Javier F. Ferrero

Miriam Nogueras

Señora Nogueras, esto es para usted.

Usted se presenta como la voz firme del independentismo catalán. Como la dirigente que habla alto, con gesto de dureza y tono de superioridad, frente a un Congreso que, según usted, siempre conspira contra Catalunya.

Pero ayer, cuando se trataba de decidir si las y los trabajadores podían reducir su jornada media hora, usted no habló por Catalunya. Habló por la patronal. Votó contra la clase trabajadora. Votó lo mismo que Vox y el PP.

Eso no es un accidente, es una elección política. La suya. La de Junts. El partido que se disfraza de soberanista mientras aplica el manual del neoliberalismo de manual. Usted, que se llena la boca con palabras como “libertad” y “dignidad”, pero que cuando se aprieta el botón vota lo mismo que Feijóo y Abascal.

Y no fue solo la jornada laboral. Ayer, junto a PP y Vox, enterró la creación de una Agencia Anticorrupción. Una herramienta básica para combatir a los corruptos que saquean lo público, para vigilar a quienes se benefician del poder. ¿Quién teme a una agencia así? Exactamente los mismos con los que se sentó a votar. Usted eligió estar ahí. Eligió impedir que existiera un organismo independiente que pudiera destapar chanchullos. Eligió la opacidad. Eligió proteger a quienes viven del privilegio.

El problema no es que Junts defienda intereses de clase alta. Eso ya lo sabemos. El problema es el engaño. El envoltorio con esteladas para esconder un proyecto burgués. La retórica de la independencia como coartada para reproducir las mismas cadenas de siempre. Mientras miles de trabajadoras y trabajadores en Catalunya apenas llegan a fin de mes, usted se asegura de que sigan trabajando más tiempo y con menos derechos.

Señora Nogueras, usted no votó contra el PSOE ni contra Sumar. Usted votó contra la gente que limpia oficinas, contra la enfermera que sale reventada de su turno, contra el chaval que encadena contratos temporales. Votó contra ellas y ellos, igual que Vox.

La media hora menos que negó es media hora más de servidumbre al capital. Y la Agencia Anticorrupción que bloqueó es un escudo más para quienes tienen cuentas en paraísos fiscales o sobres en B.

Por eso, señora Nogueras, deje de hablar de soberanía. Porque lo que defiende no es soberanía popular, es soberanía de clase. La de siempre. La de quienes se enriquecen mientras repiten que todo se hace “por Catalunya”.

Usted no representa al pueblo, representa a la burguesía con bandera.

Y las y los trabajadores no olvidan.