue utilizada por personas dedicadas a trabajar en el campo. Gracias a sus virtudes impermeables, su ligereza, el corte elegante y sus grandes bolsillos no tardaría en escalar hasta la oficialidad del ejército británico en la Primera Guerra Mundial.
Ya en los años posteriores al conflicto la "trench coat", como llaman los ingleses a la gabardina, empezó a aparecer en algunos thrillers asociada a detectives y personajes misteriosos.
Los chicos malos del cine, Edward G. Robinson o James Cagney, la vistieron en los años 30 ayudando a reforzar la dureza de sus personajes. También William Powell la usó en "La cena de los acusados" ya con un toque de elegancia detectivesca.
Incluso Bogart la llevó como Sam Spade en "El halcón maltés" (1941) antes de vestirla como Rick. Los precedentes son innegables, pero... El verdadero impacto en la persona de a pie fue ver a Bogart, entre la niebla de aquel aeropuerto de "Casablanca", con su sombrero fedora y aquella gabardina beige con cinturón, doble botonadura y solapas levantadas. El mito había nacido.
El New York Times dijo años después que el final de Casablanca fue "la venta de gabardinas más efectiva de la historia del cine". Todos querían llevar una y la demanda se disparó. Era la prenda que te convertía instantáneamente en alguien que parecía tener muchas historias que contar.
Conquistadas las calles, seguiría siendo el uniforme del cine negro, de detectives, gánsteres y personajes duros, ya fuera Robert Mitchum en "Retorno al pasado", Alain Delon en "El silencio de un hombre", Peter Sellers como el inspector Clouseau en "La pantera rosa" o Peter Falk como el detective Colombo.
Los ejemplos podrían ser infinitos y variados. Incluso la estética de algunos western en el pasado como "Hasta que llegó su hora" o de películas de acción futuristas como "Matrix" le deben mucho al aura de esta prenda.
La gabardina era capaz de mutar hasta el infinito y pasar así del misterio al glamour, y del hombre a la mujer. Eso demostró Audrey Hepburn en "Desayuno con diamantes". Ahora la gabardina es además un símbolo de la feminidad sofisticada. El cinturón ciñe su silueta otorgándole no solo un aire de sensualidad, sino también de misterio y modernidad.
Este año, parece que viene con fuerza... Si no son de llevar capas o mallas de colorines, una gabardina es lo que más le acercará a un héroe urbano.
Todas las anécdotas publicadas están ordenadas en nuestro blog Anécdotas de cine, música y arte. Enlace en la bio. (Paco López) - Imagen de Doctor Macro
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