El juego sucio judicial de Manos Limpias
El sindicato se aprovecha de la figura de la acusación
popular para mover influencias y ganar repercusión mediática a golpe de
querellas. Su líder se ha visto salpicado por una trama de corrupción
urbanística de Murcia, donde se entremezclan las comisiones y el cohecho.
6-2-15
Publico
GUILLERMO
GUZMÁN
MADRID.- El sindicato ultra Manos Limpias se ha
caracterizado en los últimos años por presentar cientos de denuncias y
personarse en los procesos más mediáticos. Sus formas de actuar son “muy inconsistentes",
según el abogado de Guanyem Jaume Asens, demostrando “muy poca pericia y un
sesgo político muy fuerte”.
Ágiles, con recursos y capacidad para ser los primeros en presentar las querellas, el sindicato ha encontrado en la figura de la acusación popular una mina de la que extraer rédito mediático e influencia política. Pero también existen unas conversaciones jugosas de su dirigente Bernard dentro de la investigación realizada por la Guardia Civil a una trama de cohecho, corrupción y tráfico de influencias en Murcia que revela hasta dónde pueden llegar sus tentáculos.
En la investigación de la Guardia Civil, Bernard aparece en las grabaciones poniendo su maquinaria al servicio de un comisionista de una trama de corrupción urbanística de Totana (Murcia) llamado Emiliano Ovide, constructor e intermediario del suelo. Ovide recurrió a Manos Limpias como plan B para cobrar de una empresa que, al parecer, le debía dinero de comisiones.
La relación entre ambos se extiende incluso a Ciempozuelos (Madrid), donde Manos Limpias había presentado una querella contra su Plan Urbanístico y hasta citan a Esperanza Aguirre.
Las conversaciones entre Bernard y Ovide son de lo más jugosas. Sirva de ejemplo esta transcripción.
Ágiles, con recursos y capacidad para ser los primeros en presentar las querellas, el sindicato ha encontrado en la figura de la acusación popular una mina de la que extraer rédito mediático e influencia política. Pero también existen unas conversaciones jugosas de su dirigente Bernard dentro de la investigación realizada por la Guardia Civil a una trama de cohecho, corrupción y tráfico de influencias en Murcia que revela hasta dónde pueden llegar sus tentáculos.
En la investigación de la Guardia Civil, Bernard aparece en las grabaciones poniendo su maquinaria al servicio de un comisionista de una trama de corrupción urbanística de Totana (Murcia) llamado Emiliano Ovide, constructor e intermediario del suelo. Ovide recurrió a Manos Limpias como plan B para cobrar de una empresa que, al parecer, le debía dinero de comisiones.
La relación entre ambos se extiende incluso a Ciempozuelos (Madrid), donde Manos Limpias había presentado una querella contra su Plan Urbanístico y hasta citan a Esperanza Aguirre.
Las conversaciones entre Bernard y Ovide son de lo más jugosas. Sirva de ejemplo esta transcripción.
7 de junio de 2007. Conversación entre Antonio y Emiliano Ovide.
Emiliano Ovide: Oye lo que he hablado hoy con Miguel Bernard, hombre yo no sé si este hombre... me parece que anda muy liado como para...
Antonio: pero que anda muy liado... que estuvo el otro día... pero qué bueno... que no te preocupes por él que eso lo controlo yo.
Ovide: ¿En dónde? ¿En lo de Manos Limpias?
Antonio: Sí, eso lo controlo yo ¡joder! Me está costando todos los meses un pastón.
(...)
Ovide: Bueno, pero a la acción podemos pasar en distintos frentes, siempre y cuando no nos perjudique pero sí por lo menos que sepa que esta gente diga: Oiga, soy el presidente de Manos Limpias y le voy a demandar por esto, pero por lo menos vea que la cosa va en serio.